Pensamientos de un Moribundo

Me han dicho que cuando mueres, la vida se te pasa por delante de los ojos, como una película de corta duración. Esto lo cuentan todos los náufragos, accidentados y moribundos que existen en la tierra. Pero yo nunca les creí. Porque a mi nunca me ha pasado eso, en tantas veces que he estado cerca de la muerte, y he visto su ojos, que me observaban sin pestañear. Claro que siempre pasada de largo. ¿Por qué? ¿Por qué pasaba de largo? ¿Por qué venía a matarme y después, indeciso se marchaba por donde había venido? No lo sé. Seguramente me examinaba, mientras calculaba el tiempo que debería esperar para quitarme el alma y llevarla a los infiernos. O quizás solo esperaba que le atacase, para impedirle que no me llevara con él. Sin embargo yo nunca atacaba. Era estúpido intentar matar a la Muerte. Claro que al principio no pensaba igual. Todavía recuerdo la primera vez que le vi, que resultaron ser iguales a las siguientes. El llegaba siempre del horizonte, con su capa negra y su gran guadaña. Me miraba fijamente a los ojos, sin emitir ni una sola mueca, ni ruido. Solo el viento podía tener el placer de mover las hojas, sin sentido alguno. Pero yo no dejaba de mirar sus ojos. Eran completamente rojos, no tenían ni iris ni pupila. Solamente eran dos esferas completamente rojas. Sin embargo no me importaba, ¿para que preocupase de eso en un momento como este? Estaba convencido que iba a morir, y por eso atrasé el pié derecho, y puse mis manos de la misma forma que hacía siempre. En posición de combate me encontraba, sin pestañear ni respirar, solo esperaba que diera el primer intento de golpe para poder darle su merecido. Pero no, no hizo lo que creía que estaba pensando. Simplemente dio la media vuelta y se marchó, aplastando las huellas de sus anteriores pasos, hasta desaparecer. Así sucedió. Al principio pensé que me tenía miedo. Pero ¿por qué? ¿porqué un ser que quita la vida a otros puede tener miedo de hacerlo? Llevo pensando eso desde hace años, pero no encuentro la respuesta. Por eso me quité esa estúpida idea de la cabeza. La muerte no puede morir, ni tampoco tener miedo. Quizás creía que era mi momento, pero al ver que no estoy preparado se marcha. ¿Pero entonces porqué no veo mi vida en imágenes?. Sigo sin poder comprenderlo. También tengo ciertas hipótesis sobre este hecho. Puedo que algo en el más allá quiera que me enfrente a la muerte. También puede que la muerte espera que haga algo importante en este mundo para poder ir en paz conmigo mismo. O simplemente no estoy lo demasiado débil como para arrancarme él alma. Yo creo que la segunda hipótesis es la más correcta. "Lo que queda en el mundo a tu muerte son las consecuencia de los actos que has hecho en tu vida" dijo Buda. Yo personalmente creo que todos estamos hechos para hacer algo importante en él mundo, pero que unos pocos lo consiguen. Algunos se equivocan de camino, otros se niegan a ayudar a los demás, y otros simplemente se pierden en su vida. Pero yo creo que soy uno de los pocos que son de otro estilo. Yo no tengo objetivos en la vida, por eso me cuesta vivirla. Nunca los he tenido, por eso me da igual vivir o morir. El único objetivo que tuve fue derrotar al afeminando, o decir a mi hermosa Akane que era lo que sentía por ella. Pero no se podían clasificar como objetivo, porque sabía que nunca los conseguiría, ni el amor de Akane, ni vencer a Ranma. Eran simplemente una herejía. Sabía perfectamente que aunque dejará paralítico a Ranma, no evitaría que Akane se casaría con él. Sabía que Akane lo amaba a él, y que este tarde o temprano le correspondería. Así sin más, se casaron. Y yo aquí, en un banco en el parque, sin saber que hacer. Aún recuerdo como pasó todo:

