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Si bien los jeroglíficos de los monumentos más recientes sugieren que pudo haber otros Gobernantes antes de Yax K’ku Mó, él fue el fundador de la dinastía que reinó durante la edad de oro de Copán. Su ascenso al trono se conmemora en el altar Q, donde está representado como primer gobernante de la disnastía. La estela más antigua que permanece en pie expuesta plenamente a la admiración del público es la estela E, qué representa al septimo gobernante Nenúfar Jaguar, cuyo reino duró desde el año 504 hasta el 544 d. de C. El hecho de que este gobernante también se mencione en un monumento de Caracol, Belice, indica el prestigio de Nenúfar Jaguar y el poder político de Copán durante esa época. Una de las estelas más apreciadas por los visitantes a Copán es la estela P, que durante el siglo VIII fue trasladada al lugar que hoy ocupa cerca del altar Q. En la estela P aparece la imagen del undécimo gobernante de Copán, Humo Cielo (o Humo Serpiente). Aun más populares son las hermosas estelas comisionadas por 18 Conejo, decimotercer gobernante, que reinó desde el año 695 hasta el 738 d. de C. A él se atribuye la transformación de la escultura de Copán, que solía ser de bajo relieve, al alto relieve tallado en curvas pronunciadas que le han dado fama a las ruinas. Entre sus estelas se incluyen las señaladas con las letras A,B,C,D,F,H,y J y con el número 4. En el año 738 d. de C., 18 Conejo fue capturado y decapitado por un antiguo súbdito de Copán, el gobernante de la ciudad vecina Quiriguá, quien hizo construir algunas de las estelas más altas de la región maya. Yax Pac (Madrugada), el decimosexto gobernante, mandó reconstruir la Acrópolis y promovió un género novedoso de monumentos: las bancas o tronos labrados hallados en las zonas residenciales. Éstos han sido decorados con figuras de los bacabs o pauahtunes, los dioses mayas que sostenían el cielo y la tierra. Las zonas residenciales Los mapas de las ruinas residenciales del núcleo urbano han permitido definir dos grandes barrios: Las Sepulturas al noroeste y El Bosque al sudoeste. Desde diciembre de 1980 se ha realizado un extenso programa de excavación y restauración en Las Sepulturas. La zona de Las Sepulturas, situada al noroeste del Grupo Principal, consta aproximadamente de 40 conjuntos residenciales.De éstos, se han investigado solamente 18, con cerca de 100 edificios y más de 200 cuartos, que constituyen una muestra completa de la arquitectura doméstica urbana de los mayas. Las exploraciones en Las Sepulturas brindan una nueva perspectiva sobre la evolución de los conjuntos domésticos mayas, la composición de los grupos sociales que vivieron en ellos y sus actividades económicas, sociales, políticas y religiosas. El colapso Los resultados de las investigaciones arqueológicas indican que, en sus últimos años, la ciudad y el Valle de Copán sufrieron una acentuada disminución demográfica. La intensificación de los sistemas agrícolas parece haber acelerado el ritmo de degradación del medio ambiente. Hay indicios de una erosión masiva de los suelos. Posiblemente el medio ya no pudo sostener a la población. Trágico símbolo del final es el altar L donde, en el año 822 d. de C., el pretendiente al trono U Cit Tok mandó a construir un monumento conmemorado su acceso al trono, de la misma manera que lo hizo Yax Pac en el altar Q. El monumento nunca fue terminado, quedando la mayor parte de las fachadas sin esculpir. Con esta patética figura que no tuvo oportunidad de anunciar su reinado, llegó a su fin la poderosa dinastía iniciada por Yax K’uk Mo. El origen de los Mayas se remonta varios años atrás, sin embargo no es preciso dar una fecha exacta puesto que las teorías de su aparición se basan en estelas y puesto que solo se ha descifrado una tercera parte de los jeroglíficos mayas resulta imposible llegar a una conclusión clara. Se habla de