Un filósofo Griego dijo: “El que juzga, si primeramente no examina bien lo que juzga, no puede excusarse de juzgar erróneamente”. La Biblia dice: Examinadlo todo, retened lo bueno”, 1 Tes. 5:21.
El tema que se trata en este mensaje es muy extenso para poder explicarse en su totalidad, pero he tratado de ser lo más claro y preciso, para poder brindarle al lector un mensaje sincero y espiritual respecto a la deidad del Señor, en una forma condensada, para tratar de motivar su lectura, ya que muchos le huyen a las lecturas extensas. Muchos leerán este mensaje y creerán, porque está basado en la verdad bíblica. Daniel 12:10, dice: “…ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”.
Muchos tienen ya sus puestos en la religión, como el rey Agripa, y no querrán ser persuadidos, Hec 26:27-28. Habrán lideres que no les convendrá creer, para no ser expulsados de las sinagogas, los que aman más la gloria de los hombres, que la gloria de Dios, S. Juan 12:42, 43. Habrán laicos que no querrán ser expulsados de las sinagogas por confesar su nombre, S. Juan 9:18-22. Aceptar el nombre de nuestro Señor, por encima de sus títulos; padre, hijo, y Espíritu Santo, es tener que ser aborrecido, S. Mat. 10:22 y azotado, Hec. 5:40, 41.
Milité diez años en las Iglesias Pentecostés, fui misionero, maestro y pastor, pero no supe lo que era padecer por causa del nombre del Señor, hasta que me pasó lo que al Apóstol S. Pablo: “Se me ha abierto puerta grande y eficaz, pero muchos son los adversarios”, 1 Cor. 16:9. ¿Conocía yo al Señor en ese tiempo? Confieso que sí, pero como dijo Job: “De oídos te había oído, más ahora mis ojos te ven”, Job 42:5. Confieso que tengo el mismo Espíritu, hablo las mismas lenguas, pero conozco mejor la divinidad del Señor, y mi relación con Él ha crecido más.
Los Trinitarios, me echan fuera y me aborrecen por causa de su nombre, pero en Isaías 66:5 dice, que a pesar de eso son mis hermanos confundidos. En 1 Pedro 4:14-17 podemos ver que en la Iglesia hay un grupo que es vituperado por causa del nombre de Cristo, por parte de otro grupo que lo blasfema. Sabemos que se trata de dos grupos en la misma Iglesia porque termina diciendo, que es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Termino diciendo como el Apóstol S. Pablo: “Según el camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres”, Hec. 24:14. |