El Triste Adios de Susana


- "¿Esto ya te había pasado?" pregunta Susana a Lupita.
- "Sí. Con unos perros de unos vecinos que me querían morder... El Veterinario les dijo que
    murieron de causas naturales, pero en realidad fui yo" le explica Lupita.

    Cinco minutos de silencio. Los cinco saben cuál puede ser el precio a pagar si cometen un error: Las vidas de Inocentes están en sus manos.

    Retoman el camino cuando Lupita termina de desahogarse. Permanecen en silencio: Ya habrá tiempo de relatar lo sucedido mañana. Por ahora, es suficiente problema el darle la noticia a sus padres.

    Día siguiente. Antes de la primer clase, Efraín acude al salón de Reubén.

- "¿¡Porqué no fuiste?!" le reclama.
- "¡Waaay! Es que... se me olvidó. Tuve un día muy... preocupante" le explica Reubén.
- "¿¡Cómo me pudiste haber hecho eso?!"
- "¡Perdóname! ¡No lo vuelvo a hacer!"
- "Entonces... Ahora, saliendo."
- "..... No creo que pueda."
- "¿Porqué?"
- "Tengo... otros asuntos más importantes..."
- "¿¡?! ¿Qué puede ser más importante que el que juegues el único juego en todo el mundo de los
    Defensores del Tanuki?"
- (¡Vaya! Pensé que me iba a reclamar las asesorías. Este niño es bueno para convencer)
    "Tarde o temprano lo podré jugar..."
- "No" sentencia terminantemente Efraín, saliendo furioso del salón.

    Reubén intenta detenerlo, pero su maestro entra al salón. Efraín camina apresurado, enojado, y volteando hacia atrás ocasionalmente con una mirada llena de recelo.

    Obeth y Efraín. El nivel de su furia es igual... y desconcertante.

    Valeym, la traductora, se dirige no a su hogar, sino a un punto de reunión acordado por los asambleístas que hace semanas les avisaron de la situación. A su llegada la reciben con malas noticias.

- "Cinco de los seis han desparecido" anuncia su contacto, telepáticamente.
- "¡No!" se horroriza Valeym.
- "Mi maestro se encuentra aquí. Y... me ha dado algo para que custodien tus ex-alumnos."
- "¿Cómo pueden arriesgarse de esta manera?"
- "No podemos mandar todo un ejército protegiéndolo, sería muy llamativo y peligroso. Una sola
    persona tiene que hacerlo... pero solo cuando nosotros tengamos entretenidos aquí al o a los
    asesinos."
- "¿Asesinos?"
- "La Era Final ya ha comenzado. Pero alguien... algo... quiere acelerar el proceso. Es... el Fruto de
    la Semilla del Mal... presente en este planeta desde Tiempos Inmemoriales."
- "¿El Fruto de la Semilla del Mal?"
- "Sí. Su sirviente ha despertado, y quiere acelerar el proceso de destrucción... parece ser que más
    allá del Final de este Mundo... hay algo peor... más devastador... y los Demonios que liderea ese
    Sirviente andan asesinando a la gente que sospeche de sus intenciones..."
- "Eso... ¿Qué relación tiene con el Traje? Y, además, has de saber que los aparentes encargados
    de ese Traje, dijeron que era para el Salvador del Mundo."
- "Hmmm... Entonces... Intentemos armar juntos este rompecabezas."

     Valeym se sienta. Sólo puede rezar porque los cinco aprendan rápido, para que sus maestros regresen y puedan establecer un frente más resistente a cualquier ataque. Ojalá fuera seguro hablar por teléfono o mandar una carta.

    Pero... incluso regresar, o intentar un enlace telepático a tan grande distancia... sería un suicidio.

     El entrenamiento básico para todos los cinco es enseñarles el mundo que desconocían: Toda la magia que tiene, los poderes que existen, y su relación con la sociedad, y... comentar cualquier fenómeno extraño que les haya sucedido recientemente. Telepáticamente, claro.