fechas como la de "Placa Leyden" encontrada en Tikal en el año de 1864. Es un pendiente de jade grabado de 21.26 centímetros de largo por 7.5 de ancho, que se cree haya sido hecho durante el tercer cuarto del octavo baktun, u octavo ciclo de 144 000 días. Esta fecha de 8:14:1:3:12 corresponde al año 320 de nuestra era. También se puede hablar de la estela encontrada en Uaxactún que data del año 328 d. C.. Diciendo esto quizá nos preguntemos por que la cultura lleva aproximadamente 3000 años en la tierra si los vestigios más antiguos son de hace 1700 años, claro que también sería ilógico pensar que desde que nació realizó esas obras de arte, lo que nos lleva a pensar que tardó más de 1000 en formarse tal y como la mayoría de la gente la conoce. Esta cultura se civilizó por completo gracias a la ayuda de otras culturas como lo son la Olmeca, la Teotihuacana, la Azteca y quizá la más influyentes de las culturas, la Tolteca. La cultura Olmeca influyó notablemente, pero sobre todo entre los años 800 a. C a 200 a. C., en los grupos mesoamericanos que coexistieron con ella. En el área maya sur, la influencia olmeca se funde con las culturas locales y ambas dan lugar a otra gran cultura que gesta entre 600 a. C y 150 a. C, y que podemos llamar de Izapa. Muchos son los sitio que surgen en esta región, pero que destacan Kaminaljuyú en Guatemala e Izapa en Chiapas-México. En Izapa se rigen estelas acompañadas de altares (como lo hicieron los Olmecas), esculpidas con escenas narrativas y rituales que constituyen el antecedente directo de la temática del arte maya y de los principales conceptos religiosos. Los teotihuacanos (entre 500 y 600 d. C.) a través de un desarrollado comercio, ejercieron una fuerte influencia cultural en toda Mesoamérica, que se manifiesta en el ámbito maya en la cerámica y en algunos rasgos arquitectónicos y escultóricos, los cuales aparecen en ciudades del área central, como en Tikal, en el periodo clásico. Más tarde los mayas reciben influencias del altiplano central, sobre todo de los nahuas llamados toltecas; su religión en torno a Quetzalcóatl y el estilo artístico de su principal ciudad, Tula, se desarrollaron revitalizados en la ciudad de Chichén Itza. Hacia finales del postclásico, otros grupos nahuas llegan al área maya e influyen en el modo de vida y en la cultura de las áreas del Norte y Sur: los aztecas, que crean un gran imperio dominando a todas las demás culturas mesoamericanas. Religion Los antiguos mayas, como la mayoría de otros pueblos de su tiempo, tenían una religión politeísta basada en los atributos de la naturaleza y el espacio, así un dios podía ser identificado con el agua, la tierra e incluso con la muerte. Todas las creencias culturales de los mayas están fundamentadas en una concepción religiosa del mundo, ya que ‚este se concibe de origen divino y permeado por energías sagradas que determinan todo acontecer. Para los Mayas el universo está constituido en tres grandes partes que son: 1. El Cielo 2. La Tierra 3. El Inframundo En el cielo, dividido en trece estratos o niveles, residen los astros, que son los dioses Ixchel (la Luna) y Nohok Ek (Venus). El espacio celeste esta representado por Itzamná, el dragón que se representa como una serpiente emplumada de dos cabezas o un dragón. Este dios, que es el supremo en la religión maya, simboliza la energía fecundante del cosmos, que infunde vida a todo el universo. La tierra es una plancha plana que flota sobre el agua; pero también se concibe como un gran cocodrilo o lagarto en cuyo dorso crece la vegetación. Los mayas yucatecos la llamaron Chac Mumul Ain, <>. Quetzalcóatl o Kukulcán. El inframundo está dividido en nueve estratos; en el más profundo reside el dios de la muerte, Ah Puch, el "descarnado" o Kisin, "el hediondo" representados respectivamente como un esqueleto humano y/o un cuerpo corrupto. El cosmos fue hecho para la habitación del hombre, y