Edit. #25, RD, Curiosidades de la Primera Dama
Rodolfo de la Cruz, Diario la Prensa NYC
09/01/05
Las cosas que suceden en mi empobrecido país, son como para sentarse en una esquina cualquiera del “surco latinoamericano”, no se si a ponerse uno a reír o a llorar, aunque en honor a la verdad, también creo que los dominicanos, de las tantas desgracias y malos gobernantes que hemos soportados en los últimos años, tenemos los depósitos de lágrimas vacíos.
Juguetes a niños de Miami-Florida: Usted sabe el descaro que significa el hecho de que la flamante primera Dama de República Dominicana, en componenda de su compadre —el actual Cónsul General de mi país en Florida, Javier González, viaje a ese estado en compañía de una pandilla de “damitas y otros alcahuetes” a repartir juguetes a los “niños pobres de Florida”. ¡Cuánta falta de respeto a la dignidad humana de los dominicanos!, yo diría que hasta de los haitianos.
Usted sabe la cantidad de niños en Haití y República Dominicana que sueñan con un simple juguete... usted sabe la cantidad de niños que mueren a diario en casas y hospitales por falta de medicamentos y alimentos, desnutridos. No señora, déjese de semejante abusos y falta de respeto a todos los niños pobres de mi país y hasta de la vecina Haití.
Pero esto no es raro en la Primera Dama y su esposo, el presidente Leonel Fernández, mientras ésta viajó hasta Irlanda en busca de supuestas inversiones y turismo para el “oscurecido país”, regresando con las manos vacías de sus propósitos, pero si cargadas de costosas mercancías para su uso personal y de sus amigas y adulones, su esposo, Leonel Fernández Reyna, viajaba a Sánchez-Samaná.
Para el viaje a esa provincia dominicana, el Presidente que prometió en su discurso de toma de posesión una austeridad a raya, solamente para los pobres, llegó allí nada mas y nada menos que en cuatro (4) helicópteros y más de 50 yipetas de lujos.
Los ciudadanos de la empobrecida provincial, en vez poner atención a los falsos-demagogos ofrecimientos del presidente, se dedicaron a criticar la abundancia de vehículos de lujos aéreos y terrestres… ¡Cuanta falta de respeto a un pueblo que se desangra!.
Oh Quisqueya, indómita y brava, ¿cuál será el futuro de tus humildes hijos?
Rodolfo de la Cruz vive en Reynoldsburg, Ohio.