Popol Wuj
El Popol Wuj (gloria y esplendor de un pueblo)
Una interpretación del mito kiché
Hugo Madrigal
El Popol Wuj es una epopeya en la que su creador deliberadamente rehuyó contar la historia del origen de los kichés en su cruda realidad. En vez de eso, en el siglo IX d.C. dibujó en jeroglíficos una versión mítica de los hechos. El mito se trasmitió durante generaciones. A mediados del siglo XVI un poeta kiché le agregó 500 años de historia y lo escribió en alfabeto latino.
Al ir interpretando las imágenes del Popol Wuj como si se tratara de símbolos oníricos, se va develando una historia que empalma con la que grabaron en piedra los monarcas de las ciudades mayas. Esto concede a Guatemala el privilegio de tener una historia escrita, que data del siglo III de nuestra era.
El conocido investigador José Guillén Villalobos, economista de amplia trayectoria en el ámbito social y cultural de Guatemala, es el autor de este libro. Miembro fundador de la Academia de la Lengua Maya-Quiché, ha efectuado diversos estudios sobre los indígenas de Guatemala. Una de sus obras muy importantes es Política indigenista y desarrollo que lo llevó a analizar el contenido del Popol Wuj.
El autor hace un estudio sobre el Popol Wuj basándose en la traducción que hizo del kiché al español fray Francisco Ximénez, precisamente la misma persona que descubrió el original. Esta versión, publicada por C. Sherzer en 1857, fue cotejada con traducciones posteriores, para lograr una mayor fidelidad; y se le hicieron pequeñas correcciones de estilo.
Ximénez fue un sacerdote que nació en España en 1666. Fue un investigador que se destacó como cronista de la Colonia. A él se debe, entre otras publicaciones: Gramática de los tres idiomas quiché, cakchiquel y zutuhil y Tesoro de las lenguas.
Guillén Villalobos ha profundizado en el psicoanálisis de Freud y en este libro da una interpretación de los mitos del Popol Wuj.
Dice el autor: El Popol Wuj tiene un gran interés científico y artístico. Aquí nos limitamos a examinarlo a la luz de las teorías freudianas, para interpretar el contenido escondido bajo el mito.
En general, el mito se considera un relato tradicional de significado religioso, una tradición sin base histórica real. En este caso estamos ante un mito que relata el hecho histórico más importante del pueblo kiché y, por tanto de Guatemala, puesto que la población indígena forma el sustrato de nuestra sociedad. También se dice que el mito es un relato de los tiempos fabulosos y heroicos, como ocurre en este caso. Que es una narración de las acciones de seres sobrenaturales o una explicación ficticia en forma narrativa del origen de los ritos religiosos, de los usos sociales o de los fundamentos naturales. Como veremos, este mito kiché relata la acción de seres sobrenaturales, pero éstos son símbolos de hombres reales o grupos de hombres. Tiene el carácter de epopeya soñada por un poeta que transforma en ficción los dolorosos hechos de la historia real.
Más adelante el autor dice que en el caso del Popol Wuj se crea el Cosmos, incluyendo al hombre, aunque éste se aparta de la finalidad con que fue creado. Agrega lo siguiente: “Los personajes de los mitos son seres sobrenaturales. Se les conoce sobre todo por lo que han hecho en el tiempo prestigioso de los comienzos. Los mitos revelan, pues, la actividad creadora y develan la sacralidad de sus obras”.
Los estudios que realizó Sigmund Freud y Otto Rank sobre el mito les llevó a numerosas conclusiones, dentro del campo del sicoanálisis, entre ellas la semejanza de los mecanismos que intervienen para la formación de los mitos y la expresión onírica: la condensación, el desplazamiento y demás características del sueño en estado de reposo.
Dicen que: “En la formación de los mitos volveremos a hallar aquellos mecanismos que el estudio del sueño nos ha revelado... pero además nos es dado descubrir las tendencias que ponen en movimiento tales mecanismos. Si basamos en este conocimiento deshacemos todos los disfraces y deformaciones, tropezamos al fin con la realidad psíquica de aquellas fantasías inconscientes, que perduran en los sueños de los hombres civilizados y reinaron antes en la realidad objetiva”.