ha existido varias veces, pues cíclicamente es ordenado por los dioses y destruido por una catástrofe, después de la cual se renueva. La finalidad de las creaciones y destrucciones del cosmos es la evolución de los hombres; así en cada ‚poca cósmica aparecen mejores hombres, hasta culminar con el que está hecho de maíz que es el de la época actual. Ese hombre es consciente y tiene la misión de venerar y alimentar a los dioses, para que ellos mantengan la vida del cosmos. Éstos conceptos religiosos fueron la base de un complejo ritual en cual alimentaban a los dioses por medio de ofrendas, que consistían en olores de flores, incienso, sabores de alimentos preparados, y sobre todo el espíritu de animales y de hombres que residían en la sangre y el corazón. Los mayas practicaron varios tipos de sacrificio, como la decapitación, el flechamiento, la inmersión en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá y la extracción del corazón. Los autosacrificios y sacrificios se practicaban en las complejas ceremonias religiosas relacionadas con los periodos calendáricos, que incluían oraciones, procesiones, danzas, cantos, bailes y representaciones dramáticas. En las fiestas, los sacerdotes y nobles ingerían bebidas alcohólicas, que se consideraban sagradas, por preparar al espíritu para el contacto con los dioses. Si bien los jeroglíficos de los monumentos más recientes sugieren que pudo haber otros Gobernantes antes de Yax K’ku Mó, él fue el fundador de la dinastía que reinó durante la edad de oro de Copán. Su ascenso al trono se conmemora en el altar Q, donde está representado como primer gobernante de la disnastía. La estela más antigua que permanece en pie expuesta plenamente a la admiración del público es la estela E, qué representa al septimo gobernante Nenúfar Jaguar, cuyo reino duró desde el año 504 hasta el 544 d. de C. El hecho de que este gobernante también se mencione en un monumento de Caracol, Belice, indica el prestigio de Nenúfar Jaguar y el poder político de Copán durante esa época. Una de las estelas más apreciadas por los visitantes a Copán es la estela P, que durante el siglo VIII fue trasladada al lugar que hoy ocupa cerca del altar Q. En la estela P aparece la imagen del undécimo gobernante de Copán, Humo Cielo (o Humo Serpiente). Aun más populares son las hermosas estelas comisionadas por 18 Conejo, decimotercer gobernante, que reinó desde el año 695 hasta el 738 d. de C. A él se atribuye la transformación de la escultura de Copán, que solía ser de bajo relieve, al alto relieve tallado en curvas pronunciadas que le han dado fama a las ruinas. Entre sus estelas se incluyen las señaladas con las letras A,B,C,D,F,H,y J y con el número 4. En el año 738 d. de C., 18 Conejo fue capturado y decapitado por un antiguo súbdito de Copán, el gobernante de la ciudad vecina Quiriguá, quien hizo construir algunas de las estelas más altas de la región maya. Yax Pac (Madrugada), el decimosexto gobernante, mandó reconstruir la Acrópolis y promovió un género novedoso de monumentos: las bancas o tronos labrados hallados en las zonas residenciales. Éstos han sido decorados con figuras de los bacabs o pauahtunes, los dioses mayas que sostenían el cielo y la tierra. Las zonas residenciales Los mapas de las ruinas residenciales del núcleo urbano han permitido definir dos grandes barrios: Las Sepulturas al noroeste y El Bosque al sudoeste. Desde diciembre de 1980 se ha realizado un extenso programa de excavación y restauración en Las Sepulturas. La zona de Las Sepulturas, situada al noroeste del Grupo Principal, consta aproximadamente de 40 conjuntos residenciales.De éstos, se han investigado solamente 18, con cerca de 100 edificios y más de 200 cuartos, que constituyen una muestra completa de la arquitectura doméstica urbana de los mayas. Las exploraciones en Las Sepulturas brindan una nueva perspectiva sobre la evolución de los conjuntos