LOS
QUENDY
CAPITULO
XVII: EL BESO
AÑO 3434 DE LA SEGUNDA EDAD
-¿Qué
hacen ustedes dos?- pregunto Aerandir entrando a la habitación de Selene. Había pasado el tiempo y Aerandir había
empezado a confiar en Gothmog. De hecho, este último podía entrar en el palacio
como perro por su casa y nadie lo molestaba.
-
Gothmog me esta enseñando los planos del último ataque de Saurón- contesto
Selene
-
Que bonito- dijo Aerandir mirando por encima del hombro de Selene- Déjame
adivinar. Lo planeaste tú.
-
Tanto se nota- dijo Gothmog mirando el plano.
-
Puedo reconocer tu estilo de pelea donde sea.
Y hablando de todo un poco, en la última batalla me golpeaste. Deberías tener más cuidado
-
¿Quién te manda a bajar la guardia? – dijo Gothmog encogiéndose los hombros-
además el humillado fui yo, vencido por Lalaith- dijo mirando a Selene
-
eso es por bajar la guardia por una par de ojos coquetos- dijo Aerandir
-
Si, bueno, no tengo remedio. Pero es
mejor que me vaya, mi padre esta comenzando a desconfiar. Aunque creo que siempre desconfía así que es
normal- beso tiernamente a Selene, estrecho la mano de Aerendir y salió
tranquilamente de la habitación.
Selene
miró a Aerandir con picardía – Te agrada ¿Verdad?- dijo
-
Bueno, tengo que admitirlo, no es lo que parece- dijo al mismo tiempo que una
alarma empezaba a sonar en los pisos inferiores del castillo.
-¿Que
pasa?- pregunto Selene asomándose al balcón.
-
El Quendy Feanáro ha dado la alarma.
Sintió la presencia de un jinete negro en el castillo- le dijo un
guardia que pasaba por allí- permanezca
en su habitación majestad.
-
Gothmog- dijo Selene con preocupación
-Iré
a ver- dijo Aerandir saliendo de la habitación
Selene
podía oír con preocupación todo el barullo del castillo. Finalmente la puerta se abrió y entro
Gothmog. Cerró la puerta y apoyo un
diván en ella.
-
Lo siento señorita- dijo acercándose a Selene y besándola en la frente- pero
tengo que escapar- dijo mientras se acercaba al balcón.
Alguien
trato de abrir la puerta y al no conseguirlo grito- Selene, ¿Te encuentras
bien?- era la voz de Wilwarin.
-
Apártate- dijo la voz de Feanáro
-
Tienes que irte ahora- dijo Selene empujando a Gothmog por el balcón.
-
Tus deseos son ordenes- dijo él lanzándose por el balcón. No era que estuviera
muy alto. Para un Balrog un tercer piso
no era nada.
La
puerta se rompió con estruendo –Te encuentras bien, Gracias a Erú- dijo
Wilwarin entrando por la puerta semi destrozada
-Hay
va – dijo Feanáro señalando a Gothmog que escapaba por los jardines del
palacio. Feanaro tomo su báculo y
apuntando a Gothmog hizo un disparo.
-NOOO-
dijo Selene mientras desviaba el báculo hacia el techo haciendo que Feanáro
fallara el tiro.
-¿Estas
loca? Ya lo teníamos- dijo Feanaro. En
ese momento entraba Aerandir por la puerta.
Selene
no respondió.
-
Así fue como entro. Tú lo ayudaste a
entrar- dijo Feanaro asombrado ante la posibilidad.
Selene
siguió sin responder, lo que le dio la razón a Feanáro.
-
Que esto no salga de esta habitación.
Iremos inmediatamente a informar a Elrond.
- En que estabas pensando dejando
entrar a ese monstruo al castillo- dijo Elrond hecho una furia.
- El no es peligroso padre. Hace semanas que me ha estado informando de
los movimientos de Saurón- dijo Selene también irritada
- Sigue siendo un demonio. No son de confianza.
- Lo vas a juzgas por su raza tal
como lo haces con los enanos- dijo Selene aún más molesta si es posible.
- No es lo mismo. Saurón también uso el truco de hacerse
nuestro amigo y termino destruyendo todo un imperio- Dijo Elrond.
-¿Y lo vas a juzgar por lo que hizo
su padre?- Pregunto Selene
- Fue criado para odiarnos. Si vuelve a venir aquí, ordenare que le
corten la cabeza.
-Pero es que yo lo amo- dijo Selene
sin pensarlo.
Un silencio sepulcral invadió la
habitación.
- Hija mía, tu no estás enamorada de
él. Solo estás confundida- dijo
Celebriant su madre con comprensión.
- No lo entiendes madre, él no es lo
que ustedes creen. Es una buena
persona- dijo Selene.
- El amor puede segar a las
personas- dijo Arwen entrando en la discusión también.
