De acuerdo, contare la historia de este fanfic. Resulta que en una tarde se me ocurrió la maravillosa idea de crear una comedia, pero como mi vena humorística se limita a las conversaciones entre mi persona y "x" persona por el msn, fracase miserablemente, dando como resultado la maravillosa inspiración para este fanfic del genero dramático profundo.

Con ustedes, señoras y señores, el fanfic titulado:

Nada es para siempre.

Todo lo que posees puede desaparecer un día, y jamás podrás volver a poseerlo, porque ya no existirá aquello que era tuyo. Como también puedes nunca haberlo tenido, porque alguien te lo habrá quitado mucho antes de que tu siquiera pudieses tener la fuerza y la voluntad para evitarlo.

Lo que significa que estas solo, que tienes que valerte por ti mismo y no permitir que nadie te quite lo que por derecho te pertenece, sin importar el costo.

Las leyes humanas no valen nada, lo único verdadero es la ley del más fuerte. Una criatura miserable que no pueda defenderse de los demás seres vivientes no merece vivir. Ayudarle a un ser como ese para que crezca y se reproduzca es solo aumentar la población de la peste que habita el planeta.

Criaturas ignorantes, temerosas de lo que le es desconocido y extraño para ellos. Merecen morir.

Mi vida ha sido íntegramente dedicada a esta lucha, la cual ha sido interminable por culpa de aquellos que son fuertes en cuerpo, pero débiles en espíritu, que no pueden dejar de sentir lástima por los que no pueden valerse por si mismos.

También ellos merecen morir. Y no precisamente misericordiosamente.

Y aunque ellos pudiesen terminar destruyéndose a si mismos, como ya lo han demostrado en incontables guerras y batallas de la historia de la humanidad, yo no puedo quedarme de brazos cruzados, ya que tengo mis propios motivos para odiarles, algo que va más allá de la sangre misma y de los ideales que han sido traspasados de generación en generación. Algo por lo que jamás podré perdonarles a todos ellos.

Mi padre.

Ese ser que me despreció aun antes de yo haber nacido, quien no tuvo la mas miserable muestra de misericordia para con mi madre cuyo único pecado fue amarle. Ese ser que ahora forma parte de mi.

Le desprecio a él mucho más que a mi peor enemigo, quien irónicamente guarda asombrosas semejanzas conmigo, y que aun así es capaz de eliminarme, en pro de los débiles, de los que no merecen nada. Y yo por una única vez en toda mi vida había sido débil, porque un sentimiento más poderoso que mi odio protegía a mi peor enemigo de todos los ataques que yo pudiese propinarle.

Pero nada es para siempre.

Así como una vez caí, quedando reducido a algo mucho menos que un ser viviente, renací. Volviendo mucho más grande y poderoso que nunca. Irónicamente con la ayuda del débil más grande del planeta, mi herramienta, la cual traicionó a quienes le amaban porque se dio cuenta de que siendo débil y estúpido no iba a sobrevivir.

Él también morirá, pero a su debido tiempo.

Y es por todo esto que hoy, Harry Potter, mi más poderoso enemigo, vivirá la noche más triunfal y catastrófica de toda su vida, porque logrará obtener el premio más codiciado por todos, y a la vez perderá aquella protección que le ha estado cuidando de mi todos estos años, aquella que incluso impedía que yo pudiese tocarle.

Aquella que dejara de existir para siempre, destruida con mis propias manos bañadas en su sangre.

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Definitivamente yo no sirvo para la comedia :P.