México: miembros de PRI se retractan de la reforma electoral
Noviembre 96

Los miembros legislativos del partido mexicano en el poder, el Partido Revolucionario Institucional, se echaron atrás en cuanto a una prometida reforma electoral en un voto en el Congreso el 14 de noviembre de 1996.

La nueva legislación debilita un acuerdo de julio de 1996 que pretendía depurar el sistema político mexicano y convertir el proceso electoral en más accesible para los partidos de la oposición. Este resultado de voto parece demostrar que el PRI aún no está dispuesto a deshacerse de las ventajas electorales que le han permitido permanecer en el poder desde 1928.

Al salir elegido presidente de México en 1994, el político del PRI Ernesto Zedillo Ponce de León prometió convertir la reforma electoral en el punto central de su gobierno. Tras dos años de complicadas negociaciones con los principales partidos de la oposición del país (el Partido de Acción Nacional, PAN; y el Partido de la Revolución Democrática, PRD), el grupo llegó a un acuerdo sobre una serie de enmiendas constitucionales a fines de julio de 1996. Las reformas fueron aprobadas por el Congreso General un mes antes de enviarse a los estados para obtener su ratificación.

Entre las reformas incluidas en las enmiendas propuestas estaban la limitación de gastos para campañas electorales, la posibilidad de que los mexicanos que no viven en el país voten por correo a partir del año 2000, y un acceso mayor a los medios de comunicación por parte de los partidos en la oposición. Las reformas también incluían la elección del alcalde de México, un cargo que anteriormente era elegido arbitrariamente por el presidente.

Sin embargo, las negociaciones para ultimar los detalles del acuerdo de julio se vinieron abajo en noviembre. Los legisladores de la oposición se negaron a aceptar los elevados presupuestos para gastos requeridos por el PRI, que reaccionó desconvocando las negociaciones y pasando su propia versión de la legislación, que por supuesto, aprueba sus elevados gastos de campaña, dificulta el acceso a los medios de comunicación a los partidos de la oposición, e impide que voten quienes viven fuera del país. Asimismo, se impide a los partidos políticos que apoyen a candidatos presentados por una coalición para el poderoso puesto de alcalde de Ciudad de México.

La votación en el Congreso fue una cuestión numérica puramente partidista. Todos los diputados del PRI votaron a favor y todos los de la oposición, en contra. En algunos círculos se considera esta maniobra como una represalia contra Zedillo de su propio partido. Pero también puede tratarse del simple medio de los legisladores del PRI al darse cuenta de que su partido está perdiendo terreno frente al PAN y al PRD. Hay que tener presente que en el año 1997 serán las elecciones municipales y las del Congreso de los Diputados.


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