Tu
Cueva de Cristal
por
Carmen Santiago
El Reino Angélico cohabita
con nosotros en el planeta y es parte integral de la trama de la
vida. Este reino se encarga de substanciar el éter y crear los
patrones energéticos necesarios para que la forma externa pueda
manifestarse. Se dice que el humano piensa y el ángel
construye. Y esos ángeles, que están tan ligados a la vida
humana, recién ahora, en los albores de la Nueva Era, se
acercan y nos estimulan para que despertemos y seamos
conscientes de su Presencia. Se nos revelan como los compañeros
constantes de nuestra vida, moradores del mundo invisible,
agentes ocultos de todos los fenómenos de la Naturaleza, ya
sean geológicos, eléctricos, espirituales.
Cuando recorremos el mundo
interno, entramos en su reino, aunque muchas veces, nuestra
conciencia cerebral no lo registre. Ellos forman y a la vez, son
las rutas que recorremos en nuestro viaje interno, y cuando
llegamos al Lugar Sagrado del Corazón, nos encontramos con el
Ángel Solar, la Presencia de Dios en nosotros, que nos confirma
que en lo más profundo de nuestro ser, somos también un Ángel.
La
esfera del Ángel Solar que nos habita es el plano mental
superior, en donde las formas se hacen todas geométricas,
diamantinas, en donde parece que la vida exclamara a cada
instante: ¡Dios geometriza! Es nuestro mundo de cristal, la
Cueva de Cristal del Mago que todos tenemos dentro.
Desde allí se trazan las nuevas rutas por donde la vida va a circular,
allí se establecen las grandes alianzas humano-dévicas y se
reciben los arquetipos o ideas simientes para ser colocadas en
el campo mental de los seres humanos destinadas a influir e
inspirar. Es el lugar desde donde podemos hacer Magia.
El
reino Angélico o Dévico está en espera de ser reconocido por
la humanidad para trabajar en el proyecto de transformación
planetaria del Señor del Mundo, que incluye aquella actividad
que podemos llamar Magia Organizada, a través de la cual, los
humanos y los Devas trabajamos juntos para producir las formas
que darán impulso a la evolución. Estas formas o arquetipos,
se proyectan en los campos mental, emocional y físico de la
humanidad y se convierten en fuerzas inspiradoras y
auspiciadoras de los cambios necesarios en todas las fases de la
vida social humana.
Todos
aquellos que queremos participar en esta actividad sublime de
crear espacios de futuro debemos practicar con celo la
impersonalidad. Los Devas son invocados, más que por la
palabra, por la vibración que resulta del servicio
desinteresado. La manera de pensar, sentir y actuar es una de
las fuerzas invocadoras más grandes. Donde hay pureza de móvil,
la presencia angélica es instantánea. Ellos aparecen
respondiendo a la necesidad del momento y la pureza de móvil de
aquél que los convoca. El Deva responde de acuerdo a los
pensamientos humanos cuando está en sintonía con el propósito
divino. Son como tejedores infatigables, que tejen de acuerdo al
diseño divino. Su estambre es la energía. Su devoción los
lleva a servir a esas mentes que desde la condición humana,
remontan las alturas hacia la mente Divina, abstracta, superior.
Trabajar en esta esfera, consciente de la presencia de los Devas, nos da
la posibilidad de ser co-partícipes en el descenso de las
formas sociales, políticas, económicas, culturales que
impulsarán la nueva civilización que el Maestro Saint Germain
preside. Se nos abre una puerta de insospechadas posibilidades
para el bien común cuando, en unión con los Devas, nos
consagramos al trabajo mágico de construcción de formas
mentales que habilitan la aparición de los nuevos arquetipos
que tendrán expresión en la Era de Acuario.
Cuando
entramos en la esfera del Ángel Solar somos el alma, y todo lo
que es nombre propio, características personales, se diluye en
la realidad del Alma Una, en donde las formas pierden los
contornos para adquirir una nueva dimensión geométrica que
refleja, con más diafanidad, el mundo de las realidades
espirituales. Carente de expectativas, el “mago blanco” va
ejecutando, impersonalmente, las tareas asignadas, reconociendo
que su Divina Presencia, el Ángel Solar, es el verdadero Mago
que desde su Cueva de Cristal va transformando el mundo.
