Digital Monsters

DESAPARECER

Por: Ariadna

Parte 3: Una lágrima solitaria.

 

R. I. P.

Koushiro "Izzy" Izumi

23 de Marzo de 1991 – 3 de Agosto de 1999

 

Una lapida, pero solo eso. Todos sabían que el cuerpo no estaba allí, que éste había quedado en el Digimundo...

Los funerales habían sido días atrás, pero ninguno de sus amigos fue. No se sentían capaces de enfrentar a los señores Izumi, ni a ellos mismos…

Luego de que Izzy los hubiera obligado a cruzar el portal, ellos volvieron a Odaiba, más específicamente a las afueras de la ciudad.

Al darse cuenta de lo que había ocurrido, T.K. y Kari comenzaron a llorar amargamente. Mimi se les unió luego de unos segundos, y Joe trató de consolarlos, aguantándose sus propias ganas de caer en el llanto. Tai se quedó ahí, mirando hacía la nada, incapaz de comprender que era lo que había pasado. Matt golpeó el suelo, necesitaba desahogar su rabia contra algo, se sentía impotente. Sora se quedó quieta, como Tai, y una lagrima silenciosa recorrió su rostro.

Extrañamente, todas sus familias están ahí, como les fue explicado luego, debido a una extraña sensación que todos sintieron y los llevó hasta allí, a las afueras de la ciudad, donde luego vieron a los pequeños aparecer de la nada.

Los padres adoptivos de Izzy también estaban ahí, y preguntaron por su hijo. Los chicos no supieron responder, pero una voz se escuchó del más allá: Gennai. Él les explicó más claramente lo ocurrido, y confirmó el destino del pequeño genio.

Desde entonces había pasado una semana, los funerales fueron llevados acabo, pero no fue hasta aquel día que los niños se atrevieron a visitar el cementerio.

Los primeros en aparecer fueron T.K. y Matt. A causa de los problemas, sus padres acordaron que Matt se quedara un tiempo en casa de su madre; al parecer el estar con T.K. le hacia bien, y viceversa, por lo que decidieron no separarlos nuevamente. Matt aún sentía rabia, rabia hacia los demás, rabia hacia sí mismo, rabia hacía Izzy. No podía consolar ni a su hermano ni a Sora si no podía consolarse a sí mismo, y a pesar de que no se dejó ver, lloró. T.K. no logró entender bien lo que ocurrió, pero sabía que Izzy los había abandonado y que no lo volvería a ver. Eso lo apenó, más aún cuando vio a su hermano llorar, ya que aunque Matt no lo supo, T.K. lo vio.

En la entrada ellos vieron a Sora, quien era quien los había convencido de venir. Parecía ser la más afectada de todos, pero su fortaleza siempre sobresalía en los tiempos difíciles, y entró en aquel triste lugar con la cabeza bien en alto.

Momentos después llegó Mimi acompañada de Joe. Por suerte para ellos se tenían el uno al otro. Joe fue un gran soporte para Mimi, ella siempre había querido a Izzy de forma especial, no se podría decir que le gustaba, pero lo quería a su manera, y esa perdida fue tal vez demasiado para ella. Joe, por su parte, estaba echo pedazos, no podía sino culparse por la muerte de su amigo, al ser él el mayor y el responsable, pero se mantenía firme…por Mimi.

Kari y Tai no tardaron en llegar. Durante esa semana Kari se tomó el privilegio de ser una niña, y lloró como jamás en la vida había llorado, día y noche, a todo momento, por la muerte del pelirrojo, en parte, para desahogarse, en parte, para intentar contagiar a Tai, para que él también llorara un poco, pero no lo logró. Tai casi no habló ni comió durante esos días, menos lloró. Al parecer aún no asimilaba la despedida de Izzy, y nadie podía hacerlo entender.

Caminaron los siete a través del cementerio a paso lento. Kari iba tomada de la mano de Tai, Mimi de la de Joe, y Sora junto a Matt y T.K. todos en silencio, sin decir ni hacer nada más que caminar con la vista baja, hasta que dieron con la lápida.

