Documento
aprobado por el Comité Ejecutivo Internacional del Comité
por una Internacional Obrera -CIO- (más conocido comoTendencia Militant),
publicado por el Colectivo Manifiesto -grupo antecesor de Izquierda Revolucionaria-
entonces sección española del CIO.
NOTA PREVIA
Este documento que tenéis
en vuestras manos fue aprobado por el Comité Ejecutivo Internacional
en junio de 1992, es decir, menos de un año después de la
caída de Gorbachov y la desintegración de la URSS. En el
se abordan con acierto las principales consecuencias derivadas del colapso
del estalinismo y las perspectivas más probables a corto, medio
y largo plazo.
Aunque el documento empieza
hablando de 1991 como un año que marcó "un punto decisivo
en la historia", refiriéndose al golpe de agosto y sus consecuencías,
es necesario reafirmar que el proceso de restauración capitalista,
tal y como el propio documento señala más adelante, ya había
comenzado en la Europa del Este, sobre todo a partir de 1989.
A finales de este último
año, las masas de jóvenes y trabajadores se levantan contra
el dominio burocrático y derriban los regímenes totalitarios
del estalinismo. De octubre a diciembre, en sólo tres meses, los
dirigentes estalinistas más odiados son obligados a dimitir o incluso
son ajusticiados, como el caso de Ceaucescu en Rumanía.
El movimiento de masas no
retrocedió ante la represión policial. La conquista de las
libertades democráticas en los países vecinos animaba más
y más a los trabajadores a seguir en la lucha. La velocidad de los
acontecimientos y la irrupción de las masas en la escena política
son dos características de una situación revolucionaria.
Esquemáticamente, esto es lo que sucedió:
En agosto, Solidaridad entra
en el gobierno polaco y obtiene la Presidencia. La elecciones se celebraron
dos meses antes, en junio. El sindicato fue legalizado en abril. Hungría,
al igual que Polonia, toma la delantera y autoriza el pluripartidismo en
enero. En septiembre, 57.000 alemanes de la RDA pasan a la RFA a través
de Hungría. Durante la primera quincena de octubre se producen numerosos
choques armados entre manifestantes y policías en Berlín,
Leipzig y Dresde. El 18, Eric Honecker es desplazado. El PC húngaro
se autodeclara obsoleto y se convocan elecciones para marzo. El 9 de noviembre,
Egon Krenz, sucesor de Honecker, decide la apertura del muro y anuncia
elecciones libres para mayo. El día siguiente, el presidente búlgaro,
no sólo es depuesto, sino que es expulsado del partido. En Checoslovaquía,
dimite el presidente Milos Jakes, después de cuatro décadas
en el poder. Egon Krenz es obligado a dimitir el 3 de diciembre. El 10
de diciembre, la oposición entra en el gobierno en Checoslovaquía.
El 11, se anuncian elecciones libres en Búlgaria. El 22 comienza
la revolución en Rumanía. Tres días después,
Ceaucescu es fusilado. El 1 de enero se legaliza el pluripartidismo.
La Comisión
Permanente
EL
COLAPSO DEL ESTALINISMO
TRASFONDO INTERNACIONAL
1. 1991 marcó un punto
decisivo en la historia mundial. Con el colapso del golpe de estado de
agosto, la contrarrevolución dentro de la Unión Soviética
(URSS) dio un enorme salto adelante, con la consiguiente desintegración
de la Unión y la formación de gobiernos burgueses en todas
sus antiguas repúblicas. Esto aceleró enormemente el proceso
de restauración capitalista que ya se venía desarrollando
en la Europa del Este. Se están imponiendo en todos los países
ex-estalinistas relaciones económicas capitalistas con diferentes
ritmos. Esto también está teniendo lugar, aunque a un ritmo
más moderado, en los pocos estados estalinistas que aún quedan
como China, Vietnam y Cuba.
2. El colapso del estalinismo
tiene una importancia decisiva para las perspectivas mundiales. Las relaciones
mundiales han sido transformadas por estos acontecimientos, de la misma
forma en que el resultado de la Segunda Guerra Mundial determinó
el carácter de las relaciones mundiales por más de cuatro
décadas. Durante ese período, los conflictos entre las clases
y naciones se desarrollaron en el contexto de un equilibrio creado entre
dos poderosos bloques antagónicos, el imperialismo y el estalinismo.
A pesar de los levantamientos explosivos de ese período, las relaciones
mundiales asumieron un carácter relativamente estable dentro de
patrones claros.
3. La destrucción
del estalinismo, como un bloque poderoso contra el imperialismo, ha sacudido
los vínculos que mantenían unidas a las potencias imperialistas
durante 40 años. Hemos entrado en un período histórico
más conflictivo, marcado por la agudización de las rivalidades
inter-imperialistas y la profundización de la crisis capitalista.
Este no es el lugar para tratar el tema de perspectivas para la economía
mundial que serán analizadas en un nuevo documento de perspectivas
mundiales, no obstante, está claro que estamos viendo una reordenación
explosiva de las relaciones mundiales.
4. La caída del estalinismo
significó para el imperialismo una enorme victoria ideológica.
El "mercado" capitalista apareció triunfante sobre el "socialismo"
y la economía planificada. Esto por sí solo tuvo un enorme
impacto a nivel internacional, desorientando a la clase obrera en general,
y desmoralizando a algunos de los sectores más avanzados, especialmente
donde el estalinismo ejercía una cierta influencia en el pasado.
Todos los partidos comunistas han sido convulsionados por profundas crisis
internas, la mayoría de ellos se están desmoronando al interior
de la Internacional Socialista o han decidido disolverse.
5. La victoria del imperialismo
no es solamente una victoria en el plano ideológico. El colapso
de las economías planificadas estalinistas abre nuevas áreas
del mundo a la explotación capitalista. Pero aunque el capitalismo
mundial haya salido fortalecido a corto plazo, este proceso tiene obvios
límites. Las principales potencias están en una lucha por
la influencia sobre los emergentes estados burgueses de Europa del Este
y la ex-URSS. El capitalismo alemán quiere convertir Europa Oriental
en una zona bajo su influencia. El 80% y el 40% de la inversión
extranjera en Checoslovaquia y Polonia, respectivamente, proviene de Alemania.
Esta situación, no obstante, está preparando nuevos conflictos
entre Alemania y sus rivales europeos y en el futuro creará inevitables
conflictos con Rusia. Reflejando el nuevo orden de alianzas y contra-alianzas,
la inversión extranjera en Hungría está dominada por
los rivales de Alemania, principalmente EE.UU.
6. Al mismo tiempo, el establecimiento
de nuevos regímenes burgueses en Europa del Este y la ex-URSS crea
nuevas tensiones para el capitalismo mundial. Los levantamientos en los
antiguos estados estalinistas han desatado poderosas fuerzas desestabilizadoras
para las relaciones entre las distintas potencias. El caos creado por el
colapso económico, los conflictos étnicos y las guerras civiles
amenaza con desbordarse, afectando a Europa Central y a partes del Oriente
Medio y Asia. Los estados de Europa Occidental se preparan para el flujo
de refugiados desde las zonas de guerra de la antigua Yugoslavia. Un millón
de refugiados han sido desplazados por los conflictos en Bosnia y Croacia,
el éxodo más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
7. Estos acontecimientos,
junto al débil crecimiento de la economía mundial, han revelado
las nuevas tensiones entre las principales potencias capitalistas. Un reciente
informe del Pentágono refleja la alarma del imperialismo USA frente
a estos sucesos. El documento advierte que Alemania y Japón podrían
convertirse en potencias nucleares en respuesta a la inestabilidad de la
ex-URSS y la proliferación de nuevos estados nucleares en la región.
El informe agrega que la "nueva prioridad" del imperialismo USA, después
de la guerra fría, es "evitar el surgimiento de posibles rivales
en cualquier región del mundo". Dentro de Europa Occidental, la
fuerza avasalladora de la Unión Europea se debilita con la creciente
vacilación y abiertas divisiones entre la burguesía europea.
El conflicto en Yugoslavia expuso las crecientes grietas entre los estados
del Mercado Común Europeo, como la negativa por parte de Grecia
de reconocer a Macedonia y la resistencia por parte de Gran Bretaña
a mandar una fuerza militar europea a Croacia.
8. La experiencia del capitalismo
alemán demuestra los efectos contradictorios del colapso del estalinismo.
De todas las potencias imperialistas, Alemania es la que más ha
ganado de estos acontecimientos, pero también arriesga las pérdidas
más grandes. Por un lado, la reunificación del país
ha extendido la base económica del capitalismo alemán, al
mismo tiempo que ha precipitado una enorme crisis social. Los costos de
la reunificación exceden enormemente los pronósticos originales
de la clase dominante alemana, aumentando fuertemente las presiones sobre
el estado. Alemania ha incorporado a sus cimientos todas las contradicciones
de los procesos en Europa Oriental: una crisis social no resuelta en el
Este, y la resistencia por parte de la clase trabajadora a los crecientes
costos que significa la restauración capitalista. El reciente movimiento
huelguístico, el más grande desde 1948, marca el fin del
"consenso social" de la postguerra y el comienzo de un nuevo período
explosivo en la historia de Alemania.
¿UN SALVAVIDAS DESDE OCCIDENTE?
9. Si fuera posible consolidar
una economía capitalista en los países ex-estalinistas, abriendo
paso a una expansión importante del comercio mundial, esto plantearía
la posibilidad teórica de un nuevo período de bonanza para
el capitalismo internacional. Esta perspectiva no obstante, es muy improbable.
De forma creciente, son los efectos negativos del colapso del estalinismo
lo que preocupa a los estrategas del capitalismo mundial cuando calculan
los costos de las guerras, las migraciones masivas y la extensión
de las condiciones de inestabilidad a áreas que antes estaban aisladas
por una cortina de hierro.
10. Varios factores actúan
contra la posibilidad de un período de crecimiento basado en una
restauración del capitalismo en estos países. Primeramente,
las economías de Europa del Este y la ex-URSS se encuentran débiles
y empobrecidas, y lo más probable es que seguirán así
en base al capitalismo. En segundo lugar, están los propios límites
del capitalismo mundial. Los hechos están confirmando nuestro pronóstico
de que los países imperialistas no están dispuestos a invertir
las enormes sumas necesarias para desarrollar estas economías. El
paquete de 24.000 millones de dólares en ayuda para la ex-URSS,
anunciada por el Grupo de los 7 en abril de 1992, no se puede comparar
con las cifras necesarias e incluye muy poco "new money" (nuevos créditos).
El Pentágono gasta esta cantidad de dinero cada 24 días en
defender los intereses del imperialismo USA.
11. Los cálculos sobre
los niveles de inversión necesarios para modernizar la economía
de la ex-URSS y llevarla a los niveles de Europa Occidental varían
entre 76.000 millones y los 167.000 millones de dólares anuales.
En el contexto de un lento crecimiento de la economía mundial, es
utópico pensar que la burguesía imperialista invertirá
estas sumas en países donde el capitalismo aún no está
establecido de forma segura.
12. El Plan Marshal para
reconstruir Europa Occidental en el período de la postguerra, se
llevó a cabo bajo condiciones internacionales total-mente diferentes.
El imperialismo EE.UU. salió de la guerra enormemente fortalecido
en comparación con sus rivales capitalistas y fue capaz de intervenir
de forma decisiva para ayudar a los debilitados regímenes de Europa
Occidental a derrotar la ola revolucionaria de la postguerra. En estos
estados, aunque se encontraban devastados por la guerra, el capitalismo
aún existía y por lo tanto no era necesario reconstruir totalmente
la estructura financiera, legal y administrativa necesaria para el desarrollo
de una economía capitalista.
13. Hoy, aunque sigue siendo
la principal potencia capitalista, la posición de EE.UU. en el mercado
nacional y mundial está siendo amenazada por el predominio de Japón
y también por la Comunidad Europea. La incapacidad de llegar a un
acuerdo en las negociaciones del GATT demuestra la feroz pugna que se está
desarrollando, producto de un crecimiento de la economía mundial
mucho más moderado de lo que se esperaba. La firma de un acuerdo
del GATT, todavía el resultado más probable de las negociaciones,
puede ser socavado de forma creciente en la práctica por el desarrollo
de una velada guerra comercial. El Plan Marshall fue la respuesta frente
al fortalecimiento de la Unión Soviética y al temor de que
el capitalismo pudiera ser derrocado en Europa Occidental. Paradójicamente,
ahora que el estalinismo ya no representa una amenaza, es menos probable
que el imperialismo intervenga con la necesaria ayuda económica.
EFECTOS EN LA CLASE OBRERA
14. El establecimiento de
regímenes burgueses pro-capitalistas en la Europa del Este y en
el territorio de la vieja Unión Soviética es un enorme paso
atrás para estas sociedades. Un capitalismo brutal, a lo gangster,
está llenando el vacío creado por el colapso de la economía
planificada. Claramente, el derrocamiento de la economía nacionalizada
y planificada, a pesar de sus distorsiones burocráticas, representa
una importante derrota para la clase obrera en estos estados y a nivel
internacional.
15. No obstante, esta derrota
no es comparable con la victoria del fascismo en los años 30, que
liquidó físicamente las organizaciones del proletariado y
abrió paso a una nueva guerra imperialista. En el período
actual hemos visto un fortalecimiento de la clase obrera en una serie de
importantes países capitalistas, como Alemania y Japón. Para
el proletariado en los estados ex-estalinistas, la destrucción de
la economía planificada representa una terrible derrota histórica,
con efectos sociales catastróficos. No obstante, aún en estos
países, a pesar de la enorme confusión política, la
clase obrera no ha sido aplastada como bajo el fascismo. La paradoja del
proceso contrarrevolucionario que se está desarrollando en estos
estados es que, hasta ahora, ha sido acompañado, y en cierto modo
se ha apoyado, en los primeros movimientos por parte de organizaciones
obreras independientes.
16. Estos acontecimientos
han creado una enorme confusión ideológica en la clase obrera
y sus organizaciones a nivel internacional, especialmente entre los dirigentes
reformistas. Durante todo un período, el progreso de las economías
planificadas, a pesar del estalinismo, podía ser comparado positivamente
con los resultados del capitalismo, especialmente en el mundo ex-colonial.
Hoy los argumentos contra el capitalismo serán conducidos nuevamente
desde las páginas de "El Capital", más que en el "lenguaje
del hierro y el acero" y los logros de la economía planificada.
El colapso del estalinismo como una fuerza dentro del movimiento obrero
internacional ha tenido un doble efecto. En el corto plazo, ha desorientado
a importantes sectores de la clase para quienes la economía planificada
de los países estalinistas era un punto de referencia. El aparente
fortalecimiento del imperialismo es un golpe para la confianza del proletariado,
especialmente en los países ex-coloniales. A largo plazo, no obstante,
el colapso del estalinismo como una fuerza política organizada es
un factor de enorme importancia revolucionaria.
