“LAS
ACTIVIDADES DE COMUNIÓN (COMER, ETC.) NO ESTÁN PERMITIDAS EN EL EDIFICIO DE
¿La
iglesia es el edificio?
Aquellos
que se oponen a que los hermanos coman dentro del edificio de la iglesia
muestran una bochornosa inconsistencia. No es extraño ver en las afueras de los
edificios donde estas personas se congregan la siguiente frase: “La iglesia de
Cristo se reúne aquí”. Al parecer entienden bien la diferencia entre el
edificio y la iglesia. Pero luego te dicen que no puedes comer “en la iglesia”,
refiriéndose al edificio. ¿Entonces creen que el edificio es la iglesia?
Nosotros no comemos en la iglesia sino en el edificio que pertenece a la
iglesia. Creemos que la iglesia son las personas.
Inconsistencia
El pasaje que
ellos frecuentemente citan para prohibir que los hermanos coman en el edificio
es éste: “Pues qué, ¿no tenéis
casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y
avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os
alabo” (1 Cor. 11:22). En sus
edificios ningún hermano come pero sí “beben” pues todos esos edificios tienen
por lo menos una fuente de agua, y a pesar de que el pasaje supuestamente
“prohíbe” también “beber” en el edificio de la congregación, ellos no ven
problema alguno en eso.
Además, si esto
era un mandamiento que regularía dónde debemos comer, entonces sólo podr{iamos comer en casa. Comer en restaurantes, en ríos o
playas, en el trabajo, etc. estaría prohibido también. Los viajes estarían
limitados, si el único lugar donde podemos comer es nuestr
propia casa. ¿Y dónde comerían los indigentes? ¿Qué esto es un extremo? Está
usted en lo correcto. Cualquiera puede darse cuenta que este pasaje está siendo
manipulado para hacerlo decir lo que no dice. Usted puede ver la insensatez de
la doctrina con la que algunos están perturbando a la iglesia del Señor.
Cuando se da inicio a una congregación, es natural que
las reuniones se hagan en las casa de los nuevos convertidos por un tiempo.
¿Significa esto que esos hermanos no pueden comer más en su propia casa
mientras la iglesia haga sus cultos allí?
Los cristianos del
primer siglo se reunían en sus hogares. “Las
iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con
la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor” (1 Cor. 16:19). Observe que este pasaje se encuentra en la
misma la misma primera carta a los corintios donde supuestamente se prohíbe
comer en el lugar donde se reúne la iglesia. Es extraño que Pablo no los haya
corregido en este error. Es más, nia él ni al
Espíritu Santo que lo inspiró parece molestarles que la iglesia se reuniera en
un lugar donde se “come y bebe” porque de ellos se expresa así: “Saludad a Priscila y a Aquila,
mis colaboradores en Cristo Jesús, que
expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también
todas las iglesias de los gentiles. Saludad también a la iglesia de su casa (Ro. 16:3-5).
Debe co mprenderse
que el concepto moderno de la iglesia reuniéndose en un lugar propio no era
practicado por las iglesis del primer siglo. La
iglesia se reunía a orar en la casa de María (Hch.
12:12). ¿Orar no es adorar? Ellos también se reunían en la casa de Lidia, en Filipos (Hch. 16). ¿Lidia no
comía en su casa porque allí se reunía la iglesia?
El Nuevo
Testamento no sabe nada acerca de edificios sagrados para las iglesias hacer
sus cultos los cuales se
contaminaran porque la gente comiera
dentro de ellos. Esa es una perversión moderna.
Lo que se prohíbe
en 1 Cor. 11:22 es mezclar la cena del Señor con los
alimentos comunes. Si eso se hacía entonces se perdía el respeto pot el significado y propósito de la cena del Señor. Eso
era lo que Pablo estaba prohibiendo. Si usted entiende la diferencia entre una
comida común y corriente y la cena del Señor, entonces no tiene problemas con
el mandamiento de 1 Cor. 11:22.