Los profetas sobre la Porta della Mandorla en el exterior de la catedral de Santa María del Fiore están considerados como las obras más tempranas producto del funcionamiento independiente de Donatello. Sin embargo, hay controversias considerables sobre su atribución basándose meramente en pruebas de pagos hecho por la Opera del Duomo. Donatello recibió dinero en 1406 y 1408 como pago por el trabajo de las dos estatuas de los Profetas. Está en duda sí las dos figuras que se encuentran ahora sobre la Porta della mandorla, son estas en cuestión. Aparte de las diferencias estilísticas entre las dos figuras, la torpe manera en la cual se han llevado a cabo podría ser explicado por la inexperiencia de alguien que era todavía un joven artista.
En 1408, Donatello demostró ser un escultor de un calibre totalmente diferente cuando fue encargado de producir la estatua de marmol de David a tamaño natural para la tribuna del coro en la catedral. La composición de esta escultura, en una mano, está adaptada evidentemente a los modelos góticos. Los brazos del joven héroe son desproporcionadamente largos, y la postura que adopta es de impresionado. En la otra mano hay elementos presentes que regresan al repertorio clásico de las formas.