La práctica de sexo gay y lésbico es un atentado contra la ley de Dios. Las ciudades de Sodoma y Gomorra y otras tres más de las proximidades fueron destruídas con una lluvia de fuego y azufre a causa de este vicio nefando. Si tú estás entre los practicantes de esta clase de sexo contra-naturam, te conviene leer atentamente lo que viene a continuación. Si no abandonas definitivamente tus vicios y te arrepientes de tus ofensas contra Dios, debo advertirte que tu destino será ESPANTOSO.
La magnitud ilimitada del infierno gay
Carta de una condenada al terror eterno
Un homosexual cualquiera pendiente del abismo del dolor
La espantosa eternidad del sufrimiento infernal
El lesbianismo militante y la sodomía como vías de condenación