Los detalles exactos sobre la muerte de David Byron en febrero de 1985 siguen siendo uno de los misterios sin resolver de la historia del rock.

Muchos se atreven a decir que David no escapó a la drogadicción en sus últimos meses, aunque sí es de todos conocido que era esclavo del alcohol. Lo que  realmente muy pocos saben es que pasó los últimos seis años de su vida encerrado y solo en su casa de Reading, Inglaterra. Hubo quien se atrevió a afirmar que padecía de epilepsia.

Su alcoholismo deterioró su hígado a tal grado de acarrearle problemas cardíacos. En diciembre de 1984, según una revista local, a David le fueron pronosticados seis meses de vida.
Junto con su hígado y su corazón, también su matrimonio se destruyó, pues su esposa Gaby, no pudiendo más con la situación, lo abandonó.

Hubo muchas notas en la prensa, pero ninguna se ponía de acuerdo sobre la real causa de su deceso. Sólo coincidían en que su ex cuñado lo encontró muerto en su casa el 28 de febrero de 1985.

David Byron fue, sin duda, alguien que no supo controlar los excesos propios de la vida en el rock and roll, pero tampoco hay duda de que fue uno de sus hijos más prodigiosos, una voz singular que será recordada por los oídos de miles y miles de fans de
Uriah Heep en todo el mundo hasta el final del tiempo. Descanse en paz.