- No estoy ciega. Crees que me hubiera enamorado de él si no
fuera una buena persona
- BASTA- dijo Elrond con enojo-
desde este mismo instante dejaras de cumplir tus obligaciones como Quendy. No volverás a ver a ese monstruo, ni saldrás
del castillo sin una escolta. Y nadie
aparte de los presentes sabrá jamás de eso. ¿Entendido?
Selene sostuvo la mirada de su
padre, algo que nadie lograba hacer sin bajar su cabeza. Pero ella no bajo su cabeza, hasta que
Elrond tuvo que bajarla él mismo.
Entonces ella simplemente le dio la espalda y camino con orgullo hasta
su habitación, donde finalmente rompió en sollozos.
EPOCA ACTUAL
-aún
puedes arrepentirte- le dijo Shaoran a Sakura en voz baja en un lado del
escenario. Es cualquier momento
subirían el telón y vendría la escena romántica.
-
Y perder la oportunidad de besarte- dijo Sakura sonriente negando con la
cabeza- Estoy dispuesta a hacer el sacrificio- concluyó con seriedad- he
sufrido esto dos veces al año desde hace ocho años, una vez más no será
problema. Y no te sientas culpable
después. Yo soy la que lo paso peor,
por lo tanto es mi decisión.
-
Su turno, chicos, dijo la profesora de teatro.
- solo disfrutémoslo- dijo Sakura al
ver la cara de preocupación de Shaoran mientras lo tomaba con sus manos
enguantadas.
-
Amor
es lo más grande del mundo. Todo lo que necesitas es amor- dijo Shaoran
persiguiendo a Sakura que trataba de alejarlo molesta
-
El
amor es solo un juego- respondió ella
-
Yo fui
hecho para amarte, tu fuiste hecha para amarme- dijo Shaoran, aunque parezca
increíble con una sonrisa en los labios y aún persiguiendo a Sakura.
-
La
única forma en que te ame es si pagas una amorosa suma- dijo Sakura reclamando
dinero.
-
Solo
una noche, solo una noche- dijo Shaoran suplicando
-
No hay
forma, pues no puedes pagar- respondió Sakura
-
En el
nombre del amor, una noche, en el nombre del amor- volvió a suplicar
-
Tú,
loco tonto, no me entregare a ti- dijo ella marchándose del escenario
-
No… No
me dejes, no puedo sobrevivir, sin tus dulces besos. No, no me dejes así- dijo Shaoran Con dulzura
-
Uno
creería que ya la gente tenía suficiente de historias de amor- dijo Sakura con
tristeza
-
Miro
alrededor y veo que no es así
-
Algunos
piensan que es tonto hacer canciones de amor
-
¿Pues
que hay de malo en eso?, quisiera saberlo, porque aquí voy otra vez- dijo
Shaoran y dirigiéndose a la baranda algo precaria que se había colocado cerca
del público se monto en ella- El amor nos dice a quien pertenecemos…
-
Bájate
de ahí, te vas a matar- decía Sakura tratando de bajarlo
-
…y nos
hace volar por miles de millas- dijo Shaoran finalmente bajándose de la baranda
-
El
amor nos hace actuar como tontos. Tiramos todo por un día feliz
-
Podemos
ser héroes, por un simple día
-
Tu, tu
me dejarías
-
No, no
lo haría- replico él
-
Y yo, yo
terminaría tomando por las noches- dijo ella sin mirarlo
-
Aún
deberíamos ser amantes- dijo esperanzado
-
No
podemos hacer eso- dijo ella negando con la cabeza
-
Deberíamos
ser amantes y eso es un hecho- dijo tomándole de la mano
-
Pero
nada nos mantendrá juntos- dijo ella dejándose arrastras por su abrazo
-
Aun
nos tendremos, aunque sea solo por un día- dijo él
-
Podemos
ser héroes, por siempre y para siempre- dijeron ambos ya sin pelear
-
Podemos
ser héroes, por que yo siempre te amare- dijo él
-
Cuan
grandiosa es la vida ahora que tu estas en mi mundo- dijo ella
Finalmente
él se acerco y la beso. Una punzada de
dolor fue acompañada con el calor de ese beso, sin embargo sus labios
permanecieron unidos. Sakura pudo
sentir como empezaba a fluir la sangre por sus antiguas heridas, pero no quería
detenerlo, porque a pesar del dolor, ella se sentía segura así, en sus brazos.
Finalmente el telón cayó y Shaoran tuvo que sostener a Sakura.
-¿Estas
bien?- pregunto Shaoran con preocupación olvidando su propia herida en el costado.
-
Si. La función debe continuar- dijo ella.
Estaba palidísima, pero se levanto y beso la mejilla de Shaoran. Ahora que las heridas estaban abiertas ya no
dolía tanto. Salio del escenario caminando con decisión. Venia el entre acto.
Continuara…
Notas
de la autora
Los diálogos de la obra se basan en
la tracción de las canciones de la película de The moling rouge