DECLARACION DE PRINCIPIOS

del partido Unión Liberal Popular

La Unión Liberal Popular,

fuerza política democrática e integradora de todos los sectores sociales y económicos, moderna y progresista, preocupada por todas las cuestiones que afectan a las personas, la sociedad, y el estado argentino

Declara que:

El hombre nace con ciertos derechos que derivan de su naturaleza humana: a la vida, a la libertad, a la propiedad, a buscar la felicidad y a resistir que sus derechos le sean conculcados.

Estos derechos se deben ejercer de manera de no colisionar con los de los demás seres humanos.

El derecho a la vida es absoluto y nadie puede ser privado de la misma por otro hombre o grupo de hombres.

La libertad tiene como correlato la responsabilidad.

La propiedad es un derecho humano que, combinado con la libertad de contratar, es el motor principal de la acción humana.

El derecho de propiedad debe ser mantenido y defendido como inherente a la persona y procurando que el mismo se extienda al mayor número, porque es factor principal de la prosperidad nacional.

Las acciones derivadas del ejercicio de estos derechos no deben vulnerar los derechos de otro.

Tener un derecho significa que no se puede ser privado de él; no que alguien debe proporcionarlo.

El ser humano es la base de la sociedad y la acción de gobierno debe dirigirse a priorizar sus derechos.

La familia es preexistente al estado.

El municipio es el ámbito donde primero se realiza el hombre en sociedad.

Las relaciones entre los hombres deben ser voluntarias. Repudiamos el uso de la fuerza contra aquéllos que no la han usado.

El estado existe solamente para asegurar que el ejercicio de estos derchos no se haga lesionando los de otros seres humanos y para mantener la voluntariedad en las relaciones entre los individuos que conforman la sociedad. Su fin, en consecuencia, es asegurar la convivencia pacífica de los miembros de una sociedad.

El estado, así como funciona jurídicamente con la libertad cedida por los individuos, debe hacerlo materialmente con los recursos que éstos acuerden cederle.

El gobierno de la ley está por encima del gobierno de los hombres.

Los comportamientos corporativos, por más arraigados que estén en la cultura, son la causa de la falta de progreso. Una san competencia debe reemplazar los monopolios.

Ocupar un cargo público debería ser más un sacrificio que un privilegio. Debe representar una oportunidad de ayudar a la comunidad y no una oportunidad de negocios y enriquecimiento personal. Ningún ciudadano debe vivir de la política.

La política debe ser un medio para conseguir el bienestar del pueblo y no un fin para engrosar el patrimonio de quienes la ejercen, sus parientes y sus amigos.

En una democracia, el soberano es el pueblo y todos los hombres son iguales ante la ley. El soberano delega las decisiones de gobierno en asambleas de representantes. En su seno las decisiones son tomadas por los mismos; pero éstos deben luego rendir cuentas ante sus representados. Los representantes tienen obligaciones y no derechos. Deben responder ante los representados por sus actos.

La celebración de una votación es el mejor método para encontrar la respuesta probabilísticamente más correcta a una cuestión determinada.

Los votantes deben poder elegir libremente a los candidatos y deben conocer a quién están votando.

Son principios básicos en el voto: "una banca, un distrito, una boleta".

Nadie puede arrogarse el monopolio de la representación de los ciudadanos.

Los ciudadanos debe ser juzgados por sus pares.

La aplicación de un castigo proporcional al delito es imprescindible para que exista la certeza de que siempre se hace justicia.

Las leyes y su aplicación deben estar al alcance del entendimiento de todos los habitantes. Al promulgárselas, debe dárseles abundante difusión popular.

Las reglas económicas de la Nación deben ser equitativas para todos, premiando el trabajo y la producción.

La proporcionalidad de la carga impositiva debe fijarse en función del patrimonio. Es el principio adecuado para la obtención de recursos por parte del estado. Debe establecerse simplicidad en la recaudación.

La República Argentina está compuesta no sólo por el territorio continental, sino que por el mar y las islas que tiene a su lado.

 

 

La Unión Liberal Popular

sostiene como principio de su accionar el siguiente

Código de Conducta Ciudadana

y sus miembros se comprometen a:

I. Respetar las leyes, sin perjuicio del derecho de cambiarlas a través de los procesos legales.

II. Tratar a todas las personas con cortesía, humildad y respeto.

III. Actuar en la vida diaria en forma responsable e independiente, sin esperar que el gobierno nos provea con recursos materiales, ayuda o garantías pecuniarias.

IV. Respetar las opiniones ajenas y favorecer el diálogo con los que tienen opiniones distintas a las de uno, tratando de comprenderlas y haciendo un esfuerzo por incorporar aunque sea parte de ellas en las propias.

V. Evitar la propagación de infundios o calumnias sobre individuos privados y públicos; ya que el rumor, aunque no establece culpabilidades, es una expresión que degrada sin posibilidad de defensa.

VI. Servir voluntariamente a la comunidad en nuestro tiempo libre, individualmente o a través de asociaciones.

VII. Adherir a una conducta ética bajo todas las circunstancias, ya sean éstas favorables o desfavorables para ello.

VIII. Proceder de manera tal que nuestra conducta pueda ser imitada por cualquiera en cualquier actividad que realice.

IX. Respetar los logros y la propiedad ajena, sin que importe si la propiedad es privada o pública.

X. No ofrecer dinero, favores u otras consideraciones a funcionarios públicos o privados para soslayar leyes, regulaciones, normas, etc.