17. Durante décadas,
basándose en el resplandor de la revolución rusa y más
adelante en la lucha contra el fascismo, los estalinistas mantuvieron una
fuerte base organizativa e ideológica dentro del movimiento obrero
internacional. Sólo los trostkistas, marxistas genuinos, desafiaron
su posición defendiendo los verdaderos ideales de Octubre, el sistema
de democracia obrera y el internacionalismo. Durante décadas el
trotskismo quedó aislado mientras los estalinistas mantenían
su posición de influencia. El colapso del estalinismo quita de en
medio un enorme obstáculo para el desarrollo de las verdaderas ideas
marxistas entre el proletariado, en especial entre la nueva generación
de jóvenes.
18. Donde más desconcierto
existe entre el proletariado es en los antiguos países estalinistas.
Pero aunque aún existe una enorme confusión e incertidumbre,
la nefasta experiencia bajo el capitalismo minará de forma violenta
las ilusiones de las masas. En estos momentos, la falta de una alternativa
y el nivel del colapso económico ha aturdido, hasta cierto punto,
al proletariado impidiendo el desarrollo de luchas más generalizadas.
No obstante, implícito en este proceso, está la perspectiva,
en algún momento, de explosivos movimientos de masas y grandes saltos
en el nivel de conciencia, especialmente si se logra crear una dirección
revolucionaria. El marxismo enfrenta un desafío histórico,
la necesidad de preparar sus fuerzas de forma teórica y práctica
para las inevitables batallas que se aproximan.
19. Los acontecimientos en
los estados ex-estalinistas han planteado nuevos problemas teóricos
de máxima importancia para el marxismo. Estos procesos no tienen
precedente en la historia de la humanidad. Desde 1989 hemos tenido que
revisar nuestro análisis de la situación mundial, especialmente
con respecto a estos sucesos, de la misma forma como en los años
40 los marxistas se vieron obligados a reestudiar una situación
histórica totalmente nueva. Teóricamente, el marxismo se
ha visto enormemente enriquecido por las lecciones de los movimientos de
masas contra el estalinismo, el desvío de éstos hacia cauces
de restauración capitalista y los peculiares problemas que han planteado.
La tarea, hoy, es asumir de forma práctica estas lecciones en la
lucha por construir las fuerzas del marxismo en los viejos estados estalinistas
y en otros lugares. Este documento es un aporte a esta tarea, generalizando
las experiencias del período reciente para desarrollar, sobre estas
bases, nuestras perspectivas para el futuro.
EL COLAPSO DEL ESTALINISMO EN LA URSS
20. En base a las relaciones
sociales originadas por la Revolución de Octubre, a pesar de las
posteriores distorsiones creadas por el estalinismo, la URSS gozó
de un enorme impulso económico. Debido a la economía planificada,
la antigua Rusia atrasada alcanzó en dos generaciones los niveles
de una poderosa potencia industrial. Pero el régimen de la URSS
era enormemente contradictorio. La concentración del poder en manos
de una nueva elite privilegiada, que descansaba sobre las espaldas de la
clase obrera, significó que el desarrollo económico tuvo
un alto costo en términos humanos y materiales.
21. Una economía planificada
requiere de la activa participación de la masa del pueblo trabajador
para ejecutar, fiscalizar y regular el plan. Ante la falta de participación
democrática, el enorme aumento de la burocracia entró en
creciente conflicto con las necesidades de la economía planificada.
Durante un período de tiempo la burocracia estalinista fue capaz
de desarrollar las fuerzas productivas a pesar del desperdicio, la corrupción
y la mala administración, algo endémico bajo regímenes
burocráticos. Pero de forma creciente, especialmente ante las exigencias
cada vez más complejas de una economía moderna, la continuación
de este régimen eliminó las enormes ventajas de la economía
planificada. Desde fines de la década de los 70, la economía
soviética y la de los países de Europa del Este sufrieron
estancamiento e incluso retrocesos. Mientras que entre 1961 y 1965, la
Unión Soviética logró tasas medias de crecimiento
anual del PIB del 6,5% y del 7,8% entre 1966-70, estas descendieron a sólo
el 2,7% entre 1986-89. El colapso del plan significó que en 1991,
el Producto Interno Bruto (PIB) de la Unión Soviética cayó
en un 17%. Sin el control de una democracia obrera o incluso de los sindicatos
como en las democracias capitalistas, la política industrial de
la burocracia se llevó a cabo sin ninguna consideración por
el enorme daño ecológico que estaba causando. La contaminación
del aire y del agua ha devastado zonas enteras que ahora son demasiado
peligrosas para ser habitadas. El Mar de Aral en Asia Central, que ha sufrido
una erosión debido a la producción de algodón, es
un monumento a la destrucción causada por los poderes ilimitados
de la burocracia.
22. Desde los años
70, el desarrollo de nuevas tecnologías acrecentó la brecha
económica entre los estados estalinistas y los países capitalistas
avanzados. A pesar de que no había escasez de innovación
científica y la nueva tecnología era introducida en ciertos
sectores económicos, especialmente en la industria militar, los
osificados métodos burocráticos del estalinismo eran incompatibles
con la introducción de forma generalizada de nuevos métodos
científicos y nuevas técnicas de producción en la
economía. Las empresas que luchaban por alcanzar sus metas de producción
se resistían a introducir nueva tecnología debido a las interrupciones
que esto causaba durante el período de instalación de equipos,
capacitación de trabajadores, etc. De esta forma, en la medida en
que las tareas del desarrollo económico se hacían más
complejas, el sistema burocrático entraba en una creciente parálisis
e inercia. Esto explica el atraso en la mayoría de las ramas de
la economía, el énfasis en la industria pesada que es altamente
intensiva en el uso de mano de obra y la dependencia de tecnologías
desechadas hacía tiempo en Occidente.
23. El análisis conjunto
del Banco Mundial y el FMI, "Estudio de la economía soviética",
( febrero 1991) explica este problema desde una perspectiva capitalista:
"Los incentivos para los gerentes de empresa para innovar, aumentar
la eficiencia o mejorar la calidad de sus productos eran inadecuados o
incluso perversos. Esto se debía en gran parte al imperioso énfasis
puesto en el plan en alcanzar objetivos brutos de producción. La
innovación y la búsqueda de técnicas más baratas
generalmente causan una cierta interrupción en la producción
mientras la nueva maquinaria es instalada, se capacita a los trabajadores
y se prueban y desarrollan diferentes prácticas de trabajo. Pero
el sistema de planificación que motivaba un mayor rendimiento principalmente
imponiendo metas cada vez más ambiciosas, no podía permitir
que las caídas temporales de la producción de una empresa
redujera los insumos de las otras. Por otra parte, la típica recompensa
a la innovación e eficiencia en una economía de mercado -precios
más bajos, un mayor porcentaje del mercado, aumento de utilidades-
eran en general de poco o ningún interés para la empresa
soviética para quién los precios estaban fijados de forma
arbitraria, especialmente si el costo era quedar por debajo de su meta
de producción (todas las bonificaciones están atadas a esta
meta). Incluso en el caso de que un mejoramiento de la tecnología
llevase a aumentar la producción en un año, el beneficio
para la empresa sería muy limitado, ya que la meta para el año
siguiente simplemente sería elevada en la misma proporción".
24. De esta forma, los intereses
personales y la interacción de los diferentes estamentos y sectores
de la burocracia se combinaban para bloquear los esfuerzos de la cúpula
dirigente por aumentar la productividad aún cuando se ofrecían
incentivos. Durante los años 80 la economía planificada estalinista
comenzó a desintegrarse. Las metas arbitrarias y las directrices
de los ministerios eran cada vez más irrelevantes. Los gerentes
de empresas eran obligados a salirse del plan para obtener la materia prima
y la mano de obra esencial para mantener la producción. El acaparamiento
a gran escala de stocks, materias primas y mano de obra era normal en la
medida en que las empresas luchaban por sobrevivir. Las relaciones entre
los diferentes sectores de la economía eran fijadas de forma creciente
a través de un anárquico sistema de trueque en vez de ser
organizadas de forma planificada y armónica. Debido al carácter
complejo y multinacional de la economía soviética, la emergente
rivalidad entre las burocracias nacionales socavó aún más
el plan. Sólo la intervención de la clase obrera para liberar
a la economía de estas restricciones burocráticas estableciendo
un plan de producción de forma democrática, podría
haber evitado esta desintegración del sistema de planificación.
LA REVOLUCIÓN POLÍTICA
25. La revolución
política estalló en Europa Oriental a fines de los años
80. Los movimientos de masas que derrocaron las dictaduras en Alemania
del Este, Checoslovaquia, Rumania y el movimiento de las diferentes nacionalidades
en la URSS, demostraron el enorme poder del proletariado una vez que éste
entró en acción. Los corruptos regímenes estalinistas
quedaron suspendidos en el aire, incapaces de usar sus formidables arsenales.
Nunca en la historia un movimiento revolucionario se ha extendido de un
país a otro con tanta rapidez. En esta propagación de la
revolución de una ciudad a otra a través de la Europa del
Este, vemos un anticipo de la futura revolución socialista a nivel
mundial. No obstante, este proceso no se desarrolló de la misma
forma que la revolución de 1956 en Hungría o con el mismo
nivel de conciencia que existía en Checoslovaquia en 1968 o Polonia
en 1980. La perspectiva de nuestra tendencia había sido la revolución
política. El movimiento, no obstante, asumió una forma que
no habíamos anticipado.
26. En Hungría, la
clase obrera se había desarrollado bajo el capitalismo, había
pasado por la experiencia del fascismo y la guerra imperialista, y los
sectores más avanzados tenían una visión de la sociedad
socialista que deseaban. Ya por los años 80, décadas de dictadura
estalinista habían tenido un efecto corrosivo en la conciencia de
las masas. El largo período de bonanza capitalista de la post-guerra
(1950-73), seguido después de un período de recesión
y estancamiento junto a una alta inflación, por el boom de los años
80, en momentos de retroceso económico en la URSS y Europa Oriental,
también tuvieron un efecto decisivo en la conciencia de la clase
obrera. En condiciones de dictadura, estos procesos se fueron desarrollando
de forma subterránea. Dado el impasse del estalinismo, todos los
estamentos de la sociedad fueron afectados, sobre todo la vieja burocracia
estalinista.
27. Desmoralizada por el
prolongado fracaso económico y aterrorizada con la posibilidad de
un levantamiento del proletariado, una capa de la burocracia tras otra
adoptó posiciones pro-capitalistas. Ellos veían este giro
como la única forma de salvaguardar su poder y privilegios. Desde
un punto de vista histórico, el capitalismo finalizó su rol
progresivo; pero, comparado con el caos económico del sistema estalinista
en decadencia, aparecía, tanto para la mayoría de la burocracia
como para amplios sectores de la clase obrera -debido a la ausencia de
un alternativa clara-, como la única forma de escapar del impasse
económico. Esta combinación de factores llevó al descarrilamiento
de la revolución política y al triunfo, por lo menos temporalmente,
de la reacción pro-capitalista.
28. El triunfo de la contrarrevolución,
en la forma de una restauración burguesa, no era un resultado automático
o inevitable. Una revolución representa la entrada de las masas
en la arena política. En toda revolución hay una enorme confusión.
Las masas, en su intento por encontrar una salida, adoptan diferentes ideas
que ponen a prueba en el curso de la lucha. En las convulsiones revolucionarias
de 1989, aunque las ilusiones en el capitalismo tenían una base
social mucho más amplia que antes, los grupos e ideas pro-capitalistas
eran sólo un elemento más del movimiento, basados principalmente
en los intelectuales y en sectores de la burocracia. En un comienzo estas
no fueron las ideas decisivas. En Alemania Oriental, Rumania y Checoslovaquia,
por ejemplo, existió una importante oposición a la restauración
capitalista en un principio.
29. No obstante, ante la
ausencia de una alternativa revolucionaria organizada y consciente, el
colapso del viejo orden estalinista creó un vacío político.
En esta circunstancia, las masas no veían ninguna alternativa viable
al estalinismo que no fuera "el mercado". De la misma manera que cada victoria
del movimiento de masas contra la dictadura alimentaba la revolución
en los estados estalinistas vecinos, cada giro que favorecía a la
reacción pro-capitalista reforzaba la idea que ésta era la
única salida práctica posible. De esta forma, las ilusiones
en el capitalismo se transformaron, de una forma distorsionada, en la expresión
del fuerte odio hacia el estalinismo que existía entre las masas.
30. Incluso en los casos
donde el movimiento de masas comenzó sin ilusiones en el capitalismo,
como en Alemania Oriental, la combinación de los factores antes
mencionados crearon una base para el desarrollo de la contrarrevolución.
Nuevamente, éste no era un resultado inevitable. Si los estalinistas
hubieran intentado aplastar la revolución, como pensaban hacerlo
antes de retroceder la noche del 9 de octubre de 1989, ésto podría
haber desatado un movimiento insurreccional del proletariado. En este caso,
el movimiento podría haber avanzado mucho más, la clase obrera
podría haber destrozado el aparato estatal de la burocracia. Aunque
esto no hubiera eliminado de forma inmediata todas las ilusiones existentes
en Occidente, hubiera planteado de forma mucho más clara la necesidad
de completar la revolución política.
31. Este proceso contrarrevolucionario
no es algo que haya surgido sólo en los últimos años.
Desde sus inicios el estalinismo fue la manifestación de la contrarrevolución,
a pesar de que durante casi 70 años estuvo basado en la economía
planificada. En El Programa de Transición Trotski explicó
cómo "el aparato del estado obrero pasó por un proceso
de completa degeneración" y se convirtió "cada vez
más en una arma de sabotaje de la economía del país...
El pronóstico político tiene un carácter alternativo:
o la burocracia, convirtiéndose cada vez más en el órgano
de la burguesía mundial al interior del estado obrero, derrocará
las nuevas formas de propiedad y arrastrará al país de vuelta
hacia el capitalismo; o la clase obrera aplastará a la burocracia
y abrirá el camino hacia el socialismo".
32. Esta perspectiva de Trotski
fue superada por la Segunda Guerra Mundial. El triunfo de la URSS junto
a su enorme desarrollo económico, y el retraso de la revolución
en los países capitalistas avanzados, fortaleció a la burocracia
estalinista durante los años 50 y 60. Durante este período
el apoyo a una vuelta al capitalismo era mínimo. Pero, debido a
un débil crecimiento económico desde los 70 en adelante y
especialmente, cuando en los años 80 esto se transformó en
estancamiento y retroceso, comenzaron a surgir tendencias pro-capitalistas
al interior de las burocracias estalinistas, principalmente en China y
Hungría al principio y después en la URSS.
33. La llegada al poder de
Gorbachov en 1985, fue un punto crítico en la historia del estalinismo.
