Capítulo 6
La hora para presentaciones NO está en orden
"¡¡Por el poder del cristal de la luna plateada!!"
Si Arlakk fuese una persona más expresiva, seguramente se habría delatado a sí
mismo al gritar sorprendido en el momento que Eternal Sailor Moon venció a los tres
Saqueadores de Asalto con un solo disparo.
Con razón Eron fue incapaz de identificar el poder de la chica. Esto era magia
pura, tal y como lo sospechó desde un principio. Pero no era *cualquier* magia. Esta era
sin duda una de las energías mágicas más poderosas, sino es que la *más* poderosa, que
había sentido a lo largo de su carrera como hechicero. Había sentido la energía de la
joven en el momento que se presento para hacerle frente a los juguetitos de Eron, pero
eso no era nada comparado a lo que registró una vez que hizo ese último ataque. Las demás
Scouts no estaban cerca de tener ese tipo de poder. Que descuidado fue Eron al subestimar
la líder de las defensoras.
El broche. Esa era la fuente de su poder. Uno no podía esconder de sus ojos llenos
de experiencia semejante artefacto de tanto poder. Prácticamente podía ver como la energía
que Sailor Moon manipulaba provenía de ese broche. La fascinación de Arlakk creció aún más al darse cuenta de las posibilidades de
tener dicho artefacto. Sus poderes aumentarían mil veces si lo tuviese en sus manos. Podría
conjurar hechizos más rápido, hacerlos por lo menos diez veces más potentes y que duraran
más de lo normalmente posible, convirtiéndolo por lo tanto en el mago más poderoso que jamás
haya existido.
A pesar de ser un individuo bastante inexpresivo, Arlakk no pudo evitar el sonreír
al ver este nuevo descubrimiento. Este planeta tenía más que ofrecer de lo que él supuso en
un principio. Desafortunadamente (o afortunadamente, dependiendo de tu punto de vista),
estaba tan enfocado en el nuevo artefacto mágico, que no percibió a una pareja que estaba
viendo la pelea desde lo alto de un edificio. De no ser por el hechizo de encubrimiento que
Arlakk había puesto sobre su persona, las dos figuras lo habrían visto, pero la situación
actual hacía las cosas bastante equitativas en mantener ambas partes desinformadas sobre la
presencia del otro.
Desde su ubicación, Trunks soltó un gran suspiro de alivio al ver como los
Saqueadores que quedaban cayeron al suelo. La promesa que había hecho de no interferir hasta
que fuese el momento indicado se estaba volviendo difícil en mantener. De no ser por Plut
quien le recordó el trato que tenían, seguramente habría intervenido en esta batalla.
Afortunadamente, a pesar de la dura pelea, ninguna de las Scouts recibió algún daño.
"Mientras el enemigo no enseñe la cara, no podemos interferir." Plut dijo de repente,
prácticamente leyendo la mente de Trunks.
"¿Por cuánto tiempo?" preguntó, "¿Por qué el enemigo no se ha presentado?"
"Es cuestión de tiempo. Debemos ser pacientes."
Desafortunadamente, la paciencia no era una de las cosas que Trunks había heredado
de su madre, ya que los genes de su padre fueron predominantes en esa área.
"¿Qué hora es?"
"Haruka... me hiciste la misma pregunta hace cinco minutos." Le contestó Michiru.
"Lo siento." Se disculpó, "Seguramente sueno algo insoportable."
"No te preocupes." Le dijo. "Entiendo que estés preocupada, pero estoy segura que
el enemigo no tardará en aparecer. Plut fue quien lo dijo."
"¿Pero por qué aquí?" inquirió Haruka. "Esos monstruos sólo han atacado fabricas
e industrias hasta ahora. ¿Por qué vendrían a un parque?"
"Bueno, siempre puedes preguntárselos una vez que los veamos."
"Dudo que esos gatos gigantes sean grandes conversadores."
Al parecer los poderes de premonición de Setsuna (si es así como algunos les gusta
llamarlos) a pesar de encontrarse debilitados desde que el enemigo abrió el hoyo dimensional,
no habían desaparecido. Hace un par de días, Plut apareció en casa de Haruka y Michiru con
noticias. El enemigo iba a atacar de nuevo. Sólo que esta vez los flujos del tiempo indicaban
un evento mayor. Un evento que requería la presencia de las Sailors del sistema solar
externo. Plut no dijo más sobre el tema y Haruka pudo sentir de algún modo que la Guardiana
del Tiempo estaba algo escasa en información también, lo cual no podía ser bueno. Si Plut
estaba empezando a tener dudas sobre el futuro de este planeta, ciertamente no eran buenas
noticias.
"Papá Haruka, mamá Michiru, ¿puedo tomar un helado?" Hotaru preguntó de repente.
