La verdadera historia de la represión a los paristas

Por: la Baticueva

 

A las 2:15 horas del 5 de agosto de 1999, en el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de Ciudad Universitaria, se llevó a cabo una asamblea del Consejo General de Huelga (CGH) con carácter de emergente, para ello se discutieron los acontecimientos suscitados entre estudiantes paristas y no paristas involucrándose con ellos las autoridades, policías, granaderos y los famosos "porros", teniendo como consecuencia 107 detenidos (por supuesto paristas) por causa de los enfrentamientos.

Los estudiantes paristas se presentaron con la finalidad de informar a sus compañeros universitarios sobre las condiciones en las cuales se llevarían a cabo las reinscripciones en la sede alterna de la Facultad de Derecho, dichos estudiantes no llevaban intensiones de provocar enfrentamientos con la fuerza pública, sin embargo los acontecimientos tuvieron como consecuencia a estudiantes lesionados, golpeados, humillados por el poder de la fuerza, de las armas, de la represión.

Los enfrentamientos con la gente que está al servicio del estado, policías y granaderos principalmente, han originado un ambiente de incertidumbre y desconfianza, no existe seguridad para nosotros los estudiantes, los padres de familia y los trabajadores, y la sociedad en general. La responsabilidad del gobierno del Distrito federal ha mostrado sus formas de solución, unas cuantas madrizas y hay para más, sin embargo el gobierno de México no ha hecho absolutamente nada para solucionar el conflicto universitario, lo único en lo que participa es en pagar y derrochar importantes sumas de dinero a miembros de la seguridad pública y funcionarios del gobierno que quieren ver a las clases trabajadoras ya no de rodillas, sino tiradas en el piso para pasar sobre ellas como si fueran nada, como si no existieran, como lo fue con nuestros compañeros que fueron obligados con amenazas a arrodillarse ante la mira del fusil, la humillación del poder del fuerte sobre el débil, es más que clara, es inadmisible seguir soportando semejantes medidas de gobierno y de intimidación ante quienes menos tenemos.

Se invocó a una gran cantidad de estudiantes para que cubrieran sus cuotas de inscripción y pudieran inscribirse o reinscribirse en sus respectivas escuelas y facultades, cuando a todas luces se informó que el 80% de alumnos que querían estudiar el nivel superior fueron rechazados y por tanto no son aceptados en nuestra UNAM, como si la misma estuviera desbordándose de los excelentísimos ejemplos de nuestras autoridades como lo son el Dr. Francisco Barnés de Castro, y un grupo nutrido de personalidades académicas, eméritas, etcétara. Es por eso que el semestre escolar no concluyó satisfactoriamente para la comunidad estudiantil y las correspondientes evaluaciones extramuros son antiacadémicas, son inaceptables por no ofrecer los espacios e instalaciones apropiadas para llevar a cabo la educación media superior y superior, con todo y esto, las autoridades se burlan de nosotros, de nuestros profesores, de nuestras familias, de la sociedad mexicana, mientras ellos estén muy bien ganando millones y millones de pesos a costa del trabajo ajeno, de las clases marginadas y explotadas, de la sociedad oprimida que ya bastante herida está, en condiciones físicas, materiales, morales, humanas, en fin, es claro que éstas formas de vida en la sociedad mexicana no pueden seguir subsistiendo y menos aún cuando al sector educativo le llega su turno, ahora los palos y golpes son contra los estudiantes, por favor hay que comprender eso, somos el futuro de nuestro país, ¿en qué quieren que nos convirtamos hoy las autoridades universitarias y las autoridades del gobierno?, en presas que corren en busca de preservar su salud, su vida, su dignidad, para que detrás de nosotros nos digan, alto ahí o si no abrimos fuego, y termináramos usando la tumba del panteón de al lado para protegernos como lo fue el día de ayer ante la persecución policiaca de nuestros compañeros universitarios.

Las patrullas cargadas con el botín, como si hubieran hecho una obra de arte de la cual se sintieran orgullosos, no ellos, sino todos los mexicanos y todas las mexicanas como dicen allá en las montañas del sureste mexicano, ¿pues de qué se trata?, acaso de recoger gente y llevársela ala delegación para que la fichen y después se diga a la sociedad, miren, éstos son, éstos son los provocadores, los revoltosos, los que tienen secuestrada a la UNAM, los que impiden que la educación universitaria siga su curso, mírenlos como animales en jaula, en la televisión, en las delegaciones, en las patrullas, vean sus fotos en la prensa para que los recuerden siempre y muy bien y de por vida, escúchenlos en la radio, en sus marchas, en sus brigadeos, en sus volanteos, en sus mítines, en sus cegeaches, en fin, el señalamiento es brutal, es sorprendente, es de lo más absurdo que los medios de información difundan para nuestra democrática sociedad mexicana, pero qué se le va a hacer, así como sube la leche, así también suben a los universitarios a los carros de los vencedores a punta de golpes y madrazos, en una idea: a costa del dolor, del sufrimiento y de la sangre, a costa de la violencia.

Alguna voz por ahí narró: nos agarraron los granaderos y nos echaron gas lacrimógeno, sin embargo, aquí a nadie se le ha arrugado nada y todos le hemos entrado, muchos nos preguntamos quién dio la maldita orden de madrear a los compas de Políticas, de Derecho, de aprisionarlos, de sujetarlos por la fuerza y por sus güevos, quién fue, haber quién de todos ellos es el que se hecha el trompo a la uña, miserables, cobardes, sólo con sus salvajadas creen tener la razón, imbéciles, animales. Pero ni quién cuente que en las camionetas trataron de asfixiarlos como medida de corrección, como llamada de atención, a nuestras compañeras y a nuestros compañeros universitarios, que ni rajen las autoridades, ni los policías y ni los granaderos, porque a ellos también se los madrean, y más les vale que se callen.