A pesar de que el mismo Gorbachov posteriormente adoptó la idea
de la restauración capitalista, ésta no era su intención
original. Empujado por el temor de que el estancamiento económico
estaba preparando el camino para un levantamiento revolucionario, Gorbachov
intentó rescatar el sistema burocrático del precipicio. Su
régimen comenzó a llevar a cabo las reformas más profundas
en la historia del estalinismo soviético para evitar una explosión
revolucionaria desde abajo. No obstante, como ha ocurrido más de
una vez en la historia, esta liberalización parcial desde arriba
abrió las compuertas de una revuelta popular.
34. En los últimos
años de la década de los 80 vimos, por primera vez desde
el comienzo de los años 30, una escisión abierta y una pugna
pública entre diferentes capas de la burocracia. Gorbachov buscó
el apoyo de las masas e intentó contraponer los intereses de los
diferentes estamentos burocráticos. Mientras que en ciertos períodos
se apoyó en el nuevo sector pro-capitalista para contrapesar la
influencia de las capas más conservadoras de la burocracia, más
adelante se apoyó en la vieja guardia estalinista contra el sector
pro-capitalista. Pero los intentos de Gorbachov de estimular la economía
ofreciendo mayores incentivos a los administradores y mayor descentralización,
lejos de mejorar la situación, aceleró la desintegración
de la economía planificada. El fracaso de las reformas, y el descenso
hacia el caos económico, reforzó la idea de que no había
salida bajo el viejo sistema. Sin la inmediata amenaza de represión,
las masas comenzaron a presionar a favor de sus demandas, aumentando la
alarma en las filas de la burocracia. Debido a esto, las tendencias pro-capitalistas
ganaron terreno entre la burocracia hasta el punto que incluso antes de
la caída de Gorbachov ya tenían el apoyo de una clara mayoría.
35. Trotski planteó
la perspectiva de que el estalinismo sería inevita-blemente derrocado
o por una revolución política por parte de la clase trabajadora
o por una contrarrevolución capitalista. En los hechos el movimiento
contra el estalinismo fue una confluencia de ambos procesos. Antes de la
explosión revolucionaria en Alemania Oriental en octubre de 1989,
los marxistas aún pensaban que el proletariado, una vez que entra-ra
en acción, resistiría la restauración capitalista
y se movilizaría a favor del establecimiento de una democracia obrera.
De hecho, antes de estos acontecimientos, se había discutido si
en los estados estalinistas era necesario la existencia de un partido marxista
antes de la revolu-ción política para asegurar su éxito.
Los marxistas habían discutido la posibilidad de que la clase obrera
forjara un partido revolucionario durante el curso de la revolución
política.
36. Sin embargo, la vida
misma es mucho más rica que la más brillante de las teorías.
Lenin explicó, cuando trató el problema de cómo podría
surgir una contrarrevolución en la URSS, que "la historia conoce
todo tipo de metamorfosis" Los levantamientos revolucionarios en los
estados estalinistas, que sí plantearon la revolución política,
tomaron un giro peculiar e imprevisto. El marxismo fue obligado a reevaluar
su posición a la luz de los acontecimientos. Esta corrección
fue hecha rápidamente, especialmente debido a que nuestras intervenciones
en los movimientos de masas clarificaron la situación. Mientras,
los marxistas habían reconocido, en discusiones realizadas en 1988-89,
que no se podía descartar una restauración capitalista en
estos países. Lo inesperado fue la rapidez con que la revolución
política fue descarrilada. También, fue inesperado el hecho
de que en un comienzo la contrarrevolución no encontró una
resistencia importante por parte del proletariado.
37. Un factor de gran importancia
para explicar la rapidez del giro hacia la contrarrevolución, fue
la capitulación de la vieja burocracia, su carrera por entrar en
las filas de la "oposición" capitalista. La resistencia estalinista
se derrumbó con las primeras oleadas revolu-cionarias. En general,
en vez de resistir utilizando la represión, estos regímenes
cayeron como fruta podrida. Donde se utilizó represión, como
en Rumania, en vez de sojuzgar al proletariado ésta provocó
un movimien-to insurreccional que hubiera dividido al viejo aparato estatal,
si los generales no hubieran decidido abandonar a Ceausescu.
38. En todos estos países,
los antiguos miembros de la burocracia gozan de una posición predominante
entre la naciente clase capitalista y los partidos políticos burgueses.
La rapidez con la cual estos elementos se pasaron al campo pro-capitalista,
bajo la presión de las convulsiones revolucionarias, se debe a la
degeneración burguesa de las burocracias en el período anterior,
especialmente durante la década de los 80. El rol de la burocracia
soviética bajo Gorbachov, fue otro elemento decisi-vo en este proceso
internacional. El anuncio, por parte de los soviéti-cos, de que
no intervendrían en Europa del Este para salvar a los viejos regímenes
envalentonó tanto a las masas como al ala pro-capitalista de la
burocracia. Para el sector estalinista de las diferentes burocracias, este
fue otro golpe que apresuró su desmoralización.
39. Cuando Trotski planteó
la perspectiva de una contrarrevolución burguesa en la Unión
Soviética, argumentó que ésta sólo podría
triunfar aplastando la resistencia de la clase obrera. Hoy no obstante,
el apego del proletariado a la economía planificada ha sido erosionado
por déca-das de dominación estalinista. La clase obrera está
saliendo de una dictadura en un estado de dispersión, necesita tiempo
y experiencia para desarrollar sus propias organizaciones independientes,
confianza en su fuerza y sus ideas políticas. Entre la clase obrera
existen ilusiones en el "mercado", en la democracia burguesa y en la idea
de que ésta repre-senta la única alternativa al estalinismo.
Esto explica porqué la contrarrevolución ha podido, hasta
ahora, avanzar de forma "democrática", sin encontrar una resistencia
masiva por parte de la clase trabajadora.
40. Hasta ahora, cada avance
de la contrarrevolución ha tenido como base estas ilusiones. En
la medida en que estas esperanzas se derrumben, la reacción enfrentará
una mayor resistencia por parte del proletariado y requerirá más
fuerza para poder consolidar la contrarrevolución. La actual fase
"democrática" llegará a su fin, dando paso en el futuro a
luchas explosivas en la medida en que las expectativas de la clase obrera
no sean satisfechas. Las masas ya se están cansando de las excusas
de los políticos burgueses de que todos los problemas de la sociedad
son culpa de los "comunistas". No obstante, este será un proceso
lento debido a la desorientación del proletariado, lo que es un
legado del estalinismo, y a la necesidad de una alternativa revolucionaria
que sólo el marxismo genuino puede proveer.
EL CARACTER DE CLASE DE LOS REGIMENES DE
LA EX-UNIÓN SOVIETICA Y EUROPA DEL ESTE
41. Este proceso llevó
a la formación de estados peculiares e híbridos donde gobiernos
contra-revolucionarios que, trabajando hacia el estable-cimiento del capitalismo,
tenían como base las relaciones económicas heredadas del
estado obrero. Esta no es la primera vez en la historia en que han surgido
sociedades de carácter híbrido o de transición. En
estas condiciones no siempre es posible utilizar categorías sociales
fijas: estado capitalista o estado obrero. El régimen sandinista
en Nicaragua (1979-90) era otro tipo de régimen híbrido.
La victoria de la guerrilla sobre la vieja dictadura creó un nuevo
estado que reunía todas las condiciones para romper el poder de
los capitalistas y abrir un proceso de cambio en dirección a un
régimen de bonapartismo proletario. Pero bajo la in-fluencia de
los asesores soviéticos, los dirigentes sandinistas se nega-ron
a completar la revolución, y durante una década el nuevo
estado co-existió, bajo enormes dificultades, con una economía
dominada por la clase capitalista. Casos como éste, no obstante,
no pueden mantenerse de forma indefinida y eventualmente, en el caso de
Nicaragua, los capitalistas pudieron restablecer su control sobre el aparato
estatal.
42. En Europa Oriental y
la ex-Unión Soviética hemos visto un proceso similar pero
en dirección opuesta. Después de la derrota de la revolu-ción
política, por las razones explicadas más arriba, llegaron
al poder gobiernos burgueses que descansaban sobre economías controladas
casi totalmente por el estado. A pesar de que existen diferencias, este
proceso ha sido más rápido en algunos países que en
otros, todos éstos son regímenes de transición que
evolucionan hacia el capitalismo pero donde las relaciones económicas
capitalistas aún no están firmemente establecidas.
43. Inmediatamente después
de la victoria de los regímenes pro-capitalista en Europa del Este,
nosotros los caracterizamos como regí-menes burgueses en proceso
de formación. En una situación muy dinámica, no obstante,
las fuerzas desatadas por la revolución y la contrarrevolución
no esperan. Es necesario, por lo tanto, dar una definición más
precisa tomando en cuenta la evolución de estos procesos. Debido
a la debilidad del factor subjetivo y a la desorientación del proletariado
hemos visto el fortale-cimiento de la contrarrevolución, especialmente
desde el colapso del estalinismo en la ex-URSS lo que le dio un mayor ímpetu
a la reacción a través de toda Europa Oriental. Aunque la
introducción de relaciones capitalistas en la economía está
creando enormes dificultades, el apara-to estatal en todas estas sociedades
ha sufrido una transformación decisiva. Los altos mandos de las
fuerzas armadas, los asesores del gobierno y los gerentes de las industrias
estatales, se han pasado al campo de la burguesía. En estos países
los cimientos de un estado burgués han sido establecidos.
44. Como Trotski explicó:
"Si... un partido burgués
fuera a derrocar a la casta soviética gobernante, encontraría
un número no pequeño de sirvientes entre los actuales burócratas,
administradores, técnicos, directores, secretarios del partido y
en general, en los altos círculos privilegiados. Una purga del aparato
estatal sería, por supuesto, necesario en este caso también.
Pero, una restauración burguesa probablemente tendría que
destituir a menos gente que un partido revolucionario" (La Revolución
Traicionada, relaciones sociales en la Unión Soviética)
45. Esto es lo que ha ocurrido
en todos los antiguos estados estalinis-tas. La magnitud de las purgas
de viejos funcionarios estatales varía, pero ha sido mínima
en la mayoría de los países. En Checoslovaquia, a un año
del colapso del régimen estalinista, 30,000 comisarios políticos
habían abandonado el ejército. La mayoría de estos
eran ex-estalinistas desmoralizados que renunciaron o pasaron a retiro
antes de ser despedi-dos. 50.000 comisarios políticos del antiguo
ejército soviético fueron destituidos después de la
derrota del golpe de estado de agosto, aunque más de la mitad fueron
re-contratados en otros cargos. En la antigua Alemania Oriental, hubo una
purga más a fondo cuando Alemania capital-ista instaló a
sus propios funcionarios en los puestos claves del apara-to estatal. En
general, no obstante, más que una purga física hemos visto
un cambio de lealtad y perspectiva de clase dentro del aparato estatal.
La masa de viejos funcionarios, generales y jefes de policía han
adoptado posiciones pro-burguesas. Los intentos, en la mayoría de
estos países, de crear ejércitos más pequeños
y de carácter profesional y de abolir el servicio militar, son formas
de apuntalar estos cambios. En Hungría, donde a diferencia de la
mayoría de los países de Europa del Este no hubo un movimiento
de masas contra el viejo régimen, el gobierno y todo el aparato
estatal asumieron una posición, casi en bloque, fa-vorable a una
restauración capitalista.
46. Por lo tanto, estos son
estados burgueses que aún no han logrado establecer economías
capitalistas viables. Hasta que punto el capitalis-mo ha logrado asentarse
en estas economías varía de país en país. En
algunos, particularmente Polonia, Hungría y los Estados Bálticos,
el sector privado ya representa una proporción importante del PIB
(30% en Polonia en 1991, según el Banco Mundial). En otros países,
los regímenes burgueses están recién comenzando a
desmantelar la propiedad estatal. Pero, incluso en el caso de que sectores
decisivos de la economía fueran a permanecer en el sector estatal,
esto no descarta el predominio de relaciones capitalistas. En Portugal,
después de la revolución de 1974, se nacionalizó un
70% de la economía, sin embargo, este siguió siendo un estado
burgués. Debido a la debilidad de la naciente clase burguesa, es
probable que el sector estatal siga siendo relativamente grande. La diferencia
con los regímenes estalinistas del pasado es que estas indus-trias
no estarán integradas en un plan y funcionarán como empresas
individuales de tipo "capitalistas de estado", como las actuales indus-trias
estatales en los países capitalistas.
47. Esto es lo que existe
en muchos países capitalistas sub-desarrollados, donde el estado
se ve obligado a intervenir y gestionar ciertos sectores de la industria.
Esto se hace sobre bases capitalistas y su rol es desarrollar la economía
capitalista. Lenin explicó en 1921, que:
"el capitalismo de estado
en una sociedad donde el poder pertenece al capital, y el capitalismo de
estado en un estado proletario, son dos con-ceptos diferentes. En un estado
capitalista, el capitalismo de estado significa que es reconocido por el
estado y controlado por él en benefi-cio de la burguesía,
y en perjuicio del proletariado" (Informe sobre las tácticas del
P.C.R., Obras Completas vol 32, pág. 491.)
48. En esta cita queda claro
que el concepto de capitalismo de estado de Lenin no debe ser confundido
con la equivocada teoría del capitalismo de estado, que argumenta
que las economías planificadas de tipo estalinistas son sólo
una variante de capitalismo.
49. A pesar de que las relaciones
capitalistas aún no están consolida-das en estos países,
no obstante, la tarea que enfrenta el proletariado ha cambiado de forma
fundamental. Los avances de la contrarrevolución significa que ya
no es suficiente sólo una revolución política para
llevar al proletariado al poder. En el pasado, la revolución política
se planteó como una revolución "adicional" para derrocar
a la burocracia y establecer una democracia obrera basada en una economía
planificada. La destrucción del plan, el surgimiento de un estado
burgués y el desar-rollo creciente de relaciones de propiedad burguesas,
plantea la necesi-dad de una nueva revolución social en estos países,
para derrocar el estado burgués, revertir la desnacionalización
de las principales compa-ñías y establecer un plan democrático
de la producción. Esto sólo lo puede lograr el proletariado
armado con el programa del marxismo.
CAPITALISMO Y CRISIS ECONOMICA
50. Los marxistas rechazan
totalmente la idea de que el capitalismo es capaz de jugar un rol progresivo,
desarrollando las fuerzas productivas de estos países. Por el contrario,
la vuelta a relaciones capitalistas está dejando una estela de destrucción
económica a través de toda Europa del Este y en la antigua
URSS. En el conjunto de Europa Oriental, el PIB cayó en un 15% en
1991. El PIB de Polonia ha descendido en un 30% desde 1989, el desempleo
hoy llega al 12% y se pronostica que llegará al 18% a fines de 1992.
Incluso en Hungría y Checoslovaquia, que tienen economías
más fuertes, el PIB ha caído en un 15% y 25% respectivamente
durante los últimos dos años.