"Sí, seguro, por qué no." Declaró Haruka en lo que se levantaba, "Mejor eso a estar
sentadas en una banca, esperando a que algo pase. Pero tratemos de mantenernos dentro del
parque, ¿está bien?"
"¡Está bien!"
Hotaru se dirigió feliz hacia la nevería mientras que sus tutoras la seguían un
poco atrás.
"Mírala," empezó Michiru, mientras que su mirada se posaba dulcemente sobre la niña,
"se ve tan despreocupada y alegre a pesar de toda esta tensión."
"Un verdadero tesoro." Añadió la rubia. "A veces tengo dificultades en ubicarla a
ella y a Sailor Saturn en la misma persona. Puede ser tan distinta al enfrentarse a un
enemigo."
"¿Crees que peleé hoy?"
"No lo sé." Le respondió Haruka. "Todo depende de lo que vaya a pasar. En cualquier
caso, le dije que se esperara a que el enemigo se presente. Primero esperaremos a que las
demás Scouts aparezcan, una vez que eso pase, entraremos tú y yo para ayudarlas. Si las
cosas no se mejoran, necesitaremos a Hotaru."
En cuestión de minutos, Hotaru escogió un sabor y el trío de dirigió de regreso a
su banca. La pequeña niña mantenía su atención en comer su golosina sin derramar nada
mientras sostenía la mano de Haruka con la otra mano.
"Parece que alguien tomó nuestro lugar." Comentó Michiru, al detenerse.
Hotaru alejó su mirada de su helado para confirmar esa declaración. Pues sí,
definitivamente había alguien sentado en la banca que habían ocupado anteriormente. Era un
tipo de largo pelo negro que estaba leyendo un libro. Bueno, sólo era cuestión de buscar
otro lugar. Un momento... ¿un tipo de largo pelo negro? Hotaru lo vio una segunda vez.
Ella conocía a ese hombre.
"¡Señor Akira!" dijo de repente en lo que soltó la mano de Haruka y corrió hacia él.
"¡Oye, Hotaru! ¿Qué es lo que..." dijo Michiru.
Trunks fue sacado del libro que estaba leyendo al ser mencionado su nombre, o más
bien dicho, al ser mencionado el nombre que usaba en este mundo. Reconoció la dueña de la
voz una vez que la vio. Atrás de ella, una joven pareja se estaba acercando también.
"Hola, que tal." dijo Trunks al cerrar su libro. "Que coincidencia el encontrarte
aquí."
"¡HOLA, Señor Akira! ¿Cómo le va?"
"Hotaru," declaró Michiru, "no molestes al señor."
"Mamá Michiru, Papá Haruka, este es el hombre del museo del cual les hablé."
Explicó Hotaru.
"Hola, soy Akira Takeuchi." Trunks dijo simplemente al levantarse para
saludar. "Gusto en conocerlos."
"Mucho gusto." Respondió Michiru, "Yo soy Michiru Kaiou."
"Y yo soy Haruka Tenou," añadió la rubia, "veo que ya conoció a Hotaru."
"Sí, nos conocimos hace un par de días en un museo. Su hija había perdido su grupo
escolar."
"Bueno, a decir verdad no es nuestra hija," corrigió Haruka, "tan sólo somos sus
guardianes legales, aunque le hemos tomado mucho cariño bastante rápido a este pequeño
'monstruo'. Gracias por haberla ayudado."
Haruka sacudió amablemente la cabeza de Hotaru con su mano, haciéndola reír.Esta información también le sirvió a Trunks para poner más en claro la relación que
estás tres personas llevaban. Después de todo, la pequeña no se parecía a ninguno de la
pareja. Especialmente como para considerarla hija de Haruka y Michiru.
"Espero que no le haya causado problemas." Dijo Michiru.
"En lo absoluto. Aunque debo decir que no confió en mí hasta que le enseñe pruebas
contundentes de que trabajaba en el museo." Mencionó el híbrido Saiyajin. "Han de estar
muy orgullosos de ella. La mayoría de las niñas de su edad no piden un reporte tan completo
antes de aceptar la ayuda de un extraño."
"Bueno, tratamos de educarla lo mejor que se puede." dijo Haruka.
"Y, ¿qué está haciendo aquí, Señor Akira?" Hotaru preguntó. "No estará buscando
más niñas extraviadas buscando por su clase, ¿o sí?"
"A decir verdad, no." Dijo Trunks entre risas, "Estoy esperando a alguien."
"Estás esperando por tu novia, ¿verdad?" declaró de forma bastante directa.
"Hotaru, no seas tan entrometida." Le llamó la atención Michiru, aunque no había
nada amenazador en sus palabras.
"No se preocupe, está bien." Trunks le dijo con una sonrisa, luego miro nuevamente
a Hotaru. "No, no es mi novia. Es sólo una amiga mía."