- "Creo que lo primero fue lo de la capa" recuerda Reubén.
- "¿Su aparición?" pregunta Hilario.
- "No. Me impide ver televisión, y oir el radio. A veces hasta el periodico."
- "¿?" se quedan confundidos Brenda, Lupita y Fernando.
- "Mensajes Subliminales" anuncia Kimya.
- "¿Ves? Te lo dije" le saca la lengua Susana a Reubén.
- "Y... para que tu capa los esté clasificando como genuinos ataques dañinos... no creo que sea para
    la compra de un producto..." supone Hilario.
- "¿Ves?" pregunta Reubén a Susana.
- "Deben de estar influyendo, controlando, en otros asuntos más perversos. No tengo idea de quien
    pueda ser. Entrenándote, sabrás usar tu capa para ver el mensaje, sin que te afecte directamente.
    Mientras tanto... No vean televisión ni oigan radio... y eviten hacer lecturas innecesarias" ordena
    Kimya.
- "Como la de los Defensores del Quiensabequé" dice Lupita.
- "¡La capa no ha hecho nada para protegerme de los Defensores del Tanuki! Es más, es la única
    lectura que puedo hacer."
- "Eso es aún más extraño. ¿Qué relación podrá tener?" pregunta Hilario.
- "Es imposible saberlo por el momento" sentencia Kimya.
- "¿Y lo de las rosas y el veneno? ¿No sospechan de nadie?" pregunta Susana.
- "Hemos estado estudiando los rastros de energía dejados por los ataques, y... sabemos que fue un
    tonalli, o más bien, unos tonallis" dice Kimya.
- "¿¡Unos?!" preguntan los cinco.
- "Sí. No sabemos con exactitud cuáles, pero creemos que uno de ellos debe ser el de Cobra.
    Después de todo, los ataques se enfocan a tí, Susana" la señala Kimya.
- "Pero podría ser el Fénix, o el Mapache, ¿no?" supone Susana.
- "No. La mayoría de las veces, cuando los tonallis se liberan, adquieren un instinto asesino que se
    enfoca a su dueño" le explica Hilario.
- "¡! ¿O sea que antes ya se habían liberado tonallis?" pregunta Susana.
- "Hemos oído historias al respecto, y eso es lo que dicen. También dicen lo de los Libros. Ellos
    también han aparecido antes, provocando grandes cambios en la civilización del mundo" le
    cuenta Hilario.
- "Afortunadamente, parece ser que nuestros tonallis no nos quieren matar" se despreocupa
    Reubén.
- "No estés tan seguro... como ellos también fueron afectados por el silencio, pueden estar
    solamente esperando para atacar" le advierte Hilario.

    Un momento de silencio. Entonces, Reubén les cuenta.

- "Una noche... creo que se me apareció mi tonalli, tomando la forma de un amigo mío. Pero como
    que se enfadó de mí y se fue" les dice.
- "¡Todo te tiene que pasar a tí! ¿Algo más que tengas que contar?" le reclama Lupita.
- "No, eso es todo. Aunque pensándolo bien... ¿Cómo es que tu ataque de 'Sangre' me afectó?"
- "Parece ser que de principio, no se pueden defender de las habilidades naturales de sus
    compañeros. Pero eso va a cambiar con el entrenamiento. Entonces, empecemos con las clases
    de relajación y concentración" termina Kimya.

    Una vez terminada la clase, les anuncian lo que cada uno va a aprender.

    Reubén tendrá que aprender a cancelar la venida de la capa en situaciones inapropiadas, como en la escuela, a maximizar su defensa contra todo tipo de ataques, y a usar esa defensa de manera provechosa, para saber el tipo de ataque, y poderlo anular, absorber, o regresar; también, para hacer como ayer, defender a varia gente con su capa; a controlar mejor sus poderes curativos y hacerlos más poderosos, y a usar su capa de maneras más inusuales, como el ilusionismo. Todo esto cortesía de Hilario.

    Fernando también tendrá que aprender a cancelar la venida de su capa, a controlar su temperamento al momento de atacar, para que la furia no lo ciegue, manejar el aumento de temperatura de toda forma: Concentrarlo en un área pequeña de manera intensa, moverlo alrededor de su cuerpo, crearse una defensa de alta temperatura, usar su capa para reaparecer lo que desaparece, ser capaz de desaparecer todo tipo de cosas y energía, y... prepararse psicológicamente, puesto que una persona cada 3,000 años tiene el tonalli de fénix, y es por una razón muy especial. Todo cortesía de Kimya.

    Brenda aprenderá a controlar su poder psicokinético para lanzar todo tipo de ataques, leer las mentes de los demás, hasta sin su permiso, y usar su poder para fabricarse una defensa psíquica equivalente a la capa de Reubén. Y, a hacer hechizos en base a su fuerza interior, que, como no ha perdido su tonalli de paloma, puede llegar más lejos que la de Reubén, Fernando y Susana. Eso implica que su entrenamiento será más severo, puesto que tiene que aprenderse de memoria, y sin ayuda, cientos de palabras arcaicas y movimientos manuales para hacer hechizos, y como no podrá escribirlos ni nada parecido, será muy difícil. Esto es a cargo de Hilario.