Venía a retar a Ranma, pero esta vez sabía que iba a vencer. Tenía la técnica perfecta. Era imparable, ni siquiera el maestro que me la enseño sabe como detenerla. Y aunque Ranma, después de recibirla un par de veces descubra la forma, estaría demasiado débil para poder actuar. En eso me encontré a Ukyo, estaba llorando y corría sin mirar al frente. La agarré del brazo y me miró a los ojos. Los suyos estaban empapados y apenas los abría. Le pregunte que le pasaba que si alguien le había hecho algo. Pero solo contestó las cinco palabras que nunca quise oír. Esas cinco palabras que se metía en tus oídos, que paraliza el conocimiento y el corazón. " Ranma y Akane se casan". Eso es lo que dijo, y a consecuencia de esto, las fuerzas con la que conseguía retener a Ukyo se desvanecieron, haciendo que ella siguiera corriendo. Pero yo no podía impedírselo, ni siquiera podía mantenerme en pié, por eso me apoye en una de las paredes del barrio. Seguí caminando lentamente por las calles, medio desplomado en la pared y con la mano derecha en el corazón. Quizás siguiera latiendo, pero yo no lo sentía. Solo unas pocas imágenes aparecían en mi mente. Era Akane, siempre Akane. Akane con el pelo largo, Akane con el pelo corto, Akane con un vestido amarillo, Akane... Pero a continuación, apareció de nuevo él. La Muerte venía directamente hacia mí. Era un momento perfecto. Morir de un infarto de corazón era preciso ahora. La muerte alzó la guadaña y se quedó mirándome. Yo esperaba el golpe, pero no fue eso lo que pasó. El golpe falló, o por lo menos era eso lo que creía yo. Me cortó el pecho, formando una abertura en mi tórax. Sacó una mano y la metió dentro de la abertura, y al sacarla también me sacó el corazón. Se quitó la capucha y pode ver lo que jamás me imaginé. Era Akane, que me miraba riéndose y alegrándose. "Ya no necesitarás esto", dijo tirando mi corazón al suelo y aplastándolo con el pié mientras se reía. Me puse a lloran intentando recuperarlo mientras ella me miraba y se reía. No pude aguantarme más y sin poder controlarme, le pegué. Ella calló al suelo mientas yo me levantaba. No hacía más que pensar lo siguiente: ¿Como pudo hacerme esto?, ¿Ni siquiera pudieron pensar en las consecuencias de sus actos? ¿ Es que no saben que para ser feliz tienen primero que conseguir la felicidad de los demás? Si, eran unos cabrones, rompieron miles de corazones y ni siquiera pensaron en ellos. Mierda, eran escoria que merecía pudrirse en el infierno. Si, no moriría primero debía vengarme. Eso es lo que haría volvería a Nerima y los mataría a los dos. Ya estaba decidido, derrotaré a la muerte y después a esos dos. Vi a Akane tirada en el suelo del golpe que le di. Pero lloraba. Lloraba sin consuelo. Quizás me pase. Al fin y al cabo, ella no hizo nada malo, fui yo el que me negué a aceptar mi derrota. Pero ¿por qué no me lo dijo a mi primero?, se supone que yo le amo. Claro, yo nunca se lo dije. Ella hizo lo que le haría feliz, sin pensar que me haría daño, ya que no lo sabía. Su ignorancia hizo que eligiera a Ranma .Es mi culpa por no confesarle lo que siento. Pero supongo que ella será feliz con su elección y pensándolo mejor, "para ser feliz tienen primero que conseguir la felicidad de los demás". Si he cambiado de decisión. Los iré a visitar y felicitarlos. Después de mis pensamientos la muerte me miró y se sacó la máscara de Akane, pero sin antes ponerse de nuevo su capucha. La tiró al suelo y se marchó. Todavía no era mi momento.