"Bueno, pues no quisiéramos tomarle más de su tiempo." mencionó Haruka, "Nosotros
deberíamos irnos de todos modos. Tenemos asuntos pendientes, ¿no es así, Hotaru?"
"¡Ah, cierto!" declaró. "¡Adiós, Señor Akira, hasta luego!
"Adiós, mucho gusto en verte de nuevo."
Trunks se sentó una vez que las inesperadas personas se alejaron. Luego verificó
la hora en su reloj y después de mirar a su izquierda y derecha, volvió a abrir su libro. A
decir verdad, no estaba leyendo, como muchas personas que pasaban por ahí creían. No es que
no le gustara leer, pero estaba demasiado tenso como para concentrarse en su libro. De
hecho, no lo trajo con la intención de leerlo. Sólo le daba una excusa para hacer algo (o aparentar
el hacer algo) en vez de esperar sin sentido a que el enemigo apareciera. En vez de enfocar
su atención en su lectura, los sentidos de Trunks vigilaban su entorno. Si Plut estaba en lo
correcto respecto a que el enemigo invadiría el parque, él quería ser el primero en saberlo
cuando sucediera.
Después de varios momentos de espera que se le hicieron una eternidad al último
descendiente de la familia real del planeta Vejiita, una inusual pero hasta eso familiar
fuente de alboroto apareció. No estaba lo suficientemente cerca como para verla, pero sí
podía sentirla. Eran esos monstruos gatunos. Los combates previos que había presenciado
habían sido suficientes para que Trunks pudiese determinar cómo era el ki de
estos. Uno... dos... tres... cuatro... cinco... El número de criaturas iba aumentando al igual que los
gritos de las personas que tuvieron la mala suerte de estar en un mal lugar en un mal
momento.
Trunks rápidamente cerro su libro y corrió hacia la fuente del problema, su tarea
volviéndose más fácil ya que los ciudadanos aterrados que corrían hacia la dirección
opuesta claramente mostraban donde había aparecido el enemigo.
Antes de acercarse más, se escondió detrás de un arbusto para así estudiar mejor
el área de combate sin atraer la atención de los invasores.
Tal y como lo había sentido. Un número imponente de monstruos gatunos estaban
reunidos al centro del parque. Todos formados en fila, aparentemente esperando algunas
instrucciones. Detrás de las criaturas, había algo parecido a un remolino o vacío formado
por alguna luz púrpura, lo cual Trunks asumió que era el portal que el enemigo usaba para
enviar a sus sirvientes a este mundo. Su hipótesis fue confirmada al salir más monstruos
gatunos del portal que se unieron a las filas. ¿Acaso esto era a lo que Plut se refería con 'evento importante'? ¿Un ataque
masivo? Era posible. Después de todo, esta era la primera vez que tantos monstruos gatunos estaban
siendo usados para una sola batalla. A pesar que Trunks podía sentir que no eran tan fuertes
como sus parientes de pelaje plateado, la mera cantidad podía poner a las Sailors en
desventaja.
Alguien salió del portal antes que se cerrara. No era una criatura, pero un
humano. O por lo menos se veía bastante humano. Un hombre. Alto, fuerte y de corto cabello café.
Sus penetrantes ojos azules le daban cierto aire de depredador que hacia buen juego con su
sonrisa. Estaba vestido de negro a excepción de su bata de doctor que se encontraba
desabrochada.
[El enemigo... es él.] pensó Trunks. [Por fin apareció.]
Eron vio a su alrededor una vez que ajustó el cuello de su bata. Todos sus Saqueadores estaban ante él, esperando como obedientes soldados. No muy lejos, aún podía
oír los gritos de terror de aquellos que los vieron llegar. El científico contempló la posibilidad de enviar algunos de sus monstruos tras
ellos para hacerse notar más pronto. Realmente no tenía ganas de quedarse esperando las
horas a que llegaran las defensoras, sin mencionar que al Amo no le importaría mucho si
llegara a matar a un humano o a dos para llamar la atención. Después de todo, uno tiene
que romper huevos si quiere hacer un omelet.
"¡Muy bien, muchachos!" le dijo a sus tropas, "¡Hora de divertirse!"
Sin perder tiempo, los Saqueadores se dispersaron por todo el parque, destruyendo
todo lo que se encontraba en su camino. Trunks consideró hacerle frente a los monstruos y
proteger a los ciudadanos de Juuban, pero afortunadamente, todo aquel que corría el riesgo
de ser lastimado ya había tomado la sabia decisión de huir. Los monstruos tuvieron que
contentarse con destrucción masiva de la propiedad pública en vez de asesinato a gran
escala. No era su mejor opción, pero era mejor que nada.
