“NUEVO” ANTIISMO
¿Qué Es?
Puesto
de manera sencilla, antiismo se puede definir como “prohibir lo que Dios ha
permitido”. El antiismo crea estándares más estrictos que el de Dios al
establecer doctrinas que Dios no nos ha dado (comp. 1 Tim. 4:1-3). Al hablar
con ellos uno puede comprender que todas sus doctrinas tratan de cosas que
tienen que ver con lo que es o no conveniente. Así que, tal vez, un título más
apropiado para estos hermanos sea “hermanos anti-conveniencia bíblica”. En su
mayoría, estos hermanos toman asuntos de juicio personal y hacen de sus
opiniones leyes, ¡como si Dios las hubiera atado en el cielo! (Mat. 18:18).
Estos asuntos de juicio personal pueden abarcar temas tales como la
conveniencia de tener o no una cocina en el edificio de la iglesia, si
involucrarse o no en una obra benéfica a favor de aquellos que no son
cristianos, con dinero de la ofrenda, o si cooperar o no con otras
congregaciones locales en la obra evangelística.
Para
ilustrar mejor en cuanto a cómo toman asuntos de juicio personal y establecen
leyes donde Dios no ha dado ninguna, tomemos como ejemplo lo de tener una
cocina en el edificio de la iglesia. Seguramente todos los estudiantes
racionales de
¿Es
necesaria una cocina? ¡Claro que no! Incluso una cocina puede ser perjudicial
en algunos edificios debido a la pésima actitud de algunos miembros. Puede que
sea mejor no tener cocina bajo algunas circunstancias. Sin embargo, decir que
está mal tener una cocina en el edificio de la iglesia en todas las situaciones
porque, según la opinión de alguien, no es bueno en algunas ocasiones, ¡eso es
antiismo!
Un Movimiento A
Aunque
ninguna cantidad de antiismo es buena, hay un sentido en el cual el término
“nuevo”” antiismo refleja un cambio positivo. Algunas iglesias que se
identifican con el punto de vista anti están tomando un giro hacia la
izquierda, hacia el centro doctrinal del camino.
De
hecho, ya no es poco común saber de hermanos que conocen o han visitado
congregaciones que se han identificado por rechazar “que una iglesia apoye
instituciones humanas (orfanatos, hospitales, asilos de ancianos, colegios,
etc.), el arreglo de la iglesia patrocinadora y que la iglesia patrocine
actividades de recreación”, que estas mismas congregaciones ya no “presionan”
sobre las doctrinas que les dieron su identidad. Pareciera que los miembros más
jóvenes no supieran nada acerca de las cuestiones que surgieron a finales de
1950 y los primeros días de 1960, las cuales dieron como resultado que estas
congregaciones retiraran su comunión de aquellas que no aceptaban sus puntos de
vista en cuanto a cómo la benevolencia y el evangelismo debían ser
patrocinados. Debido a esto, en algunos casos, la semilla de la comunión
pudiera renacer.
Un Movimiento A
Lo
que es más trágico es el hecho de que algunos ven que se está desarrollando un “nuevo”
antiismo” en la iglesia hoy. Algunos, que anteriormente habían caminado juntos,
ahora se apartan el uno del otro, y esto basado en asuntos de juicio personal.
¿Están estableciendo sus opiniones como si éstas fueran la última palabra de
Dios? Como resultado de esto, han terminado retirando su comunión de todos
aquellos quienes no estén de acuerdo con ellos en cada detalle de sus
opiniones. Hombres que hablaron previamente en las conferencias en plena
comunión ahora se oponen con todas sus fuerzas a estos buenos esfuerzos de
otros. Parece que este “nuevo” antiismo está conduciendo a ciertos hermanos por
el mismo sendero que el “viejo” antiismo lo hizo con aquéllos de mediados del
siglo veinte.
Envidia Y Batalla Por El Poder
De
entrevistas con cristianos activos en la iglesia del Señor de los años 1950 y
1960, cuando el antiismo surgió, parece que la envidia y las luchas arrogantes
por el poder fueron en gran parte, sino principalmente, las causas que dieron
vida al antiismo entre las iglesias de Cristo, más que cualquier otra cosa.
Debido a que un segmento de la hermandad no estaba de acuerdo con que se
nombraran a ciertas personas para hablar en los programas nacionales de radio
patrocinados por las iglesias de Cristo, no solamente dejaban de involucrarse
en esta obra y con la iglesia que la patrocinaba sino que aun se oponían
activamente a ellos. Debido a que una obra evangelística en el extranjero,
patrocinada por muchas iglesias de Cristo estadounidenses, estaba teniendo
éxito, un cierto segmento de la hermandad estaba envidioso, llamaban “papa” al
misionero, y no solamente se negaban a apoyar esta obra sino que se oponían
activamente a las iglesias que la patrocinaban.
