PREGUNTA: ¿Había,
en su opinión, suficientes diferencias políticas entre la
mayoría y la minoría para justificar una escisión?
TROTSKY: Hay que considerar
la cuestión dialéctica, no mecánicamente. ¿Qué
significa la terrible palabra "dialéctica"? Significa comprender
las cosas a través de su desarrollo, no estáticamente. Si
tomamos las diferencias políticas tal como parecen, podríamos
decir que no eran suficientes para una escisión, pero al desarrollar
una tendencia de huida del proletariado y aproximación a los círculos
pequeñoburgueses, las mismas diferencias adquirieron un valor diferente;
un peso específico distinto; estaban conectadas con un grupo social
diferente. Este es un punto muy importante.
Nos encontramos ante el hecho
de que la minoría se escindíó de nosotros, a pesar
de todas las medidas que tomó la mayoría para evitar la escisión.
Esto significa que su sentimiento social era tal que les impedía
seguir junto a nosotros. Es una tendencia pequeñoburguesa, no proletaria.
Si quiere otra confirmación, tenemos un excelente ejemplo en el
artículo de D. McDonald.
Ante todo, ¿qué
es lo que caracteriza a un proletario revolucionario? Nadie está
obligado a participar en un partido revolucionario, pero, si lo hace, debe
considerar seriamente al partido. ¿Y qué es nuestra teoría,
sino nuestro instrumento para la acción? Nuestro instrumento es
la teoría marxista, porque hasta el momento no hemos encontrado
nada mejor. Un trabajador no fantasea sobre las herramientas; si tiene
las mejores que puede conseguir, las cuida; no las abandona, ni pide unas
inexistentes.
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(*) Este artículo
está reproducido del número de octubre de 1940 del Fourth
International. (Nota del editor.)
Burnham es un intelectual
snob. Picotea en un partido, lo abandona, prueba otro... Un trabajador
no puede hacer eso. Si entra en un partido revolucionario, se dirige a
la gente, la llama a la acción, es como un general en guerra; debe
saber a dónde la lleva. ¿Qué pensaríais de
un general que dice que las armas son malas, y que, por tanto, lo mejor
es irse a casa y esperar a ver si las inventan mejores? Ese es el razonamiento
de Burnham. Por tanto, abandonó el partido. Pero la lucha continúa.
No se puede posponer. Es sólo Burnham el que ha abandonado la acción.
D. McDonald no es un snob,
pero sí un poco tonto. Cito: "El intelectual, si quiere servir a
la sociedad, no debe decepcionarse ni a sí mismo ni a los otros,
no debe dar por bueno lo que sabe que es imperfecto, no debe olvidar lo
que ha aprendido a lo largo de años y años." Muy bien. Completamente
correcto. Sigo con la cita: "En estos años terribles y borrascosos,
sólo si somos capaces de combinar el escepticismo con la devoción
-escepticismo ante todas las teorías, gobiernos y sistemas sociales;
devoción a la lucha revolucionaria de las masas- podremos justificarnos
como intelectuales."
He aquí a uno de los
líderes del autodenominado "Partido Obrero", que no se considera
un proletario, sino un "intelectual". Habla de escepticismo hacia todas
las teorías.
Nos hemos preparado para
esta crisis estudiando, construyendo un método científico,
y nuestro método es el marxismo. Llega la crisis y el señor
McDonald se proclama escéptico ante "todas las teorías",
y luego habla de devoción a la revolución, sin proporcionarle
ninguna teoría de repuesto. ¿Cómo podemos trabajar
sin teoría? ¿Qué es la lucha, las masas, lo revolucionario?
Todo el artículo es escandaloso, y un partido que tolera como líder
a un hombre como ése no es serio.
Cito de nuevo: "Entonces,
¿cuál es la naturaleza de la bestia (el fascismo)? Trotsky
mantiene que se trata nada más que del fenómeno familiar
del bonapartismo, en el que una banda se mantiene en el poder enfrentando
una clase con otra y dando al poder del estado un carácter temporalmente
autónomo. Pero los regímenes totalitarios modernos no son
episódicos; han cambiado ya la estructura económica y social
' no sólo manipulando las viejas formas, sino destruyendo su vitalidad
interna. Por tanto, ¿es la burocracia nazi una nueva clase dominante
y el fascismo una nueva formación social, comparable al capitalismo?
Esto tampoco parece ser cierto."
Crea así una nueva
teoría, una nueva definición del fascismo, aunque desea que
seamos escépticos ante todas las teorías. ¡Es como
si les dijésemos a los trabajadores que deben ser devotos de su
trabajo, pero que sus herramientas no tienen ninguna importancia!. Estoy
seguro que los trabajadores tendrían un buen apelativo para quien
se lo dijera.
Pero es muy característico
de un intelectual desorientado. Se enfrenta con la guerra, con la terrible
época actual, con pérdidas, con sacrificios, y tiene miedo.
Empieza a propagar el escepticismo y todavía cree que es posible
unir el escepticismo con la devoción revolucionaria. Sólo
podemos desarrollar una devoción revolucionaria si estamos seguros
de que es racional y posible, y no podemos estarlo sin una teoría
operativo. El que proclama el escepticismo teórico es un traidor.
Analizamos diferentes elementos
en el fascismo:
1. El elemento común
al fascismo y al viejo bonapartismo es que utilizan la lucha de clases
para dar la mayor independencia posible al poder del Estado. Pero siempre
hemos subrayado que el viejo bonapartismo se produjo en una sociedad burguesa
ascendente, mientras que el fascismo es el poder del Estado de una sociedad
burguesa que decae.
2. El fascismo es un intento
de la burguesía de superar la contradicción entre la técnica
actual y la propiedad privada sin destruir la propiedad privada. La "economía
planificada" del fascismo en un intento de salvar la propiedad privada
y de mantenerla a raya a la vez.
3. Es un intento de superar
la contradicción entre la técnica moderna de las fuerzas
productivas y el limitado espacio del Estado nacional. La nueva técnica
no puede limitarse dentro de fronteras nacionales, y el fascismo intenta
superar esta contradicción. El resultado es la guerra.
Ya hemos analizado en otro
lugar estos tres elementos.
D. McDonald abandonará
el partido igual que Burnham, pero, como es más perezoso, tardará
más.
¿Consideramos a Burnham
como "un buen elemento" alguna vez? Sí. En esta época, el
partido proletario debe salvarse de todo intelectual que pueda ayudarle.
Gasté muchos meses con Diego Rivera, para salvarle para nuestro
movimiento, pero no tuve éxito. Pero todas las Internacionales han
tenido experiencias de este tipo. La primera, con el poeta Freiligrath,
que era muy caprichoso. La segunda y la tercera, con Gorki. La cuarta,
con Rivera. Siempre se separaron de nosotros.
Burnham estaba más
cercano al movimiento, pero Cannon siempre tuvo sus dudas respecto a él.
Sabía escribir, y tenía un cierto estilo de pensamiento,
no muy profundo, pero diestro. Podía aceptar una idea, desarrollarla,
escribir un buen artículo sobre ella... y olvidarla. El autor puede
olvidar, el obrero no. Sin embargo, mientras podamos utilizar esa gente,
santo y bueno. ¡También Mussolini fue, en sus tiempos, "un
buen elemento"!
Coyoacan, D. F. |
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