domésticos mayas, la composición de los grupos sociales que vivieron en ellos y sus actividades económicas, sociales, políticas y religiosas. El colapso Los resultados de las investigaciones arqueológicas indican que, en sus últimos años, la ciudad y el Valle de Copán sufrieron una acentuada disminución demográfica. La intensificación de los sistemas agrícolas parece haber acelerado el ritmo de degradación del medio ambiente. Hay indicios de una erosión masiva de los suelos. Posiblemente el medio ya no pudo sostener a la población. Trágico símbolo del final es el altar L donde, en el año 822 d. de C., el pretendiente al trono U Cit Tok mandó a construir un monumento conmemorado su acceso al trono, de la misma manera que lo hizo Yax Pac en el altar Q. El monumento nunca fue terminado, quedando la mayor parte de las fachadas sin esculpir. Con esta patética figura que no tuvo oportunidad de anunciar su reinado, llegó a su fin la poderosa dinastía iniciada por Yax K’uk Mo. El origen de los Mayas se remonta varios años atrás, sin embargo no es preciso dar una fecha exacta puesto que las teorías de su aparición se basan en estelas y puesto que solo se ha descifrado una tercera parte de los jeroglíficos mayas resulta imposible llegar a una conclusión clara. Se habla de fechas como la de "Placa Leyden" encontrada en Tikal en el año de 1864. Es un pendiente de jade grabado de 21.26 centímetros de largo por 7.5 de ancho, que se cree haya sido hecho durante el tercer cuarto del octavo baktun, u octavo ciclo de 144 000 días. Esta fecha de 8:14:1:3:12 corresponde al año 320 de nuestra era. También se puede hablar de la estela encontrada en Uaxactún que data del año 328 d. C.. Diciendo esto quizá nos preguntemos por que la cultura lleva aproximadamente 3000 años en la tierra si los vestigios más antiguos son de hace 1700 años, claro que también sería ilógico pensar que desde que nació realizó esas obras de arte, lo que nos lleva a pensar que tardó más de 1000 en formarse tal y como la mayoría de la gente la conoce. Esta cultura se civilizó por completo gracias a la ayuda de otras culturas como lo son la Olmeca, la Teotihuacana, la Azteca y quizá la más influyentes de las culturas, la Tolteca. La cultura Olmeca influyó notablemente, pero sobre todo entre los años 800 a. C a 200 a. C., en los grupos mesoamericanos que coexistieron con ella. En el área maya sur, la influencia olmeca se funde con las culturas locales y ambas dan lugar a otra gran cultura que gesta entre 600 a. C y 150 a. C, y que podemos llamar de Izapa. Muchos son los sitio que surgen en esta región, pero que destacan Kaminaljuyú en Guatemala e Izapa en Chiapas-México. En Izapa se rigen estelas acompañadas de altares (como lo hicieron los Olmecas), esculpidas con escenas narrativas y rituales que constituyen el antecedente directo de la temática del arte maya y de los principales conceptos religiosos. Los teotihuacanos (entre 500 y 600 d. C.) a través de un desarrollado comercio, ejercieron una fuerte influencia cultural en toda Mesoamérica, que se manifiesta en el ámbito maya en la cerámica y en algunos rasgos arquitectónicos y escultóricos, los cuales aparecen en ciudades del área central, como en Tikal, en el periodo clásico. Más tarde los mayas reciben influencias del altiplano central, sobre todo de los nahuas llamados toltecas; su religión en torno a Quetzalcóatl y el estilo artístico de su principal ciudad, Tula, se desarrollaron revitalizados en la ciudad de Chichén Itza. Hacia finales del postclásico, otros grupos nahuas llegan al área maya e influyen en el modo de vida y en la cultura de las áreas del Norte y Sur: los aztecas, que crean un gran imperio dominando a todas las demás culturas mesoamericanas. Religion Los antiguos mayas, como la mayoría de otros pueblos de su tiempo, tenían una religión politeísta basada en los atributos de la naturaleza y el espacio, así un dios