“tic... tac... tic... tac…”

 

“Un solitario reloj de pie provocaba ese sonido... tic... tac... tic... tac...”

 

“El péndulo dorado de aquel reloj desgastado por los años se balanceaba de un lado a otro, brillando de manera extraña con el compás del golpeteo de las manecillas”.

 

“tic.. tac... tic... tac…”

 

“Ese reloj no es la única cosa que estaba presente, sino también muebles distintos, gaveteros llenos de platos, vasos y otros trastos... y una mesa larga colocada en el centro de lo que podríamos llamar un salón comedor”.

 

“Y en esa mesa... una mujer se encontraba recostada... sosteniendo una botella de vino casi vacía... la mujer parecía dormir, sin ser molestada por el golpeteo del reloj”.

 

“tic... tac... tic... tac…”

 

“DANG… DANG… sonaron dos campanadas”.

 

“La mujer se despertó del susto, pero sin levantar mucho su cabeza. Su cabello largo estaba completamente despeinado, y en sus ojos somnolientos se notaban unas pequeñas, pero brillantes lágrimas, que no habían terminado de caer en aquel barranco de sus mejillas”.

 

“Una pequeña caja de música comenzó a sonar, inundando con su melancólica música toda la habitación... se escuchaba lejana, pero a la vez, se escuchaba cercana”.

 

“La mujer hizo a un lado la botella de vino y se levantó de la silla que la mantuvo apoyada toda la noche... bueno, ella pensaba que eran las dos por las campanadas, pero no sabía si era de día, o de noche”.

 

“Ella vestía un largo camisón blanco, cubierta apenas por una pequeña chaqueta de lana, y su cabello rebelde no se le separaba de los ojos, haciendo que se tropezara de cuando en cuando mientras se acercaba a una ventana que tenía las cortinas cerradas”.

 

“Tomó el cordón de la cortina, y exhalando un largo suspiro, abrió las cortinas”.

 

“En consecuencia, la mujer se cubrió la cara con sus manos a causa de la fuerte luz que ahora iluminaba el salón”.

 

“Cuando pudo acostumbrarse a la luz, sus doloridos ojos miraron al exterior. Un jardín se extendía al frente con un fragante olor a hierba, pero a pesar de eso, la niebla que la cubre era tan espesa, que el sentimiento de alegría que provocaba ese olor se disipa en su corazón, y la melancolía vuelve a inundarla... perdió la alegría... y también perdió algo más”.

 

“Esa no era una casa cualquiera... era una mansión”.

 

“El lugar donde vive tiene un nombre... Massachussets, USA.”

 

“El año en cuestión... 1945”.

 

“Y la dueña de la mansión tiene un nombre... un nombre que se ve en un pequeño letrero a un lado de la puerta de la casa”.

 

MANSIÓN SAOTOME

 

 

EL CUBO DE LOS ESCRITORES

 

Escrito por Starknight

 

CAPITULO 14: LOS INTRUSOS

 

 

“La Segunda Guerra Mundial ya ha causado estragos muy profundos en los Estados Unidos. Muchas familias se han mudado a otros sitios con la esperanza de encontrar un mejor lugar para vivir, pero otros se han quedado, esperando defender todo lo que es de ellos a costa de sus vidas”.

 

“A veces el precio es la muerte... pero existe otro precio, mucho más doloroso y amargo... la soledad”.

 

“Después de un momento, te acostumbras, pero más tarde, ya pides a gritos que haya alguien a tu lado”.

 

“Ese era el precio que pagó la señora Lina Saotome, quién se quedó en la mansión a esperar el regreso de su esposo, quién partió a la guerra a cumplir su deber como soldado”.

 

“Encima de uno de los muebles, había una fotografía en blanco y negro... una mujer radiante y con un semblante más joven abrazaba a un hombre de uniforme, quién tenía la pose militar mientras esbozaba una tonta sonrisa”.

