LOS QUENDY
SEGUNDA PARTE: LA BENDICIÓN
CAPITULO IV: EL
HEREDERO DE NARYA, EL ANILLO DE FUEGO
Entraron
en una amplia sala de guardia, donde en el fondo, a la derecha, se encontraban
las escaleras que llevaban a los diferentes niveles del castillo. Pero Shaoran se detuvo en la entrada y
levanto la mano en señal de que el resto hiciera lo mismo.
-
¿Qué ocurre?- pregunto Aragorn
-
Conosco este olor- dijo Shaoran
-
Huele como la montaña del destino- noto Sam
-
No, huele a polvora
-
¿Polvora?- preguntaron los demás intrigados
Shaoran
miro a su alrededor y viendo una piedra al alcance de su mano, sin mover los
pies la agarro y la tiro unos paso por delante de él.
Una
explosión se produjo donde cayo la piedra, espantando a los presentes.
-
Magia negra- dijo Legolas
-
No, simplemente es una mezcla hecha con sal, carbón y azufre, como el que se
consigue en la montaña del destino, por eso el olor es parecido. Gandalf debe conocerlo. Con eso hace sus fuegos artificiales.
-
En serio, crees que me puedas enseñar…- empezó a decir Pippin
-
Este no es el momento para clases de magia Peregrin Tuk- dijo Gandalf con
enojo.
-
¿Cómo haremos para pasar?- pregunto Frodo observando la sala.
-
Lo más sencillo sería activar toda la polvora y que explotara cuando aún
estamos lejos- dedujo Shaoran
-
Gandalf podría hacerlo- dijo Pippin
-
Si, pero se supone que no debeis ayudarme.
-
Pero ella no dijo nada de darte las armas necesarias- dijo Gandalf mientras le
extendia la mano a Shaoran
Shaoran
extrañado tomo lo que Gandalf le ofrecia:
Era un pequeño anillo con una piedra color rojo.
-
Narya, el anillo de fuego- murmuro Shaoran
-
Sabias que yo lo tenía ¿No es cierto? Al igual que el resto de los anillos
elficos- dijo Gandalf
-
Si- constesto él aún asombrado.
-
Solo los portadores y sus protectores pueden reconocerlos. En estos momentos el único que entiende de
que hablamos es Frodo, el resto solo me ven dandote un simple anillo.
-
¿Qué estas insinuando?- dijo Shaoran
-
Tú eres el proximo portador del anillo de Fuego
-
¿QUEEE?- grito Shaoran alarmando a los presentes que no entendían de que
hablaban él y Gothmog
-
Siempre lo fuiste, no importa que fueras un Balrog, así que usalo bien.
Shaoran
miro el anillo y se lo puso – ¿Y ahora que?
-
El anillo suele cumplir tus deseos.
Solo tienes que desear- indico Gandalf
Shaoran
levanto el anillo hacia la sala y al instante toda la polvora se incendio,
explotando. El humo provocado por la
explosión les impidio ver lo que sucedía.
-
¿Qué hiciste?- pregunto Faramir
-
Solo lo incendie- Contesto simplemente Shaoran
Sin
esperar a que el humo se acentara por completo, los guerreros se dirigieron a
las escaleras con cuidado esperando la proxima trampa de Niniel.
En
el piso siguiente se encontraron a Námo.
Este se encontraba sentado, como esperando a que llegaran. Al ver llegar a Shaoran desenvaino su
espada, y sin mediar palabra lo ataco.
Shaoran
detuvo el ataque, y ambos comenzaron una pelea de espadas. Ante la mente de Shaoran pasaban imágenes
del pasado, cuando él entrenaba junto con Námo. El le había enseñado a usar la espada, y ahora peleaban a muerte.
En
un momento ambos pararon la estocada del otro, Shaoran sintió que perdía la
ventaja, por lo que solto la espada y golpeo a Namó con el puño.
La
impresión hizo que Námo soltara la espada, y Shaoran la pateo antes de que éste
pudiera volverla a agarrar.
Ahora
peleando a puño limpio, Shaoran parecía llevar la ventaja, pero cuando Shaoran
trato de golpearlo con el puño derecho, Námo le detuvo la mano con la suya,
mientras con la otra lo agarraba por el cuello. Con una fuerza descomunal, Námo tiro a Shaoran hacia la pared de
enfrente, donde golpeo con fuerza, cayendo al piso semi inconsciente. Námo espero a que éste se levantara.
A
Shaoran esto no lo asombro. Námo jamás
atacaba a alguien por la espalda o mientras estaba en el piso. Decía que era cobardía.
Shaoran
volvio a levantarse. No podía
distraerse, ya que no estaba peleando contra un demonio cualquiera, se trataba
de Námo. Aún con sus artes marciales,
Námo le levaba unos 4000 años de ventaja, además de que poseía la magia de su
parte. Aún así Shaoran se dirigio con
decisión de nuevo al frente para atacarlo.
Finalmente
parecía que los esfuerzos de Shaoran estaban causando efecto, pero námo no iba
a dejarse vencer tan fácilmente.
Después de rechazar uno de sus ataques, Námo grito y el piso bajo los
pies de Shaoran se hundió, haciendo que éste cayera al primer piso.
Námo
recupero su espada y se lanzó tras Shaoran al piso de abajo. Éste último acababa de levantarse y al verlo
con la espada miró a su alrededor buscando algo con que defenderse. Solo consiguió una de las espadas de los
orcos con la cual se defendió, pero no por mucho tiempo. La caida lo había aturdido bastante y una de
las estocadas de Námo le quito la espada.
Námo
lo volvio a agarrar por el cuello y levantando la espada sin decir nada se
disponía a atravesarlo con ella, cuando Shaoran le dio una patada que hizo que
el jinete volviera a soltar la espada, que Shaoran tomo al vuelo y clavo en el
cuello del jinete, mientras se encendía en llamas.
Námo
aún pudo pronunciar unas palabras llenas de sentimiento.
-
Estoy
orgulloso de ti- dijo antes de desvanecerse por completo.
Había
sido vencido por su alumno en noble combate.
Las circunstancias no importaban.
Shaoran
aún permaneció unos instantes contemplando la ropas de su antiguo maestro antes
de volver a subir, para encontrarse con sus compañeros.
Finalmente subieron las últimas escaleras que lo llevarían a tomar la decisión de su vida: ¿Su hermana o la mujer que ama?