podía ser identificado con el agua, la tierra e incluso con la muerte. Todas las creencias culturales de los mayas están fundamentadas en una concepción religiosa del mundo, ya que ‚este se concibe de origen divino y permeado por energías sagradas que determinan todo acontecer. Para los Mayas el universo está constituido en tres grandes partes que son: 1. El Cielo 2. La Tierra 3. El Inframundo En el cielo, dividido en trece estratos o niveles, residen los astros, que son los dioses Ixchel (la Luna) y Nohok Ek (Venus). El espacio celeste esta representado por Itzamná, el dragón que se representa como una serpiente emplumada de dos cabezas o un dragón. Este dios, que es el supremo en la religión maya, simboliza la energía fecundante del cosmos, que infunde vida a todo el universo. La tierra es una plancha plana que flota sobre el agua; pero también se concibe como un gran cocodrilo o lagarto en cuyo dorso crece la vegetación. Los mayas yucatecos la llamaron Chac Mumul Ain, <>. Quetzalcóatl o Kukulcán. El inframundo está dividido en nueve estratos; en el más profundo reside el dios de la muerte, Ah Puch, el "descarnado" o Kisin, "el hediondo" representados respectivamente como un esqueleto humano y/o un cuerpo corrupto. El cosmos fue hecho para la habitación del hombre, y ha existido varias veces, pues cíclicamente es ordenado por los dioses y destruido por una catástrofe, después de la cual se renueva. La finalidad de las creaciones y destrucciones del cosmos es la evolución de los hombres; así en cada ‚poca cósmica aparecen mejores hombres, hasta culminar con el que está hecho de maíz que es el de la época actual. Ese hombre es consciente y tiene la misión de venerar y alimentar a los dioses, para que ellos mantengan la vida del cosmos. Éstos conceptos religiosos fueron la base de un complejo ritual en cual alimentaban a los dioses por medio de ofrendas, que consistían en olores de flores, incienso, sabores de alimentos preparados, y sobre todo el espíritu de animales y de hombres que residían en la sangre y el corazón. Los mayas practicaron varios tipos de sacrificio, como la decapitación, el flechamiento, la inmersión en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá y la extracción del corazón. Los autosacrificios y sacrificios se practicaban en las complejas ceremonias religiosas relacionadas con los periodos calendáricos, que incluían oraciones, procesiones, danzas, cantos, bailes y representaciones dramáticas. En las fiestas, los sacerdotes y nobles ingerían bebidas alcohólicas, que se consideraban sagradas, por preparar al espíritu para el contacto con los dioses. Si bien los jeroglíficos de los monumentos más recientes sugieren que pudo haber otros Gobernantes antes de Yax K’ku Mó, él fue el fundador de la dinastía que reinó durante la edad de oro de Copán. Su ascenso al trono se conmemora en el altar Q, donde está representado como primer gobernante de la disnastía. La estela más antigua que permanece en pie expuesta plenamente a la admiración del público es la estela E, qué representa al septimo gobernante Nenúfar Jaguar, cuyo reino duró desde el año 504 hasta el 544 d. de C. El hecho de que este gobernante también se mencione en un monumento de Caracol, Belice, indica el prestigio de Nenúfar Jaguar y el poder político de Copán durante esa época. Una de las estelas más apreciadas por los visitantes a Copán es la estela P, que durante el siglo VIII fue trasladada al lugar que hoy ocupa cerca del altar Q. En la estela P aparece la imagen del undécimo gobernante de Copán, Humo Cielo (o Humo Serpiente). Aun más populares son las hermosas estelas comisionadas por 18 Conejo, decimotercer gobernante, que reinó desde el año 695 hasta el 738 d. de C. A él se atribuye la transformación de la escultura de Copán, que solía ser de bajo relieve, al alto relieve tallado en curvas pronunciadas que le han dado fama a las ruinas. Entre sus