51. Las perspectivas para
el desarrollo económico de los antiguos esta-dos estalinistas están
estrechamente ligadas a las perspectivas del capitalismo mundial. Si existiera
la posibilidad de un nuevo período de auge capitalista, similar
al período entre 1950-73, entonces sería totalmente posible
de que por lo menos algunos de estos estados supera-ran sus problemas y
establecieran economías capitalistas viables. Sin embargo, esta
es una perspectiva muy poco probable. En el contexto de una creciente crisis
internacional, estos nuevos estados capitalistas enfrentan un futuro desolador
como economías débiles y semi-coloniales.
52. La nueva burguesía
está surgiendo principalmente desde las filas de la vieja burocracia
y de la mafia que antiguamente operaba en el mercado negro. Estos son los
únicos sectores en condiciones de sacar provecho del saqueo de los
activos estatales. El antiguo alcalde de Moscú, Gavr-il Popov, por
ejemplo, es hoy el quinto hombre más rico de Rusia. Lejos de desarrollar
las fuerzas productivas, esta nueva clase capitalista juega un rol totalmente
parásito. En Polonia, 87 de cada 100 nuevas empresas son compañías
comerciales que por si solas no producen nada. De la misma forma, la mayoría
de las inversiones y adquisiciones extran-jeras no se han traducido en
un desarrollo real de la economía o en un aumento de la producción.
Mucha de esta gente tiene un sólo objetivo, abrirse una entrada
en el mercado nacional para importar productos semi-manufacturados que
son terminados por la mano de obra barata del país.
53. Por otro lado, estos
países sí le ofrecen al capitalismo mundial una reserva de
mano de obra cualificada y barata. Según la revista Economist (21.9.91)
hoy, los salarios en Polonia son la mitad de los de México, usando
la actual tasa de cambio, mientras que los niveles salariales en Bulgaria
han caído por debajo de los de la India. A pesar de esto, la inversión
extranjera ha sido insignificante. Desde 1989, menos de 1.000 millones
de dólares ha sido invertidos en Polonia. Incluso Hungría,
que ha atraído más inversión extranjera que cualquier
otro país en Europa del Este, sólo ha recibido 2.500 millones
de dólares. La oferta de mano de obra barata no es suficiente para
los capitalistas. Ellos sólo inverti-rán si logran sacar
beneficios y si existe un mercado para sus productos en estos países
o en un mercado mundial en expansión. Estas economías basadas
en mano de obra barata, ofrecen un mercado extremadamente limi-tado para
el capitalismo. En Checoslovaquia, por ejemplo, el nivel de consumo cayó
en un 23% el año pasado debido al efecto de las brutales políticas
monetaristas del gobierno.
54. Además de los
límites de los mercados domésticos en estos países,
los capitalistas enfrentan el problema de un exceso de capacidad indus-trial
en Occidente y la probabilidad, en el mejor de los casos, de un lento crecimiento
de la economía mundial. Todos estos factores limitan el campo para
inversiones de gran escala en Rusia y Europa del Este. Junto a estos factores
económicos, hay importantes factores políticos que actúan
para desincentivar la inversión extranjera, fundamentalmente la
extrema inestabilidad de estos regímenes, y el miedo a que la transición
pueda ser revertida. Existe un creciente resentimiento popular hacia el
capital extranjero que se lleva las "joyas de la familia". Esto también
está conectado con factores históricos como la dominación
en el pasado de Checoslovaquia por Alemania y Austria. Esta presión
empujó al gobier-no checo a hacer un llamado a favor de "inversiones
no alemanas".
55. Esto no quiere decir
de que no habrá más inversión extranjera. En los sectores
más desarrollados, especialmente en Hungría, las Tierras
Checas, en el Báltico, y parte de Rusia, veremos un cierto grado
de inversión. En general, no obstante, el carácter de esta
inversión será similar a la de los países "coloniales"
donde el objetivo es explotar la mano de obra barata para re-exportar la
producción a los mercados de occidente. La compra de los productores
de bienes eléctricos húngaros, Tungsram, por parte de la
General Electric y de los autos checoslovacos, Skoda, por parte de Volkswagen
(VW), son ejemplos típicos de este tipo de inversión.
56. El caso de Skoda, como
el proyecto más grande de inversión en Europa del Este, es
aleccionador. Las ventas de Skoda el año pasado (1991) cayeron a
30.000 unidades frente a un objetivo de 123.000. La pro-ducción
ha sido recortada de 930 a 670 autos por día y han despedido a más
de 1.800 trabajadores de las cadenas de producción. A pesar de que
VW no ha anunciado ningún plan para introducir nueva tecnología,
lo primero que hicieron fue cancelar todos los contratos de exportación
de Skoda. Aunque no se puede excluir que en el futuro la VW modernize sus
plantas checas y que incluso traslade producción desde Alemania
hacia Checoslo-vaquia, el objetivo de la adquisición de esta empresa
tuvo un carácter claramente depredador: ganarse el porcentaje del
mercado controlado por Skoda con un mínimo de inversión nueva.
57. Por lo tanto, incluso
con un flujo de inversión extranjera hacia algunas zonas, especialmente
a los sectores más avanzados de la econo-mía desde el punto
de vista tecnológico, ésta no tendrá un efecto decisivo
en la economía en su conjunto. En las antiguas economías
estalinistas, la producción está concentrada en los sectores
anticuados y técnicamente obsoletos de la industria donde no existe
ninguna perspectiva seria de inversión privada. La escasa inversión
privada que ha llegado en el último período es minúscula
en comparación con las sumas que se necesi-tan para modernizar y
re-equipar la industria. Mientras que el capital privado en general se
ha mostrado reticente de intervenir hasta el momento, los gobiernos occidentales
y sus agencias se han visto obligados a ofrecer ciertas concesiones en
forma de ayuda y préstamos para evitar que una mayor desestabilización
amenaze los intereses mundiales del imperialismo. Sin embargo, estas sumas
de ninguna manera cubren las necesidades del naciente capitalismo en Europa
Oriental y la antigua Unión Soviética.
58. Como resultado, incluso
según los pronósticos más optimistas de los economistas
occidentales, estos países tienen por delante años de pro-funda
recesión. Según el Banco Mundial, el producto per cápita
en Europa del Este no logrará los niveles anteriores a 1989 hasta
por lo menos el año 1996. De acuerdo con el Instituto de Economía
Internacional, en Washing-ton, para alcanzar el ingreso medio de la Comunidad
Europea (CE) durante los próximos diez años, los seis países
de Europa Oriental (incluyendo la ex-Yugoslavia) necesitarían una
inversión anual de 420.000 millones de dólares. El capitalismo
internacional no está ofreciendo nada parecido a esto.
LA VÍA RAPIDA
59. La enormidad de la tarea
que enfrenta el capitalismo naciente ya ha creado divisiones entre estos
regímenes y sus asesores imperialistas. La escuela a favor de la
"vía rápida" argumenta que es necesario un "big bang" para
deshacer las viejas estructuras lo más rápido posible y así
crear las bases para el capitalismo. Si el estado continúa jugando
un papel en la economía y no se privatizan las industrias estatales,
en-tonces, según ellos, existirá un permanente peligro de
que el proceso de restauración capitalista sea revertido. Sus adversarios
argumentan que es el "big bang" lo que amenaza el proceso de restauración
al sumergir la economía en el caos. Con esto se corre el peligro
de provo-car, tarde o temprano, una oposición masiva al capitalismo.
60. En estos momentos, los
defensores de la "vía rápida" claramente llevan la delantera.
Esta escuela rechaza el keynesianismo y la interven-ción estatal
y apoya la rápida privatización de las empresas nacionali-zadas
y la liberalización del comercio. Varios programas para privatizar
la economía de forma radical han sido anunciados. Ha quedado claro,
sin embargo, que este enfoque ya esta enfrentando enormes problemas.
61. Antes que nada está
la escala de las privatizaciones que se están proponiendo. Como
explicó el estudio sobre Europa Oriental realizado por la revista
Economist (21 de Septiembre 1991):
"El esfuerzo privatizador
más grande de la historia fue la venta en Chile, entre 1973 y 1989,
de 470 empresas que producían un 24% del valor añadido del
país y empleaban el 5% de la fuerza de trabajo. Incluso esto sólo
fue posible porque muchas de las empresas simplemente fueron devueltas
a sus antiguos dueños... En comparación, Hungría tiene
alrede-dor de 2.300 empresas estatales, Polonia tiene 7.500, Checoslovaquia
4.800, Bulgaria 5.000 y Rumania 40.000".
62. Segundo, hay una evidente
falta de disposición por parte del capital extranjero a invertir.
Nuevamente, según el estudio de la revista Econo-mist:
"Sin lugar a dudas las ventas
a extranjeros continuarán. Pero muchas de las empresas con más
potencial, las de marcas reconocidas como Skoda, firma de automóviles
checa vendida a la Volkswagen, ya han sido compra-das. Incluso los más
optimistas sólo esperan que entre 15 a 20 empresas sean vendidas
cada año a inversionistas extranjeros".
63. Dada esta situación,
¿de dónde saldrá el capital para financiar estos grandiosos
planes de privatización?. En Polonia, todo el stock de ahorro personal
acumulado equivale a menos del 10% del valor calculado de la industria
polaca. El único sector de la sociedad que ha podido comprar las
compañías recientemente privatizadas, y hasta la fecha estas
han sido principalmente pequeños negocios, son los ex-burócratas
y los que operan en el mercado negro. Esto está produciendo una
reacción política en la medida en que los trabajadores ven
como estos ladrones se benefician del proceso de privatización.
BONOS DE PRIVATIZACION
64. Para sobrepasar de forma
expedita las barreras contra la privatiza-ción rápida y para
superar la resistencia de la clase obrera, muchos de estos regímenes
burgueses han optado por introducir programas de bonos que son o vendidos
a precio muy barato o regalados a todo ciudadano. A cambio de estos bonos
a toda persona se le promete un cierto número de acciones en el
futuro, creando una impresión de propiedad compartida y un tipo
de "capitalismo popular". En Checoslovaquia más de 8 millones de
personas han comprado bonos, a los que se les ha asegurado que una inversión
de 35 dó-lares hoy, tendrá un valor de 4.150 de dólares
en dos años.
65. Pero a pesar del aparente
éxito del plan checo, los trabajadores lo ven como un tipo de seguro
contra futuros contratiempos. Estos programas de bonos son totalmente defectuosos.
La mayoría de las industrias en estos países simplemente
no son viables sin una enorme inversión y modernización.
Según los estudios más optimistas, el 20% de las empresas
checas quebrarán este año (1992) y probablemente sólo
el 35% sobrevivi-rá los próximos 5 años. Nuevamente
como indicó el estudio de la revista Economist:
"Muchas de las empresas
de Europa Oriental también sustraen valor. Es decir, en relación
a los precios del mercado mundial, los recursos que consumen valen más
de lo que producen... De acuerdo a un estudio reciente, el 20-25% de la
industria manufacturera en Polonia, Checoslo-vaquia y Hungría podrían
sustraer valor".
66. El talón de Aquiles
de todos los programas de bonos propuestos es que sólo representan
una transferencia de propiedad, pero no crean nuevas fuentes de riqueza
para invertir en nueva tecnología. El ingreso recaudado por estos
bonos, si es que hay algo, va al gobierno y no a las compañías
afectadas. Por lo tanto, no generan, propiamente, ninguna inversión
nueva. Esta falta es la principal barrera para el desarrollo económico
de estos estados.
67. En este momento, debido
a la confusión dentro de la clase obrera y sus organizaciones, estos
programas pueden retrasar y complicar la tarea de movilizar una resistencia
de masas a la privatización. Sectores del movimiento obrero son
partidarios de participar en ellos, argumentando que por lo menos de esta
forma los trabajadores podrán ejercer alguna influencia sobre el
proceso de privatización. En parte, como una reacción contra
el control burocrático sufrido bajo el estalinismo, la idea de fondos
de acciones controlados por los trabajadores y el concepto confu-so de
"auto-gestión" tienen apoyo entre los obreros que miran hacia la
izquierda. La experiencia demostrará que ésta es una trampa
para el proletariado, un intento de neutralizar su oposición al
saqueo de los bienes estatales. El gobierno ruso, por ejemplo, propone
darle a los trabajadores de las grandes empresas el 25% de las acciones.
Pero, como en otros lugares, estas serán acciones sin derecho a
voto, con el ver-dadero control en manos de los bancos, los fondos de inversión
y los grandes accionistas. Con las inevitables quiebras y despidos que
vendrán quedará claro que las acciones en manos de los trabajadores
no tienen ningún valor.
68. Todos los actuales intentos
de crear amortiguadores contra una resistencia popular a la privatización
podrían convertirse en su con-trario. Podríamos ver el surgimiento
de una oposición masiva no sólo como resultado de los despidos
y cierres. Los fondos para administrar los nuevos programas de bonos o
acciones son muy inestables. Cuando las audaces promesas de grandes dividendos
no se materializen, esto por si sólo podría provocar una
movilización. Además, el problema de la propie-dad y el control
extranjero son temas muy polémicos en estas sociedades. En Polonia,
se han creado 20 sociedades para administrar las acciones creadas bajo
estos nuevos programas. A pesar de que nominalmente estarán administradas
por directores polacos, estas sociedades, que controlarán un 25%
del total de la producción industrial y un 12% del empleo indus-trial,
serán gestionadas por compañías y bancos occidentales.
Ya existe una fuerte oposición a esta idea.
69. Si una o un número
de estas sociedades fueran a quebrar, algo total-mente factible, absorbiendo
los ahorros de toda la vida de decenas de miles de trabajadores, esto por
si sólo podría provocar una crisis social. En Checoslovaquia,
un sector abiertamente ligado al crimen ha tenido participación
en los Fondos de Inversión para la Privatización (IPFs) recientemente
creados. Los asesores del gobierno han dado aviso que sólo entre
un 30-60% de estos fondos sobrevivirán los próximos dos años.
Ellos ya han planteado la posibilidad de re-nacionalizar empresas en el
futuro para impedir cierres masivos y huelgas.
¿EL CAMINO JAPONES?
70. Entonces, ¿qué
explica que la nueva clase capitalista haya tomado este rumbo?. En parte
esto se debe a que están bajo la influencia de la ideología
de Thatcher y Reagan que predomina entre la burguesía en Occi-dente.
Pero, el otro factor decisivo es la necesidad de crear una nueva clase
capitalista lo antes posible y así crear una base social para estos
inestables regímenes burgueses. En estos momentos, en la medida
en que realmente existe una clase burguesa en estos países, es poco
más que una "negocracia" de pequeños comerciantes similar
a los que describió Engels en Prusia durante 1840. La rapidez de
las privatizaciones, a pesar de todos los problemas, también refleja
el deseo de los ex-buró-cratas y operadores en el mercado negro
de legitimizar la fuente de sus riquezas e ingresos, estableciendo relaciones
de propiedad capitalistas.
