Las
siguientes situaciones fueron parte del costo social del
gobierno de la u.p.
Crisis
económica
Mas de un centenar de personas -una
por semana- fallecieron de muerte violenta y directamente
atribuible a móviles políticos o sociales,
durante los casi tres años de "Unidad
Popular".
Campesinos y agricultores
perecieron al enfrentarse en las "tomas" (ocupaciones
ilegales) de predios agricolas, ultimados bala, a cuchillo y
hasta a palos. Propietarios de edad murieron del
corazón, al ser despojados de sus tierras o al verlas
asaltadas. Una anciana secuestrada y vejada en su fundo, se
suicidó. En las luchas e incidentes entre facciones
extremistas fallecieron estudiantes, sin que jamás
fueran ubicados los asesinos. Igual cosa sucedió con
carabineros víctimas de ultraizquierdistas; inclusive
uno de esos agentes del orden fue ultimado a tiros desde el
interior de un local de partido socialista. -el partido del
señor Allende-.
Extremistas indultados por el
presidente Allende, pertenecientes a la VOP (Vanguardia
Organizada del Pueblo), iniciaron de inmediato una serie de
asesinatos, seis sucesivos -entre ellos el del ex Ministro
del Interior, señor Edmundo Pérez, destacado
militante de la Democracia Cristiana.
Otros Indultados por el
señor Allende, junto con los asesinos del VOP, fueron
los cabecillas del MIR (Movimiento de Izquierda
Revolucionaria), que orquestaron el desborde de la legalidad
que tanta sangre costaría a Chile.
Todo esto se hizo con la pasividad
forzosa de la policía uniformada, obligada por el
señor Allende a no proceder, y con la complicidad de
la policía civil, dirigida por socialistas y
comunistas y, de este modo, enteramente
politizada.
Crisis
Económica
Mientras tanto, el país era
arrojado por la Unidad Popular a la peor crisis
económica de su vida nacional, sin paralelo en la
historia moderna del munso, salvo para países
azotados por la guerra o por coyunturas internacionales.
Algunas cifras relativas a este punto son las
siguientes:
- Una inflación que
superará el 300% en 1973
-Un déficit en la balanza
comercial, para el mismo año, que exederá de
450 millones de dólares (1970 cerró con un
superávit de más de 175 millones de
dólares)
-Un aumento de la deuda externa ,
en tres años, del orden del 60%.
-Un déficit fiscal, en 1973,
estimado en un 45% del gasto total del fisco.
-Una inversión nacional
(calculada como porcentaje del producto geográfico
bruto) que en 1973 será de solo dos tercios de la de
1970
-Una baja en la producción
industrial en 1973, con respecto a 1972 del orden del
6%.
(Cifras obtenidas de estduios de
las Universidades de Chile y Católica)
Ya en 1973 los efectos de la crisis
repercutieron brutalmente sobre los trabajadores, cuya
participación en el ingreso -según estudios de
la Universidad de Chile- fue inferior a la de 1970. O sea,
su situación real fue peor de la que tenían
antes de Allende. Recrudecieron fenómenos alarmantes,
como la desnutrición y mortalidad infantiles. Y el
desabastecimiento se hizo crítico, afectando a
productos tan esenciales como el pan, la harina, todos los
tipos de carne, el vino, las bebidas analcohólicas,
los cigarrillos, los detergentes, la pasta
dentrífica, etc., y apareciendo las interminables
colas (que a menudo se prolongaban de un día a otro)
y un mercado negro, cuya fuente fundamental eran las
empresas estatizadas y los organismos oficiales o
políticos de distribución.
Paradojalmente el señor
Allende vociferaba frases como que llevaría a cabo
una revolución "con el menor costo social que
sea posible imaginar en nuestras circunstancias... sin
compulsiones físicas innecesarias, sin desorden
institucional, sin desorganizar la
producción". También aseguraba que
"no era posible destruir una estructura social y
económica, una institución social
preexistente, sin antes haber desarrollado,
mínimamente, la de reemplazo".
Además dijo que "Nuestras obras no
sacrificarán la atención de las necesidades de
los chilenos de ahora en provecho de empresas
ciclópeas".
Por desgracia , los chilenos
sí fueron sacrificados por el señor Allende y
por la Unidad Popular, pero no en provecho de ninguna
empresa, sino de una destrucción física,
económica, política, social y moral
efectivamente ciclópea.