 

“Lina tomó la foto, y después de observarla un rato, la abrazó contra su pecho, mientras gemía en silencio”.

 

Lina: ¿cuándo...? ¿cuándo vas a volver... Stark?

 

“Inmediatamente puso la foto en el lugar de donde la había tomado, encendió una vela, cerró las cortinas, y comenzó a caminar en los pasillos que se veían oscuros de aquella casa, iluminados únicamente por la tenue luz de la vela”.

 

 

¿¿??: vamos, apúrense o llegaremos tarde (dijo la voz de una mujer).

 

“Cruzando el umbral enrejado de la mansión, y caminando por el jardín de hierba, se iban acercando tres personas hacia la mansión como si llevaran mucha prisa. El primero era ya un hombre mayor, la segunda era una joven más pequeña, y la tercera era de un tamaño mediano comparado con los otros dos. El primero era de cabello negro y bastante alto, la segunda apenas llegaba a los 15 años y de apariencia inocente y sumisa, y la tercera era de cabello castaño, en cuyos ojos se reflejaban unos pensamientos ocultos, cuyos objetivos no serían rebelados hasta su debido momento”.

 

Hombre: así que estamos aquí (dijo en voz baja mirando los alrededores).

 

Mujer: espero que nos acepten aquí, o estaremos perdidos (dijo acomodándose un chal a causa del frío).

 

“La niña no mencionó una sola palabra durante el camino hasta la casa”.

 

“Los tres llegaron a las grandes puertas de la mansión, y sin perder tiempo, tocaron a la puerta. Pasaron un rato esperando hasta que Lina les abrió la puerta; ella estaba arreglada y su cabello estaba peinado, pero su rostro permanecía serio. Durante un rato, Lina los observó en el umbral de la puerta, escrutándolos con la mirada cómo si hubieran llegado de improvisto”.

 

Mujer: buenas tardes tenga usted... vinimos para saber si tenía trabajos para nosotros.

 

“Lina los miraba extraño como si no supiera de que estaban hablando”.

 

Mujer: hemos viajado durante muchos días y no tenemos donde quedarnos... y nos gustaría que nos hospedara y nos diera trabajo como solicita en su anuncio de periódico... solo necesitamos un lugar para vivir.

 

Lina: ah... esta bien, pasen adelante (dijo abriéndoles la puerta).

 

“Después de que los tres visitantes pasaron, Lina detuvo a la mujer que habló con ella”.

 

Lina: creo que aún no tengo el placer... ¿podría decirme su nombre?.

 

Mujer: lo siento, no me he presentado... me llamo Camila ^^.

 

***

 

“Las que antes eran habitaciones oscuras ahora estaban iluminadas por las cortinas abiertas. Lina les hacía el recorrido de la casa indicándoles donde estaba cada cosa, y cada vez que salían de una habitación, ella cerraba la puerta, cosa que extrañó a los tres visitantes”.

 

Lina: una regla importante que deben saber, es que siempre que salgan de una habitación, deben cerrar detrás la puerta ¿quedó claro? (dijo mirándolos seriamente).

 

“Los tres asintieron mientras eran dirigidos a una amplia sala comedor, completamente iluminada por el sol de la tarde”.

 

Lina: me gustaría que me ayudara a cerrar las cortinas, señor...

 

Hombre: me llamo Skywalker... Ryoga Skywalker (dijo haciendo una media reverencia).

 

“Entre los dos cerraron rápidamente las cortinas de la sala, inundándola en una manta de oscuridad que solo era aplacada por el resplandor de varias tenues lámparas”.

 

“Cuando terminaron, Lina se acercó a la joven que no había dicho una sola palabra desde que llegaron a la mansión”.

 

Lina: y tu, ¿cómo te llamas? (dijo sonriéndole).

 

“La joven de cabello largo no le contestó, mirándola de un modo sumiso y lleno de temor”.