71. Incluso desde un punto
de vista burgués, es difícil concebir una peor forma para
re-establecer el capitalismo sobre bases estables. No toma en cuenta para
nada la experiencia de Japón en el período de la post-guerra,
o de Corea del Sur durante las décadas de los 60 y 70 donde el estado
jugó un papel decisivo en el desarrollo de estas econo-mías
capitalistas. El estado desarrolló la infraestructura, debido a
la negativa del capital privado de invertir en este sector, y dirigió
el flujo de inversión hacia los sectores claves de la economía,
identifi-cando las áreas de crecimiento de la economía mundial.
Ambas economías se desarrollaron bajo medidas proteccionistas, a
diferencia de lo que está pasando hoy bajo los regímenes
burgueses de Europa del Este y la ex-Unión Soviética. A pesar
de que el comercio entre los antiguos socios del COMECON ha terminado,
algunos de los países de Europa Oriental han experimentado un fuerte
crecimiento de su comercio con Occidente. Che-coslovaquia aumentó
sus exportaciones a los países de la OCDE en un 39,2% en 1991, mientras
que Hungría logró aumentar sus exportaciones en un 20,8%
y Bulgaria en 30,2% (Financial Times 11.5.92). El 54% de las exportaciones
polacas y un 48% de sus importaciones son con la Comunidad Europea (CE).
Pero en base al abandono de todos los controles comerc-iales y de tipo
de cambio, este intercambio beneficiará principalmente a las
compañías occidentales que tienen una productividad mucho
más alta, a costa de la industria doméstica.
72. Incluso si la naciente
burguesía fuera a abandonar esta vía y adop-tara los métodos
que el capitalismo japonés adoptó durante el período
después de la Segunda Guerra Mundial, esto no resolvería
sus problemas. En Japón, y más adelante en Corea del Sur,
estas políticas tuvieron éxito en el contexto de un largo
período de crecimiento del capitalismo mundial. Esta es una diferencia
decisiva con respecto a la situación de hoy.
PERSPECTIVAS PARA EL CAPITALISMO RUSO
73. En el corto plazo, la
idea de que el capitalismo ruso surgirá como un nuevo gigante económico
es una utopía. A pesar de sus recursos miner-ales, Rusia será
dominada desde un punto de vista económico por el imperialismo mundial.
En base a las actuales tasas de cambio, el PIB analizado de Rusia en los
primeros 3 meses de 1992 era menor que el de Bélgica. Por lo tanto,
lo más probable es que la Rusia capitalista se desarrolle como una
economía dependiente, más cercana al carácter semi-desarrollado
de Brasil que al de un país capitalista avanzado como Japón
o Alemania. Rusia, sin embargo, es una sociedad aplastantemente indus-trializada,
sin la gran población rural y las relaciones feudales en el campo
que en parte aún existen en Brasil hoy en día. Del
punto de vista militar, una Rusia capitalista seguirá siendo una
fuerte potencia, espe-cialmente en sus zonas de influencia.
74. Rusia enfrenta enormes
desventajas debido a su baja productividad y a la tendencia a que los precios
de las materias primas, de los cuales dependerá fuertemente, bajen
con relación a los productos manufacturados. Incluso sus enormes
reservas de petróleo no le aseguran un buen futuro económico.
Además ha sufrido la perdida de sus antiguos mercados, en la medida
en que Ucrania junto a las otras repúblicas y los países
de Europa Oriental han buscado suministros de petróleo en el medio
oriente. AL mismo tiempo Rusia enfrenta enormes problemas de producción
debido a una tecnología anticuada y al derrumbe de la infra-estructura.
Mientras hace 4 años la producción de petróleo soviético
era de casi 570 millones de toneladas, los economistas moscovitas han pronosticado
que esta cifra podría verse reducida a la mitad a mediados de la
década los 90. Han advertido que de continuar las actuales tendencias,
Rusia podría dejar de ser un exportador de petróleo.
75. Sin una fuerte inversión
extranjera no sería posible introducir nueva tecnología de
forma más generalizada. Un proceso de desarrollo desigual y combinado
es posible con pequeñas islas de alta tecnología, casi todas
dominadas por el capital extranjero, rodeada por un mar de industria atrasada.
Además de factores económicos, debido a las limitaciones
del capitalismo mundial, existen importantes factores políticos
que imposibilitan una modernización en la escala requerida. Existe
un enorme proletariado concentrado en la industria pesada y en otros sectores
que enfrentan racionalización o cierre.. Un régimen de democracia
obrera tendría que enfrentar los problemas de la modernización
de la producción, aunque esto se lograría de forma democrática,
con la total participación de los trabajadores.
76. Bajo el funcionamiento
ciego de las fuerzas del mercado, esta racionalización puede producir
una catástrofe social. La modernización y reducción
de la industria lograda por la burguesía en EE.UU. y Europa Occidental
durante los 80, se llevó a cabo bajo condiciones de crecimiento
económico. Incluso en este caso, la destrucción generalizada
de las fuerzas productivas provocó fuerte explosiones sociales,
como la huelga de mineros en Gran Bretaña y la huelga en la siderurgia
en EE.UU. Estos problemas son insignificantes al lado de las tareas que
afronta el joven capitalismo en Rusia.
77. Rusia y los otros regímenes
que surgieron de la URSS están sufriendo un colapso económico
sin precedente, agravado por el desmoronamiento de la Unión y la
desintegración de las relaciones económicas entre ellos.
En vez de frenar el declive económico, las salvajes políticas
pro-capitalistas han agravado la situación. En Rusia durante Enero,
el primer mes de la "terapia de shock" de Yeltsin, la producción
de carbón cayó un 10% la de petróleo un 12% y la de
acero un 27%. El vice-primer ministro de Yeltsin, Yegor Gaidar, pronosticó
una caída total de la producción de un 12% en 1992.
78. Como los marxistas advirtieron,
lejos de llevar a los niveles de vida de occidente, la transición
hacia el capitalismo está imponiendo las condiciones de vida de
los países ex-coloniales sobre las masas. Desde enero de 1992, los
niveles de vida han caído en un 40%. Debido a los aumentos de precios
decretados por Yeltsin, el 90% de la población vive por debajo de
la línea de la pobreza. Esta catástrofe ha llevado a los
comerciantes callejeros de Moscú a vender carne de perro y gato.
79. El capitalismo está
surgiendo en medio de una orgía de criminalidad, especulación
y gangsterismo. En Murmansk, la mafia, operando a través de los
ex-burócratas, ha adquirido la mayoría de los negocios recientemente
privatizados, lo que les ha permitido crear una escasez artificial de productos
para "arreglar" los precios. Un alto oficial de la policía reclamó
que "la ciudad ha sido prácticamente comprada por los Azerbaianos".
Al igual que en otros lugares, el crimen organizado está dominado
por grupos de las repúblicas sureñas del Caúcaso y
del Asia Central. Esto, sin lugar a dudas, introduce otra complicación
ya que la hostilidad de los trabajadores hacia los especuladores asume
un carácter racial y crea un caldo de cultivo para el chovinismo
ruso. La reciente huelga de los chóferes del taxi de Moscú,
junto con oponerse al alza de precios, exigía la expulsión
de la gente del Caúcaso de la ciudad.
DESINTEGRACIÓN NACIONAL
80. La desintegración
de la antigua Unión Soviética suscita una perspectiva de
pesadilla para el capitalismo. Las tendencias separatistas que han sido
desatadas y que están fuera de control amenazan con desestabilizar
a los países fronterizos y las relaciones internacionales en general.
Desde un punto de vista económico, militar y hasta ecológico,
estos acontecimientos son alarmantes para el capitalismo. Europa Occidental
teme un posible torrente de refugiados que arrancan del colapso económico
y la guerra civil en sectores de la antigua URSS y de los Balcanes.
81. Las disputas sobre la
división del arsenal nuclear soviético ha planteado la posibilidad
de que las repúblicas del Asia Central retengan su capacidad nuclear,
y la posible venta de tecnología nuclear a otros países.
Debido a esto, los imperialistas, en un comienzo, respaldaron los intentos
de Gorbachov de mantener la estructura de la Unión, aunque fuera
de forma más suelta. Cuando esto fracasó, apoyaron la formación
de la CEI ( Comunidad de Estados Independientes), en un intento por frenar
las tendencias hacia una separación económica y nacional.
Desde un primer momento, sin embargo, la CEI comenzó a desintegrarse.
82. Estos acontecimientos
demuestran que el capitalismo es incapaz de jugar un rol progresivo. La
vuelta del capitalismo ha llevado a la resurrección de pequeños
estados nacionales que no son económicamente viables. Lenin y Trotsky
explicaron que, desde fines del S. IX en adelante, el capitalismo enfrenta
dos problemas para el desarrollo de las fuerzas productivas: la propiedad
privada de los medios de producción y los límites estrechos
del estado nacional. Ambas barreras fueron parcialmente sobrepasadas, aunque
de forma distorsionada, bajo el Estalinismo, dada la continúa dominación
por parte del imperialismo de la economía mundial, es la respuesta
final al "socialismo en un solo país".
83. A comienzos de los años
20, en base a la política de Lenin hacia las diferentes nacionalidades,
la Unión Soviética agrupó en una federación
voluntaria a las naciones oprimidas de la Rusia zarista. Éste fue
un logro histórico enormemente progresista, a pesar de los crímenes
posteriores de Estalinismo con relación a la cuestión nacional.
Pero, aunque la Revolución de Octubre sentó las bases para
resolver la cuestión nacional, esta sólo podía ser
resuelta de forma definitiva con la victoria del socialismo a nivel internacional.
Incluso en este caso, las divisiones nacionales no desaparecerán
automáticamente. Esto requerirá la intervención consciente
de la clase trabajadora de todas las nacionalidades para desarrollar una
política internacionalista.
84. El agotamiento de la
revolución rusa, y por consiguiente, la victoria de la burocracia
estalinista aseguró que la cuestión nacional siguiera viva
dentro de la sociedad soviética. El gobierno autoritario de la burocracia
inevitablemente chocó con las aspiraciones nacionales y las demandas
culturales de los pueblos y las naciones de la URSS. Durante todo un período
histórico parecía que la cuestión nacional estaba
bajo control debido al rápido desarrollo de las fuerzas productivas
por un lado y a la represión por otro. No obstante, el período
de decadencia y desintegración estalinista desató poderosas
y descontroladas fuerzas centrífugas en la Unión Soviética.
85. Si hubiesen existido
organizaciones fuertes e independientes del movimiento obrero y una dirección
revolucionaria sensible a las demandas nacionales, la lucha de las nacionalidades
en la Unión Soviética podría haber sido encauzada
hacia la revolución política y la reconstrucción de
una federación voluntaria y verdaderamente libre de democracias
obreras. Una dirección revolucionaria, al mismo tiempo que habría
defendido la máxima integración de las economías de
la URSS explicando las ventajas de una federación, habría
defendido de forma implacable el derecho a la autodeterminación
de todas las repúblicas.
86. El desarrollo de la revolución
política hacia una contrarrevolución ha dado un fuerte vuelco
a la cuestión nacional. Entre las masas no rusas, el odio hacia
el Estalinismo inevitablemente adquirió un tinte nacional. El deseo
de liberarse de la dominación de la burocracia gran-rusa, sin una
conducción por parte de la clase obrera, llevó al surgimiento
de movimientos de independencia nacional, crecientemente dominados por
los burgueses contrarrevolucionarios, incluyendo entre ellos a muchos defectores
de último minuto del Estalinismo.
87. Hoy, la situación
es incluso más complicada que bajo el zarismo ya que, a pesar del
estalinismo, el desarrollo mismo de la URSS creó nuevas naciones
de las viejas sociedades tribales. La cuestión nacional se complica
aún más debido a los crímenes monstruosos del Estalinismo.
La burocracia de una forma cínica jugó con la táctica
de dividir para reinar, imitando a la burguesía de los países
imperialistas. Poblaciones enteras fueron trasladadas de sus territorios
autóctonos y Rusos étnicos poblaron las ciudades de otras
repúblicas.
88. Sobre bases capitalistas,
Rusia y las otras repúblicas de la CEI enfrentan una situación
similar a la de la India- con la inevitable explosión de conflictos
nacionales, étnicos y religiosos. No hay ni una sola frontera que
no esté en disputa con el antiguo territorio de la Unión
Soviética. Europa Oriental no se quedará detrás en
este proceso, como lo demuestran los acontecimientos en la vieja Yugoslavia.
La Loca Casa Europea, de la que habló Trotsky en los años
'30, ha sido reconstruida sobre las cenizas del Estalinismo. Conflictos
nacionales son inminentes en Checoslovaquia, Hungría; Rumania y
Bulgaria. Existe una disputa fronteriza entre Polonia y Lituania y sobre
los derechos de los polacos que viven alrededor de Vilnius. Todo movimiento
reaccionario en Alemania plantea la cuestión de los territorios
orientales "perdidos". La debilidad actual de las organizaciones obreras
y el giro hacia una restauración capitalista ha fortalecido el nacionalismo
y han llevado al resurgimiento de los viejos perjuicios. Judíos,
Gitanos y otras minorías otra vez enfrentan el horror de los pogromos.
89. La formación de
la CEI no fue capaz de frenar este proceso. En realidad la CEI no es otra
cosa que un acuerdo para reunirse y disentir sobre toda una serie de problemas
contenciosos. Todos los miembros de la CEI están formando sus propias
fuerzas armadas (FFAA) nacionales, algunos de ellos para pelear guerras
contra otros miembros de la CEI como en el caso de Azerbaijan y Armenia.
En Trans-dneistr, de forma bastante rápida, ha surgido un conflicto
donde la población étnicamente mixta se opone a la rumanización
de Moldavia. Sólo 6 de los 11 representantes de estado de la CEI
se molestaron en asistir a la última reunión cumbre en Mayo.
Aunque Rusia y las mayoría de las repúblicas de Asia Central,
que necesitan a Rusia como contra-peso contra el nuevo régimen afgano
y contra China, han llegado a un acuerdo sobre defensa es improbable que
éste sea firmado por todas las repúblicas de la CEI.
90. Con las feroces guerras
comerciales que se están desarrollando entre sus estados miembros,
la CEI ni siquiera funciona como un eficiente bloque comercial. Entre algunas
repúblicas, como Rusia y Ucrania, Azerbaiján y Armenia, Rusia
y Estonia, Turkmenistán y Ucrania, existen prácticamente
cercos económicos. No es sorprendente que Gorvachov haya hecho la
comparación entre el ambiente existente en la antigua URSS y un
asilo de lunáticos. La nueva burguesía comprende que estos
conflictos están agravando enormemente la crisis de la economía,
pero el proceso ha adquirido una dinámica incontrolable. Es difícil
imaginarse peores condiciones para restablecer el capitalismo.
91. La ex-URSS, desde el
punto de vista económico, estaba organizada como una sola unidad.
