En
nuestro país durante más de cuarenta y cuatro años los
partidos tradicionales se han repartido el poder
político y los recursos del Estado. Ellos, con los
dineros que les entrega la Junta Central Electoral
provenientes de los impuestos que paga el pueblo, y los
que se procuran algunos de sus miembros en forma no
lícita, realizan promoción política motivando a los
electores y electoras para que el próximo 16 de mayo
vayan a las urnas a elegir a los que, supuestamente, les
van a representar en la Cámara de Diputados, el Senado y
en los ayuntamientos.
No siempre
el pueblo debe desempeñar el papel de víctima de las
maquinaciones, las mentiras, los engaños y las estafas
políticas reiteradas por los politiqueros profesionales
que aspiran a continuar engatusando a los que, animados
de la mayor buena fe, caen en la trampa de legitimar las
actuales instituciones.
Los
procesos electorales hacen posible que los ciudadanos y
ciudadanas burlados por los partidos, y por candidatos
que en otras oportunidades se han vendido como opciones
políticas confiables y decentes y luego han resultado
todo lo contrario, a sancionarlos en las urnas o fuera
de ellas.
Precisamente, ahora, el próximo 16 de mayo, los votantes
siempre burlados por los politiqueros que aspiran a
seguir formando parte del Congreso y los ayuntamientos
deben sancionar con la abstención a los que han
desnaturalizado la democracia y prostituido las
instituciones.
Como una
forma de alertar al electorado, un grupo de dominicanas
y dominicanos hemos decidido coordinar acciones para
denunciar la trampa, el engaño, la farsa, la estafa
política llevada a cabo por los eternos manipuladores y
comerciantes de la política.
En
reiteradas ocasiones hemos escuchado a personas de bien
expresar su indignación por el engaño de que han sido
víctimas de parte de los politiqueros que en cada
proceso electoral ofrecen una cosa y luego hacen otra y,
en el peor de los casos, se comportan como elegidos
indecentes en el Senado, la Cámara de Diputados y en los
ayuntamientos.
Los no
comprometidos con el negocio de la política, ante las
próximas votaciones congresuales y municipales, llamamos
a los electores y electoras a no votar, como una forma
de castigar a los que engañan al pueblo, e impedir
legitimar las hoy instituciones infuncionales, podridas,
corrompidas y desacreditadas por las acciones
bochornosas de la generalidad de los que resultan
elegidos. |