    Lupita tendrá que aprender a controlar su recio carácter, que es el más volátil de los cinco. Esto, además de las implicaciones obvias, es por una advertencia muy importante que recibe el equipo: Al atacar, tienen que hacerlo con un enfoque de energía positiva, y no negativa, ya que como ellos quieren, por ahora, seguir el camino del bien, no deben tropezar. Lupita tendrá que cuidarse más que los demás, porque sus habilidades, su magia, tiende a ser destructiva y maligna, y puede caer en el mal camino... Su aprendizaje será más o menos equivalente al de Brenda, y estará a cargo de Kimya.

    Susana tendrá que asistir al entrenamiento de ellas dos, lo cual lo hace doblemente difícil. Además, le enseñan las fórmulas usadas para crear palabras mágicas y movimientos que hagan un hechizo más fuerte que los que le enseñan a Brenda y Lupita. Todo esto, por supuesto, depende de ella, y la energía que les pueda imprimir.

    La clase de hoy termina, y antes de que Susana salga, Kimya la llama.

- "Susana, espera"
- "¿Qué pasa?" inquiere Susana.
- "Tu don es el más poderoso de los cinco. No recibiste una parte física del Traje de Batalla, sino un
    poder asombroso que duerme en tu interior."
- "Así que lo tengo que despertar."
- "Sí. Por lo tanto, tu entrenamiento debe continuar más allá del de ellos, llevando una disciplina más
    severa..... Tendrás que dejar la escuela."
- "¿¡Q-qué?! ¡Pero cómo! ¡No puedo!"
- "Es tu elección. No podemos obligarte."
- "Significaría dejar mi sueño de toda la vida... ¿Qué dirán mis padres?"
- "Ya les habíamos preguntado, desde que nos conocimos... y accedieron. ¿Necesitas tiempo para
    darnos una respuesta?"
- "... No. Voy a dejar la escuela. Para alcanzar mi sueño, ¡Tiene que haber un mundo donde
    realizarlo!"
- "¡Bien! Pero recuerda: No puedes comentar nada de esto. Nadie debe saber de tu poder latente,
    o podrías estar en peligro de muerte."
- "Nada a nadie. ¿Y si me leen la mente?"
- "No te preocupes. Con el 'candado psíquico', nadie lo puede hacer sin tu permiso."
- "Ya veo..."
- "Además de eso... tendrás que desaparecer. De lo contrario, se descubrirá todo."
- "Sí....."

     Pasan las semanas y por fin llega el día de la despedida. Todos se reúnen para celebrar y recibir las instrucciones finales.

- "Este día no sólo es especial porque han terminado sus entrenamientos. En este día, los efectos del
    desbalance místico se harán patentes en todo el mundo, y la gente de la ciudad dejará de estar
    silenciada, lo que significa que la gente que haya recibido poderes empezará a exhibirlos, y de
    manera desatada. Algunos se les unirán a su causa, otros irán en su contra. Así, poco a poco
    sabrán ustedes solos qué es lo que amenaza al mundo, y cuál decisión deben tomar."

     Susana sale.

- "Reubén, tenemos que hablar" lo invita a que se vayan solos a otra parte.
- "Está bien. ¡Adios!" se despide Reubén.
- "¡Adios!" se despide Susana.
- "¡Adios!" se despiden los demás.

    Van a un parque, y se recuestan. Las estrellas empiezan a salir. Susana empieza a recordar su niñez, junto con Reubén.

     Al papá de Susana lo trasladaban mucho por su trabajo, y al mudarse la familia, ella tenía que cambiar de escuela constantemente, y dejar atrás los amigos que había hecho. Su única amistad duradera en ese tiempo era con sus padres. Gracias a ellos, lejos de derrumbarse, adquirió la habilidad para hacer amistades rápido, y para captar las cosas en la escuela rápidamente.

     Compara lo que decía cuando le preguntaban qué quería ser de grande.