 

Lina: ¿qué te ocurre, te comieron la lengua los ratones?

 

Camila: ella no puede hablar, ha estado así desde hace varios años... se llama Nadia y la he cuidado desde hace un buen tiempo.

 

Lina: gusto en conocerte, Nadia (dijo extendiéndole la mano, que aceptó aún sin tener confianza).

 

“Luego de las presentaciones, Lina y sus acompañantes caminaban por cuartos cada vez más oscuros. El ambiente era lúgubre y solitario, y la oscuridad de una u otra manera resentía los cuerpos de los tres, pero Lina ya estaba acostumbrada a estar envuelta en ese manto de silencio”.

 

Lina: señor Skywalker, ¿a qué puede dedicarse aquí?

 

Ryoga: mi último trabajo fue el de jardinero, señora Saotome.

 

Lina: después le daré las herramientas para que empiece a trabajar desde mañana... ¿y usted señora Camila?

 

Camila: yo puedo cocinar y hacer limpieza, y Nadia me puede ayudar en los quehaceres de esta casa tan grande.

 

Lina: después lo decidiremos... ahora hay que subir, quiero que conozcan a alguien

 

“Sin darse cuenta, llegaron a un salón de estar bastante pequeño, con una escalera que llevaba al piso superior que inmediatamente comenzaron a subir. Allí estaba presente la misma oscuridad de todas las otras habitaciones”.

 

Ryoga: ¿por qué las habitaciones son tan oscuras, señora... si disculpa çmi atrevimiento? (preguntó después de subir las escaleras).

 

Lina: es... por mis hijos (dijo casi en un susurro).

 

“No caminaron mucho cuando llegaron a una puerta cerrada, que se encontraba en la entrada de un pasillo hacia el ático de la casa”.

 

Lina: la casa siempre debe estar así de oscura porque mis hijos están enfermos... tienen una enfermedad muy rara.

 

Camila: es una lastima que los más pequeños de la casa sufran enfermedades... cuando deberían estar correteando e inundando todo de su alegría rebosante... ¿de que están enfermos?

 

Lina: ellos sufren de Foto dermatosis aguda... no pueden estar en contacto con luces que sean más fuertes que esta vela... la luz del sol los mataría.

 

“Cuando Lina terminó, unas lágrimas rebeldes brotaron de sus ojos, pero no fueron advertidas por los tres visitantes. Abrió la puerta de la habitación de los niños, y los llamó dulcemente. No hubo respuesta por un rato hasta que escucharon un movimiento de sabanas”.

 

Lina: espérenme aquí, estaban durmiendo su siesta (dijo entrando al oscuro cuarto).

 

“Al cabo de un rato, Lina regresó de la mano de dos niños (una hembra y un varón) que no pasarían de los 7 años de edad. El primero se restregaba los ojos mientras cargaba un oso de peluche, y la segunda llevaba un largo camisón y un conejo de felpa negro con manchas blancas”.

 

Lina: él es el Gato, y ella es Gata Lunar (dijo con una sonrisa más amplia, como de orgullo).

 

Camila: hola corazones, me llamo Camila, y ellos son Nadia y Ryoga ^^.

 

“Los dos niños saludaron a los extraños visitantes con un poco de temor, pero en confianza por la presencia de su mamá”.

 

Lina: ¿tienen hambre niños? Llevan durmiendo bastante rato

 

“Los dos asintieron mirando a su mamá”.

 

Lina: por favor señora Camila, acompáñeme a la cocina (dijo tomando de la mano a sus hijos y metiendolos al cuarto)

 

Camila: llámeme Camila a secas, está en confianza ^^

 

“Pero antes de ir a la cocina, se acercó a otra habitación cerca de las escaleras, indicándole que esa sería la habitación de ella y Nadia, y llevando a Ryoga a otra habitación más apartada”.

