¿A ustedes no hay gente que les inspira ideas interesantes?

Ellos son mis abuelos, Nené y José. Lean y díganme si mi abuelo no merecía la categoría que le asigné...

En este punto es donde me parece que la escuela, ese altar ungido para la justa repartición del conocimiento, empieza a hacer agua.

   ¿Qué es conocer? Debemos retomar con profundidad esta pregunta a la hora de educar. ¿Cuál es el objeto de educar a los miembros mas jóvenes de nuestra especie sistemáticamente? O dicho de una manera más concreta : ¿a qué van los chicos a la escuela? ¿O para qué deben ir?

   Sorprende - y desconcierta - escuchar las respuestas que los mismos interesados dan a tal pregunta. "Para pasar de grado" "para tener un título" "porque me mandan" Y algunos , difusamente , "para aprender" (Cardíacos , absténganse de preguntar para aprender QUE )

   En su excelente disertación durante el V Congreso de Informática Educativa 1995 en UBA, la profesora María Irma Marabotto trazó un itinerario gradual y sencillo, que llamó "del dato al conocimiento",en el cual señalaba, con gran acierto,que la educación escolarizada solía quedarse en el primer peldaño , es decir, en el dato.

   Justamente , los datos son informaciones útiles, pero se pueden hacer con ellos, de cara al proceso del conocimiento , cosas limitadas. Un dato se puede obtener, y después se lo puede reproducir, procedimientos que la escuela ha consagrado bajo las formas de escuchar (generalmente, escuchar la transposición del docente ) leer (generalmente, del libro común de texto , o del manual ) , y luego memorizar , anotar , "copiar en la carpeta"...Pensemos nada más , en la importancia que se le da , sobre todo en el nivel primario , y más aún en los primeros grados, a lo que está escrito en el cuaderno. En general , una carpeta o un cuaderno bien gordos pasan a ser sinónimo de una buena enseñanza. Si hay mucho escrito- si hay mucho impreso - se trabajó "en serio" .

   Es curioso que incluso en la enseñanza de saberes que son más instrumentales y cuyo conocimiento debiera traducirse más en acciones que en palabras se deba "negociar" con el sistema en este punto : debe quedar ALGO escrito.

   Uno de estos casos son las clases de informática .

   Mucho se habla últimamente de la inclusión de las computadoras en la educación.

   Todos tienen algo que decir acerca del fenómeno , los expertos, los legos y los aficionados.     Desde qué marca de equipos hasta qué programas "deben" enseñarse, cuántas horas semanales y quién tiene que dar las clases, si usar la informática exclusivamente "como herramienta" ( en nombre de esta expresión de moda , se están llevando a cabo en muchas instituciones verdaderas aberraciones pedagógicas), si utilitarios o lenguajes ( que es tema para otro artículo ), en fin ... la reactivación absoluta de la primitiva situación de los pares opuestos.

   Consecuencia lógica : entre tanta presión del consumismo, entre tantas decisiones a tomar, los responsables de estas suelen perder de vista lo principal, abrumados por tantos "periféricos".

   Lo principal, para mí, en una institución educativa , es EDUCAR.

   Mas allá de la tautología : acompañar a los que se nos confían en el itinerario del dato al conocimiento.Poder elegir, con conocimiento de causa , aquellos materiales y experiencias que hagan de nuestros alumnos personas interesadas en conocer, personas curiosas , buscadoras de interrogantes , que acepten el "trabajo" de pensar...

   Para obtener alumnos atiborrados de datos existe un enorme arsenal de material didáctico, métodos didácticos, guías y manuales, y mas recientemente, software educativo preciosamente diseñado que exime a los maestros de la mayor parte -paradójicamente- del trabajo didáctico. No requiere demasiada innovación ni demasiado esfuerzo de parte de los docentes ni de los alumnos ( saldrán favorecidos eso sí, los que estén dotados de mejor memoria ) y , a los ojos de padres y directivos , se mostrarán constantemente resultados , productos prolijos y profusos.

   Para el afuera la calidad de la educación habrá mejorado.

   Pero veamos...esta modalidad no hace más que agregar un nuevo instrumento a un procedimiento educativo que no ha variado prácticamente desde el medioevo, cuando la oralidad era la única forma de transmisión de los conocimientos y la memorización, el almacenamiento de datos y nociones, la manera privilegiada de acceder a la posesión de "la cultura".

   Incorporar computadoras en la educación para usarlas como meros pizarrones electrónicos, poner a los chicos a contestar tests realizados con múltiple choice o a armar rompecabezas de Mickey puede ser una buena forma de pasar el tiempo o , cuando mucho, de seguir haciendo lo mismo con distinto maquillaje. Pero de ningún modo estaremos caminando hacia una buena y profunda relación de los estudiantes con el conocimiento.