Casi como si fuera su llamada, Trunks empezó a sentir cinco kis familiares. Las
Scouts probablemente ya se encontraban cerca del área antes que se hubiera iniciado el
ataque. No era gran sorpresa, ya que el parque se encontraba cerca de 'Crown's', lugar que
era muy frecuentado por las chicas. También era el lugar del cual Trunks se mantenía lo más
alejado, al igual que la secundaria Juuban, para evitar cualquier contacto accidental con
las cinco heroínas. O por lo menos con cuatro de ellas, dado que Rei ya sabía de él. No le
sorprendería si la joven sacerdotisa ya se hubiese percatado de su presencia una vez que
entró al parque.
Eternal Sailor Moon se detuvo súbitamente al igual que las demás Scouts y Tuxedo
Mask al tener el enemigo en vista. Sin previa introducción, todos empezaron a disparar a
'diestra y siniestra'. Sailor Moon hubiera hecho uno de sus discursos, pero parecía una
perdida de tiempo hablarle a unos monstruos que sólo tenían la palabra 'romper' insertada
en su cerebro. Las criaturas cayeron como moscas con cada ataque, pero siempre aparecían más. A
medida que se desarrollaba la pelea, el enemigo empezó a reagruparse, obligando a las
Scouts a seguirlos al centro del parque.
Trunks siguió todos los movimientos de las Scouts y los Saqueadores, moviéndose
cautelosamente entre los árboles para que ni las heroínas ni los monstruos llegaran a
verlo. Lo que no sabía era que, en el otro extremo del parque, Haruka, Michiru y Hotaru
estaban vigilando la pelea también.
"¡¡Ataque de hojas de roble de Júpiter!!"
Otro grupo de monstruos fue eliminado al cubrirse el campo de batalla de varios
rayos verdes en forma de hojas. Eran en momentos como estos que Lita estaba agradecida
del área que cubría su técnica. Al enfrentarse contra varios enemigos, ayudaba mucho en
mejorar los números a su favor.
"¿Acaso esos fueron los últimos?" preguntó Venus, mientras sus ojos se movían de
izquierda a derecha en busca de más amenazas.
Mars inmediatamente alertó sus sentidos en busca de más 'energías malignas' como
solía llamarles. A lado de ella, Mercury hizo lo mismo con su visor. Todavía quedaba alguien
en el parque.
El sonido de dos manos aplaudiendo rompió el silencio.
El que quedaba estaba detrás de un árbol.
"Bravo." Dijo una voz de hombre no muy entusiasta. "Muy bien hecho, Sailor Scouts.
No creí que acabarían con tantos Saqueadores en tan poco tiempo."
La figura que Trunks vio hace poco salió a la vista ante las Scouts y Tuxedo Mask.
Con una sonrisa todavía en el rostro, Eron miró arrogantemente a sus oponentes.
"De modo que así se llaman esas cosas." Observó Tuxedo Mask.
Ambas partes se dieron tiempo de analizar a la otra en los siguientes segundos. Las
Scouts y Tuxedo Mask mantuvieron su guardia arriba mientras que Eron simplemente se conformó
con tener sus manos metidas en los bolsillos de su bata.
"¿Y bien?" empezó Moon.
"¿Y bien *qué*?" respondió Eron.
"¿No vas a decirnos quien eres?"
"¿De paso no quieres que también te dé mi número telefónico?" dijo sarcásticamente.
"¿Eh?"
"Oh, cielos, lo siento." Siguió con el mismo tono sarcástico. "Creo que no estoy
siguiendo el típico protocolo-de-introducción-para-villanos. Supongo que estaban esperando
a que les dijera quién soy y para quién trabajo."
"Pues... no nos hubiera venido mal." Dijo Moon sinceramente.
"Que sea guapo no quiere decir que sea tonto."
"Vaya, cuanta modestia." Dijo Mars en lo que llevaba sus ojos al cielo.
"Sólo estaba hablando con sinceridad."
"No exageres, niño lindo." Empezó Júpiter. "Tal vez estés bonito, pero he visto
mejor."
"Entonces has de tener un pésimo gusto en hombres."
"¡¿Qué Qué?!"
"Eh... disculpen." Interrumpió Tuxedo Mask, "Pero creo que nos estamos saliendo
del tema."
"Tienes razón." Confirmó Júpiter, luego volteó hacia Eron. "Bueno, ya que no nos
vas a decir quién eres, supongo que habrá que sacarte las respuestas a base de golpes."
"Temo que te estás equivocando de nuevo." Eron declaró tranquilamente. "Yo no
seré su oponente el día de hoy."
"No me digas... ¿Acaso tienes otro gatito con el cual podamos jugar?" preguntó
Mars.
"Sí y no." Le respondió el científico. "Los Saqueadores con los que pelearon hace
poco sólo eran para llamarles la atención. Su contrincante... será él."
