El individuo como tal, no
es una entidad estable, inalterable.
La creencia de que se es alguien,
(alguien como algo que existe per se) es tan sólo una ilusión.
Por el contrario, el ser humano
existe en la medida que se relaciona;
De hecho "Es" la forma que se
está relacionando en un momento determinado.
El comportamiento de una persona
depende por entero de las condiciones en el momento en que se está
relacionando y no se trata de una constante.
Personalidad, que viene del
Griego Persona, significa máscara y es el personaje que adoptamos
en determinadas circunstancias, en primer lugar para proteger y asegurar
nuestra aparente individualidad.
Estar atento a las reacciones
impulsivas, ayuda a descubrir los códigos repetitivos de comportamiento
que procuran que los demás nos vean siempre como el mismo.
Es empezar a decodificar nuestro
comportamiento defensivo y progresivamente nos permite relacionarnos desde
un ser más auténtico, anterior a la máscara de nuestras
relaciones cotidianas.
Es abrir nuestra consciencia
hacia una realidad más amplia
trascendiendo el estado larvario
de un ser humano mezquino y egolatra,
Para romper la coraza, desplegar
las alas y constatar una realidad más amplia que la observada desde
ese soporífero capullo protector.
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