Así pasó. Después de eso me le encontraba en una cama, dentro de una habitación. Me levanté de golpe. En eso oí alguien subiendo corriendo por unas escaleras. Era Ukyo que asustada abrió la puerta. La miré extrañado y ella me sonrió. A continuación me dijo que me encontró tirado en la calle, y que recogió y me trajo al Uchan's. Supongo que se sentía igual que yo, frustrada. Ella seguí sonriéndome, pero yo la miré a los ojos, y no pudo más. Se lanzó a mi pecho a empezó a llorar. A los 30 segundos, tenía todo el pecho mojado de sus lágrimas. Y a los 3 minutos ella ya paró de llorar, no lo quedaban más lágrimas. " No llores Ukyo, Ranma no te merecía, seguro que habrá otra persona que lo haga" le dije antes de marcharme, pero ella me agarró el brazo. "¿Té vas? Quédate, y ayúdame" me suplicó. Yo le sonreí. "Yo te ayudaré Ukyo, déjame antes solucionar un problema" le dije. Ella me sonrió "Gracias" me dijo y me soltó y me dejó ir.

Y aquí estoy, sentado en un estúpido parque. Estaba decidido a ir a casa de Akane, y más ahora, que el frío era intenso. Pero no sé que iba a hacer, no sé si estaba en mis casillas. No sé si iba a matarlos o a felicitarle. Mejor iré mañana. Será lo mejor. Entonces empezó a nevar. Saco mi sombrilla lo más rápido posible y intento colocarla como puedo en el banco. Pero para que no me caiga nada tengo que recostarme. Eso hago sin dejar de pensar. " Lo más importante en no quedarse dormido porque si no puedo..." No me acuerdo de más porque mis temores se formaron, me quedé dormido. Claro que por lo menos en mis sueños no me puede pasar nada. Pero también en mis sueños nieva. Estoy caminando por las calles de Nerima, de una Nerima nevada, pero al doblar la esquina, el está allí. La Muerte me sigue incluso en mis propios sueños. Claro que esta vez sé de antemano que es una visita diferente. Este se quita la capa y la capucha, dejando salir su verdadero cuerpo. Es impresionante. Ante mi se muestra una preciosa chica de cabellos rubios, ojos rojos, y de sonrisa permanente. Tiene dos alas. Me agarra de la mano y sonríe. "Vamos Ryoga es hora de irnos" me dijo con su voz angelical. Yo la miré y Nerima desapareció Todo Nerima. Y empecé a caminar con ella hacía el horizonte.

Diario de Nerima.

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Se encuentra un muerto en el parque central

Se ha encontrado a un niño de unos 17 años de edad, de pelo negro, ojos verdes y ropa amarilla, con una pañoleta. En su billetera se le a encontrado los datos. Se llamaba Ryoga Hibiki. Este ha sido encontrado congelado en el parque esta mañana. Este fue visualizado por un policía que hacía la guardia matinal lo observó desde la fuente. "Al parecer se debe de haberse dormido sin querer y la hipotermia le venció" Añade el forense. En el banco donde estaba acostado también se encontró una sombrilla y una mochila. La policía lo ha archivado hasta que alguien lo reclame. Se advierte a los conocidos del fallecido recojan los objetos del chico.

Comentarios del Autor.- Este fanfic es muy raro para mí. Empecé escribiendo lo que pensaba, pero antes de escribirlo todo, me surgió la idea. Bueno en verdad la idea me fue surgiendo mientras escribía. Después me empezaron a llover problemas, tantos que no encontraba salida. Por eso lo deje a la mitad. Pero pensando en las soluciones, pensé que me moría. En eso se me ocurrió lo de la muerte de Ryoga, ya que en la historia empezaba a hablar de ella. Espero que les guste. Comentarios, opiniones o insultos me lo podéis mandar a mi e-mail. dragonheart_1986@hotmail.com

H.Battosai

P.D.: Todos los personajes son de Rumiko Takahashi y como no cobro nada esto no es ilegal.