Después de decir esas palabras, Eron presionó el broche que traía puesto en una
de las solapas de su bata, haciendo que el portal de luz morada se materializara a su
derecha. El sonido de enormes pasos, provenientes del mismo portal, empezó a oírse. Poco
después, los defensores de Juuban pudieron distinguir como una figura humanoide se estaba
acercando. La luz del portal era demasiado intensa como para distinguir la 'pequeña
sorpresa' de Eron, pero podían ver que era grande y fuerte. También parecía llevar algo
en su mano derecha.
Una vez que la criatura cursó y el portal se cerró, todos vieron claramente al
misterioso contrincante. Era un Saqueador, eso era bastante obvio, pero muy distinto a
aquellos que habían peleado contra las Scouts hasta ahora. Por un lado, éste se
encontraba totalmente erguido y sus ojos tenían cierto brillo de inteligencia, lo cual no
lo clasificaba como una mera mascota entrenada como lo fueron sus predecesores. Su pelaje
era negro y sus orejas más cortas que las de un Saqueador normal, pero lo que llamó la
atención de las Sailors y Tuxedo Mask fue el enorme rifle que llevaba cargando.
Darien no era un ávido lector de revistas de pistolas, pero podía asegurar con
facilidad que la 'cosa' que el Saqueador tenía no podía encontrarse en un catálogo. Sólo
esperaba que esa arma no fuera tan peligrosa como se veía.
El Saqueador Elite alzó su arma, reposando el cañón sobre su hombro en lo que hizo
una mueca.
"¿Ellos ser enemigo?" preguntó con una voz profunda que bien podía confundirse
con un gruñido.
"Así es, amigo mío." Eron le contestó a su creación, "Recuerda no matarlos,
necesito que estén vivos para quitarles sus Esferas de Esencia."
"Sí, amo."
Eron retrocedió unos pasos y le indicó al Saqueador Elite que empezara. El
monstruo asintió en respuesta y dirigió su mirada hacia sus seis oponentes.
Un enorme disparo de energía blanca salió disparado del cañón, obligando a las
Scouts y a Tuxedo Mask a dividirse para esquivar el ataque. El suelo donde estuvieron
hace unos segundos se encontraba ahora quemado hasta la raíz.
"Eso sólo fue advertencia." Declaró el monstruo, "Desde ahora ya no haber más
oportunidades."
Júpiter vio que esto no estaba bien. Los Saqueadores anteriores de por sí ya
eran bastante rápidos como para darles problemas. Pero éste era obviamente más veloz.
Si ese disparo hubiese sido dirigido a un humano ordinario, esquivarlo hubiera sido
algo imposible. Era una ventaja que las Sailors contaban con un incremento en su
velocidad al transformarse. Lita sólo esperaba que eso sería suficiente para vencer a
este monstruo.
"¡¡Beso de amor y belleza de Venus!!
La criatura gatuna tomó su arma con ambas manos y la balanceó como si fuera
un bat de beisbol hacia el ataque en forma de corazón, desviándolo hacia otro
lado. Venus se quedó con los ojos enormes al ver con que facilidad el enemigo neutralizó su
mejor técnica. No tuvo tiempo de hacer más observaciones cuando el Saqueador Elite de repente
apareció delante de ella y la golpeó en el estómago con el mango de su rifle. La chica
calló de rodillas, sosteniéndose con ambas manos la reciente área agredida.
El monstruo le habría golpeado en la nuca ya que se encontraba vulnerable, pero
Sailor Júpiter atacando por su lado izquierdo lo obligo a dirigir su atención a otro lado.
Levantó el brazo y bloqueó la patada que estaba a punto de darle. Inmediatamente después,
usó su pierna izquierda para hacer que la Sailor de verde se tropezara y cayera.
Júpiter rodó rápidamente a su izquierda después de haber caído. De no haberlo
hecho, el monstruo la habría empalado al suelo permanentemente con la punta de su rifle
que se clavó en el lugar que ella estuvo hace instantes.
"¡¡Saeta llameante de Marte!!
La flecha no le dio, pero por lo menos distrajo lo suficiente al monstruo para
darle a las dos Scouts la oportunidad de alejarse. También le dio a Eternal Sailor Moon
la oportunidad de iniciar su ataque.
"Por el poder..."
Esas palabras alertaron inmediatamente al Saqueador Elite.
"Del cristal..."
Con un rápido movimiento, el monstruo apuntó su rifle hacia la líder de las
Scouts y disparó sin pensarlo dos veces.
"¡¡Cuidado!!" Tuxedo Mask logró gritar mientras se movía enfrente de su amada
tan rápido como sus pies se lo permitían.
No fue lo suficientemente rápido para empujarla fuera de peligro, pero logró
interceptar el rayo con su propio cuerpo. Sin embargo, la fuerza del disparo fue tanta
que salió volando hacia la persona que trataba de proteger, enviándolos a ambos contra
un árbol.