Después de cuatrocientos cincuenta años de haber sido escrito el Popol Wuj con el alfabeto español, muchas de las palabras del lenguaje kiché han ido cayendo en desuso y aquel texto se volvió, en buena parte, indescifrable aun para las generaciones actuales de kiché-hablantes esto explica la existencia de las pequeñas discrepancias que existen entre las traducciones. Algunos se conforman con expresar el contenido en forma literal, mientras otros han hecho esfuerzos para esclarecer el significado de los conceptos y en buscar su esencia con lo que han logrado hacerlo más ameno y aun rehabilitando el
carácter sagrado que tuvo.
Los traductores del Popol Wuj coinciden en señalar a dos héroes gemelos: Junajpú y Xbalanké. La excepción corresponde al fundador de la Academia de la Lengua Maya-Quiché, Adrián Inés Chávez, quien concluye que se trata de una sola persona.
Nuestra posición dice Guillén Villalobos, es que el héroe de un mito, de una novela de cualquier cuento de hadas, representa la ensoñación de un creador. Su ideal del yo. El héroe es una creación a imagen de lo que el autor desearía ser. La eventualidad de que un mito sea hecho por dos personas es ínfima. Ya la existencia de un genio capaz de crear una obra maestra como el Popol Wuj es algo extraordinario. La existencia de dos genios que trabajen simultáneamente en la creación de un mito en el cual dos héroes actúan de consumo es improbable. Lo que sí es posible es que en el siglo X, un poeta escribiera el mito utilizando la escritura maya.
De aquí en adelante evolucionó y la tradición lo enriqueció con nuevos relatos. En el siglo VXI un genio kiché transformó aquella expresión pictórica a la versión alfabética actual, aprovechando el alfabeto latino, al suponer, con razón que así lo salvaría de la destrucción fundamentalista.
El libro cuenta con láminas de los mayas y 203 páginas numeradas, es de mucha importancia para el estudio del Popol Wuj y para los estudiantes que pueden tener en sus manos una investigación hecha con la pluma de un investigador que maneja la plástica del lenguaje con un ameno recorrido en las letras, digna de un escritor.
Cada capítulo lleva un comentario y análisis. En total tiene X capítulos. En el capítulo 1: Este es el principio de las antiguas historias aquí en el K´iche, en el que el Popol Wuj habla sobre el Cosmos primordial, la tentativa para crear un ser reverente, de los fracasos de los creadores y la destrucción de los seres de madera, el autor en el comentario y análisis de este capítulo nos dice: “La descripción del génesis y del fallido intento de crear al verdadero hombre no tienen un propósito teogónico, es decir de crear los dioses de una religión, sino cumplen la función de explicar la causa de la situación social existente. Como veremos, la gran transformación social que hace posible que los esclavos lleguen a ser la cabeza de un imperio, gracias a los héroes del mito -los futuros dioses- es lo que da el Popol Wuj el carácter de biblia kiché.
Pasamos a la parte sociológica del mito, que, como veremos, es el tema que inspiró al poeta.
En el tiempo primordial, cuando todavía no existía la nación kiché lo que constituía el aglutinante social era el dialecto derivado del maya, hablado por una casta que compartía con otros grupos la vida esclavizada alrededor de una acrópolis o ciudadela maya, posiblemente Copán, situada en el Oriente, como dice insistentemente el Popol Wuj y que debe entenderse como el oriente de Mesoamérica o de Cumarcaj (Santa Cruz del Quiché).
Los mayas, al igual que otras grandes civilizaciones del Viejo Mundo tenían una organización social basada en castas. En general, una casta dirigente estaba encabezada por el rey, quien podía o no ser simultáneamente el sacerdote y el máximo comandante del ejército; y un conjunto de familias de ascendencia noble, encargadas de desempeñar diversas funciones públicas con rangos de mando como se muestra en el capítulo X. Dentro de esta casta se daban las condiciones para impulsar la cultura: el arte, la ciencia y la técnica, porque heredaban conocimientos y gozaban del ocio creador, como los griegos y romanos libres.
El mito ha de haber sido creado después de que los kichés llegaron a tener conciencia de su viabilidad como grupo y de haber recobrado su libertad, pero cuando todavía existían personas que recordaban las penurias y los sufrimientos sufridos como esclavos en aquel tiempo que para ellos fue el primordial.
Es un excelente libro que nos da la pauta para introducirnos al mundo de los kichés que fueron unos formadores de un inigualable estatus de vida. (Hugo Madrigal).
Documental Cortesía del Periódico La Hora