La ruptura de esos vínculos ha trastornado la vida económica
en todas las antiguas repúblicas. En Moscú, por ejemplo,
el servicio de ambulancias está en crisis total debido al desabastecimiento
de repuestos. Ya no llegan los suministros de neumáticos desde Armenia,
ni los cables eléctricos desde Azerbaiján ni los faros y
focos desde Lituania.
92. Esta fragmentación
refleja la desintegración definitiva de la vieja burocracia soviética
en líneas nacionales. Se está llevando a cabo una lucha frenética
entre los grupos nacionales rivales por asegurarse las posiciones más
ventajosas en el nuevo orden capitalista. Fuera de Rusia, los nuevos gobiernos
burgueses intentan fortalecer su posición basándose en los
sentimientos nacionalistas de las masas no-rusas que están resueltas
a liberarse de la dominación rusa. Cada uno de estos inestables
regímenes burgueses intenta encauzar la creciente rabia de la población
hacia otras nacionalidades o minorías locales.
93. Al mismo tiempo, estos
regímenes están intentando contraponer a los países
imperialistas y a Rusia una lucha por mercados, inversiones y nuevas fuentes
de materias primas. De forma creciente, el régimen ruso asumirá
un rol imperialista frente a las antiguas repúblicas soviéticas
más débiles, utilizando su enorme poder económico
para dominarlas. Cuando la burocracia Gran-rusa dominaba la vieja URSS,
Rusia de hecho subsidiaba a la mayoría de las otras repúblicas,
principalmente, a través de los bajos precios de sus materias primas.
En un menor grado también Uzbekistán, Turkmenistán
y Kirghizia subsidiaban a las otras repúblicas. La decisión
por parte de Rusia de cobrar los precios del mercado mundial por sus exportaciones
de petróleo y gas fue un duro golpe para la mayoría de las
otras repúblicas.
94. Las repúblicas
del sur miran cada vez más hacia Turquía, Pakistán
y, en menor grado hacia Irán, para desarrollar vínculos económicos.
Turkmenistán y Ucrania, por ejemplo, han firmado un acuerdo con
Irán para importar petróleo crudo. Turquía, Pakistán
e Irán han revivido su bloque comercial regional (ECO), que ahora
incluye a Azerbaiján, Turkmenistán y Uzbekistán. La
burguesía turca está explotando el uso del idioma turco,
que es común en la mayoría de las repúblicas del sur,
para establecer un rol para sí misma en la región.
95. Al mismo tiempo, la amenaza
de levantamientos sociales en las repúblicas del sur tiene implicaciones
terribles para los estados vecinos. Una guerra abierta entre Azerbaiján
y Armenia, inevitablemente tendría repercusiones en Turquía,
ya que enfrenta una creciente rebelión por parte de la población
kurda. Irán también se vería afectado debido a su
minoría azerí de diez millones. La visita de Baker, secretario
de Estado de USA, a las repúblicas de Asia central fue un intento
de contrarrestar el creciente acercamiento de Irán a la región.
A pesar de que esta perspectiva no está planteada de forma inmediata,
el imperialismo USA teme el surgimiento y la llegada al poder en el futuro
de un régimen basado en el fundamentalismo islámico "radical".
El triunfo de la reacción islámica en Afganistán y
la posible fragmentación del país en líneas nacionales,
es un foco más de desestabilización de la región.
96. En esta etapa, no obstante,
la mayoría de las repúblicas del Asia central miran hacia
el capitalismo turco más que a sus vecinos islámicos. La
razón principal que se esconde tras este hecho es la posición
pro-capitalista de los regímenes del Asia central y al hecho de
que, en estos momentos, las ilusiones populares en el mercado son mucho
más fuertes que el crecimiento del apoyo al Islam. Turquía
es vista como un puente al Occidente y a la Comunidad Europea. El carácter
más secular del estado turco tiene un mayor atractivo para las masas,
especialmente para las mujeres, que son las que más perderían
en una sociedad dominada por el fundamentalismo islámico.
UCRANIA
97. La secesión de
Ucrania fue el golpe final para la URSS y ahora amenaza la supervivencia
de la CEI. Con el 18% de la población de la antigua Unión
Soviética, Ucrania tiene una base social poderosa que representaba
el 17'2% de la producción soviética. La naciente burguesía
ucraniana aspira en convertirse en una potencia europea y está rompiendo
de forma creciente sus antiguos vínculos con Rusia, buscando apoyo
en Occidente La decisión de crear una moneda ucraniana y la creciente
guerra comercial con Rusia destruyó las esperanzas de crear un nuevo
tipo de unión económica. Para reducir su dependencia de Rusia,
Ucrania ha firmado un acuerdo con Irán para importar petróleo
y gas. Kravchuk ha planteado la idea de un bloque económico regional
con Polonia, Hungría y Checoslovaquia como un paso hacia una mayor
integración con la comunidad europea.
98. No obstante, la creciente
guerra comercial con Rusia representa un enorme costo para la economía
ucraniana. A pesar de su cómoda victoria en las elecciones presidenciales
de diciembre del 91, la posición de Kravchuk, como la de todo los
gobernantes post-sovieticos, es precaria. La fuerte caída de los
niveles de vida después de los aumentos de precio de enero ha provocado
un enorme descontento. Para desviar la oposición a sus posturas
económicas, Kravchuk está golpeando el tambor del nacionalismo
ucraniano y se está apoyando en sus antiguos adversarios en el movimiento
nacionalista. Sin embargo, ésta es una posición muy peligrosa,
especialmente debido a los 12 millones de Rusos étnicos que viven
en Ucrania. En el referéndum realizado en ese país, la mayoría
de la población de origen ruso votó a favor de la independencia.
Un factor importante en este voto era la percepción de que la Unión
Soviética estaba en bancarrota y que la independencia ayudaría
a la mejora de la posición económica de Ucrania. Cuando estos
trabajadores empiezan a sentir los efectos de los despidos, los cierres
de industrias y el colapso de los niveles de vida, Kravchuk corre el peligro
de inflamar los ánimos nacionalistas entre la minoría rusa.
99. Sin un poderoso movimiento
del proletariado capaz de poner atajo a estos procesos, la vuelta al capitalismo
ha puesto a las dos repúblicas más importantes de la ex-Unión
Soviética camino de un enfrentamiento. Este conflicto tiene su propia
lógica explosiva. Aunque una guerra abierta es poco probable debido
a la existencias de armas nucleares en ambas repúblicas, y al enorme
costo humano y económico de una guerra convencional, no se puede
descartar crecientes disputas económicas y territoriales e incluso
escaramuzas militares. Esta situación tiene ciertos paralelos con
la posición de India y Pakistán, donde ha existido
una frágil tregua armada pero con repetidos conflictos fronterizos
desde la guerra de 1971.
100. La decisión de
Kravchuk de crear un ejercito ucraniano echo a tierra los intentos de preservar
una estructura militar unificada bajo la CEI. Rusia respondió anunciando
la formación de un ejercito ruso que incluirá la mayor parte
de las viejas fuerzas soviéticas. Toda una serie de conflictos han
surgido entre Rusia y Ucrania por el control de importantes unidades militares,
como la flota del mar negro. El régimen de Ucrania ha logrado a
logrado ganarse a importantes sectores de la oficialidad estacionados allí,
incluyendo a muchos oficiales de origen ruso que ven un futuro económico
más seguro en Ucrania. De los 17 mil oficiales de la antigua CEI
activos en el distrito militar de Kiev, 13 mil han acordado integrarse
al nuevo ejercito de Ucrania.
101. La disputa sobre Crimea
es síntoma de estas crecientes tensiones. Para presionar a Ucrania
el régimen ruso a cuestionado el status de Crimea que fue entregada
a Ucrania en 1954 y donde la población de origen ruso es mayoría.
La población de crimea está cansada de ser utilizada como
objeto de negociación entre las dos repúblicas y la idea
de un referéndum sobre la independencia esta ganando apoyo. Los
nacionalistas en Rusia, no obstante, están intentando manipular
esta situación. El gobierno de Kravchuk se está resistiendo
fuertemente a esta idea, especialmente debido a la importancia militar
de Crimea como base de la Flota del Mar Negro. El régimen ucraniano
ahora plantea la idea de mantener Sevastopol como un enclave, si Crimea
fuera a separarse de Ucrania.
102. Por lo tanto, sobre
bases capitalistas las tendencias hacia la desintegración nacional
están lejos de ser agotadas. Una mayor desintegración, más
allá de la formación de 15 repúblicas independientes,
es posible, paralizando la vida económica y planteando el espectro
de cientos de Yugoslavias. Incluso dentro de Rusia, los movimientos separatistas
están ganando momento, por ejemplo en Chechenia-Ingushetia, Tatarstán
y Udmurtia. Un intento por parte de estas ultimas dos regiones, con sus
importantes reservas de petróleo, de separarse seria un enorme golpe
para la economía rusa y obviamente el régimen ruso no aceptará
esto de forma pasiva.
103. Estos acontecimientos
reflejan lo complejo de la cuestión nacional en la época
moderna. Este no es sólo el caso de los ex-estados estalinistas,
sino en los paises ex-coloniales y de forma creciente en los paises capitalistas
avanzados. El proletariado no podrá tomar el poder sin un programa
correcto y una enorme sensibilidad al abordar la cuestión nacional.
En la antigua URSS, mientras que el peligro de divisiones nacionales y
étnicas plantean enormes problemas para el movimiento obrero, la
cuestión nacional también agrava enormemente los problemas
para el capitalismo naciente. Luchas cuyos orígenes radica en las
reivindicaciones nacionales pueden, bajo ciertas condiciones, adquirir
un carácter revolucionario y clasista. Por lo tanto al hacer un
balance de estos movimientos, es necesario clarificar su orientación
principal y distinguir lo que tiene de progresivo y de reaccionario. En
el conflicto de Trans-dneistr, por ejemplo, hay elementos de un movimiento
proletario, con milicias obreras donde participan diferentes grupos étnicos,
contra el régimen de Moldavia y lo que es percibido como dominación
rumana. Hasta que punto este movimiento pude desarrollarse en dirección
a un movimiento independiente del proletariado depende del factor subjetivo
y de las posibilidades de establecer una dirección marxista.
104. La tarea de construir
organizaciones obreras en la antigua URSS está indefectiblemente
ligada al desarrollo de la cuestión nacional en todas sus diferentes
facetas. Cuando la lucha de la clase trabajadora avanza la cuestión
nacional pasa a segundo plano, mientras la clase se esfuerza por lograr
la unidad. Mientras que los periodos de retroceso, derrotas y desmoralización
generalmente fortalecen las divisiones nacionales. La tarea del Marxismo
es luchar por sobrepasar estas divisiones con el programa de la democracia
obrera y el socialismo. Esto tiene como base la unidad en la lucha de los
trabajadores de todas las nacionalidades; la oposición a todo tipo
de opresión nacional; y la firme defensa del derecho de las naciones
a la autodeterminación.
LAS FUERZAS ARMADAS
105. El ejército es
un reflejo de la sociedad, y los acontecimientos al interior del antiguo
ejército soviético reflejan los procesos simultáneos
de colapso económico y desintegración nacional. El alto mando
militar fue el sector del viejo aparato estatal soviético que resistió
hasta el último las fuerzas centrífugas dentro de la sociedad.
En una conferencia militar, en enero de 1992, el 71% de los 5 mil oficiales
presentes votaron a favor de la restauración de las fronteras de
la ex-Unión Soviética. Esto no representaba un deseo de volver
al viejo sistema basado en la economía planificada, sino el deseo
de reconquistar su antiguo poder y status. La gran mayoría de la
alta oficialidad ha asumido posiciones pro-capitalistas.
106. Este cambio ya se venía
gestando antes del golpe de estado de agosto. La aplastante victoria de
las fuerzas de EE.UU. sobre Iraq, con sus "bombas inteligentes" y armamento
de alta tecnología, aceleró este proceso. Al igual que todos
los otros sectores de la vieja burocracia, ellos están decididos
a defender sus privilegios y posición, y han concluido que ésto
sólo es posible en base a relaciones de propiedad burguesas. Este
giro ha sido especialmente fuerte entre la oficialidad debido a las humillaciones
sufridas desde la retirada de Europa Oriental y Afganistán. Conscientes
del enorme debilitamiento de su posición frente al Imperialismo
USA, han sacado la conclusión de que el capitalismo representa la
única forma de reconstruir su posición.
107. Esto no sólo
significa un giro desde un punto de vista ideológico. El antiguo
ejército rojo se encuentra en una situación de anarquía
con la desintegración de su infraestructura bajo el impacto de la
crisis económica. 300 mil soldados viven en alojamiento provisional,
muchos de ellos en carpas y vagones de tren en desuso. En Baikonur, la
tropa en un antiguo centro espacial soviético se amotinó
debido a las terribles condiciones de vida y al mal trato por parte de
los oficiales, lo que llevó a la desaparición de 35 mil rublos,
y tres soldados muertos. Frente a esta colapso, sectores de la oficialidad
han intentado resolver sus problemas, como todos los sectores de la ex-burocracia,
volcándose al "mercado", vendiendo pertrecho militar, medicamentos
y hasta alimentos. Una compañía de Moscú, dirigida
por oficiales navales en servicio activo, han vendido ya 15 submarinos
pertenecientes a la Flota del Mar Negro. En Polonia, enormes cantidades
del pertrecho militar ha sido apropiado y vendido por las fuerzas de la
CEI estacionadas allí. Cientos de oficiales basados en Polonia se
han matriculado en cursos sobre empresas privadas.
108. Este proceso, y el debilitamiento
de la moral al interior de las fuerzas armadas, explica porqué no
fueron capaces de intervenir para impedir la división de la URSS.
A pesar de las constantes amenazas de nuevas intentonas golpistas por parte
de la alta oficialidad, hasta ahora éstas han sido contenidas debido
al temor de la reacción de las masas, por un lado, con el ejemplo
del fracasado golpe aún en la memoria, y a la fuerza explosiva de
la cuestión nacional y sus efectos dentro del ejército mismo,
por otro. El restablecimiento de las viejas fronteras involucraría
al ejército en un sin número de conflictos militares en las
repúblicas, creando divisiones en líneas étnicas en
su interior. En particular, la declaración de independencia por
parte de Ucrania y su decisión de formar unas fuerzas armadas independientes,
cambió toda la ecuación. El tamaño de Ucrania, con
una población de 55 millones, y el hecho de que un importante sector
del ejército estaba dispuesto a defenderla, significaba que cualquier
intento de obligarla a permanecer unida a Rusia planteaba la posibilidad
de una guerra abierta.
109. Esto explica el cambio
de posición de la alta oficialidad y la decisión de formar
un ejército ruso. No obstante, esto no significa que la intervención
contra otras repúblicas de la ex-URSS está descartada. Por
el contrario, el estado ruso ha reemplazado a la vieja burocracia central
como el poder hegemónico de la región. No se puede descartar
la posibilidad de intervención militar cuando los intereses económicos
y políticos fundamentales de la naciente burguesía cuando
se vean amenazados. Un estudio en febrero de 1992 demostró que un
57% de los oficiales del ejército pensaban que un conflicto armado
entre Rusia y otras Repúblicas era posible.
