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El baterista Ian Clarke abandona el grupo a finales de 1971. Ésto permitió que el grupo se acercara a Lee Kerslake, quien había pertenecido a The Gods y ahora se encontraba en la National Head Band, grupo de su creación que iba en declive. De hecho, Kerslake ya había sido invitado a tocar con el grupo cuando Keith Baker salió, y esta vez no iba a desperdiciar la oportunidad.
Después de una sesión en los estudios Jubilee de Londres, Kerslake se unió al grupo el 23 de noviembre de 1971. Casi al mismo tiempo consiguen un bajista, el neozelandés Gary Thain, quien tocaba con Keef Hartley y ya se había topado con Uriah Heep en más de una ocasión. Box, simplemente, había quedado impresionado con él.
Y aquí comienza la que sería la era clásica del grupo: las piezas encajaban bien en su sitio. Prueba de ello sería el siguiente álbum, ya en 1972: Demons And Wizards.
Desde fuera, parecía como si, de pronto, la banda hubiera entrado en el mundo místico de la fantasía surrealista, incluyendo por primera vez una portada con dibujos de Roger Dean ( sí, el autor de las portadas de los discos de Yes ). La imagen no era verdadera.
Seguramente "Rainbow Demon", "The Wizard" ( co-escrita con Hensley por Mark Clark en su breve estadía ) "Traveller In Time" y "Poet's Justice" estan ligadas temáticamente por sus letras de fantasía, lo que demuestra que, por un momento, la banda incursiona en ello. Pero Demons And Wizards es, con todo, una colección de excelentes canciones de rock. El álbum disfrutó de 11 semanas en el lugar número 20 de las listas de popularidad. "Easy Living" los coloca también en las listas de popularidad americanas y es, hasta el día de hoy, todo un clásico inprescindible en un concierto de Uriah Heep.
Pero todavía no terminaba 1972 cuando el exitoso proyecto de los magos y demonios tuvo su continuación: The Magician's Birthday, salido en el mes de noviembre, que seguía en la línea de las historias de magia y fantasía. "Sunrise", "Sweet Lorraine", "Blind Eye" y "The Magician's Birthday" se convirtieron en super hits y, ahora, también en clásicos. La crítica definió al disco como ligeramente superior al anterior.
Y ya con la moral muy en alto, la banda supo que el siguiente paso sería la realización de un álbum en vivo, el cual tuvo que esperar hasta el siguiente año.
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