estelas se incluyen las señaladas con las letras A,B,C,D,F,H,y J y con el número 4. En el año 738 d. de C., 18 Conejo fue capturado y decapitado por un antiguo súbdito de Copán, el gobernante de la ciudad vecina Quiriguá, quien hizo construir algunas de las estelas más altas de la región maya. Yax Pac (Madrugada), el decimosexto gobernante, mandó reconstruir la Acrópolis y promovió un género novedoso de monumentos: las bancas o tronos labrados hallados en las zonas residenciales. Éstos han sido decorados con figuras de los bacabs o pauahtunes, los dioses mayas que sostenían el cielo y la tierra. Las zonas residenciales Los mapas de las ruinas residenciales del núcleo urbano han permitido definir dos grandes barrios: Las Sepulturas al noroeste y El Bosque al sudoeste. Desde diciembre de 1980 se ha realizado un extenso programa de excavación y restauración en Las Sepulturas. La zona de Las Sepulturas, situada al noroeste del Grupo Principal, consta aproximadamente de 40 conjuntos residenciales.De éstos, se han investigado solamente 18, con cerca de 100 edificios y más de 200 cuartos, que constituyen una muestra completa de la arquitectura doméstica urbana de los mayas. Las exploraciones en Las Sepulturas brindan una nueva perspectiva sobre la evolución de los conjuntos domésticos mayas, la composición de los grupos sociales que vivieron en ellos y sus actividades económicas, sociales, políticas y religiosas. El colapso Los resultados de las investigaciones arqueológicas indican que, en sus últimos años, la ciudad y el Valle de Copán sufrieron una acentuada disminución demográfica. La intensificación de los sistemas agrícolas parece haber acelerado el ritmo de degradación del medio ambiente. Hay indicios de una erosión masiva de los suelos. Posiblemente el medio ya no pudo sostener a la población. Trágico símbolo del final es el altar L donde, en el año 822 d. de C., el pretendiente al trono U Cit Tok mandó a construir un monumento conmemorado su acceso al trono, de la misma manera que lo hizo Yax Pac en el altar Q. El monumento nunca fue terminado, quedando la mayor parte de las fachadas sin esculpir. Con esta patética figura que no tuvo oportunidad de anunciar su reinado, llegó a su fin la poderosa dinastía iniciada por Yax K’uk Mo. El origen de los Mayas se remonta varios años atrás, sin embargo no es preciso dar una fecha exacta puesto que las teorías de su aparición se basan en estelas y puesto que solo se ha descifrado una tercera parte de los jeroglíficos mayas resulta imposible llegar a una conclusión clara. Se habla de fechas como la de "Placa Leyden" encontrada en Tikal en el año de 1864. Es un pendiente de jade grabado de 21.26 centímetros de largo por 7.5 de ancho, que se cree haya sido hecho durante el tercer cuarto del octavo baktun, u octavo ciclo de 144 000 días. Esta fecha de 8:14:1:3:12 corresponde al año 320 de nuestra era. También se puede hablar de la estela encontrada en Uaxactún que data del año 328 d. C.. Diciendo esto quizá nos preguntemos por que la cultura lleva aproximadamente 3000 años en la tierra si los vestigios más antiguos son de hace 1700 años, claro que también sería ilógico pensar que desde que nació realizó esas obras de arte, lo que nos lleva a pensar que tardó más de 1000 en formarse tal y como la mayoría de la gente la conoce. Esta cultura se civilizó por completo gracias a la ayuda de otras culturas como lo son la Olmeca, la Teotihuacana, la Azteca y quizá la más influyentes de las culturas, la Tolteca. La cultura Olmeca influyó notablemente, pero sobre todo entre los años 800 a. C a 200 a. C., en los grupos mesoamericanos que coexistieron con ella. En el área maya sur, la influencia olmeca se funde con las culturas locales y ambas dan lugar a otra gran cultura que gesta entre 600 a. C y 150 a. C, y que podemos llamar de Izapa. Muchos son los sitio que surgen en esta región, pero que destacan Kaminaljuyú