110. Ellos intentarán
camuflar sus objetivos imperialistas tras la defensa de los 25 millones
de rusos que viven en otras repúblicas. No es por nada por lo que
Yeltsin ha ofrecido toda la ciudadanía rusa a toda la población
de origen ruso. La gran mayoría de ésta no podría
volver, especialmente ahora, con el colapso de la economía rusa.
Pero el hecho de que estas comunidades ocupen áreas de gran importancia
económica en las repúblicas que se están independizando
será, sin duda, explotado por la ermergente clase capitalista rusa.
Alexander Rutskoi, el vice-presidente de Yeltsin, ya ha dado aviso a las
repúblicas bálticas sobre el trato dado a la minoría
rusa. De esta forma, la posición de la minoría rusa será
utilizada para justificar sanciones económicas, y hasta militares,
por parte de Rusia.
111. A pesar de seguir siendo
nominalmente una fuerza unificada de la CEI, el ejército fue retirado
de Nagorno-Karabaj en Marzo de 1992 a pesar de las protestas de régimen
armenio. Los oficiales rusos buscaban liberarse del creciente conflicto
entre Armenia y Azerbaijan por miedo a verse empantados en un nuevo
Afganistán. Sin embargo, su posición cambia cuando se trata
de grupos importantes de la población rusa, como por ejemplo en
Moldovia. En estos momentos, más que una intervención abierta
por parte de Rusia, voluntarios de los cuerpos cosacos se han movilizado
para apoyar a las minorías rusa y ucraniana del sector. No obstante,
el anuncio de Yeltsin de que todas las fuerzas de la antigua CEI, incluyendo
las tropas de Moldovia, están ahora bajo control ruso, es
una indicación de que el régimen intervendrá de forma
directa para proteger sus intereses si fueras necesario. En este caso,
mientras en apariencia actuarían para proteger a la minoría
rusa, el objetivo de una intervención militar sería asegurar
el control por parte de Rusia del enclave Trans-dniestr, la zona industrial
de Moldovia.
BONAPARTISMO
112. Bajo condiciones de
desintegración económica y crecientes tensiones nacionales
y étnicas, la perspectiva de un nuevo golpe militar en Rusia es
una posibilidad. Mas que la "vieja guardia" esclerótica asociada
al pasado estalinista y responsable de la intentona golpista de agosto
pasado, un nuevo golpe probablemente sería encabezado por oficiales
jóvenes, pro-burgueses cubiertos con la bandera del nacionalismo
ruso. No obstante, a pesar de la enorme confusión que existe entre
el proletariado, los generales no están seguros del éxito
de una aventura como esta. Un factor importante que frena los intentos
de establecer un gobierno militar de forma abierta, es el temor a la reacción
de las masas después de décadas de dictadura estalinista.
Las reivindicaciones democráticas encabezaron todas las movilizaciones
de masas contra los regímenes estalinistas. A pesar del creciente
malestar con los frutos de la "democracia", cualquier intento de aplastar
estos tenues logros podría provocar un nuevo movimiento del proletariado.
113. Al mismo tiempo en condiciones
de permanente crisis, incluso sin la intervención abierta
de las Fuerzas Armadas, los nuevos regímenes burgueses se verán
obligados a recurrir a medidas abiertamente represivas y de carácter
bonapartistas. Estos regímenes han asumido una variedad de formas
en las diferentes repúblicas de la ex-Unión Soviética.
En Georgia, el "demócrata" Shevardnadze ha sido "elegido" por el
consejo militar que derrocó a Gamsakhurdia. En Asia Central, siguen
en el poder dictaduras militares apenas disimuladas. Incluso donde han
habido elecciones y se han establecido instituciones parlamentarias, existe
un bonapartismo escasamente velado. Yeltsin, por ejemplo, está concentrando
enormes poderes en sus manos como Presidente de Rusia, Primer Ministro,
y lo más importante, como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas,
asumiendo control directo sobre los " cuerpos de hombres armados".
De la misma forma, en Ucrania, Kravchuk ha introducido un sistema presidencial
modelado en el sistema de los zares rusos, asumiendo fuertes poderes para
controlar el parlamento y los gobiernos locales.
114. Por lo tanto, al igual
que en Europa del Este, estos son regímenes bonapartistas semi-parlamentarios.
Detrás de los adornos de democracias parlamentarias, un creciente
poder se concentra en manos del "líder", quien se balancea entre
fuerzas de clase antagónicas dentro de la sociedad. Trotski explicó
este fenómeno, en el período antes de la llegada de Hitler
al poder en Alemania: " En el momento mismo en que la lucha entre las dos
capas sociales- los que tienen y los que no tienen, los explotadores y
los explotados- llega a su punto de máxima tensión, se crean
las condiciones para la dominación de una burocracia, policía,
soldadesca. El gobierno se "independiza" de la sociedad." (El Unico Camino,
1932)
115. El carácter crecientemente
bonapartista del régimen de Yeltsin, quedó en evidencia durante
las sesiones del Congreso de Diputados del Pueblo, en abril de 1992. La
oposición, basada fundamentalmente en los antiguos sectores duros
del estalinismo, tenían mayoría pero no la usaron para bloquear
a Yeltsin. La mayoría de sus demandas a favor de mayores poderes
fueron concedidas. Por más que denunciaran las políticas
del gobierno, la oposición no tenía alternativa alguna que
ofrecer. El Canciller bonapartista alemán, Schleicher, una vez dijo,
" Primero vengo yo, después mi caballo y después el parlamento."
El desprecio de Yeltsin por el "soberano" Congreso ruso quedó
demostrado cuando dejó de asistir a reuniones después del
primer día.
116. Por naturaleza, los
regímenes actuales son extremadamente débiles e inestable.
Esto se debe a la debilidad de la naciente clase burguesa, sus tenues raíces
en la economía nacional y a la masiva crisis social heredada del
sistema estalinista en decadencia. Desde diciembre de 1991 Gorbachov, Gamsakhurdia
(Georgia) y Saavisar ( Estonia), todos han sido destituidos de sus puestos.
Al momento de escribir, Nabiyev ( Tadjikistán) se mantiene apenas,
mientras que Mutalibov ( Azerbaiján) ha sido derrocado dos veces!
117. Incluso el régimen
ruso es inherentemente inestable como demuestra el conflicto entre Yeltsin
y su vicepresidente, el General Rutskoi. Rutskoi combina sus ataques
contra las políticas económicas del gobierno con un estridente
nacionalismo ruso. LLamó a que renunciara todo el gabinete del gobierno
ruso, después de las fuertes alzas de precios en enero, reclamando
que estas políticas " empujarían a millones de personas hambrientas
y empobrecidas a las calles". Al mismo tiempo Rutskoi dijo, " tenemos que
restaurar la verdadera cara de Rusia... tenemos que revivir la gloria del
ejército ruso". En un intento por silenciar a Rutskoi, Yeltsin lo
ha relegado, como si a "Siberia", al ministerio de agricultura.
118. Los regímenes
estalinistas de bonapartismo proletario, debido a que desarrollaron las
fuerzas productivas, adquirieron cierta estabilidad en el período
de la post-guerra. Por el contrario, sobre las bases de un capitalismo
naciente, no habrá ninguna estabilidad. Toda la inestabilidad del
Estalinismo en decadencia ha sido incorporada en los nuevos regímenes
burgueses. Independientemente de si son regímenes de carácter
abiertamente militar-bonapartista o débiles "democracias" con fuertes
elementos bonapartistas, estos serán gobiernos de crisis.
PERSPECTIVAS PARA UN FUTURO GOLPE
119. A pesar del continuo
caos económico, estos débiles regímenes bonapartistas
de carácter semi-parlamentario podrían mantenerse en el poder
debido a una falta de alternativa inmediata, sea por parte de la clase
obrera en una ofensiva revolucionaria o por un giro decisivo a favor de
una reacción bonapartista. Esto lo hemos visto en Polonia donde
una serie de débiles gobiernos de coalición, surgidos de
la antigua dirección de Solidaridad, han gobernado desde 1989 a
pesar del catastrófico colapso de la economía. Sin embargo,
y especialmente si la naciente burguesía fuese a sentirse amenazada
por un movimiento del proletariado, la perspectiva de un golpe de estado
podría ser puesto sobre el tapete nuevamente.
120. Esta es una de las perspectivas
posible en el caso de Polonia, donde existe una creciente impaciencia
con el fiasco de un Sejm (parlamento) paralizado. Walesa ha utilizado la
crisis en el Sejm para fortalecer su propia posición, argumentando
a favor de un sistema presidencial similar al de De Gaulle. Por sobre la
cabeza del parlamento, Walesa ha creado una alianza con la casta de oficiales
ex-estalinistas, que se ha pasado definitivamente al campo pro-burgués.
Al proponer asumir nuevos poderes, incluyendo el control de las fuerzas
armadas y la policía secreta y la autoridad para movilizar al ejército
en situaciones de "serio conflicto interno", Walesa está probando
el terreno para un posible golpe presidencial, similar al de Fujimori en
Perú.
121. En Rusia y las otras
repúblicas, existe la perspectiva de golpes militares en líneas
nacionales. Lo que está descartado es un golpe para re-establecer
las viejas fronteras de la Unión Soviética. Esto se debe
al desmoronamiento del viejo aparato estatal soviético y a la creación
de por lo menos 15 estados independientes de carácter burgués
y crecientemente hostiles entre sí. Por supuesto, que una vez consolidado
su poder al interior de Rusia un nuevo régimen militar podría
intentar extender su control hacia partes de la antigua URSS. Esto, no
obstante, sólo sería posible a través de una conquista
militar, probablemente basándose en el apoyo de la minoría
rusa.
122. Como explicamos en el
documento de la Mayoría del Secretariado Internacional:
" Un nuevo régimen
militar y bonapartista en Rusia o la Unión Soviética, mas
que intentar re-establecer la planificación y el control central,
probablemente sería un régimen pro-burgués con el
objetivo de imponer la transición hacia el capitalismo". ( Revolución
y Contra-revolución en la Unión Soviética, para 64)
123. Aunque intentos por
establecer un nuevo régimen de bonapartismo proletario es una posibilidad
teórica en el futuro, en las condiciones actuales esto es algo virtualmente
descartado. Incluso si un sector de los militares apoyara una vuelta al
estalinismo, y no existe ninguna evidencia de esto, la reconstrucción
del viejo sistema sería como intentar devolver la tortilla al huevo.
La vieja burocracia se ha derrumbado. Los nuevos regímenes burgueses
son dependientes económicamente e ideológicamente del Imperialismo.
En estas condiciones, la perspectiva más probable en el caso de
un golpe exitoso, es el establecimiento de un régimen de bonapartismo
burgués
124. Un régimen como
éste podría incluso desplegar parte de la cobertura del estalinismo.
Podría suprimir a sectores de la mafia, introducir control de precios,
intentar asegurar suministros e introducir controles estatales en sectores
claves para estabilizar la economía. Esto no sería una señal,
sin embargo, de una vuelta al sistema estalinista. Incluso Zhirinovsky,
el demagogo neo-fascista, está a favor de la retención de
las granjas colectivas y de las grandes empresas estatales.
125. En el contexto
de una situación mundial dramáticamente diferente, con una
recesión catastrófica para el capitalismo, un giro en dirección
opuesta es posible. Temerosos de un movimiento de la clase trabajadora,
estos regímenes podrían ser obligados a tomar medidas anti-capitalistas.
Es imposible decir hoy hasta que punto podría llegar este proceso.
No se puede excluir que bajo ciertas condiciones, como en algunos países
ex-coloniales en el pasado, un sector del estado burgués, apoyándose
en las masas para ganar apoyo, podría verse forzado por la crisis
a eliminar el capitalismo y a establecer un estado obrero deformado como
el estalinismo. Pero, aunque esta es una posibilidad teórica, no
se trata de una perspectiva inmediata. Incluso en este caso, un régimen
de bonapartismo proletario no tendría la estabilidad del Estalinismo
en el período de la post-guerra.
EL MOVIMIENTO OBRERO EN RUSIA Y EUROPA
ORIENTAL
126. Las míseras condiciones
del capitalismo naciente están allanando el camino para enormes
explosiones sociales en estas sociedades. Existe ya una profunda desilusión
con los resultados inmediatos de las políticas pro-capitalistas.
Una reciente encuesta de opinión (mayo 1992) reveló que sólo
uno de cada seis Rusos pensaban que el nuevo gobierno hacía una
buena gestión de la economía. Menos de uno de cada diez Rusos
estaba satisfecho con la actual situación y sólo un 4% pensaba
que era imposible el estallido de huelgas y protestas callejeras en los
próximos doce meses. Una serie de huelgas durante los últimos
meses reflejan la creciente frustración, como la paralización
de los trabajadores del petróleo y de los puertos, los choferes
de taxi y más recientemente los profesores y doctores. En un momento
en mayo, habían informes de huelgas en 35 regiones de Rusia.
127. Como habíamos
pronosticado, pocos meses después de su victoria sobre el golpe,
el apoyo de los "demócratas" se desmorona. Yeltsin, que sigue siendo
el líder más popular, ha visto el caer su apoyo desde un
43% en abril a un 32% en mayo. De forma inevitable, han surgido serias
divisiones en sus filas. Sobchak, el alcalde de St Petesburgo, ha criticado
al gobierno ruso, advirtiendo de que " no se podrá evitar una explosión
social" sin un cambio de política. Sin embargo, a pesar de la desilusión
con los "demócratas" y sus medidas burguesas, esto no significa
que las ilusiones en el capitalismo han desaparecido. Aquí nuevamente
tenemos un proceso extremadamente complejo. Aún se culpa al Estalinismo
por muchos de los actuales problemas. El hecho de que los portuarios en
huelga en Novorossisk y que los mineros en Vorkuta hayan exigido sus salarios
en dólares indica que los trabajadores aún no ven una alternativa
al capitalismo. Esto se complica aún más debido a la ausencia
de un partido obrero capaz de darle una expresión organizada a la
frustración que se está acumulando. En esta situación
podríamos ver explosiones de descontento pero de carácter
limitado debido a la actual visión confusa que existe entre el proletariado.
128. El punto de partida
para comprender la dinámica del desarrollo del movimiento obrero
en estas sociedades, es reconocer los efectos de décadas de dictadura
estalinista. No se trata sólo de que el proletariado ha quedado
desorientado debido al Estalinismo y después por los golpes producto
de la restauración capitalista, sino que además sufre o de
una total ausencia de las más básicas organizaciones de clase
o éstas se encuentran en un estado débil y caótico.
