Cartas de Invitación


Cómo quieres ser mi amiga
Si por ti daría la vida,
Si confundo tu sonrisa
Por camelo si me miras.

Miro a mi alrededor, buscando algo que me tranquilice la mente. Siempre los mismos bosques. La casa del abuelo, el valle Ryûgenzawa, la fuente. Por culpa de eso, apenas puedo salir unos días de este lugar. Una herida de pequeño, que me hace dolerme por dentro, y tener que beber de la Fuente de la Vida. Pero gracias a eso, conocí a la chica mas maravillosa del mundo. La que me robo el corazón desde mi infancia. Por ella daría todo lo que tengo. Por una sonrisa suya, mi vida. Pero ahora...


Razón y piel,
Difícil mezcla.
Agua y sed,
Serio problema.

"Para Shinosuke" pone la carta ya abierta que tengo en mi mano. Por su aroma y su letra, se que es de ella. Con las ilusiones que tenia al recibirla. Fueron tantas, que escribí una carta de contestación incluso antes de leer que me enviaba. Más bien, una carta de declaración. Una carta donde puse todo lo que le agradecía que me viniera a ayudar, y también, todo lo que sentía por ella. Fue una confesión bastante extensa, de unas dos caras. Puse la dirección, y una dedicatoria rápida, y salte a enviarla por correo. Pero antes de salir, me tropecé con la otra carta. En esos instante me había olvidado completamente de la carta de ella. Y sin duda tenia ganas de leerla. La abrí delicadamente, para no romperla y así poder conservarla. Pero mis ilusiones se fueron cayendo poco a poco, al principio por solo encontrarme una tarjeta pequeña, por ver que esta empezaba por las palabras "Para el señor/ora" y a continuación, en bolígrafo azul mi nombre, Shinosuke. Pero todo se desmoronó cuando leí lo que ponía.

Como quieres ser mi amiga
Si por ti me perdería,
Si confundo tus caricias
Por camelo si me mimas

Y aquí estoy, armando una pequeña hoguera para quemar las hojas que he barrido, con las dos cartas en la mano. La mía y la de ella. O mejor dicho, la de ellos. Resultó que la tan alabada carta, era una invitación. Una invitación para su boda. Para su boda con su prometido. Para su boda con alguien que no soy yo.


Pasión y leí,
Difícil mezcla.
Agua y sed
Serio problema

Aunque creía que era una declaración, o por lo menos una carta para hablarme y saludarme, resulto ser todo lo contrario. Una carta que me advertía que ya no debería soñar mas con ella. Con sus besos, con sus caricias. Ahora solo puedo arrepentirme por no haber actuado antes. Debería ser yo el que estuviera en el altar con ella. Pero sin embargo, aquí estoy. En medio de ningún sitio, con una carta de declaración a alguien que esta a punto de casarse.


Cuando uno tiene sed
Pero el agua no está cerca,
Cuando uno quiere beber,
Pero el agua no esta cerca

La hoguera que he creado ya alcanza un nivel aceptable, y las hojas empiezan a consumirse rápidamente. Aunque todavía queda para rato. Mientras tanto, en mis bolsillos toqueteo levemente las cartas. La carta con una invitación dura, plastificada. Y mi carta con una declaración suave, que se podía deshacer en mi mano. Agarro la invitación y la leo de nuevo. Es estúpido quedarse de brazos cruzados en un momento como este. Podría enviarle la carta de declaración, y unirme a los que seguramente impedirán la boda. O por lo menos lo intentarán impedir. Porque es de saber que esa pareja no es muy bien acogida por sus amistades. Pero aún así se casarán.


Que hacer, tú lo sabes
Conservar la distancia,
Renunciar a lo natural,
Y dejar que el agua corra.

Levanto las dos cartas y las miro. La invitación, y la declaración. Supongo que ella me envío la invitación porque le importo, y porque me considera alguien importante. Si no, ¿Para que enviármela?. Porque si me la envía por el simple hecho de ser educada, pues se la podría haber guardado. Aunque ella no es así.

- En fin... - digo en voz alta a la vez que tiro una de las cartas a la hoguera. Supongo que ya no se puede hacer nada. No me rindo, al contrario, esto me a dado fuerzas para continuar. Supongo que será feliz, y lo mejor será no inmiscuirme en su felicidad. Miro de nuevo la hoguera y sonrío levemente al ver la carta. En unas letras en tinta se puede leer todavía "Para Akane Tendo". Esto me hace sonreír al recordar todas las cosas que le puse en la ya incinerada carta.

- Feliz boda, Akane - digo al cielo, esperando que me escuche

Cómo quieres ser mi amiga,
Cuando esta carta recibas,
un mensaje hay entre líneas,
Cómo quieres ser mi amiga...

Canción utilizada.- Agua de Jarabe de Palo

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