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Para el practicante de Hatha yoga la salutación al sol es muy importante pues representa el saludo al día naciente y al Logos Planetario, nuestro sol. También constituye un ejercicio preparatorio para comenzar la practica matutina de yoga ya que moviliza y prepara los diferentes músculos para la realización de otras asanas. Su ejecución es difícil pero, como todo buen practicante de Hatha yoga sabe, la perfección solo se logra a través de la practica constante. No se desanime si al principio no logra una ejecución perfecta, tenga calma y continúe practicando con la actitud mental de reverencia al Sol como la manifestación física de Dios.
Descripción:
De pie, los ojos cerrados vueltos hacia el naciente, los pies juntos, las manos a la altura del pecho como orando. Limpie los pulmones exhalando todo el aire y encogiendo el abdomen
Comience a inspirar lentamente llegando a hacer una inspiración completa, eleve los brazos encima y atrás de la cabeza como procurando alcanzar con la punta de los dedos lo mas lejos posible. Sentirá un ligero estiramiento de los músculos de la espalda. Haga una breve parada con los pulmones llenos
Comience a espirar inclinando el tronco, los brazos estirados con la cabeza entre ellos, hasta que toque el suelo con la palma de las manos las que deberán llegar a un punto cercano a los pies. La cabeza queda pendiente y la respiración detenida. No se desanime si siente que no puede llegar a tocarse los pies, poco a poco sus músculos se tornaran mas vigorosos y recuperara la elasticidad perdida. Haga una breve parada con los pulmones vacíos
Inspirando lleve para atrás la pierna izquierda tocando con la rodilla el piso y flexione la pierna derecha hasta que la rodilla se apoye en el pecho. Levante al máximo el mentón
Todavía inspirando lleve hacia atrás la pierna derecha hasta que el cuerpo quede apoyado sobre la palma de las manos y la punta de los pies tomando la pose de una tabla. Haga una breve parada con los pulmones llenos
Espire mientras flexione los brazos y toque el suelo con la frente, el pecho, las rodillas y las puntas de los pies manteniendo los glúteos levantados. Haga una breve parada con los pulmones vacíos
Inspire, baje el abdomen y las piernas hasta que lleguen a tocar el suelo mientras los brazos se estiran manteniendo el tronco vertical, el mentón debe alcanzar el punto más alto posible. Haga una breve parada con los pulmones llenos
Espirando sin dejar de apoyar los pies y las manos, eleve los glúteos quedando la cabeza entre los brazos. Breve parada con los pulmones vacíos
Comience a inspirar al mismo tiempo que flexiona la pierna derecha y manteniendo en alto el mentón, coloque el pie entre las manos, breve parada con los pulmones llenos
Vacíe los pulmones llevando el pie izquierdo junto al derecho y con la cabeza lo mas cerca posible de las rodillas estire las dos piernas, breve parada con los pulmones llenos
Haga una inspiración lenta y profunda, levantando el tronco y llevando las manos hacia lo alto y hacia atrás de la cabeza, haga una breve parada con los pulmones llenos
Nuevamente espirando, lleve las manos al punto inicial repitiendo la postura número 1
Observaciones: Mantenga siempre los ojos cerrados, concéntrese en cada parte de su cuerpo
Efectos terapéuticos: Activa la circulación distribuyendo la sangre por todos los órganos. Esta asana es maravillosa para la columna vertebral, beneficiando a la medula y a los nervios raquídeos. Ha sido considerado el ejercicio mas completo y milagroso que puede existir pues es una combinación de respiración y asanas. Produce gran equilibrio mental y emocional devolviéndonos el sentimiento de paz y serenidad interior que necesitamos para vivir. Se debe hacer antes de comenzar el día para despertar la alegría de vivir, se recomienda comenzar por dos repeticiones, pudiendo llegar hasta diez que es el máximo. Lo puede hacer antes de acostarse para lograr sueños positivos.
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