 

***

“Luego que los niños se sentaron en la mesa de la cocina, Lina le entregó un manojo de llaves a Camila indicándole que eran las todas las llaves de la casa y después se retiró dándoles un beso a sus dos hijos. Después de un rato, Camila les sirvió un plato de comida a cada uno”.

 

Camila: será mejor que coman niños, o si no los va a regañar su mamá.

 

“El Gato fue el que comenzó a comer, pero Gata Lunar solo jugaba con su comida. Su rostro, a pesar de ser una niña, era triste”.

 

Gato: Gata, tienes que comer (le dijo con su cubierto en la boca).

 

“Pero la Gata no contestó, solo jugueteaba con su comida”.

 

Camila: Gata, le diré a tu mamá que no quieres comer (dijo arrodillándose a su lado).

 

Gata L: mi mamá está loca ¬¬

 

“El Gato abrió los ojos por lo que escuchó, mientras que Camila la empezó a mirar extraño”.

 

Camila: ¿que quieres decir con que tu mamá está loca?

 

Gato: NO LE CUENTES >: (

 

Gata L: TENGO QUE HACERLO.

 

Gato: NO LO HAGAS, NO LE CUENTES

 

Camila: ¡Basta los dos, quiero saber que pasa! (dijo levantando la voz).

 

“Gata Lunar estuvo un rato callada. Su hermano le negaba con la cabeza”.

 

Gata L: cuando papá se fue, se volvió loca... nos gritaba a cada rato

 

Gato: NO LE DIGAS NADA >: (

 

Lina: ¿qué son esos gritos? (dijo asomándose por la puerta).

 

Gata L: nada mamá (dijo mientras comía).

 

“Camila disimuló a la perfección la conversación que tuvieron mientras se levantaba a lavar los platos, mientras que el Gato miraba a su hermana como si la regañara con la mirada”.

 

Gata L: la otra gente me dijo que mi mamá se volvió loca.

 

“Camila volteó rápidamente a ver a la niña, mientras que el Gato comenzaba a temblar”.

 

Camila: ¿qué otra gente? (dijo con un semblante de preocupación).

 

Gato: no existe la otra gente, mentirosa.

 

Gata L: si existe ¬¬

 

Gato: ¡No existe! >: (

 

“Los dos nuevamente comenzaron a discutir, pero Camila logró evitarlo apurándolos para comer y acostarse a dormir, y así evitar que Lina se asomara otra vez en la cocina”.

 

*** *** ***

 

“La mañana siguiente llegó tranquila y serena. Los pocos rayos del sol que se veían lograban perforar las nubes que evitaban que se viera en todo su esplendor. Afuera, Ryoga comenzaba su trabajo de jardinería barriendo las hojas secas y caídas de la víspera de Otoño, mientras que Camila y Nadia se encargaban de las labores de la casa”.

 

“La oscuridad en el interior seguía siendo casi impenetrable en las habitaciones cerradas, y en la habitación de los niños, donde deberían escucharse risas y mucha alegría, solo había silencio. La única luz que penetraba en la casa, era en los lugares donde se encontraba la señora Saotome, que estaba sentada en el sofá de una sala de las casas tejiendo un par de suéteres para sus hijos. Camila entró a la habitación vistiendo un vestido viejo y un delantal, mientras barría el polvo acumulado del suelo. Fue después de un rato que se percató de la presencia de Lina”.

 

Camila: señora Saotome, no pensé que estuviera aquí

 

Lina: solo llámeme Lina, no hay problema (dijo levantando apenas la vista).

 

“Cuando se acercó a Lina, se detuvo frente a la apagada chimenea que se encontraba en la habitación. Sobre ella vio colgado el cuadro de un hombre mayor, cuya mirada rígida inspiraba temor como si de un oficial del ejercito se tratase”.

 

Camila: disculpe la molestia... ¿quién es ese señor?

