Rincón Poético


Aquí se presentan algunos poemas de reconocidos autores más la letra de una canción de un autor totalmente desconocido. El primero de estos, escrito por Renato Leduc, versa sobre el tiempo.

Aquí se habla del tiempo perdido que, como dice el dicho, los santos lo lloran
Renato Leduc

Sabia virtud de conocer el tiempo;
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán; dar tiempo al tiempo
que de amor y dolor alivia el tiempo

Aquel amor a quien amé a destiempo
martirizóme tanto y tanto tiempo
que no sentí jamás correr el tiempo
tan acremente como en ese tiempo.

Amar queriendo como en otro tiempo
-ignoraba yo aún que el tiempo es oro-
cuánto tiempo perdí -ay- cuánto tiempo

Y hoy que de amores ya no tengo tiempo
amor de aquellos tiempos, cómo añoro
la dicha inicua de perder el tiempo


Este poema del maestro Jaime Sabines es un relato bellísimo sobre el encuentro en la intimidad. La frase todo se hace en silencio, como se hace la luz dentro del ojo es uno de los pasajes mas bellos.

Yo no lo sé de cierto
Jaime Sabines

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
algún dia se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo un su corazón les dice que
están solos, solos sobre la tierra se penetran
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio, como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.


Este poema está dedicado a todos aquellos que salieron de Cuba despúes de la revolución.

Responde tú...
Nicolás Guillén

Tú, que partiste de Cuba,
responde tú,
¿dónde hallarás verde y verde
azul y azul,
palma y palma bajo el cielo?
Responde tú.

Tú, que tu lengua olvidaste,
responde tú,
y en lengua extraña masticas
el güel y el yu,
¿cómo vivir puedes mudo?
Responde tú

Tú, que dejaste la tierra,
responde tú,
donde tu padre reposa
bajo una cruz,
¿dónde dejarás tus huesos?
Responde tú.

Ah desdichado, responde,
responde tú,
¿dónde hallarás verde y verde,
azul y azul,
palma y palma bajo el cielo?
Responde tú


Este texto es uno de los primeros poemas que recuerdo haber leido, entendido y disfrutado a cabalidad.

Para entonces
Manuel Gutiérrez Nájera

Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remota el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
yo con el cielo y el mas a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aun: soy tuya,
aunque, sepamos bien que nos traiciona


No puedo no incluir un poema de Pablo Neruda, de este el poema 15, existen varias versiones musicalizadas (recuerdo una de Víctor Jara y otra de Fernando Ubiergo) pero siempre mejor leer el texto y escuchar la musicalidad de las palabras.

Me gustas cuando callas
Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como sí hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto


Erwin Shrödinger fue uno de los más grandes físicos del siglo XX. Su ecuación de onda es uno de los pilares de la mecánica cuántica, pero no sólo se intersaba por los secretos de la materia, también los hacía por la filosofía. En el siguiente poema se refleja la experiencia personal del autor sobre las fluctuaciones de la vida humana, casuales e imprevisibles como las de la materia.

Parábola
Erwin Shrödinger

Aquello que en la vida
nos parece importante y significativo,
ya sea que cuelgue fuertemente hacia la tierra
ya sea que nos de alegría y honda felicidad:
actos, deseos, planes y pensamientos
créeme, aquello no vale más
que las casuales oscilaciones de la aguja
en el instrumento
con el que intentamos sondear
lo que la naturaleza encierra;
son solamente choques entre moléculas

No es el parpadear absurdo de la luz
lo que te permite intuir lo que es la ley.
No es tu exaltación, ni menos tu angustia
lo que le brinda a tu vida algún sentido.
Solamente el espíritu universal
una vez que actúe podrá mediante mil intentos
lograr finalmente el resultado.

Pero... ¿nos interesará?


He aquí un poema del profeta del nopal, el célebre Rodrigo González, aquel que muriera a causa de una sobredosis de cemento el 19 de septiembre de 1985. Si bien Rodrigo era más conocido por sus canciones de tipo urbano, tenía a bien escribir también poemas y cuentos, muy buenos dicho sea de paso. El siguiente poema versa sobre como cambian las cosas con el tiempo.

Cómo han cambiado las cosas
Rodrigo González

Cómo han cambiado las cosas
desde que dejé mi pueblo
muchos paisajes distintos
encuentro ahora que vuelvo
mis amigos ya más grandes
más maduros y serenos
y mis padres ya más lejos
más cansados y más buenos,
nuevas calles, nuevas gentes
encuentro por donde paso
¿qué quedó de aquellas cosas
que fueron de mí un pedazo?

Cómo han cambiado las cosas
desde que dejé mi pueblo
muchos paisajes distintos
me encuentro ahora que vuelvo
las alegrías que quedaron
impresas en las estrellas
hoy me las devuelve el viento
como nostalgias muy bellas
y aquellos tiernos amores
que un día fueron mi pasado
pasan siendo unas señoras
con sus hijos por un lado
pues el verano ha llegado
a plasmar sus fantasías
entre mi piel que ahora siente
aquellas noches y días,
más me iré nuevamente
dejando al tiempo y lo suyo
y quizás luego se pierda
en un lejano murmullo

Cómo han cambiado las cosas.
La vieja escuela del barrio
que albergó nuestras locuras
ya no existe donde estaba
se fué con las travesuras
se perdieron una tarde
bajo la luna coqueta
y aquellos suelos de hombres
en una esquina indiscreta.


Terminaré este espacio con la letra de esta canción que es una de las que escribí en mi epoca de estudiante en la Escuela Nacional Preparatoria. La escribí después de una noche de bohemia asombrosamente en sólo 10 minutos, pero eso fué porque la tenía dando vueltas en la cabeza y sólo era cuestión de tomar lápiz y guitarra. Esto no es un poema, sólo es la letra de una canción y nada más.

Déjame
Víctor Martínez Ortiz

Déjame, un momento de tu vida
déjame, un espacio de tu mente
y estar más cerca de tí.

Déjame, un espacio entre tus manos
déjame, un momento entre tus labios
donde el tiempo pase, sin sentir

Sin sentir,
aunque las horas vuelen,
sin sentir,
ni el frío de la noche,
contigo aquí.


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