LOS QUENDY

 

CAPITULO XXI: VILYA EL ANILLO DE AIRE.

 

Sakura y Shaoran subian por la montaña siguiendo a los elfos con afan, pero poco a poco estos los dejaban atrás sin notarlos.  Después de todo solo erán unos niños.  Sin embargo su expresión no era nada infantil. 

 

Sakura podía sentir un frio punzante en el hombro, pero por lo demás no podía mover el brazo y el hombro.  Su manga estaba manchada de sangre.  Shaoran caminaba un poco atrás de ella y parecía mucho peor.  Se apretaba con la mano el costado y respiraba con dificultad. Su rostro estaba livido y a cada paso una mueca de dolor se formaba en él.  Finalmente cayó de rodillas.

 

-No puedo hacerlo, ya no puedo más- dijo

-Vamos, solo falta un poco más- le animo Sakura.  Pero ella también se había arrodillado en el suelo sin poder moverse un centímetro más.

 

-          ¿Qué es esto?- preguntó Glorfindel a Trancos después de haber pasado el vado y subiendo la misma colina que momentos antes subian los niños cargando a Frodo

-          Sangre- dijo Trancos intrigado

-          Cree que hirieron al señor Frodo- pregunto Sam preocupado

-          La Herida de Frodo ya estaba cerrada y no sangraba- dijo trancos mirando la colina frente a ellos.

-          Allá- señalo Glorfindel- Los niños- dijo corriendo hacia donde había señalado

 

Cuando Glorfindel Llego a ellos Shaoran ya había perdido el conocimiento y Sakura estaba recostada a su lado

-¿Qué ocurrio?- pregunto el elfo

- Los jinetes… ellos… - Sakura respiraba con dificulta y desvio la mirada a su herida en el hombro y la de Shaoran antes de caer inconsciente

- Rápido, hay que llevarlo con Elrond- Dijo Trancos cargando a Sakura

- No puedo creerlo- dijo Glorfindel mientras hacía lo mismo con Shaoran- Estos niños fueron heridos por los espectros del anillo y aún así fueron capaces de cruzar el rio y cargar a Frodo hasta aquí.

-Tanta más razón para no dejarlos morir ahora

 

Sakura despertó sobresaltada por una pesadilla.  El movimiento brusco le recordó que le dolía todo el cuerpo y tenía unas horribles ganas de vomitar, pero pensó que había valido la pena con tal de besar a Shaoran.  Le asombro ver que se encontraba en la habitación de Shaoran y no verlo a él.  Aún vestía la ropa de la obra y se ruborizo al pensar que Shaoran le había tratado las heridas. 

 

Debían ser como las 11 de la noche.  No le causo extrañeza.  Usualmente permanecía inconsciente mientras duraban las heridas abiertas, lo cual era en realidad una bendición. Se quito los vendajes, pues las heridas ya se habían cerrado y levantándose con lentitud busco una de las franelas de Shaoran.  Como debajo del vestido llevaba unos shorts se quedo así.  Tenía sed, por lo que decidió que bajaría a la cocina.

 

Al entrar en la cocina se consiguió a todos, que le dirigieron una mirada entre preocupación y compasión.  No le costo adivinar que Shaoran había tenido que hablar.  En cierta forma fue un alivio saber que ellos ya lo sabían y que así no tendría que contar nada.

- ¿Quieres algo de comer?- pregunto Tonny presentándole un Sándwich que se acababa de preparar, lo que hizo que Sakura pusiera cara de asco y se llevara las manos a la boca.

- Alejate de ella, animal- dijo Shaoran empujándolo con brusquedad y entregándole a Sakura un cubo de basura, que ella tomo con desesperación y se giró para vomitar en él.

- Gracias- dijo ella colocando el cubo a un lado

- ¿Quieres té de Athelas?- pregunto Shaoran

(N. A.  Athelas u Hojas de Rey son la única cura que se conoce para la enfermedad negra producida por las heridas de los Jinetes Negros)

- Por favor- dijo ella

- Ve ha comer a otra lado, o la harás vomitar otra vez- dijo Shaoran a Tonny mientras ayudaba a Sakura a sentarse a la mesa.