en Guatemala e Izapa en Chiapas-México. En Izapa se rigen estelas acompañadas de altares (como lo hicieron los Olmecas), esculpidas con escenas narrativas y rituales que constituyen el antecedente directo de la temática del arte maya y de los principales conceptos religiosos. Los teotihuacanos (entre 500 y 600 d. C.) a través de un desarrollado comercio, ejercieron una fuerte influencia cultural en toda Mesoamérica, que se manifiesta en el ámbito maya en la cerámica y en algunos rasgos arquitectónicos y escultóricos, los cuales aparecen en ciudades del área central, como en Tikal, en el periodo clásico. Más tarde los mayas reciben influencias del altiplano central, sobre todo de los nahuas llamados toltecas; su religión en torno a Quetzalcóatl y el estilo artístico de su principal ciudad, Tula, se desarrollaron revitalizados en la ciudad de Chichén Itza. Hacia finales del postclásico, otros grupos nahuas llegan al área maya e influyen en el modo de vida y en la cultura de las áreas del Norte y Sur: los aztecas, que crean un gran imperio dominando a todas las demás culturas mesoamericanas. Religion Los antiguos mayas, como la mayoría de otros pueblos de su tiempo, tenían una religión politeísta basada en los atributos de la naturaleza y el espacio, así un dios podía ser identificado con el agua, la tierra e incluso con la muerte. Todas las creencias culturales de los mayas están fundamentadas en una concepción religiosa del mundo, ya que ‚este se concibe de origen divino y permeado por energías sagradas que determinan todo acontecer. Para los Mayas el universo está constituido en tres grandes partes que son: 1. El Cielo 2. La Tierra 3. El Inframundo En el cielo, dividido en trece estratos o niveles, residen los astros, que son los dioses Ixchel (la Luna) y Nohok Ek (Venus). El espacio celeste esta representado por Itzamná, el dragón que se representa como una serpiente emplumada de dos cabezas o un dragón. Este dios, que es el supremo en la religión maya, simboliza la energía fecundante del cosmos, que infunde vida a todo el universo. La tierra es una plancha plana que flota sobre el agua; pero también se concibe como un gran cocodrilo o lagarto en cuyo dorso crece la vegetación. Los mayas yucatecos la llamaron Chac Mumul Ain, <>. Quetzalcóatl o Kukulcán. El inframundo está dividido en nueve estratos; en el más profundo reside el dios de la muerte, Ah Puch, el "descarnado" o Kisin, "el hediondo" representados respectivamente como un esqueleto humano y/o un cuerpo corrupto. El cosmos fue hecho para la habitación del hombre, y ha existido varias veces, pues cíclicamente es ordenado por los dioses y destruido por una catástrofe, después de la cual se renueva. La finalidad de las creaciones y destrucciones del cosmos es la evolución de los hombres; así en cada ‚poca cósmica aparecen mejores hombres, hasta culminar con el que está hecho de maíz que es el de la época actual. Ese hombre es consciente y tiene la misión de venerar y alimentar a los dioses, para que ellos mantengan la vida del cosmos. Éstos conceptos religiosos fueron la base de un complejo ritual en cual alimentaban a los dioses por medio de ofrendas, que consistían en olores de flores, incienso, sabores de alimentos preparados, y sobre todo el espíritu de animales y de hombres que residían en la sangre y el corazón. Los mayas practicaron varios tipos de sacrificio, como la decapitación, el flechamiento, la inmersión en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá y la extracción del corazón. Los autosacrificios y sacrificios se practicaban en las complejas ceremonias religiosas relacionadas con los periodos calendáricos, que incluían oraciones, procesiones, danzas, cantos, bailes y representaciones dramáticas. En las fiestas, los sacerdotes y nobles ingerían bebidas alcohólicas, que se consideraban sagradas, por preparar al espíritu para el contacto con los dioses. |