 

“Lentamente Lina arrugó el ceño, y sus manos apretaron con fuerza las agujas con las que tejía. Su semblante cambió como si una furia contenida estuviera a punto de estallar como un volcán en erupción, pero al poco rato se contuvo”.

 

Lina: el... era mi padre.

 

Camila: lo siento, no quise...

 

Lina: no hay cuidado... menos mal que se fue ¬¬

 

Camila: ¿no se llevaba bien con su padre? (dijo sentándose cerca de ella en otro sillón).

 

Lina: el nos maltrató a mi mamá y a mi cuando era pequeña... lo único que hacía era beber y golpearnos cada vez que podía... ya lleva muerto bastante tiempo, pero el odio que siento por él sigue siendo tan vivo y fresco como cuando me golpeó por primera vez >: (

 

Camila: no pensé que usted haya tenido tantos problemas, lo lamento mucho (dijo levantándose).

 

Lina: menos mal que murió, nunca hubiera permitido que tocara a mis hijos... lo hubiera matado yo misma en ese momento.

 

“Cada vez que levantaba la mirada hacia el retrato, los sentimientos de odio y rabia escapaban como llamaradas”.

 

Camila: si ese cuadro la molesta tanto, por que no lo quita?.

 

Lina: por que me recuerdan todo lo que jamás voy a hacerles al Gato y a la Gata Lunar (dijo mientras continuaba con su actividad).

 

“Camila le pidió nuevamente disculpas por haberla obligado a contar su historia, y continúo con su oficio dejándola sola”.

 

“Al mismo tiempo, Gata Lunar abría una cajita de música en su habitación, de la cual una triste y melodiosa tonada comenzaba a escucharse mientras el flautista de la caja cobraba vida nuevamente, inclinándose al son de la música”.

 

“La tomó nuevamente en sus manos, y la acomodó como si se la fuera a entregar a alguien”.

 

Gata L: esta es... mi tonada que más me gusta.

 

“Hablaba con tanta naturalidad que pensaba que tenía a alguien al lado, pero estaba completamente sola en aquella habitación alumbrada por la tenue luz de una vela”.

 

*** *** ***

 

“La noche había llegado, y con ella la gran mayoría de las ventanas se abrieron dejándole paso a una Luna Llena que alumbraba los jardines húmedos que rodeaban a la mansión Saotome. Los niños ahora tenían más libertad para caminar por la casa, y ahora se dirigían al gran comedor para cenar. El frío calaba hondo en los huesos de Nadia, de Ryoga, Camila y los niños. Lina aún no bajaba de su habitación”.

 

“Ryoga y Nadia fueron a comer a la cocina, mientras que Camila les servía la comida a los niños primeros”.

 

Camila: espero que no empiecen a pelear como anoche (dijo con un tono de reprimenda).

 

“En ese momento Camila se dio cuenta de unos papeles que estaban debajo de Gata Lunar, aplastándose por su peso en la silla”.

 

Camila: Gata, ¿qué es eso? (dijo señalando los papeles).

 

“Gata Lunar se estremeció, y el Gato comenzó a mostrar la curiosidad típica de su edad”.

 

Gata L: no es nada

 

Camila: mentir es malo, dime que escondes (dijo acercándose).

 

“Gata Lunar sacó los papeles sobre los que se había sentado, y se los enseñó a Camila. Cuando esta los vio, se quedó momentáneamente paralizada”.

 

Gato: ¿qué es?, quiero saber.

 

“Gata Lunar fue la que contestó”.

 

Gata L: son dibujos... de la otra gente.

 

“En el dibujo, por supuesto con la calidad de una niña de su edad, había un hombre de copete con el nombre de Anji, una mujer con el nombre de Zaeta, y un muchacho extraño, con un atuendo tipo túnica de color azul y blanco, con la imagen de una corona con alas. Cada uno de los dibujos tenía un número”.

 

Camila: ¿qué significan estos números? (dijo mirando el dibujo del muchacho de la túnica).