- Gracias- le dijo a Shaoran cuando este le entrego la taza con el té.  La cocina estaba en completo silencio y todos la miraban.

- Y esa es la razón por la que no hablo de mis problemas- dijo Sakura molesta por el incomodo silencio.

- Tenías que habérnoslo dicho.  Te habríamos ayudado- dijo Touya

- ¿Cómo? No pueden evitarlo.  Solo se preocuparían.  Además no es tan malo.  No todo fue horror y muerte.  ¿Cuánta gente puede darse el lujo de decir que estuvo en la bella Lothlorien o en Rivendeld (n.a. ciudades elficas muy hermosas) Aunque creo que mi favorita sigue siendo la Comarca (ciudad Hobbit)

- Estoy de acuerdo.  Mientras más lejos de Mordor, mejor- dijo Shaoran

- ¿Qué era lo que murmurabas en sueños?- pregunto Tonny con curiosidad- No recuerdo muy bien como era

- Cuando tienes la enfermedad negra, tu mente se pierde en la oscuridad.  Es normal que se murmuren cosas en ese estilo.

- ¿Cómo llegaron a esa época?- pregunto el profesor

- Alguien, no sabemos quien, abrió un portal y nos dijo que usáramos otros nombres para que no nos hallaran aquí – dijo Sakura

- Pero ¿Por qué ustedes? También estábamos nosotros- dijo Neitan

- Porque Shaoran conoce las tierras de Mordor y también sabe como piensan los orcos – dijo Sakura

- Por otro lado, puedo usar el anillo único sin que Sauron me ubique.  Si Sam hubiera usado el anillo tan cerca de Mordor como tuvimos que hacerlo, probablemente Sauron los hubiera encontrado.

- Sin embargo ¿Porque enviarlos tan jóvenes? Eso es realmente inhumano- pregunto Kate escandalizada.

- Al principio tampoco lo entendíamos, pero ahora tiene mucho sentido.  Tenían que enviarnos antes de que todo esto que sucede ahora pasara – dijo Sakura

- Además, tenían que enviarnos lo suficientemente jóvenes para que no nos reconocieran.  Elrond jamás me hubiera dejado cuidar de Frodo si supiera que era el hijo de Sauron.

- Pero ya no te pareces a Gothmog- dijo Tonny

- Pero aun tengo su esencia.  La prueba es que los jinetes me reconocieron allá en la tierra media porque me conocen desde niño- terminó Shaoran.

-Por otra parte- dijo Sakura- No hubiera sido muy agradable que ya me hubiera desarrollado.  Si a las heridas se les hubieran unido los cólicos premenstrúales te juro que me muero ahí mismo.

- Que horrible- dijeron al mismo tiempo Tomoyo, Mirrow, Kate y Nakuru mientras los muchachos se miraban entre sí.

 

-Bien, creo que será mejor que me vaya a dormir

-¿Otra vez?- pregunto Eriol

- Estaba inconsciente, no descansando.  De hecho es muy agotador y mañana tengo práctica.  Los nacionales son en menos de una semana y con la obra casi no he practicado.

-  Vámonos pues a la casa- dijo Touya- De todas maneras, te estaré vigilando- le murmuro Touya al oído de Shaoran, mientras éste le dedicaba una de sus miradas de aborrecimiento.

 

El incidente no se había vuelto a mencionar.  El profesor había decidido terminar las sesiones de Sakura, por lo cual en cierta forma ella estaba contenta con el resultado.  Sin embargo estaba demasiado ocupada entrenando para los nacionales de Gimnasia.  Shaoran casi no la vio durante la semana, pero en realidad no lo lamento.  Necesitaba estar un tiempo solo.

 

Los jinetes por su parte, parecían estar tranquilos.  Probablemente por que tenían el mismo problema que los quendy para localizar a los otros portadores.

