EPILOGO
Como supondrán el episodio fué terrible, en todo momento estuve plenamente conciente de que mi vida dependía de un frágil e inestable capricho del destino. Por fortuna los hados estuvieron siempre conmigo y terminé mi viaje sano y salvo. Hoy, por suerte, vivo para contar mi escalofriante experiencia. No pido compasión ni acepto ningún tipo de ayuda. Soy un hombre bien templado y con nervios de acero. El que hoy tenga el valor de escribir ésto, lo demuestra. Simple y llanamente exijo justicia: quiero ver que ese abominable comando terrorista reciba su merecido. Esos cretinos siguen sueltos y pueden volver a atacar en cualquier instante. En un primer momento la rabia me impulsó a querer exigir al gobierno de México la inmediata ruptura de relaciones con el reino de Bélgica, hasta que esos criminales fueran detenidos y extraditados a nuestro país. Pero el tiempo, la distancia y sobre todo mi infinita bondad me han hecho recapacitar, he cambiado de opinión. Seré benevolente, hoy solo pido lo siguiente: Si alguien conoce a la mamá de esos condenados gandules invítenla a mi página para que vea la clase de granujas que son y les acomode una reverenda paliza. He dicho (Y tú ya vete de aquí)
5... 4... 3... 2... 1... Click:
|