L U Z H E R M E T I C A
Resp:.LOGIA ATLANTICO número 8
A L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.
AÑO 1 . NUMERO 1 . Mayo - Junio 1999 . OR:.DE BARRANQUILLA - COLOMBIA |
PEDRO
DONADO VELILLA M:. M:. AD-VITAM
Cuando se iba a
adorar a Dios y especialmente en las fiestas religiosas y
nacionales, el Pueblo escogido acudía desde
todos los confines de la tierra a la ciudad santa,
el templo consagrado donde se adoraba en espíritu y en
verdad. Los peregrinos convivían en Jerusalén
durante los días de fiesta y el fervor hacía
desaparecer las diferencias de las distintas tribus muy
dadas a pelear. Y es que el compartir y
trabajar juntos en armonía es una de las cosas más
bellas de la sociedad humana, máxime cuando ese
ambiente de confraternización y afecto suele extenderse
a todos los hermanos miembros de una misma familia.
Contemplando
esta escena, el rey David, máximo
cantor de lo divino, Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía El salmista compara esta concordia fraterna al ungüento que se derramaba sobre el sumo sacerdote el día de su consagración. Debía fluir abundante sobre la cabeza y el pecho en el que llevaba los nombres de las doce tribus, simbolizadas en doce piedras preciosas. La fragancia del ungüento, compuesto a base de las más exquisitas especias, debía expandirse abundantemente para indicar la influencia que debe ejercer toda la comunidad. Los sacerdotes no debían cortarse la barba, que entre los orientales era signo de honorabilidad. Por ello, la barba de Aarón, primer sumo sacerdote, era proverbial en la historia de Israel y el salmista, utilizando esta creencia, dice en el versículo 2: Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón y baja hasta el borde de sus vestiduras. Para terminar, con un segundo símil el poeta y rey David canta y explica la fraternidad que debe reinar entre nosotros, comparándola con el rocío de Hermón. Las regiones secas y desérticas de Palestina durante la mayor parte del año no reciben más humedad que la del rocío nocturno, particularmente abundante en la zona más fría del Hermón en los confines con Siria. Desde allí provenía el aire fresco que tenía beneficiosa influencia en Palestina. El rocío es para el salmista el símbolo de nueva vida: la unión fraternal vigoriza a las instituciones y a la nación como el rocío vigoriza a las plantas. Entonces, debemos sentirnos todos unidos para reavivar la conciencia fraternal, así como el rocío de Hermón reaviva la vegetación de los montes de Sión. Por eso, el salmo 133 termina diciéndonos en su versículo 3: Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión, porque allí envía Jehová bendición y vida eterna. |