Eron veía el espectáculo con una gran sonrisa. Era una pena que no tuviese
palomitas que disfrutar en el momento. Parecía que la información de Arlakk fue bastante
acertada. Mientras más fuerte es un hechizo, más tiempo toma invocarlo. Si el Saqueador
Elite podía seguir evitando que la líder hiciera su ataque (cosa que estaba haciendo
bastante bien), entonces el arrebatarles sus Esferas de Esencia sería sólo cuestión de
tiempo. El tipo que se vestía de etiqueta rigurosa ya estaba fuera de combate, aunque
todavía vivo. No sería capaz de moverse hasta dentro de una hora, gracias al rifle de
energía que inventó Sorin.
"Eso... dolió... mucho..." logró decir Tuxedo Mask antes de caer inconsciente.
Sailor Moon olvidó por completo al enemigo y ahora se encontraba completamente
enfocada en la situación de su novio. Dejó caer su cetro y sostuvo la cabeza de su
salvador con ambas manos, rogándole que no se muriera.
[Niña tonta.] pensó Eron. [Al preocuparte por ese hombre te acabas de exponer
para recibir otro ataque. Esto terminará antes de lo esperado.]
El Saqueador Elite se percató de la oportunidad y preparó otra carga. Esta vez
no pensaba fallar.
"¡¡Espada espacial!!"
El monstruo apenas pudo apartarse del camino al ser cortada su arma por un ataque inesperado.
[¿Y esto?] se preguntó Eron, algo intrigado al voltear hacia el origen del
ataque.
"¡No permitiremos que lastimes a la princesa!" dijo la voz de una mujer.
En lo alto de un árbol, dos misteriosas Scouts se encontraban posando, espalda
contra espalda y brazos cruzados. Una de ellas, rubia de pelo corto, llevaba un traje
azul obscuro, mientras su compañera vestía de una turquesa que hacía juego con el color
de su cabello.
"Soy de una nueva era. Soy Sailor Uranus y entraré en acc..."
"¡¡Crece, Báculo Mágico!!"
El grito y la punta de cierta vara roja aproximándose a gran velocidad hacia
el Saqueador Elite cortó la introducción de Sailor Uranus. El monstruo logró,
nuevamente, esquivar el ataque, pero eso no lo quitó la sorpresa de ver a otro enemigo.
¿Cuántos de estos locos había, fin y al cabo?
Las dos Sailors del sistema solar externo no se sintieron menos sorprendidas.
En lo alto de un árbol, exactamente del otro lado del parque, se encontraba una figura
desconocida. Él (obviamente era hombre) llevaba puesto un traje azul tipo Ninja. Sus
mangas habían sido arrancadas, exponiendo sus brazos. Su rostro se mantenía ocultado
dentro la típica capucha Ninja, lo cual permitía ver sólo sus ojos. El arma que usó era
un báculo rojo que previamente creció por medios mágicos para alcanzar al Saqueador.
"¡No voy a deja que lastimes a más personas!" dijo el encapuchado.
Trunks hizo que su arma regresara a su tamaño original.
[¿Quién diablos es este?] se preguntaron Uranus y Neptune.
[¿Quién diablos son ellas?] se preguntó Trunks al ver a las dos Sailors.
[¿Más defensores?] pensó Eron, [Me pregunto por qué no se presentaron antes.
Bueno, que importa. Veamos como se defienden de mi Saqueador Elite.]
Todo ese escándalo fue suficiente para hacer que Eternal Sailor Moon
reaccionara. Darien se encontraba bien, afortunadamente podía ver que seguía respirando. Cuando alejó
sus ojos de él y los dirigió de regreso al campo de batalla, vio a Uranus y Neptune
presentes para darles apoyo. Lo que no se esperaba era al nuevo guerrero que llevaba un
báculo rojo. Sus amigas se veían igualmente confundidas.
"Escucha, no sé quien seas," Uranus le dijo al recién llegado, "pero esta es
nuestra pelea, ¡así que no te metas!"
"¿Qué no me meta?" Preguntó Trunks algo sorprendido por esa reacción, "Lo siento,
pero no puedo quedarme con lo brazos cruzados más tiempo."
Cansado de que lo ignoraran, el Saqueador decidió reanudar las agresiones atacando a una de las nuevas Scouts que eran responsables por la pérdida de su arma.
¡¡Rapsodia Acuática de Mercurio!!"
"¡¡Ataque de hojas de roble de Júpiter!!"
Ah sí... tal vez no debería de olvidarse de las demás Scouts.
El monstruo hizo una marometa hacía atrás para esquivar los dos ataques. Lo que
le esperaba era aún otro ataque.
"¡¡Saeta llameante de Marte!!"
Mucho para la alegría de Rei, su flecha de fuego conecto exitosamente en su
enemigo y causo una explosión. Mucho para su descontento, el ataque no hizo ningún daño.
El monstruo simplemente se sacudió el pelo quemado con su garra. Miró fijamente a su
agresora.