Alguien por ahí pudo haber tenido la curiosidad de contar a los dos, tres, cuatro policías o granaderos, los que hayan sido, quienes estaban madreando y golpeando severamente a un estudiante, a un universitario que muy bien puede ser nuestro hermano, nuestra hermana, nuestro carnal, nuestro hijo, nuestra hija, el hijo del obrero, del empleado, del campesino, en fin, los hijos de los trabajadores, ¿quién habrá contado a semejantes golpeadores, quién? Yo les pregunto, ojalá y así contaran también ellos los centavos y los pesos que se necesitarán para pagar los alimentos, las curaciones, el hospital, las multas, las mismas cuotas, ojalá y así contaran las autoridades el dinero, para la alimentación, el sustento, la educación, el porvenir, pero no, lo único que cuentan son los golpes que cada tira aventó y eso sí, los goles que la selección mexicana metió a la escuadra del Brasil, cuando se debieran contar las atrocidades, las calumnias, las represiones que toda esa bola de gente ha hecho, pero así es la realidad.

Quizá la renuncia del rector sería un camino adecuado para resolver el problema en la UNAM, pero, ¿para quién?, para la compañera muerta que en paz descanse, para la compañera violada, para los compañeros secuestrados y golpeados, para la gente despedida de manera impune, para la gente que goza con el desmadre que hay en la UNAM y que la deja como barco a la deriva, etc., yo me pregunto, ¿qué cuotas pagarán la pérdida de la vida humana, el trauma de una violación, el robo a las clases asalariadas, obreras y campesinas, el fraude académico? A ver señor rector, dígame, ¿qué cuentas va a entregar a su Dios Labastida, Zedillo, a la junta de gobierno, en fin, qué cuentas le entregará a sus hijos, a sí mismo? No le parece que ya está bastante barboncito para andar jugando con la rectoría y con nuestra UNAM, y con la vida de muchas personas que buscan mejorar y transformar nuestro país, como somos toda la comunidad universitaria, por favor señor, ya déjese de mamadas y sea más humano, más sensible, más inteligente, no sea usted ciego y sordo ante lo que es evidente, por favor, no chingue.

¿Qué será del compañero enyesado, de aquél que tiene la cara hinchada y morada por los madrazos, de aquél que golpearon las costillas, del que le fracturaron por ahí algún hueso?, en fin, ¿qué opinarán de las clases y lecciones que recibieron los compañeros de la Facultad de Derecho, realmente puteados, qué sentirán?, la respuesta es más que obvia.

Por lo anterior es más que claro, los enfrentamientos del día de ayer fueron planeados por las autoridades universitarias en unión con el gobierno y con la burguesía, teniendo como único blanco y objetivo, darle en la madre al movimiento y a cuantos se encuentren en el camino.

Entre cinco policías lo tiraron al piso, le daban patadas y lo madreaban, mientras desenfundaban, cortaban cartucho y que Dios los amparara, ante la impotencia de poder ayudarlo, de hecharle la mano y quitarlo de tan feroz embate, pese a nuestra desesperación, nuestro dolor, nuestro coraje, queríamos que por lo menos los madrazos se hubieran repartido entre todos y no sólo con unos cuantos, así ocurrió, nos hecharon montaña, y nos sometieron, los putos cabrones catearon por igual, hombres y mujeres, sacan las pistolas, la metras y comienzan a corretearnos a un chingo de metros y nos arrodillamos al momento que se escuchaba ¡bajen la cabeza cabrones!, haber en qué momento nos cargaba la chingada.

Algunos tuvimos que cambiarnos de ropa, saquen a ese cabrón, a otro le metieron cosas a su mochila para después culparlo sin la menor reserva, algunos polis por ahí mencionaron, la neta esto es una orden compañeros, ellos decían que esperaban el motivo, que ya traían el pedo desde la PGR y seguridad nacional, con órdenes de aprehensión, de agarrar a los cabecillas y acusarlos por delitos federales, trataron de hacer su selección, si se mantienen ustedes hay más pedo, los cabrones que se metieron al panteón horas después todavía los andaban buscando, nomás se sigue preguntando uno ¿quién les dio la orden?, los policías no se conducen solos, es lamentable saberlo, lo que pasa es que el gobierno federal y la burguesía los tiene de los güevos, que no se hagan pendejos.

Compañeros, ante la represión física, moral, material entre otras, que hemos sufrido los universitarios debemos avanzar y mantenernos firmes, porque la universidad que defendemos debe ser justa para todos y para todas, la educación no es un privilegio, es un derecho que todo ser humano debe tener y por tanto se debe impedir que grupos elitistas y excluyentes sean únicamente los que puedan educarse.

Uno debiera pensar, ¿el financiamiento a los grupos porriles por parte de quién viene, de los pobres o de los ricos?, ¿quién paga a toda la gente infiltrada en la universidad para informar de los acontecimientos que se viven en la misma, qué hacen los estudiantes, cómo se organizan, qué discuten en el CGH, etcétera? Los universitarios expresamos el repudio a las autoridades ante las medidas de presión y agresión que vivimos día con día. Sin embargo la alianza PRD-PRI-PAN-resto de partidos políticos es muy clara, seguir aliados con el poder para seguir jugando con el futuro de México.

 

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