   Puede que estos chicos descubran "trucos" y se los enseñen unos a otros. Que utilicen una jerga que descoloque a muchos adultos. Que a veces hagan con los programas que se les presentan , cosas imprevistas. Pero estos efectos, que ocurren en verdad, no son conclusiones buscadas , no hay una intencionalidad pedagógica en ello, sino más bien son manifestaciones emergentes de caminos paralelos. "Efectos colaterales" que aparecen sólo en algunos casos.

   Tengo la sensación de que se está instalando en las escuelas un nuevo discurso respecto de la informática en el cual prima- una vez más - el "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago".

   Se habla de formar jóvenes para el futuro, de utilizar la tecnología como motor de nuevos aprendizajes, de estimular la creatividad y de educar mediante la resolución de problemas...

   Pregunto : ¿ se promueve la creatividad si se "solucionan" las clases de informática con programas de soft educativo ?

  La creatividad puede ser un don. Pero también debe ser buscada y fomentada mediante acciones de investigación que serán , en definitiva, las que posibiliten concretar los buenos deseos de los discursos pedagógicos.

  Y es nuestra responsabilidad estimular en los estudiantes el deseo por investigar. Si les ofrecemos computadoras como recursos, pues que sean recursos efectivamente. Si les proponemos conocer preparémonos para contestarles ( no leyendo la misma bibliografía que ellos ( ¡ el manual ! ), no teniendo la mínima experiencia de lo que les vamos a enseñar, prepararnos con seriedad) pero asimismo para hacerles preguntas que les hagan preguntarSE. Y pensemos con ellos , indagando de verdad , incluso en temas que parecen obvios.

   Cierta vez, en una charla con un directora y una inspectora de Jardín de Infantes acerca de la necesidad o no de dotar de "contenidos conceptuales" a los planes curriculares del nivel, me enteré de algo... llamémosle curioso.

   La directora contaba que , por ejemplo , para experiencias como la flotación de cuerpos, las maestras no se tomaban muy en serio los conceptos físicos, las causas reales de la flotación

   El tema no pasaba de una situación de experimentación de la cual , a priori, la docente no esperaba que los chicos "descubrieran nada nuevo".

   Los niños empezaban pensando "lo pesado se hunde y lo liviano flota" Jugaban un rato arrojando a la palangana piedritas, clavos, corchos , trozos de telgopor y terminaban con la misma hipótesis del principio. La actividad, lejos de ser un espacio de exploración y descubrimiento, solo había reforzando las intuiciones de los niños (y la de algunas docentes también!).

   Ahora bien , para que los procesos educativos giren positivamente hacia la investigación, son necesarios muchos cambios. Y no es fácil provocar cambios sustanciales en un medio tan resistente como es nuestra escuela-institución.

   Nos persiguen con programas y módulos, con burocracia y con malos sueldos.

   Tratar de que nuestros alumnos investiguen , sean críticos, audaces, de proporcionarles buenas actividades e invitarlos a caminar hacia la cultura del esfuerzo en vez de la del facilismo, son bellos postulados que suponen una tarea titánica.

   Yo me digo a mí misma que si el contexto educativo no es el mejor , siempre habrá algún cambio posible, que flexibilice las cosas y nos aliente a seguir educando , también nosotros "esforzadamente".

   Muchas veces ese camino, es el buen humor.

   A veces una clase encarada así despierta luces misteriosas...

   ¿Todos nuestros alumnos tienen encendida esa chispita misteriosa que les hace preguntarse los por qué y los cómo? Por cierto que no. Tampoco todos tienen talento para la música, el atletismo , el origami o la programación.

   Pero esto no obsta para que les proporcionemos entornos adecuados y actividades placenteras que les den la oportunidad de decidir...

   Mi abuelo José, un hijo de irlandeses que aprendió a hablar en castellano recién a los veinte años ( tenía que declarársele a una criolla , y no le quedaba más remedio ) era una de esas personas "con chispa".

   Se hacía preguntas ,de esas que muchos piensan y pocos pronuncian. Preguntas simples e interesantes.

   Como hombre de la tierra, la primera vez que vió el mar ( ya era mi abuelo por entonces ) quedó maravillado. Observaba el movimiento de las olas y decía : "de la otra orilla...¿van o vienen? ¿A partir de donde empiezan a volver?"

Otras veces inquiría : "¿Cómo no se cae la luna? ¿Qué la sostiene ? Y los que descubrieron ese asunto de la gravedad : ¿cómo hicieron para pensarlo?"

   Muchos se reían de sus dudas, pero a mí me estimulaban a pensar.

   Yo le decía : -Abuelo, vos sos un epistemólogo

   El se reía de las categorías de su nieta universitaria : no le preocupaban en absoluto. Solo lo movía la inquietud por saber , por encontrar respuestas.

   Con su acento de campo , que nunca fue del todo argentino, contestaba entornando sus ojitos azules :

- ¿"Pistemólogo"? Lindo nombre pa' un perro...

Esta página está especialmente dedicada a mi "Papá José", no importa que no la entiendas abuelo, desde donde estás todo debe ser más fácil de ver con el corazón.