 

Gata L: las veces que los he visto, y al de la ropa rara mucho más.

 

*** *** ***

“Antes de que Lina se hubiera ido a dormir, miraba fijamente la foto de su esposo que aún se encontraba en la Guerra sin dar una señal de vida. Ni una carta o telegrama llegó después de mucho tiempo y eso la estaba matando por dentro… no sabían si estaba herido o peor aún, muerto”.

 

“Las melancólicas notas de la cajita de música llegaban hasta su puerta provocando en su rostro unas lagrimas salvajes que le marcaban las mejillas. Se levantó de la silla frente a su peinadora y lentamente se acercó al cuarto de los niños. Aún era bastante oscuro pero la costumbre de vivir en esa oscuridad profunda hizo que se acostumbrara a las luces de las velas.”

 

Lina: aún no se duerme la niña rebelde, tendré que regañarla (dijo sonriendo).

 

“Pero al llegar al cuarto de los niños y verlos acostados, se dio cuenta que la tonada musical no provenía del interior, sino de otro lado”.

 

“Caminó un poco más nerviosa hacia los cuartos de los sirvientes, pero la música tampoco provenía de allí. El miedo comenzó a invadirla pensando que algún ladrón o enemigo de guerra se había metido en la casa”.

 

“Tomó una escopeta que guardaba en su armario, y tragando saliva, bajó hasta la sala de la casa. La tonada triste se hacía cada vez más fuerte confundiéndose con el silbido del viento que movía las ramas de los árboles lejanos en una danza espeluznante. Apenas llegaba la luz de la luna cubierta por los cúmulos de nubes”.

 

“Después de cruzar la sala-comedor, comenzó a asustarse al escuchar las notas de la caja con forma de notas de piano”.

 

“Después que su esposo se fue, Lina cerró la puerta con llave y no la volvió a abrir después de mucho tiempo. El temor le recorría la espalda como una corriente fría mientras apuntaba con la escopeta hacia la habitación cerrada. Pensaba en gritar, pero eso espantaría al invasor, por lo que tomo valentía y se acercó con llave en mano hasta la puerta”.

 

“En cuanto giró la llave, la música se apagó”.

 

“La puerta se abrió con fuerte rechinar, dejando pasar a una Lina bastante asustada por el cambio repentino de música a silencio. Apuntaba a todos lados con su escopeta esperando alguna reacción inesperada del invasor, pero nada ocurrió. Nadie apareció ni había nadie escondido detrás del piano, provocando en Lina una sensación de alivio”.

 

Lina: creo que lo imaginé -___-U

 

“Pero ese alivio desapareció cuando su mirada se clavó en el viejo piano. El miedo la invadió de pies a cabeza”.

 

“La tapa de las teclas estaba abierta, y Lina se apresuró a cerrarla”.

 

Lina: ¿cómo pudo pasar? O_o

 

“Lina salió rápidamente del cuarto después de cerrar la tapa, y nuevamente la cerró con llave. No había por que temer si no había nadie adentro”.

 

“Pero cuando Lina se alejó unos pasos, la música volvió a empezar”.

 

“Lina se aferró a su escopeta y se devolvió hacia la habitación, la abrió rápidamente y notó la misma escena: La tapa del piano estaba abierta otra vez”.

 

“Nuevamente cerró la tapa y salió de la habitación, pero esta vez no cerró la puerta con llave, colocándose en posición de dispararle al primero que saliera”.

 

“No hubo ningún tipo de respuesta”.

 

“Lentamente se acercó a la puerta y colocó su mano en la perilla, el miedo era inmenso pero Lina sacaba fuerzas de flaqueza para aguantar y echar al invasor. La movió lentamente… Y LA PUERTA SE ABRIÓ TUMBANDOLA AL SUELO”.