Koushiro "Izzy" Izumi

23 de Marzo de 1990 – 3 de Agosto de 1999

Sora no pudo más y apoyo sus rodillas y manos en el suelo, frente a la tumba. Estaba cansada. Estaba cansada de llorar, de no haber dormido a causa de las pesadillas, de pensar en que fue la última persona que vio a Izzy con vida, y que no pudo hacer nada, de saber que algo andaba mal con él y no haber hecho nada, de sentir que todo era culpa suya.

Matt se mordía el labio inferior al ver a Sora tan mal. Él no podía ser como Joe e ir a consolarla. No podía moverse. Solo se quedó allí, mirando a Sora y luego a la lápida.

Maldición, Izumi ¿por qué tuviste que hacer eso? Sacrificarte por los demás. Es mucho más fácil sacrificarse que ver como otro lo hace ¿por qué no dejaste que yo lo hiciera entonces? Tu pensamiento egoísta es mi pensamiento egoísta…demonios, ni siquiera sé porqué te extraño tanto. Nunca supe nada de ti, más allá de tu fascinación exagerada por "lo desconocido", ah, claro, y que tu color favorito es el amarillo. Nunca te entendí, ni intenté hacerlo, y eso es lo que más me molesta…

Mimi se lamentó. Le hubiese gustado conocer más a Koushiro. Es cierto que eran compañeros, y que ella recordaba muy bien el día en que él llegó a su clase, pero antes de lo del Digimundo nunca le había dirigido la palabra.

¿Por qué? Yo soy una persona muy sociable, siempre lo he sido, tengo muchos amigo y siempre estoy conociendo gente nueva, pero nunca me interesé por Izzy hasta aquel día en el campamento ¿por qué? La pregunta me está matando, me siento culpable, debí haberte prestado más atención, debí…no lo sé…tú eras el Conocimiento Izzy, ¿qué crees que hice eso? ¿Por qué fuiste invisible ante mis ojos por tanto tiempo?

Joe se sacó sus nuevos lentes, húmedos por sus lágrimas. No parecía justo, Izzy solo tenía ocho años, eso era muy poco vivir. Quería verlo, ahí, en ese momento, vivo, instalado frente a su computadora, ignorando las discusiones de los demás. Esa era su manera de ser, irritaba bastante, pero la extrañaba.

Durante toda nuestra aventura Digimon lo único que hice fue quejarme. Tai y Matt siempre me hacían callar, solo si no estaban demasiado metidos en sus propias peleas. Pero tu, Izzy, tu no. No me decías nada, ni un apoyo, ni un reproche. Y no solo conmigo, sino con todos. Solo hablabas de tus descubrimientos, nada sobre ti mismo. Izzy, debiste habernos dejado conocerte mejor, para al menos extrañar algo más de ti…nos dejaste tan poco…

T.K. se acercó a Kari. Ambos niños se miraron a los ojos, buscando consuelo. Él tomó de la mano a la hermana de Tai y miraron hacía la lápida. Izzy era solo un año mayor que ellos, solo un año…pero se comportaba como si fuera mucho mayor, mayor, incluso, que sus propios hermanos. Se hicieron una promesa interna, no dejarían, ninguno de los dos, que algo como eso volviera a ocurrir. No se referían al Digimundo, sino a algo relacionado con sus propias vidas. Si algo así volviera a pasar, la Luz desaparecería, y la Esperanza también…pero no iban a permitirlo…no de nuevo.

Tai apretó los puños y miró hacía la lápida sin expresión alguna en el rostro…hasta que leyó el nombre de Izzy escrito en ella. Eso lo hizo reaccionar. Apretó los dientes, frunció el ceño y cerró los ojos. En su mente aparecieron escenas sucesivas de Izzy en el Digimundo.

