Desde la llegada a Marte de las dos sondas Voyager se sabe que hace varios miles de millones de años corría el agua en estado líquido por la superficie marciana. Son numerosos los vestigios geológicos y geomorfológicos que prueban dicha afirmación. El hecho de haber agua líquida implica la existencia forzosa de una atmósfera lo suficientemente densa como para retenerla.
Por otra parte, la composición actual de las rocas de la superficie del planeta rojo y de su atmósfera rica en dióxido de carbono y vapor de agua es claro indicio de la gran probabilidad de que la Vida haya aparecido alguna vez en nuestro vecino planeta.
Para el día 3 de diciembre de 1999 estaba prevista la llegada de la MPL a Marte. Con precisión matemática los instrumentos de navegación y de control desde Tierra indicaban que todo iba a la perfección. Una vez iniciadas las maniobras de entrada en la atmósfera y comenzar la penetración en ella, hay un lapso de unos minutos en los que la emisión de radio y televisión se ve interrumpida durante las operaciones de descenso, freno, apertura de paracaídas y amartizaje; para después, previo diversos chequeos automáticos de la nave, comenzar su retransmisión a la Tierra.
Es en este momento cuando la versión oficial y la Verdad divergen. Ante la gran expectación generada en todo el mundo y ante lo que está sucediendo realmente en Marte, recibido en la Tierra en el radio-observatorio de Arecibo y en la base española de Robledo de Chabela, el Centro de Control de la Misión en Pasadena se ve en un callejón sin salida.
Efectivamente la Mars Polar Lander ha dejado de funcionar, pero lo que ha sucedido no puede divulgarse al menos hasta consultar los primeros análisis con el Alto Estado Mayor, la Agencia Nacional de Seguridad y el mismo Presidente de los Estados Unidos de América y su Gabinete de Crisis reunidos a tal efecto.
El estrés en el Centro de Control es máximo. Los científicos no saben cómo reaccionar, hay incluso el suicidio de un ingeniero de sistemas que se tira de lo alto de la torre de lanzamiento. Se recibe la orden de silenciar los verdaderos acontecimientos y retrasar la rueda de prensa prevista.
Oficialmente, la sonda espacial MPL ha sufrido un accidente fatal en la maniobra de amartizaje y se pierde definitivamente.
Pero, ¿qué ha sucedido realmente?. Una transmisión electrónica de datos altamente clasificados como máximo secreto entre el Ingeniero de Vuelo John W. Philips del Centro de Control de Pasadena y el Subdirector de Misiones del Jet Propulsion Laboratory William F. Campbell, es interceptada y descifrada por uno de los mejores hackers de los Estados Unidos, cuyo nombre "de guerra" es Big Bug: El resumen del mensaje es aterrador: durante los 9 minutos y 34 segundos que dura la transmisión de datos, entre el amartizaje y la desactivación irreversible de la sonda espacial, la MPL emite perfectamente a Tierra, según lo previsto, tanto su posición como imágenes de toda la zona de amartizaje a su alrededor.
A los 4 minutos y 22 segundos del comienzo de la transmisión y mientras la cámara de video de alta resolución grababa en dirección noroeste, algo aparece y se mueve a distancia en el lado derecho de la pantalla. En la imagen puede verse perfectamente como ese "algo" se dirige rápidamente en línea recta hacia la sonda.
Debido a la distancia Marte-Tierra las señales electromagnéticas para el control y manejo de los sistemas de la nave tardan varios minutos en el viaje, por lo que es imposible manejarlos en tiempo real. Así pues la cámara de video principal siguió su barrido de toda la región sin posibilidad de corrección por parte de Pasadena y saliendo el "objeto" fuera de su campo visual.
Solo quedaba esperar que la cámara secundaria de baja resolución, barriendo la imagen a 180º de la primaria, llegara a la posición del "suceso". A los 9 minutos y 32 segundos esta cámara captaba durante dos segundos como el "objeto" se abalanzaba contra la sonda perdiéndose la imagen definitivamente.
Big Bug postergó de momento la difusión de dicho mensaje con objeto de poder seguir interceptando nuevos informes sobre el incidente. Según había supuesto, una semana más tarde intercepta otro correo electrónico cifrado emitido por el propio director del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y dirigido al servicio de Alertas Nacionales de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), concretamente al Asesor Presidencial Douglas M. Tilly.
En él explica con todo detalle los resultados del análisis de las imágenes recibidas: Mientras la cámara primaria grababa el "objeto" acercándose a una velocidad de entre 40 y 45 millas por hora, el espectrómetro de masas y otros sofisticados aparatos enfocados al mismo punto, determinaban con un margen de error del 0'01% que la composición química del objeto era en un 34'38% de agua, un 58'09% de compuestos orgánicos con base carbono y un 7'53% de compuestos de molécula larga de silicio. Comparando la dirección e intensidad de los vientos en ese momento, el movimiento del objeto no obedecía a una posible causa natural o aleatoria, sino perfectamente determinada.
Pero las breves imágenes de dos segundos de la cámara secundaria, debidamente procesadas, eran todavía más fascinantes: mostraban sin ningún género de duda cómo un ser de color rojizo oscuro, con 5 extremidades tentaculares saliendo radialmente de un centro situado en la parte superior de un "cuerpo" hemiesférico de unos 2'5 metros de altura, abrazaba la MPL en el momento de perder contacto con la Tierra.
¿Qué nos depararán las próximas misiones al planeta rojo? ¿Actuará la NASA y el Gobierno USA en consecuencia y con rigor científico enviando nuevas sondas exploratorias o cancelarán todos los proyectos para silenciar la, ahora definitivamente demostrada científicamente, existencia de vida en Marte?. ¿Puede éticamente cualquier gobierno u organización de la Tierra ocultar al resto del mundo todos los datos y pruebas de un descubrimiento de tal envergadura? ¿Son los marcianos animales irracionales o tienen algún atisbo de inteligencia?. ¿Nos visitan o nos han visitado, o no tienen tecnología para hacerlo?. ¿Son pacíficos? Esos últimos dos segundos parecen indicar que no.