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Edit. #69, El sorprendente viraje del PLD
Miguel Cruz
Tejada, Diario la Prensa, NYC
08/28/06
Cuando el profesor Juan Bosch concibió la creación del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo hizo —de
acuerdo a mis estimaciones— por dos razones: la primera,
quería desprenderse de los dirigentes perredeístas que él
llamó “inmorales, corruptos y degenerados”. La segunda: tuvo
la seria intención de distanciarse de los partidos que
entonces se bautizaban como los del sistema.
Y este último propósito, lo consiguió medianamente, cuando
intentando fabricar un partido de cuadros, reclamó la
formación política y teórica como primer paso a la
membresía. Recordemos los llamados “Círculos de Estudios” a
los que hasta los más aguzados dirigentes peledeístas, les
temían. Además, Bosch impuso tareas partidarias prácticas
como un número específico de ventas del periódico
Vanguardia del Pueblo y una cantidad de militantes
reclutados.
La verdad es que el sistema veía en aquel entonces al PLD
como el “cuco” no sólo de la oligarquía, sino también de la
iglesia católica, las Fuerzas Armadas y los sectores
mediáticos que le hacían el juego a los encumbrados en el
poder.
Muchos trataron de desacreditar la odisea, pero Bosch, a
quien he considerado como uno de los grandes maestros del
siglo XX era no terco, sino persistente en sus objetivos.
Sus sueños quedaron truncos, cuando la odiosa e
incontrolable enfermedad del Mal de Alzheimer, lo acosó
hasta la demencia, llevándolo, con otras complicaciones a la
tumba, no sin antes, ser utilizado de manera vil por sus
propios seguidores y poniéndolo en ridículo ante el mundo,
hacer que se abrazara con su más frontal enemigo político,
el doctor Joaquín Balaguer.
Se paría el mal llamado “Frente Patriótico Nacional”,
incubación y mezcla de sectores chocantes que diluyó las
metas boschistas. Desde entonces el PLD ha dado un
sorpresivo viraje que lo sitúa en este momento como el
modelo a no ser seguido por el pueblo.
No hubo en más de dos décadas de existencia partidaria, un
solo certamen interno peledeísta, que no fuera ejemplo de
rectitud, compañerismo, solidaridad, comprensión y
democracia casi absoluta. Pero desde los aprestos
convencionales del año 2000 en los que se dio un zarpazo de
muerte a las aspiraciones del doctor Jaime David Fernández
Mirabal, hoy reciclado, el PLD demostró que nunca e interesó
el país. Y que eso de “Servir al pueblo para servir al
partido”, es un lema que ya no tiene vigencia. Los violentos
espectáculos por empleos a comienzos de gobierno, los
escándalos de corrupción, la agresividad, petulancia,
arrogancia e indiferencia despótica, con que los
funcionarios morados miran hacia el pueblo, los sigue
manteniendo desconectados en un ciento por ciento de sus
propias y del pueblo. Y para ponerle la “tapa al pomo”, el
VII Congreso doctor Rafael Kasse Acta, lo dijo todo. En ese
evento, hubo desde imposiciones palaciegas, amenazas de
cancelaciones, agresiones, robos de urnas y tiroteos que por
suerte no cobraron vidas.
Leonel admite públicamente que “es posible que Quirino
cooperara con su campaña”, pero que nunca lo conoció
personalmente y se declara como una “víctima” de la
infiltración del narcotráfico en los partidos políticos. ¿Se
había visto más cinismo de alto nivel?
Seguir desplazándome por todo lo que ocurre en las esferas
del gobierno y dentro del PLD, obligaría a espacios
indefinidos en páginas periodísticas, pero lo que he
reseñado, es sólo una muestra breve de los asomos que se
están manifestando, reflejo de lo que les espera a todos los
dominicanos.
Por suerte “ese muerto no es mío”.
Rodolfo de la Cruz es un periodista que reside en NYC.
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