 

“Eso fue suficiente, se fue corriendo muerta del pánico hasta su habitación, se encerró con llave, y tomando su crucifijo de la gaveta de su mesita de noche se puso a rezar hasta el amanecer”.

 

“De haberse quedado un poco más, hubiera visto como el brillo maligno de los ojos del retrato de su padre cambiaba de un azul intenso a un rojo sangre”

 

*** *** ***

“Después del amanecer, Lina ya estaba arreglada para salir a la calle, pasando al lado de Camila que se encontraba limpiando la entrada de la casa sin saludarla”.

 

Camila: buenos días, señora Lina, ¿adonde va tan temprano?

 

Lina: voy al ver al sacerdote… necesito que venga a la casa (dijo sin voltearse luego de detenerse por el saludo).

 

Camila: ¿al sacerdote?, ¿y se puede saber para que lo necesita?

 

“Lina se volteó a ver a Camila”.

 

Camila: mejor dedíquese a su trabajo ¬¬ (dijo agarrando camino nuevamente).

 

“Ryoga, quien se encontraba rastrillando las hojas caídas del otoño, también le dio los buenos días, pero ella pasó de largo y salió de los territorios de la mansión rumbo a la calle”.

 

Camila: no te preocupes Ryoga, tan solo fue a ver al sacerdote (dijo acercándosele).

 

Ryoga: ¿crees que haya visto algo que no debía ver?

 

Camila: parece que por fin está abriendo los ojos amigo Ryoga… algo que deberías haber hecho cuando pasó Lina.

 

“Ryoga reaccionó como si despertara de un sueño y tomó con el rastrillo unas cuantas hojas, depositándolas sobre tres estructuras de piedra”.

 

 

“La neblina que cubría la calle boscosa se había tornado en una pesada neblina después que Lina salió de su casa. No podía ver hacia donde iba por mucho que se esforzara y sus pasos, al principio apresurados, se habían aminorado”.

 

“Estaba perdida en un banco de niebla, sin saber si estaba en la calle o en la espesura del bosque que la rodeaba. El frío comenzó a invadirla calando en lo más profundo de sus huesos, teniendo la sensación de estar siendo observada por algunos ojos siniestros de alguien que pudiera ocultarse en la neblina espesa”.

 

“Definitivamente estaba perdida, y sola en mitad de algún lugar”.

 

“Lina se detuvo ya sin fuerzas, dispuesta a regresar sobre sus pasos... pero al darse la vuelta, el susurro de unos pasos arrastrando hojas caídas la puso en alerta”.

 

“Había alguien con ella... pero ¿quién?”.

 

“Lina estaba indefensa sin su escopeta... estaba perdida... estaba sola”

 

“Los pasos se hicieron más fuertes, pero seguían igual de pausados. La silueta de un hombre era lo único que se veía, cargando algo pesado en sus manos”.

 

“Fuera quien fuera aquella silueta, ya estaba lo suficientemente cerca de Lina”.

 

“Cuando el hombre dio unos pocos pasos, se vio por completo fuera de la neblina... y cuando Lina lo miró, sus ojos se abrieron aún más por la impresión... un nombre salió de sus labios”.

 

Lina: ¿Starknight? O_O

 

“El hombre, que vestía un uniforme militar, asintió con la cabeza”.

 

“Su esposo había regresado, y la alegría de Lina no se hizo esperar saltando a sus brazos como si fuera una adolescente encontrándose con su enamorado”.

 

Lina: ¿que te ha pasado?, ¿donde has estado todo este tiempo?

 

Stark: ... estaba allá afuera... buscando mi hogar... y ya lo encontré.

 

“Lina besó a su marido con mucha pasión a causa de la alegría de su reencuentro... por fin había llegado a su casa sano y salvo después de haber soportado la Guerra”.

 

“No se dieron cuenta de otra silueta masculina escondida en la neblina... mirándolos con un fulgor rojo sangre expulsando una intensa maldad”.

 

CONTINUARA

 

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