versiones, versiones y versiones...renovar la aventura de compartir la vida con textos, imágenes y sonidosDirector, editor y operador: Diego Martínez Lora    Número: 48 / febrero - marzo 2003


Renée Ferrer: Poemas y otros poemas


Poemas

Los poemas caen sobre mí

Como lluvias torrenciales,

Como partes de un astro visionario

Que vuelven a nacer entre mis manos,

Como ríos anhelantes de su cauce

A través de mi carne.

 

Caen en mí

Cuando las horas parten

Y no estoy en mi cuerpo sino llena

De sed y de distancia

En el tránsito alado de los pájaros.

 

            (Del libro  Peregrino de la eternidad, 1985)


 

 

Lazo invisible

 

No tengo edad.

No la vivo, ni me agobia.

Por dentro sigo igual.

 

Me acerco a tu mejilla y dejo allí

Un susurro de carne

Que se queda temblando en tu tibieza.

Mi risa lava injurias.

Comprendo que no existen.

Que nunca han existido.

Somos tan límpidos

En esa instantánea ecuación de encuentro.

 

El cielo se cubre de redondos cariños

Que desde nosotros se alzan para alumbrar la noche.

Muescas de brillo fijas como faros latiendo.

 

Me niego a darle audiencia a los rencores;

Les vedo un escondrijo donde amparar sus púas;

Cáncer de asfixia negra,

Mordedura.

No voy a zozobrar en tus pantanos.

No sé almorzar silencio,

Ni avariciar sonrisa.

 

Sólo sé de acercarme,

Sin tiempo y sin afeites

-mi igual, mi diferente-

para sentirme asida por el lazo invisible

que tiende la poesía.

 

(Del libro De lugares, momentos e implicancias varias, 1990)


 

 

Tortas de barro

 

Tortas,

Pequeñas,

Redondas,

Tortas de tierra

Cocidas al sol.

 

Calientes chorrean

Barro de verano,

Sobre piedra losa

Y mantel de flor.

 

Caritas atentas

Mirando la fila,

De tortas marrones

De oscuro sabor.

 

Si con tu inocencia

De tibia paloma

Pudieras su masa

Al viento hornear;

Y llevar su aroma

De alma triguera

Cual quimera alada

Hasta algún lugar.

 

Qué lindo sería

Mirar en tus ojos

Lucecitas blancas

Al verlas volar,

Poniendo en las manos

De niños lejanos

Pedazos de barro

Con sabor a pan.

 

(del libro  Cascarita de nuez, 1978)


 

Guerras

 

No importa que las guerras tengan nombre,

Siempre serán un llanto

Y un silencio,

Un trágico desvelo

En los acantilados de la muerte.

 

Las aves agoreras beberán en los huesos

Traspasados de viento

Un sabor de abandono,

Y partirá, aún doliente,

Su vuelo fugitivo

Hacia el tajo insaciable de la ausencia.

 

Se volverán los páramos albergue

De un pulso coagulado,

Un alboroto en sombras,

Y tendrán los crepúsculos

La calcárea tristeza del astro taciturno.

 

No importa que las guerras tengan nombre

Y un lugar en el tiempo.

El soldado que esparce sus pedazos

En la antesala del silencio

Es siempre el mismo.

 

(del libro Desde el cañadón de la memoria, 1982)


 

 

Itinerario del deseo

 

Anoche tuve audiencia con mi cuerpo,

Tu fantasma, mis señas personales:

Indagué en el desánimo, e el cerco

De mis fiebres.  Obesos arenales

 

Me circundan y crecen hacia adentro.

Me someten sus dunas, a las cuales

Rehuyo, añoro, niego, miento, encuentro,

Ofrendando el temblor de mis portales.

 

Sin que medie la luna te poseo

Siguiendo de la sangre los puntales.

Dichoso itinerario del deseo

Cuando abrevo mi sed en tus panales.

 

Cuando el alba se apresta a desvestirse

Se despiden tus sombras, antes de irse.

 

(del libro Itinerario del deseo, 1994)


(*)Renée Ferrer, 1944, escritora  y catedrática paraguaya. Actualmente vive en Asunción.


Índice de Versiones 48

Página principal de Versiones