Comercio exterior: Clinton pospone el embargo comercial sobre Cuba
Enero 97
El presidente de los Estados Unidos Bill Clinton anunció el
3 de enero de 1997 que pospondría determinadas medidas de una controvertida
ley comercial estadounidense, evitando así dañar aún
más las relaciones con la Unión Europea (UE), México
y Canadá. La estrategia no logró apagar la crisis comenzada
por la ley, sin embargo. La ley pretendía desarrollar la democracia
en Cuba al apoyar la cooperación internacional con el embargo de
los Estados Unidos sobre la actividad comercial de la nación caribeña
de régimen comunista.
Se cuestionaba el Título III del Acto de Libertad y Solidaridad
Cubana de 1996. Si se aprobara, el Título III permitiría
a los ciudadanos dueños de propiedad confiscada por el gobierno
revolucionario del presidente Castro poner pleitos a personas o empresas
que estén negociando en la actualidad con esas propiedades. La ley
se conoce como la ley Helms-Burton, por los nombres de sus defensores ante
el Congreso de los Estados Unidos, el senador Jesse Helms de Carolina del
Norte y el diputado Dan Burton de Indiana, ambos republicanos.
Según la ley, el presidente de los Estados Unidos puede suspender
el Título III cada seis meses. Clinton lo pospuso por primera vez
a mediados de julio de 1996. El resto de la ley entró en vigor el
1 de agosto de 1996. Otra de las provisiones más controvertidas
de la ley es el Título IV, por el cual a las personas relacionadas
con inversiones en propiedades cubanas confiscadas a ciudadanos estadounidenses
se les denegará la entrada en los Estados Unidos. A algunos empresarios
extranjeros ya se les ha prohibido la entrada en este país, de acuerdo
con el Título IV.
La puesta en marcha de la ley Helms-Burton provocó una reacción
inmediata por parte de la EU, México y Canadá, todos ellos
países con importantes inversiones en Cuba. La EU, México
y Canadá mantienen que la Helms-Burton es ilegal porque pretende
implantar leyes estadounidenses fuera del territorio de Estados Unidos.
Han amenazado con impugnarla ante los tribunales especiales de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) y del Tratado de Libre Comercio Norteamericano
(TLC). La EU, México y Canadá también aprobaron una
legislación que permitía a los defensores del Título
III pleitear en los tribunales de sus respectivos países. A finales,
de diciembre, Cuba adoptó una legislación similar.
La ley Helms-Burton se propuso por primera vez en 1955. Ante la posibilidad
de que la ley pudiera provocar disputas, Clinton se opuso a ella en un
principio. Sin embargo, cambió de opinión después
de que dos aviones del ejército cubano abatieran a tiros dos aviones
pertenecientes a un grupo cubano-estadounidense conocido como Brothers
to the Rescue (BTTR), a finales de febrero de 1996. El BTTR había
tenido que ver con una serie de intentos de localizar y asistir a refugiados
cubanos huidos de Cuba por mar y a menudo había lanzado octavillas
anticastristas sobre la isla cubana.
Clinton firmó la ley Helms-Burton en medio del escándalo
que creó el incidente del BTTR. Los expertos afirman que la decisión
de Clinton puede haber sido motivada por su deseo de aplacar políticamente
a los poderosos grupos cubano-estadounidenses de New Jersey y Florida,
dos estados que se consideran importantes en la reelección de Clinton.
En agosto de 1996, Clinton nombró a Stuart Eizenstat, el subsecretario
de Comercio, enviado especial con la misión de tranquilizar a los
aliados de Estados Unidos no partidarios de la ley Helms-Burton, pidiendo
su cooperación en los esfuerzos de Estados Unidos para aislar a
Cuba. Durante un viaje que realizó por las capitales extranjeras,
Eizenstat fue recibido fríamente por mandatarios de EU, México
y Canadá opuestos a la ley Helms-Burton. En noviembre de 1996, la
Organización Mundial del Comercio admitió la queja de la
EU y creó un jurado para tratar el asunto. Canadá y México
también van a crear un jurado semejante regido por las normas del
TLC. El jurado de la OMC tiene seis meses para informar sobre sus hallazgos.
Justo cuando la situación estaba empezando a complicarse, sin
embargo, la EU aprobó en diciembre una resolución que rebajaba
una gran parte de la tensión que se había creado entre Estados
Unidos y Europa. Esta resolución asimilaba la cooperación
económica y política con Cuba a las reformas políticas
que se llevaran a cabo en la isla. Además, establecía que
cualquier violación seria de derechos humanos en Cuba daría
como resultado la eliminación de todo acuerdo comercial futuro con
la EU.
La resolución de la EU estaba entre varios factores que Clinton
citó como importantes en su decisión de posponer los juicios
sobre el Título III. También mencionó una reunión
entre países latinoamericanos, España y Portugal que tuvo
lugar en noviembre y cuyos participantes hablaron de la necesidad de implantar
reformas democráticas en Cuba. Este avance, afirmó Clinton,
ponía de manifiesto que la comunidad internacional apoya a Estados
Unidos en su intento de implantar la democracia en Cuba. Clinton también
expresó su intención de continuar posponiendo los juicios
relacionados con el Título III siempre que la comunidad internacional
siguiera a favor de la reforma democrática cubana.
La decisión de posponer los juicios del Título III no
logró, sin embargo, solucionar el caos diplomático creado
por la aprobación de la ley Helms-Burton. Altos cargos de la EU,
Canadá y México manifestaron su alegría ante la decisión
reiterando su oposición a la naturaleza extraterritorial de la ley.
El presidente de la EU, Jacques Santer, afirmó que la EU no piensa
retirar la queja planteada ante la OMC.
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