" MI FUTURO"
Tracé cuidadosamente mis planes para el futuro y todo parecía muy brillante: mis sueños y esperanzas eran muy altos. Al final de cada día, al arrodillarme en oración pedía: "Señor, bencide mis planes pues los he hecho en grande."
Mis planes fracasaron, mis esperanzas poco a poco se derrumbaron, mis ambiciones todas las disiparon y el fracaso coronó mis sienes. Confundida, no podía comprender. Me había arrodillado cada día a orar por cada plan y cada esperanza. ¿Por qué no se me había contestado?
Entonces, en la quietud de la noche, desde las sombras circundantes, oí una suave voz susurrante que me llamaba a acercarme a El.
-"¿Por qué no dejas que Yo trace tus planes? Yo conozco el sendero. Deja el futuro en mis manos por ti heridas, y yo te guiaré paso a paso."-
Avergonzada, incliné humillada mi cabeza. Una luz nueva y extraña me imundó el alma. Ya no oro "Señor, bendice mis planes", sino: "Señor, traza mis planes, mi futuro esta en tus manos lo he entregado."