Cada vez que estés en uno de esos lugares sagrados de la Tierra, como
pueden ser las montañas, las sabanas, el mar, un bello paraje,
sintonízate con tu Cueva de Cristal, aprovecha la oportunidad
que la vida te ofrece e invoca al Ángel de Luz que te habita, y
desde esa dimensión, conéctate con el Deva Guardián del lugar
y pídele permiso para ingresar en su mundo invisible. Una vez
sientas el contacto, ofrécete para que juntos trabajen para que
el Reino de los Cielos descienda a la Tierra. Ábrete a la
inspiración y recibirás guía.
Así como el carbón lleva
un diamante en potencia, que con el correr del tiempo y la acción
del fuego, se expresa en toda su radiante belleza, así el ser
humano es un diamante en potencia que, a través de las
encarnaciones y por la obra del fuego de la vida, comienza a
surgir hasta que se muestra glorioso ante el Iniciador. Es
entonces cuando el Señor del Mundo, por primera vez, imprime su
fuerza en el Iniciado, tocándolo con su Cetro de Poder, que es
un Diamante Flamígero. Este “toque” permite la incursión
de energías de una vibración muy superior. El Iniciado se
convierte en un “transmisor de energía”, un agente o
instrumento, por medio del cual, el Logos Planetario o Señor
del Mundo puede llegar a la humanidad y llevar a los seres
humanos nueva vida y energía. Esta energía, de cualidad tan
elevada, circula a través de sus tres centros de la cabeza los
cuales irradian esa luz purísima.
En
ese momento el iniciado se convierte en un talismán viviente de
Shamballa, en un diamante humano-dévico, revelando en la
transparencia de su naturaleza esencial, la naturaleza de
Cristo, cristal.
Cuando tu cristal interno se va exteriorizando puedes conectarte con el
diamante corazón de los grandes Devas y juntos, humanos y
devas, operar la magia Organizada, dentro del espacio de esta
Tierra, que en su dimensión más profunda es un mundo de
cristal, de formas geométricas perfectas.
La vida nos pide
transformación a cada instante. Y la transformación final será
convertirnos en seres de cristal, en Cristos, cristales humanos,
tan puros y transparentes que, a través de nuestros cuerpos,
pueda pasar la Sublime Luz de las esferas superiores e iluminar
el mundo.
Que puedas descubrir tu cueva de cristal y toda esta gloria que pulsa
dentro de ti para que te conviertas en un verdadero impulsor de
la Nueva Civilización y podamos, todos juntos, elevar a la
Tierra a una esfera de mayor luz.
Con el amor de siempre
Los
Ángeles pueden Asistir
Krishna,
El Señor
Los ángeles
pueden asistir, ayudar y cooperar con el hombre. Cuando los ángeles
están complacidos con el hombre, otorgan plenitud, alegría y
contento. Fortalecen al hombre en el Sendero de Evolución. Es
por esta razón que el hombre desarrolló el hábito de venerar
a los ángeles.
En
mi opinión, venerar a los ángeles es seguir el Sendero de los
Ángeles. Los Ángeles realizan el trabajo en forma impersonal,
los ángeles viven sólo para el bienestar de los demás. Si el
hombre decide vivir solo para el bienestar de los otros, los ángeles
se complacen en trabajar con hombres así. No hay otro modo de
complacer a los ángeles.
Venerar
a los ángeles y a los Maestros de Sabiduría, sin hacer un
sincero esfuerzo para seguirlos, es una veneración en vano.
Un
Instructor se orienta hacia el estudiante no por ser venerado,
sino porque éste sigue sus enseñanzas, del mismo modo un ángel.
Por eso, obtengan la cooperación de los Maestros y los ángeles
siendo impersonales en el servicio y la total dedicación al
servicio. La calidad del servicio decide la cooperación de
los ángeles. Por lo tanto, hagan servicio para el bienestar
de los demás.
El
Servicio conforma uno de los tres principios básicos del Triángulo
del Discipulado. Sin servicio, ningún aspirante se transforma
jamás en un discípulo. Incluso el más elevado de la Creación,
llamado el Creador, está constantemente comprometido en el
servicio impersonal.
|