Neptune inmediatamente preparó un Maremoto de Neptuno al ver como el monstruo
salió disparado hacia la Sailor de fuego. Rei trató de moverse fuera del camino, pero
accidentalmente se tropezó y calló de sentón sobre el suelo, convirtiéndose en una preza
fácil. El monstruo se encontraba de pie frente a ella, un brazo en alto, listo para para
golpear.
"Maremoto..."
El Ninja apareció repentinamente entre Rei y el enemigo, agarrando el brazo de
éste con su mano antes que alcanzara tocar a Mars.
"¡¡Quítate del camino!!" gritó Uranus.
Ni el monstruo, ni Trunks y ni siquiera Mars parecían haberla escuchado. Por un
lado, el Saqueador se encontraba sorprendido que un simple humano fuese capaz de igualar
su fuerza. Trato de hacer más presión para aplastar al Ninja, pero sus esfuerzos fueron
inútiles. Por el otro lado, Trunks estaba sosteniendo el brazo de la criatura sin mayor
problema mientras que el corazón de Mars golpeaba como tambor al ver lo cerca que estuvo
de morir.
"Siento llegar tarde." Trunks le dijo en voz baja a su amiga.
"¿Mucho tráfico?" le preguntó ésta.
"No realmente."
Sin decir más, Trunks cerró su mano libre en un puño y la envió directo al
estómago de la criatura gatuna.
Eron pudo haber jurado que vio como una joroba se formó en la espalda del Saqueador
Elite justo al momento de ser golpeado. Lo que siguió fue un gemido por parte de la
criatura. Un gemido seco y corto, casi como si todo el aire de sus pulmones se hubiera ido
en un segundo. Los ojos del científico se abrieron en sorpresa al ver como su creación
calló de rodillas, el resto de su cuerpo tampoco tardo mucho en llegar al suelo.
"I... ¡¡Imposible!!" dijo.
Un puñetazo no pudo haber hecho eso. El cuerpo del Saqueador Elite era lo suficientemente resistente como para aguantar un camión impactándose contra él a toda
velocidad. Y eso era lo que se necesitaba para tan sólo sacarle un moretón. Ver a su
criatura en el suelo después de que alguien la hubiera golpeado era simplemente imposible.
Como diría Sorin: Ilógico.
El Ninja pateó el cuerpo de la bestia, mandándola a los pies de Eron. El Saqueador
estaba muerto sin duda alguna. El científico no pudo ver signo de vida alguno. Sus ojos
se habían apagado y no había movimientos respiratorios en su pecho.
"Ahí está tu juguete." Dijo el Ninja.
Eron miró furiosamente al hombre. El Saqueador Elite era una creación de la cual
él se enorgullecía bastante, y este tipo tenía el descaro de hablar de ella como si
fuese un simple costal para golpear. Este insulto hacia su trabajo, su genio, hacia ÉL,
no podía ser perdonado. No... De ninguna manera se iba a ir con la cola entre las patas
después de ver lo que le hizo a su creación. No podía aceptarlo. ¡¡No IBA a aceptarlo!!
¡¡Él era uno de los tres Amos del Mañana!! ¡¡No iba a dejar que este imbécil de traje
azul se saliera con la suya!! ¡¡Ni hoy, ni nunca!!
"Felicidades..." dijo, "Acaban de cometer la estupidez más grande de sus
vidas. Me acaban de forzar a pelear."
Todo el mundo se puso a la defensiva, esperando el primer movimiento. Al tratar de sentir el ki de su oponente, Trunks sonrió. Este tipo era pura
palabrería. Tal vez era más fuerte que un humano promedio, pero eso no quería decir que
era el oponente indicado. El Saqueador Elite que recientemente golpeo había sido más
fuerte. De reojo, pudo ver como una sonrisa se dibujaba en el rostro de Mars. Al parecer
ella también se había percatado que el tipo era un fraude. Sin embargo, el objetivo aquí
sería capturarlo para tratar de sacarle toda la información posible sobre el enemigo, en
caso que tuviera aliados de los cuales deberían saber.
Eron sacó un pequeño recipiente de su cinturón. Ese Ninja iba a arrepentirse de
haber nacido. Lo torturaría de modos inhumanos, rompiéndole todos sus huesos uno por uno,
obligándolo a reconocer su estupidez. El científico estaba a punto de insertar el recipiente en su brazalete
electrónico cuando algo inesperado sucedió.
"¡Eron, detente!" dijo una voz.
Todos voltearon a ver la nueva figura. Flotando sobre el parque, un hombre los
veía, envuelto en una capa negra de cuello alto al igual que portando un enorme sombrero
del mismo color. Largos cabellos plateados caían desde su cabeza hasta sus hombros como
cascadas. Su rostro era algo difícil de identificar ya que el cuello alto de su capa
llegaba hasta sus orejas y la sombra que producía su sombrero a lo largo de su rostro
sólo dejaban visibles su nariz y boca. A Venus le recordó bastante a cierto Cazador de
Vampiros de cierta serie de Anime que vio hace varios años en televisión (*), a
diferencia que en vez de llevar una espada, el hombre sostenía un extraño cetro de metro
y medio de largo adornado con una punta en forma de araña.