 

Finalmente llegaron las finales de gimnasia.  Touya, Mirrow y Yuki se habían quedado para ver a Sakura, y junto con el profesor, Tomoyo, Kate, Tonny, Nakuru, Eriol y Shaoran fueron a ver las competencias.  Por supuesto podéis imaginaros la escena.  Shaoran y Touya dirigiendose miradas asesinas;  Nakuru encima de Touya, por supuesto, para enojo de Mirrow; Kate y Tonny, peleándose todo el tiempo; Tomoyo filmando a Sakura, para vergüenza de ésta y Eriol riéndose de la situación.  Incluso Kero y Suppy discutían desde las mochilas de Eriol y Tomoyo.

 

A Sakura en los primeros tres días le fue de maravilla.  Por lo que se veía se llevaría todas las medallas de oro (n.a. no sé si entregan medallas por evento o por puntos al final así que sí cometo un error perdonenme)

 

Iba a empezar la cuarta y ultima jornada.  Todos se encontraban en las gradas para observar a Sakura, quien le tocaba la rutina en el piso.  Sin embargo esta última había olvidado su cola en el auto de Touya.

-Tendré que ir a buscarla- dijo Sakura pidiéndole las llaves a Touya.

-¿Si quieres las busco yo?- dijo Touya

-No, no es necesario.  Además necesito relajarme- dijo Sakura

- Te acompaño- dijo Tomoyo

- Yo también- dijo Shaoran

 

- ¿Qué? ¿Te hago una trenza o solo una cola?- pregunto Shaoran mientras le recogía el pelo a Sakura, con cuidado de no tocarla

- Una trenza- dijo Sakura que se encontraba sentada en la maletera del carro

- ¿Sabes hacer trenzas?- pregunto Tomoyo asombrada por la agilidad con que Shaoran hacía la trenza.

- Alguien tenía que hacerme las trenzas haya en la guerra del anillo.  Digamos que no tuvo más opción que aprender- respondió Sakura.

- AAAAAYYYYYYY, miren, incluso es peluquero- dijo Michael a los otros muchachos que se dirigían al gimnasio y todos ellos se echaron a reír, mientras Shaoran se ponía rojo de la vergüenza.

- Espero que estés contenta- le reprocho a Sakura.  Pero en eso un círculo de fuego se creo a su alrededor y apareció junto a ellos un jinete negro.

 

El jinete tomo a Tomoyo por el cabello y la lanzó hacia el fuego, sin embargo esta lo traspaso sin que llegara a hacerse daño. Una risa salió de la garganta del jinete. 

-  El anillo Vilya, finalmente- dijo

- Námo- murmuro Shaoran

- ¿Quién?- pregunto Sakura

- Námo, Juez, lo llaman así porque suele decapitar a sus enemigos

-  Oooo, Genial- dijo Sakura quien saco de su llave – Llave que guardas los poderes de mi estrella, muestra tu verdadera forma ante Selene quien acepto la misión contigo.

-Poderes de la oscuridad, regresen a mí- dijo Shaoran

 

Ambos traspasaron el fuego sin mucha preocupación y entonces lo que vieron les dejo asombrados.  Tomoyo estaba mandando al “diablo” al jinete negro con una ráfaga de aire que salía de su mano…  No, no era de su mano, era de un anillo que portaba en la mano.

- ¿Tomoyo es la portadora del anillo de aire y tú no lo sabias?- pregunto Jack con reproche a Kimberly

- ¿Por qué habría de saberlo?- pregunto ella a su vez

- Vives con ella- dijo Jack casi molesto

- Eso no quiere decir que sepa todo lo que hace- se defendió ella.

- Les importaría ayudarme.  En verdad me gustaría filmarte y tengo las manos ocupadas.

 

Fin de la primera parte

 

Esta vez no hay notas.

No se preocupen la segunda parte no es tan larga.

 

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Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así, porque nadie me ha tratado con amor, porque nadie me ha querido nunca oír. Yo soy rebelde porque siempre sin razón, me negaron todo aquello que pedí, y me dieron solamente incomprensión. y quisiera ser como el hombre aquel, como el niño aquel que es feliz.  Y quisiera dar lo que hay en mi todo a cambio de una amistad. Y soñar y vivir y olvidar el rencor y cantar y reír y sentir solo amor.