Aún
más, algunos quienes reflejan el “viejo” antiismo no lo hacen debido a un examen
objetivo de la evidencia sino a la mentalidad entreguista a un líder. Siguen
sus doctrinas porque le respetan, le aprecian y es a quien conocen.
Cuando
uno ve los eventos que dieron como resultado el antiismo, ¿no es este un
movimiento que nace de la envidia y la lucha por el primer lugar? ¿Si estos
eventos no hubieran tenido lugar habría “antis” entre nosotros? ¡Verdaderamente
la envidia es algo destructivo! (comp. Mat. 27:18)
Negativismo Constante
En
el primer capítulo de su libro, Conferencias
acerca de
Segundo,
el antiismo del siglo veinte se caracterizaba por el abuso y ataque verbal.
Warren decía: “Que el hecho de que abusen de ti no te lleve a abusar de otros…
Si alguno te representa mal no hagas lo mismo. Si alguien dice cosas feas de
ti, no hagas tú lo mismo con él” (comp. Mat. 7:12). En cambio, decía Warren,
oren por esas personas ya que “su forma de actuar habla claramente de la
profunda necesidad de su alma”. Al leer los artículos y boletines de estos
hermanos uno podría pensar que ellos odian el esfuerzo de otros por alcanzar a
los perdidos. ¡Uno creería que la gente que no está de acuerdo con ellos son
encarnaciones del mismo Satanás!
Comprendiendo
Puesto
que una mala comprensión de la conveniencia de ciertos actos parece ser el
corazón del antiismo, sea el “viejo” o el “nuevo”, es apropiado estudiar este
asunto con más detalle. La palabra “conveniente” significa: “Útil para efectuar
el resultado deseado; apto para las circunstancias u ocasión; ventajoso[2]”. También existe un
sentido negativo (como el de buscar lo que le conviene a uno sin importar si es
justo para otros), pero el significado básico del término es aquello que da
ventaja para hacer algo. Éste aparece 8 veces en la versión Reina-Valera de
1960 (Mat. 19:10; Jn.
11:50; 16:7; 18:14; 1 Cor. 6:12; 10:23; 2 Cor. 8:10; 12:1). La palabra griega sumphero (συμφέρω),
de la cual se traduce “conviene” aparece en otros lugares. Se
traduce “provecho” (1 Cor. 7:35; Heb. 12:7), “beneficio” (1 Cor. 10:33), “útil”
(Hch. 20:20), “mejor” (Mat. 18:6).
De
particular interés son las referencias en 1 de Corintios: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas
me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” (6:10) y “Todo me es lícito, pero no todo conviene,
todo me es lícito, pero no todo edifica” (10:23). En estos versículos la
palabra griega traducida “conviene” (sumphero) significa “ayudar, conferir un
beneficio; ser ventajoso, provechoso o útil[3]”.
Deben
considerarse dos verdades acerca de la conveniencia. Primero, ninguna acción
ilícita puede hacerse convenientemente. Es decir, no hay circunstancia en la
que Dios permita a alguien hacer algo malo provechosamente (comp. Ro. 3:8).
Segundo, no sólo porque una acción es lícita, ésta será siempre conveniente.
Todas las acciones lícitas no necesariamente edifican (1 Cor. 10:23 comp. 1
Cor. 8:1-13). Además, la búsqueda ilícita de algo lícito constituye esclavitud,
y eso resulta en pecado (1 Cor. 16:2 comp. Ro. 6:16).
El
principio de la conveniencia aplica de la siguiente manera. Todas las acciones
deben tener autoridad bíblica (Col. 3:17 comp. 2 Jn. 9-11).
En
la mayoría de las acciones autorizadas existen áreas de conveniencia. Por
ejemplo,
Lo
que es conveniente para una congregación puede que no lo sea para otra. Esto no
significa que lo conveniente sea antibíblico para una congregación. ¿Con qué
autoridad el antiismo dice a las congregaciones por todo el mundo lo que no
pueden hacer en asuntos de conveniencia y luego si no les obedecen les quitan
la comunión?
Conclusión
Ninguna
cantidad de antiismo es aceptable para Dios (comp. Apo. 22:18-19). Aunque hay
optimismo porque el “viejo” antiismo se está moviendo hacia el centro, hay
mucha frustración debido al “nuevo” antiismo. Algunos que están involucrados
con él saben de las trágicas consecuencias de 1960. Todos nosotros debiéramos
aprender las lecciones de la historia. ¿Por qué algunos hacen obligatorios sus
puntos de vista y rompen comunión con otros que no están de acuerdo? Tratemos
de guardar “la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz” (Ef. 4:3).
[1] Thomas B. Warren, Lectures on Church Cooperation and Orphan Homes (1958;
Jonesboro, AR: National Christian Press, 1963) 35.
[2] Webster’s New World Dictionary, Third College Edition, 1986.
[3] Walter A. Bauer, A
Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature,
2nd rev. ed. by William F. Arndt, F. Wilbur Gingrich, and Frederick W. Danker
(Chicago: University of Chicago Press, 1979) 780.