- "Yo voy a ser Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos" dice muy seria en la primaria.
- "¿Y porqué?"
- "Porque así, puedo hacer leyes que prohíban que los papis se vayan de viaje, y hagan que sus hijas
    cambien de escuelas."
- "¿Qué vas a estudiar?" le preguntan en la Secundaria.
- "¡Derecho!"
- "¿Deveras?"
- "¡Sí! Voy a ser Presidente para que ya no haya injusticias."
- "¿Qué carrera vas a estudiar saliendo?" le preguntan en la Preparatoria.
- "¡Ciencias Políticas! ¡O Economía! Lo que me ayude para ser Presidente."
-  "¿Y eso?"
-  "No me gustan las injusticias sociales, y menos en mi país. Quiero, y puedo, cambiar a la sociedad
    y acabar con toda la injusticia existente."

    Entonces empieza Reubén su relato. En el Kinder conoció a Fernando, e instantáneamente se hicieron los mejores amigos. Sus círculos de amistades no eran muy amplios, ya que ellos siempre se la pasaban juntos en el Kinder, la Primaria, la Secundaria, y la Preparatoria... hasta que Fernando se atrasó un semestre. Pero...

    Para ese entonces, Reubén tenía a Susana a su lado.

     Reubén, aunque sí le habla a mucha gente, sólo confía en dos personas: Su novia y su mejor amigo. Es a ellos a quienes patica todo lo que les pasa. Sin Susana, el no tener a Fernando junto con él en la Preparatoria hubiera sido devastador. A Fernando no le pasa eso, porque sus amistades son muchas, y vive en un ambiente diferente del de Reubén. A pesar del semestre de diferencia siguen siendo los mejores amigos, y se ven cada que pueden. Ahora, ese tiempo es casi nulo, debido al noviazgo de Fernando con Felicia. Reubén recuerda que pasó lo mismo en los primeros semestres de su noviazgo con Susana, y que Fernando lo comprendió y no se enojó con él por separarse.

    Reubén también compara lo que decía cuando le preguntaban qué quería ser de grande.

- "¡Superhéroe!" exclama emocionado en la Primaria.
- "¿¡Porqué?!"
- "¡Para tener poderes y hacer un chorro de cosas buenas!"
- "¿Qué vas a estudiar?" le preguntan en la Secundaria.
- "... no sé. Yo quería ser Superhéroe."
- "¿¡Superhéroe?!"
- "¿A qué carrera te vas a meter?" le preguntan en la Preparatoria.
- "..... Licenciado en Sistemas Computacionales....."
- "¿Porqué?"
- "No hay de otra."

    Los dos tienen la misma vocación de servicio, solo que de otra manera. En cierta forma, la capa hizo realidad el sueño de Reubén, ya no se siente tan deprimido por la falta de una vocación común y corriente. Pero para Susana... la situación ha hecho a su sueño inalcanzable, hasta que todo pase.

    En la noche, mirando a las estrellas, ríen y lloran al recordar sus vidas y sus sueños. Susana rompe un periodo de silencio.

- "Ya no voy a ir a la escuela" le dice mirando hacia las estrellas.
- "¿¡Qué?!" se asusta Reubén.
- "Está en mi destino el hacer un sacrificio por el mundo. Este es. Voy a averigüar quién está detrás
    de todo esto."
- "¡Entonces yo también la dejaré y te acompañaré!"
- "No. Esto es algo que tengo que hacer sola."
- "¡No puedes ir sola! ¿Y tu familia? ¿Y nosotros? ¡Estamos en esto juntos!"
- "Sí. Pero no pueden dejar sus estudios todos ustedes."
- "¡No te voy a dejar ir!"
- "¡No te estoy pidiendo permiso!... Tienes que entender. Esto es algo que tengo que hacer sola."
- "¿No hay manera de disuadirte?"
- "La decisión ya está hecha. No sé si nos volveremos a ver. Estaré muy lejos."
- "Amor de lejos... " suspira Reubén.
- "Es de conejos, grosero" se adelanta Susana.
- "¿Y...?"
- "Ya me voy."
- "¿Ahora? ¿Ahorita? ¡No te vayas! ¡Susana!"

     Se regresa para darle un último y apasionado beso. Los dos derraman lágrimas por las mejillas.

    Afortunadamente, Reubén puede seguir sintiendo la presencia de Susana, no importa cuánta distancia los pueda separar, puesto que tienen una comunión difícil de separar. Reubén llega a su casa y duerme profundamente.

    Cerca de la madrugada, Reubén despierta sobresaltado. Tuvo una pesadilla. Soñó que Susana... No. Pero, entonces, se da cuenta. Está solo. Ya no puede sentir la presencia de Susana.

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