Breves Encuentros con la Historia

La Tragedia de la Escuela Domingo Santa María de Iquique

Autor: Mario Zolezzi Velásquez

IV.- Después de la Tragedia:

Los pampinos, abatidos y defraudados, en su casi totalidad regresaron en trenes a las oficinas. Un gran número de sus compañeros quedaron para siempre bajo tierra iquiqueña. Había terminado su terrible odisea en la Capital del Salitre. El 24 de diciembre abrió sus puertas todo el comercio mayorista. Volvió la actividad en casi todas las fábricas locales, y se regularizó el servicio de trenes al interior. Para consolidar la normalidad en Iquique y la pampa, el crucero Esmeralda se dirigió a Coquimbo para traer al regimiento Arica. En el transporte Maipo arribo una fuerza del regimiento Carabineros destinada a cubrir guarnición en las salitreras. En enero de 1908 los salitreros se comprometieron al sostenimiento de los carabineros encargados del mantenimiento del orden en la pampa.(26) El 25 de diciembre salió de Montevideo el crucero Sappho rumbo a Iquique, a donde arribó el 7 de enero de 1908. La llegada de ese buque de Su Majestad produjo gran satisfacción en la colonia británica.

Las autoridades recibieron cordialmente a los marinos extranjeros. Después del cruento acontecimiento muchos obreros bajaron a Iquique con sus familias para dirigirse al sur. Comenzó también la emigración de trabajadores peruanos, bolivianos y argentinos. La tragedia del 21 causó mucha impresión en Lima. El Comercio lamentaba, que en este contienente, donde el problema social recién principia a delinearse se susciten ante una de sus manifestaciones que, se mantenía aún en los límites de una resistencia pasiva, conflictos tanto o más crueles y sangrientos, que aquellos de que suelen ser, periódicamente teatro los viejos países de Europa. El diario daba a conocer que entre las víctimas se hallaban trabajadores peruanos, noticia que ha repercutido aquí dolorosamente por la forma brutal en que la victimación se ha realizado.(27) El Tarapacá, en su edición del 26 de Diciembre, condena la forma y desarrollo revolucionario y sedicioso impreso por sus cabecillas a la huelga de los trabajadores de la pampa. Enseguida expresó: que no puede censurarse a la autoridad por las medidas violentas que tomó para hacer cesar ese estado de cosas, tan profundamente irregular y pernicioso para el orden social establecido.

El conocido abogado Horacio Mujica en el mismo diario, el 28 de Diciembre, en un artículo titulado Enseñanzas de la Huelga, expresó: Saquemos de ello enseñanzas de la Huelga, curemos el mal en su fuente, en su raíz, en sus causas verdaderas, evitemos que el mal se produzca y no tendremos necesidad de imponer por la fuerza soluciones que sólo el derecho y la justicia y sobre toda la convicción de ésta debe producir. En la Memoria de 1907, el delegado Fiscal de Salitreras, fechado en mayo de 1908, señala la necesidad de dictar una legislación que contemple las relaciones de patrones y obreros, mire por el bienestar material y moral del trabajador y sus familias en la pampa, y se asegure eficazmente el exacto cumplimiento de todas las disposiciones que se dicten.(28)

V.- Conclusión:

Leopoldo Castedo califica este deplorable suceso como un baño de sangre(29) Gonzalo Vial escribe que los hechos de Iquique no tuvieron justificación. Los huelguistas no cometieron ningún desorden importante, ni amenzaron a la población, los patrones o la autoridad; ni pretendieron sustituir a ésta. Se hallaban además, desarmados. En fin lo pedido por los huelguistas no era irrazonable, ni se mostraron inflexibles discutiéndolo.(30) El pampino era solidario pero le faltaba la unidad y ésta la logró en el crítico año de 1907. Tras largos años de se refrenados sus impulsos de reivindicación social, al fin estalló la gran huelga en la provincia de Tarapacá. Esta representó una clara demostración de la fuerza de los trabajadores de la pampa ente el agobiado gobierno de Pedro Montt y los prepotentes salitreros, lo que puso de manifiesto en forma destacada la existencia de la Cuestión Social en Chile.

El gran movimiento se desarrolló en pleno auge de la industria del oro blanco, durante la existencia de la República Parlamentaria que nació luego de la derrota del régimen de Balmaceda en los campos de batalla en 1891. En la cruenta lucha fraticida los obreros de las oficinas prestaron a la causa rebelde valiosos servicios en los frentes laboral y de guerra para la obtención de la victoria final de los enemigos de Balmaceda, entre los cuales se hallaban Pedro Montt, Rafel 2º Sotomayor y Roberto Silva. Esta actitud de los pampinos se debió a la represión balmacedista en la Oficina Ramírez que echó en masa en brazos de la revolución a los trabajadores de las salitreras, según indica Encina.(31) Años más tarde la ingrata República Parlamentaria insensible a las demandas obreras, reprimió sangrientamente la huelga de los pampinos tarapaqueños.

La acción militar del 21 de Diciembre de 1907 significó un golpe doloroso y paralizante para el movimiento obrero del salitre de Tarapacá y una advertencia para el de la provincia de Antofagasta, donde no estalló el movimiento huelguístico. De esta forma, el desarrollo de la industria salitrera, vital para la economía nacional continuó sin perturbaciones de este tipo por muchos años.

Martir Escuela Santa Maria de Iquique

Fotografia GBSE