Cuando me encontré con él tras conocer a Koromon. Cuando escapaba de mí cada vez que intentaba golpear su computadora. Cuando me dijo lo que podía pasar con mi cuerpo en ese intento de rescatar a Sora. Cuando resolvió el enigma de las cartas que se suponía yo debía resolver. Uno tras otro, tantos sucesos…Cuando se comunicó conmigo mientras estaba de vuelta en la Tierra con Kari. Cuando Kari estaba enferma y yo lo único que hice fue gritarle. Cuando lo golpeé…Izzy, te pedí que me golpearas de vuelta después, pero te negaste, asegurando que a golpes nada se solucionaba…entonces, ¿cómo solucionabas las cosas, Izzy? Con tu computadora, con tus conocimientos… así fue como te enteraste de nuestro destino antes que nosotros ¿no? Ojalá no hubieras sido tan inteligente…ojalá no hubieses descubierto el fin de nuestra aventura…¿para qué tanto conocimiento? ¿De qué sirve eso ahora si ya no estás?

Una lágrima solitaria cayó por el rostro de Sora. Ella la sintió y la vio caer al suelo. Contuvo la respiración, esperando tal vez, que ese simple acto trajera a Koushiro a la vida de forma milagrosa, como podría, a lo mejor, haber ocurrido en el Digimundo. Pero nada pasó. Estaban en la Tierra ahora, y la magia no funcionaba aquí.

¿Por qué no nos dijiste nada? ¿Por qué te rendiste a la posibilidad de buscar otra salida? Teníamos otro par de días antes de desaparecer ¿no? Era importante para nosotros el volver a casa, pero TODOS teníamos que volver. Estoy segura de que hubieses hallado otra manera…ahora, ya no queda nada…es demasiado vacío…

Con tu egoísmo (¡porque fue egoísmo el no habérnoslo dicho!) nos haces sentir ahora tal como tu estuviste durante tanto tiempo: solos…

No me parece justo, ¡no me parece justo! Con tu decisión los hiciste sufrir a ellos, tus amigos, a Tentomon, a los Digimons, a tus padres, y a mi, la chica en la que se supone ibas a confiar…si no te hubieras precipitado…pero no nos diste la oportunidad de ayudarte, y por eso te detesto, ¡te odio, Koushiro Izumi! Diste tu vida por nosotros de la peor manera posible. Y jamás te perdonaría si no fuera porque no tiene sentido mantener un rencor con un muerto, ¡porque estás muerto! Muerto tanto en el Digimundo como acá, así como en mi corazón. Has muerto y has congelado una parte de mí. Podré olvidar tal vez, pero esa parte quedará así, hasta que volvamos a vernos, Izzy, es una promesa. Tú lo quisiste así, me dijiste adiós y no quiero que ese recuerdo acabe conmigo. Solo hasta que nos volvamos a ver pensaré en ti, no antes, porque no vale la pena…preocuparse por un muerto

Sora se puso de pie y miró con el ceño fruncido hacia la lápida.

-hasta entonces, Izzy. – murmuró y dio media vuelta, ante la mirada atónita de sus amigos, y caminó lejos de aquella roca esculpida, y de todo el cementerio, para no volver a ese lugar nunca más.

 

FIN

 

 

Notas:

Oe…historia triste parte tres. Creo que está vez me he pasado…

En fin, juro que para la próxima escribiré algo mejor ¡lo juro! O al menos lo intentaré ¬_¬

Está bien, tal vez hice a Sora demasiado rencorosa, pero es que no se puede aceptar una decisión así solo lamentándose, da rabia también, que aquel chico haya quedado sin esperanzas y que haya dado la vida por ti, aún sabiendo que quedarías traumatizado al enterarte.

Bueno, al fin y al cabo, Izzy quería reunirse con sus padres, y a pesar de que no le gustó la manera, lo logró (y es que al principio yo había pensado en suicidio para el fic).

Para quien no entienda bien el porqué Koushiro-kun es así, les aconsejo tratar de ver el capítulo el 38 de la serie, donde por fin saca algo de que lo que tenía metido dentro de su corazón…e hizo que el mío se derritiera…¡lo adoro!

Claro, se preguntaran porque si me gusta tanto lo maté, pues bueno…no lo sé… -_-U …quise intentar escribir algo de drama y el único otro personaje, a mi gusto, que podría haber tomado su lugar era Matt, y si lo mato a él…ahí si que no vivo para contarlo…

Comentarios a kem@netline.cl