Aprendamos a redescubrir el sentido
divino de nuestra vida, a descubrir el sentido final de nuestra existencia,
que pienso y creo absolutamente que es: gozar de la presencia del Dios
vivo único y omnipotente, de la gracia de nuestro Creador, compartir
la Gloria eterna con Cristo Jesús, bajo el influjo del Espíritu
Santo en cada una de nuestras acciones.
Gracia y bendición
a quien lea esta página ....