A pesar de que los primeros indicios de sindicatos independientes
surgieron en la última fase de dominio estalinista, no ha habido
un movimiento inmediato para crear organizaciones obreras de masas. Esto,
sin embargo, puede cambiar rápidamente frente a un gran movimiento
de la clase trabajadora.
129. Los Marxistas no ignoramos
la actual confusión y el bajo nivel de conciencia del proletariado.
Pero, debido al legado del Estalinismo, existe una contradicción
explosiva entre el poder latente del proletariado, y la actual debilidad
de sus organizaciones políticas y sindicales. En la Unión
Soviética, el Estalinismo creo al proletariado más grande
del mundo. En 1988, un 73% de los trabajadores industriales soviéticos
trabajaban en fábricas de más de mil obreros. Esto se compara
con un 25.8% en EEUU (1985). Una vez que estos trabajadores se vean obligados
a entrar en la lucha, su nivel de organización y conciencia puede
desarrollarse rápidamente.
130. Las dictaduras son un
enorme freno para la conciencia, pero esto no significa que la sociedad
vuelve a su punto de partida. Rechazamos los argumentos de los seudo Marxistas
que afirman que la conciencia del proletariado ruso ha retrocedido a los
niveles del siglo pasado. Incluso hoy en día las tradiciones de
Octubre siguen vivas en por lo menos un sector de la clase obrera. Como
resultado de la dura experiencia de la restauración capitalista,
estas ideas podrían ganar un apoyo de masas nuevamente en el futuro.
La clase obrera tomará conciencia de su rol y sus tareas a través
de los acontecimientos y su experiencia y con el desarrollo del factor
subjetivo encabezado por las fuerzas del Marxismo.
131. El gobierno ruso
se ha visto obligado a abordar estas realidades. Hasta ahora ha evitado
una explosión social contra sus brutales " reformas" debido a que
ha combinado una política de concesión con represión.
Los choferes de autobús de Moscú ganaron un aumento salarial
de un 200%, pero al mismo tiempo su huelga fue prohibida y sus dirigentes
recibieron multas por convocar a la movilización. El gobierno ha
hecho importantes concesiones salariales, especialmente a los sectores
fuertes como los mineros. En algunos casos los salarios han subido en más
de un 300%, compensando parcialmente los fuertes aumentos de precios. De
una forma bonapartista el gobierno se ha apoyado primero en un sector de
la población y después en otro. No obstante, la profundidad
de la caída de la producción y la escala de los aumentos
de precios ha aturdido a amplios sectores del proletariado. Reflejando
el ánimo prevaleciente, de que no hay alternativa a estas medidas,
la mayoría de las familias se preparan para resistir los aumentos
de precios acaparando enormes cantidades de productos básicos.
CAMBIOS EN LA CONCIENCIA
132. A través de la
dura experiencia las ilusiones de las masas en el capitalismo se vendrán
abajo. Pero, debido a la debilidad del factor subjetivo, este será
un proceso complejo y lento. Sin embargo, los acontecimientos en Polonia,
donde la transición hacia el capitalismo comenzó más
temprano, demuestran que el ánimo de la clase obrera está
comenzando a cambiar. La ola de huelgas a comienzos de 1992 mostró
un claro cambio de ánimo entre importantes sectores del proletariado
polaco. A través de una serie de duras luchas, incluyendo huelgas
de hambre y ocupaciones de fábricas, sectores de la clase trabajadora
han comenzado a cuestionar las políticas pro-capitalistas del gobierno.
Una de las características de todas estas luchas es la creciente
disposición a defender la propiedad estatal.
133. Incluso hasta hace un
año atrás, la mayoría de los trabajadores polacos
aceptaban la idea general de la privatización, mientras que invariablemente
se oponían a la privatización de sus propios lugares de trabajo.
Ahora, por primera vez, las encuestas de opinión demuestran que
una mayoría de la población se opone a continuar con la privatización
de las grandes compañías en general. Hoy, sólo el
18% piensa que la privatización es buena para la economía.
En 1990, sólo un 45% de la población pensaban que las huelgas
eran una forma de lucha justificada mientras que hoy esta cifra es de un
71%. Claramente, se está gestando un ánimo más combativo,
aunque debido a la ausencia de una dirección revolucionaria, aún
existe una enorme confusión. El crecimiento del sindicato Solidaridad
80, que combina el programa de un sindicalismo militante con el nacionalismo,
demuestra la radicalización que se está llevando a cabo pero
también la forma confusa que puede asumir este proceso sin una dirección
marxista consciente. Otra muestra de esto es el creciente apoyo entre los
trabajadores para el grupo nacionalista de extrema derecha, KPN, que combina
llamados a favor de "mano dura" con una demagogia de "izquierda".
134. Polonia también
muestra los cambios que pueden experimentar las capas medias de la sociedad.
Mientras que sectores del proletariado, debido a sus luchas o la amenaza
de estas, han logrado ganar concesiones de los patrones, sectores como
los profesores, doctores y otros funcionarios públicos han sido
los más golpeados por la recesión. Las escuelas en Polonia
han sido fuertemente afectadas por huelgas, con la formación de
organizaciones como la Unión de Profesores Hambrientos. Incluso
han habido manifestaciones de estudiantes y profesores contra la enseñanza
obligatoria de religión, reflejando la creciente impopularidad de
la iglesia, especialmente entre la juventud.
135. También en Rusia,
los profesores y médicos han participado en huelgas recientemente
ganando un aumento salarial de 270%. Paradójicamente, estas capas
al igual que los estudiantes, han sido los sectores más a fines
al capitalismo en el pasado. En una encuesta de opinión en Rusia
llevada a cabo en febrero de 1992, mientras que el 23% de trabajadores
no calificados pensaban que las políticas de Yeltsin eran " capaces
de sacar al país de la crisis", esta cifra llegaba al 42% entre
los estudiantes y académicos y al 41% entre la intelectualidad técnica.
De la misma manera, cuando se les preguntó si la propiedad privada
sacaría al país de la crisis, el 38% de los obreros no calificados
y 45% de los obreros calificados estuvieron de acuerdo, comparado con un
60% de estudiantes y académicos. Al estrujar estas capas, con el
colapso del financiamiento de los servicios públicos, se está
minando una de las principales bases de apoyo de los regímenes actuales.
LOS VIEJOS SINDICATOS OFICIALES Y PARTIDOS
COMUNISTAS
136. En varios de estos países
hemos visto cierto movimiento detrás de los viejos sindicatos oficiales.
Ellos tienen la ventaja de tener propiedad, recursos y una presencia en
las fábricas. La OPZZ se ha desarrollado de esta forma en Polonia,
ofreciendo una mayor resistencia al gobierno que la organización
oficial de Solidaridad que ha intentado sofocar la oposición de
los trabajadores. No obstante, incluso Solidaridad se está viendo
obligada a cambiar de posición como demuestra su llamado a una huelga
general de dos horas contra el gobierno en enero de 1992. Hay crecientes
presiones al interior de Solidaridad, en sus comités de fábrica
y entre una capa de su propia burocracia, para romper con el gobierno.
En Hungría, la MSZOSZ dirigida por ex-estalinistas también
ha crecido y ahora organiza a sectores decisivos de los trabajadores en
la industria, la minería, siderurgia y el transporte. En diciembre
último, llamó a la primera huelga general contra el gobierno
de Antall. Es posible que en la antigua Unión Soviética
los viejos sindicatos oficiales también puedan desarrollarse de
esta manera. Bajo la presión de los trabajadores los dirigentes
de Moscú de los sindicatos oficiales, que afirman tener seis millones
de miembros, llamaron a una huelga general contra el alza de precios de
enero.
137. No obstante, la
situación varía entre los diferentes estados ex-estalinistas.
En Checoslovaquia la vieja federación sindical oficial se desmoronó
con el viejo régimen. La nueva federación sindical heredó
sus bienes y propiedad pero en muchas industrias ha tenido grandes dificultades
para reclutar. Aunque declaran tener más de 5 millones de miembros,
la organización sindical apenas existe en muchas áreas. La
situación actual en casi todos los países ex-estalinistas
es que la mayoría de la clase trabajadora sigue no estando organizada.
En algunos países es posible que nuevas formaciones sindicales surjan
en el transcurso de la lucha.
138. Algunos sectores de
la vieja burocracia estalinista también están intentando
establecer una base para si mismos entre la clase obrera. En el pasado
los partidos comunistas en los estados estalinistas no eran verdaderos
partidos obreros sino más bien instrumentos de las burocracias gobernantes.
Desde el colapso de los viejos regímenes algunas de estas organizaciones
siguen vivas, reteniendo el apoyo de antiguos militantes obreros y de algunos
funcionarios. En algunos casos nuevas formaciones " Comunistas" se han
escindido o se han creado de los restos de los viejos partidos, por ejemplo
el caso de Trabajadores de Rusia.
139. El caso más
claro donde un antiguo partido estalinista ha mantenido una posición
de influencia entre la clase trabajadora es en las tierras Checas de Bohemia
y Moravia. El Partido Comunista Checo (KSCM), sigue siendo uno de los partidos
obreros más grandes en Europa, con 300 mil militantes. Su capacidad
para movilizar apoyo activo quedó demostrado en la concentración
del Primero de Mayo con la participación de 50 mil personas. En
sectores de "Bohemia Roja", el partido aún obtiene un apoyo de 25-30%.
Entre una importante capa de trabajadores industriales, el Partido es visto
como la única forma de defensa contra los ataques de la burguesía.
Esto a pesar del confuso programa reformista burgués de la
dirección del Partido que critica la política del gobierno
pero acepta totalmente la lógica de apoyar el mercado. Estos dirigentes
no son fundamentalmente diferentes a los reformistas de derecha de Occidente.
Un ejemplo de esto es la decisión del Partido de establecer un fondo
de privatización " Comunista" para participar en el programa de
privatización del gobierno. Su cercanía a los dirigentes
socialdemócratas de Occidente quedo expuesta en los comentarios
de la Segunda Internacional cuando el KSCM pidió el ingreso a esa
organización. A la dirección se le dijo que podrían
afiliarse pero antes tenían que expulsar a los Marxistas!
140. En Polonia también,
los ex-estalinistas de la Alianza Democrática de Izquierda han ganado
apoyo como resultado de las medidas de austeridad del gobierno. Nuevamente,
mas que añorar la vuelta al Estalinismo, estos dirigentes usan como
modelo a los dirigentes reformistas de Occidente y esperan asegurarse una
posición privilegiada en la nueva sociedad capitalista. Su degeneración
quedó al descubierto cuando en junio de 1992, apoyaron al gobierno
monetarista de Pawlak. En Rusia, a pesar de que el Partido Comunista sigue
prohibido han surgido un número de agrupaciones lideradas por antiguos
funcionarios estalinistas. A pesar de que estos dirigentes se oponen a
las políticas de Yeltsin no defienden la economía planificada.
En muchas instancias se han adherido a las peores ideas chovinistas rusas,
argumentando a favor de vínculos con las " fuerzas patrióticas".
No obstante, estas organizaciones todavía pueden atraer una
capa de obreros genuinos que buscan las ideas de Lenin y de Octubre.
141. Al intentar orientarse
hacia los sectores más avanzados de la clase obrera, los Marxistas
tienen que tomar en cuenta los ánimos existentes entre las diferentes
capas de la clase. Un sector puede ser atraído por los viejos partidos
o escisiones de éstos y en estos casos las fuerzas marxistas pueden
orientar su trabajo hacia ellos. Pero, al mismo tiempo otros sectores del
proletariado pueden sentir un fuerte rechazo hacia estos partidos y sus
asociaciones con los viejos regímenes. En estas circunstancias es
posible que surjan nuevas formaciones políticas de la clase obrera,
sobretodo al calor de una movilización de masas. En la antigua Unión
Soviética, por ejemplo, es posible que el llamado a favor de un
nuevo partido obrero vaya ganando creciente apoyo. Por lo tanto, los Marxistas
tienen que trabajar de forma flexible, en ciertos períodos llamando
a la creación de sindicatos o organizaciones políticas independientes,
y en otros argumentando a favor de la adopción del programa socialista
y de la democracia obrera por las organizaciones de trabajadores ya existentes.
142. La desorientación
política del proletariado se refleja en especial en los círculos
dirigentes de las actuales organizaciones obreras, inluyendo a las formaciones
nuevas. Por ejemplo, vemos el surgimiento de diferentes variantes reformistas
que ofrecen una vía más "social" hacia el capitalismo. Bajo
el impacto de los acontecimientos, es posible que surjan corrientes reformistas
y centristas de masas. No obstante, debido al carácter agudo de
la cuestión nacional en todos estos países, el nacionalismo,
inevitablemente será un factor importante en el desarrollo de las
organizaciones obreras y en la formulación de sus programas políticos.
143. A pesar de que la reacción
inicial de amplios sectores del prole-tariado ha sido una de horror e inmovilización,
el caos e inestabilidad del emergente capitalismo está preparando
el camino para movimientos explosivos y rápidos saltos de conciencia.
Los ánimos de las diferentes capas del proletariado, y en especial
de la juventud, pueden cambiar rápidamente en estas condiciones.
Los acontecimientos internacionales pueden tener un impacto decisivo, especialmente
cuando el proletariado en Occidente está empezando a imponerse,
como ha ocurrido en Alemania.
144. Existe un creciente
odio hacia el nuevo capitalismo, a pesar de que este sentimiento aún
no encuentra una expresión clara. Sin una direc-ción, este
malestar puede llevar al surgimiento de ánimos terroristas entre
la clase obrera y la juventud. En Polonia hemos visto una ola de ataques
como el lanzamiento de una granada contra una clínica privada y
el ataque incendiario contra las oficinas de la Kodak en Varsovia. Estos
ánimos inevitablemente se verán reflejados en el proletariado
cuando entre en la lucha. En Gdynia, los trabajadores que ocupaban
una fábrica privatizada amenazaron con usar explosivos si la policía
anti-motines intentaba atacar la ocupación. Los problemas del joven
capitalismo se ven acrecentados por el fácil acceso a armamentos,
especialmente desde que el colapso de la disciplina en el antiguo ejercito
rojo ha llevado a un ilícito comercio de armas a través del
viejo territorio soviético y Europa del Este.
145. El sistema capitalista
que está surgiendo en estas sociedades ha heredado del estalinismo
una revolución política inconclusa. Intentarán imponer
sobre las masas las condiciones de vida del mundo neo-colonial, no obstante
a pesar de su actual falta de organización, el proletariado en estos
paises es mucho más fuerte que el proletariado del mundo ex-colonial.
El actual rechazo a términos como "marxismo" y "socialismo", debido
a los crímenes cometidos bajo el estalinismo, pueden abrir paso
en el futuro a un rechazo igualmente violento contra el capitalismo y el
"mercado". Si es que somos capaces de aprender de estos procesos y orientar
nuestras fuerzas correctamente, el próximo período abrirá
enormes posibilidades para los marxistas.
DOCUMENTO DEL CEI
JUNIO 1992 |
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