Estoy atrapada entre las redes
de esta secreta y nunca consumada pasión.
Prisionera de la tercera opinión,
raptada por tu belleza,
oprimida por las apariencias...
¿Cómo puedo apagar este fuego
que siento en mis entrañas
cuando tan cerca me hablas?
¡Ay, mujer de azúcar!
eres mi adorado y secreto tormento
Pero ante tanta ignorancia,
ante tanta hipocresía,
me declaro inmensamente culpable
de desearte desesperadamente
y de soñar con un imposible
encuentro de amor...
Sueño con tus manos recorriendo mis pechos
y yo con mi boca devorando los tuyos
Metida en esta cárcel de silencio,
ni tú misma imaginas
la vorágine de mis secretas pasiones
Mas sé que lo presientes
y por eso, mi dulce ninfa secreta,
me obsequias esas grandes pequeñeces
que colorean con salpicaduras
de placer mis días....
Tus piernas torneadas se entreabren
discretamente, sólo para mí.
Tu blusa se desabotona traviesamente
frente a mí, dejando ver ese par de perlas rosas,
veo el subir y bajar de tu pecho,
al compás de tu respiración,
disfruto ver tu lengua deslizarse
sensualmente por tus labios de coral,
y esos descuidados roces de caderas...
Me estremece tu picardía,
sé que quieres provocarme.
Tus ojos me gritan a toda voz
que sea valiente, que salte la verja,
que rompa los barrotes,
que me atreva y de una vez
te coma a besos esa boca
irreverente y con caricias
locas, libres, espontáneas
te lleve hasta ese mundo
exquisito y sensual
que sólo una mujer puede ofrecer a otra
Eres mi dulce secreto,
eres el tormento ansiado.
Sólo en la soledad y oscuridad
de mis noches,
puede libremente poseerte,
besarte, devorarte toda,
verte desnuda y con esa imagen
corro desesperada a encontrarme
con el volcán de placer
que me procuro,
soñando con tu cuerpo,
con tus pechos, con tu vientre
mi adorada ninfa del silencio.
Eres mi dulce y secreto tormento...
Te deseo, te deseo, te deseo.
Te beso, te amo, te deseo.
©Secreta~
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