"¡¡¡Arlakk, pedazo de idiota!!!" Gritó Eron, "¡¡No les digas mi nombre!!"
"Por favor... como sí a alguien le importara cual es tu nombre." Respondió
tranquilamente, "De todos modos, vine aquí para llevarte de regreso. Nuestro Amo dice que
este encuentro ha sido suficiente por hoy."
"¡¡Esto todavía no acaba!!" le gritó el científico al mago, "¡¡Todavía debo
hacerlos pagar!!"
"Si así lo dices..." declaró Arlakk, todavía con calma, "En ese caso simplemente
le diré a nuestro Amo que te rehusaste a seguir sus ordenes. Espero no te sorprenda verlo
algo molesto cuando decidas regresar."
[¡Maldito hechicero de feria!] maldijo Eron.
Aún así, Eron no era un tonto como para desobedecer una orden directa de su
Amo. Al parecer, su venganza tendría que esperar un poco más. Sin tener otra opción, volvió a
guardar el recipiente que contenía la misteriosa substancia dentro de su cinturón.
"Disculpen," interrumpió Uranus, "Pero, ¿qué les hace pensar que vamos a dejarlos escapar?"
"La pregunta más bien sería:" le respondió insolentemente el científico, "¿Qué
te hace pensar a *ti* que puedes impedir que nos vayamos?"
"¡Esto!" declaró la rubia. "¡¡Tierra, tiembla!!"
"¡¡Crece, Báculo Mágico!!" gritó Trunks, al enviar su arma contra el hombre que
se encontraba volando.
Los dos ataques se dirigieron hacia sus respectivos blancos. Sin embargo, en lo
que concernía a los dos enemigos, sólo se quedaron inmóviles. Segundos antes de ser
golpeados...
"Victoria..." empezó Eron.
"... a nuestra causa." Concluyó Arlakk.
Por medio de una luz brillante, ambos individuos desaparecieron de la faz de
la tierra, causando que el báculo de Trunks golpeara aire y que el ataque de Uranus se
estrellara contra unos árboles que se encontraban detrás de Eron.
Trunks maldijo silenciosamente. Tenía la esperanza de capturar al enemigo en
esta pelea para hacerlo hablar. Fin y al cabo sólo empeoró las cosas al informar al
enemigo sobre la existencia de más guerreros que estaban dispuestos a hacerles
frente. En cualquier caso, lo único que le quedaba por hacer era irse. Tal vez podría
encontrar a Plut y hablar más a fondo con ella sobre este tema.
"¡Espera!" dijo Venus. "¿Quién eres?"
Sonrío debajo de su mascara. Esto era exactamente lo que había pasado hace ocho
años cuando peleó por primera vez en su traje de 'Super Saiya Man'. Sólo que ahora, a
diferencia de la vez pasada, ya había pensado en un nombre al estar en este nuevo
atuendo.
"Tan sólo soy un guerrero que pelea por el futuro de este mundo." Le dijo, luego volteó hacia el cielo. "¡¡Nube voladora!!"
De entre las nubes, una forma amarilla salió volando en dirección al grupo. Al
principio todos se esperaban a nuevo ataque, pero Trunks les señalo que no había de que
preocuparse. Al acercarse más la 'cosa', empezaba también a frenar. Se trataba de...
¿una nube?
El Ninja se subió en la nube como si ello fuera de lo más normal. Muy para la
sorpresa de las Scouts, realmente se mantuvo sobre ella, como si fuese un objeto sólido.
"Mi nombre es Son Goku." Concluyó al empezar a retirarse.
"¿Son Goku?" inquirió Mercury. "¿*El* Son Goku? ¿El Dios Mono?"
"Eh... sí..." le respondió, aunque en realidad no tenía la más remota idea de
lo que estaba hablando. [¿¿Dios Mono??]
En un parpadeo, la nube y su, según esto, 'Dios' jinete salieron disparados
hacia el horizonte, dejándole el parque a las Scouts.
(*) El Anime al que se refería Mina se titula "Vampire Hunter D". Como fue dicho en
este capítulo, Arlakk se viste muy parecido a D, con la única diferencia que sus ropas
son negras y no azul obscuro.
(**) Según la mitología china, Son Goku es el nombre de un Dios, que de hecho es un
mono (dígase chango, no quise decir que sea lindo y agradable =P) que usa una vara mágica
capaz de crecer y monta una nube voladora. ¿Coincidencia? ¡Desde luego que no! Esperen el
próximo capítulo para saber más respecto a esta deidad.