Versiones 31

Director: Diego Martínez Lora

Vila Nova de Gaia - Portugal

La aventura de compartir la vida, las lecturas, la expresión...

Página principal - Índice de Versiones 31


Peter Seeberg(*)


*)

El dibujo anatómico


Cuando me abran, estimados colegas -él había escrito en la carta que acompañaba a la declaración de donación que había hecho a la Facultad de Medicina y al hospital estatal de Aarhus-, entonces concédanme el favor póstumo de investigar ciertas cosas sobre las que yo, mientras vivía, estuve reflexionando:

Miren si sobre mi corazón hay una sombra oscura como si la hubiera producido la llama de un soplete, pues a menudo tuve esa sensación. Es la vergüenza que se quemó en mi corazón, no por grandes crímenes cometidos, sino por todos esos pequeños errores que son los más humillantes. Y esto comienza ya en la infancia. Y no termina nunca.

Sí, creo que morí de vergüenza, aunque viví mucho tiempo.

Miren si a través de mi cerebro, desde la frente hasta el cogote, hay trazos de la trayectoria de una bala, disparada a quemarropa; nunca fui alcanzado por una, pero siempre temí que eso me sucediera -como le sucedió a mi padre- y les pido ahora que comprueben si tales obsesiones a lo largo del tiempo dejan algún tipo de rastro; si no, ¿para qué vivimos?

Miren también si hay una huella en mi garganta causada por el miedo de ser condenado a la horca. Sí, siempre pensé que debería existir tribunales que no dudaran en ejecutarme y que tuvieran buenas razones para ello.

Miren si en la pared del estómago o en el intestino delgado se encuentra atascado un lapicero de jebe que tragué a los ocho años, enfurecido por no haber sido capaz de escribir mi propio nombre. Nunca salió, quizás haya viajado a otros lugares de mi cuerpo, como sucede en algunos casos.

Miren si mis manos en el último instante se juntaron en una redondez amigable, como si hubieran querido abrazar a mi amada, lo que sería señal de que mi cuerpo no ha sido ingrato.

Miren en mis ojos, no me busquen a mí, pero examinen con esos instrumentos de que disponen, si hay un pequeño grupo de personas ahí reflejadas, esas que no he podido olvidar.

Cuando ustedes ya no puedan verlas, entonces creo que estaré realmente muerto.

Anoten lo que puedan afirmar y negar a propósito de mis suposiciones y adjúntenlo a mi expediente.

Dibujen lo que puedan, midan lo que puedan.

Pero, en especial, afilen los cuchillos, compañeros, para que no lo echen todo a perder.

 


(*)Peter Seeberg, escritor danés contemporáneo. Esta traducción fue cedida por la revista Fornix, que dirige el poeta peruano Renato Sandoval. (Traducción del danés de Patricia Davelouis y Thomas Boberg)


 Índice de Versiones 31