Alto a
la agresión imperialista contra Irak
Declaración conjunta de
Izquierda Revolucionaria y JRE (Dic/98)
Nuevamente las bombas de los asesinos
imperialistas han caido sobre la capital Bagdag y las principales ciudades
de Irak. Sólo la primera noche de bombardeos se lanzaron sobre Irak
más de 200 misiles de crucero, muchos de los cuales cayeron sobre
instalaciones civiles, hospitales y barrios residenciales. Se trata, sin
duda, del ataque más serio e importante que el imperialismo ha desatado
contra Irak desde la Guerra del Golfo.
No conformes con el genocidio que significa para el pueblo irakí
el bloqueo impuesto desde 1991, Clinton y Blair escudándose en los
informes manipulados del jefe de inspectores de la ONU, Wiliam Buttler
-un australiano al servicio de la CIA- han ordenado este nuevo ataque que
puede ser la preparación para una nueva invasión imperialista
de Irak cuyo objetivo dclarado no puede ser otro que derrocar al gobierno
iraquí y establecer un regimen títere.
Clinton y Blair que se presentan como los defensores de los derechos
humanos ante el mundo son responsables del genocidio irakí. Al millón
y medio de muertos causado por el bloqueo hay que sumar -según un
reciente Informe de la ONU- los cuatro millones de irakíes que padecen
malnutrición y enfrermedades irreparables. Entre estos cuatro millones
de personas, dos millones y medio son niños menores de cinco años
y 700.000 son mujeres, a las que hay que añadir otros centenares
de miles de ancianos. Son los sectores más débiles de
la población civil quienes están sufriendo las consecuencias
del criminal bloqueo y de los bombardeos.
Los argumentos dados por Clinton y Blair para el ataque son irrisorios.
Acusan al gobierno iraquí de "violar las resoluciones de la ONU"
y "tener el potencial de fabricar armas de destrucción masiva",
cuando precisamente es el Estado israelí -el principal aliado
de EE.UU. en Medio Oriente- quien lleva décadas violando las resoluciones
de la ONU a favor de un estado palestino y tiene el principal potencial
militar en la región, incluyendo arsenal nuclear.
Toda la maquinaria de guerra israelí -mayoritariamente de procedencia
norteamericana- ha sido utilizada continuamnete contra la nación
árabe, manteniendo una brutal opresión sobre el pueblo palestino
y bombardeando una y otra vez el Líbano.
Sólo sirvientes declarados del imperialismo, como el gobierno
de Aznar en el Estado español pueden secundar estas acciones criminales
y repetir las razones dadas por los imperialistas para masacrar al pueblo
iraquí, poniendo una vez más las bases de Rota y Morón
a disposición de los planes asesinos de Clinton y Blair.
La verdadera razón del ataque estriba en el monopolio del petróleo
por parte de las grandes compañías anglo-americanas que saldrían
perjudicadas en sus beneficios con la salida al mercado del petróleo
irakí, lo que abarataría notablemente los precios del crudo
mundial. La prueba de esto es que la reconstruida industria petrolera irakí
ha sido de nuevo destruida tras los bombardeos.
La ONU, a quien los EE.UU. esta vez ni han consultado antes de atacar,
ha sido el instrumento para aterrorizar y doblegar el pueblo iraquí.
El imperialismo quiere en Irak un gobierno completamente dócil,
que siga sus dictados al pie de la letra y les permita el control completo
de los recursos petroleros de la región.
Con el ataque actual EE.UU. pretende fortalecerse como "policía
mundial" dando una lección a cualquier pueblo semicolonial que no
esté dispuesto a arrodillarse completamente ante sus dictados. En
medio de la crisis económica mundial quieren lograr una victoria
que fortalezca el poder de la principal potencia imperialista mundial.
Este ataque también tiene motivaciones de indole interna. Se
produce en medio de una grave crisis política en Washington. El
gobierno de Clinton está atravesando una importante crisis interna,
con el intento de los republicanos de destituirlo. En Oriente Medio, la
visita de Clinton no ha logrado reflotar los "acuerdos de paz" entre Israel
y Palestina.
El ataque a Irak, además, no ha despertado el entusiasmo de las
potencias imperialistas rivales (Alemania, Japón, Francia, etc)
ni de las burguesías árabes de la región y además,
provocó la oposición abierta de Rusia y China.
Pero el poco entusiasmo de Francia, Italia, Rusia, China y otros gobiernos
reaccionarios y anti-obreros ante el ataque actual no debe confundir a
nadie. Todos ellos apoyan el bloqueo y sus preocupaciones por las "víctimas
civiles" son pura hipocresía. Están igualmente interesados
como Clinton y Blair en doblegar a los pueblos semicoloniales. Kofi Annan,
Jospin, Schroeder, Yeltsin y tantos otros "líderes mundiales" tienen
como ellos sus manos cubiertas con la sangre del pueblo iraquí y
todos aquellos que son atacados por el imperialismo.
En este combate no hay neutralidad posible. Nos colocamos incondicionalmente
en el campo militar del pueblo árabe, buscando su victoria en esta
lucha y la derrota total del imperialismo. Esto sólo será
posible con una movilización antimperialista masiva a nivel internacional,
empezando por los países árabes y los estados imperialistas
agresores. Esta es la única forma de frenar la agresión imperialista.
Asimismo, IZQUIERDA REVOLUCIONARIA y JRE negamos cualquier apoyo político
a la dictadura irakí y no depositamos la más mínima
confianza en Saddam Hussein. El dictador irakí fue un instrumento
de la política imperialista hasta 1991 y encabeza un régimen
burgués reaccionario que oprime en su propio país a la clase
obrera y al pueblo kurdo.
Luchamos porque sea la clase obrera la que tome la dirección
de la lucha antimperialista, porque sólo ella es capaz de llevarla
hasta el final y de derrotar al imperialismo.
No le reconocemos a ninguna potencia imperialista ni a la ONU el más
mínimo derecho para intervenir en el destino del pueblo iraquí,
al que viene matando por hambre y por falta de medicamentos desde hace
siete años y hoy con bombas y misiles.
La derrota de la agresión imperialista fortalecerá la
lucha de los trabajadores y de los pueblos oprimidos de todo el mundo.
Por el contrario, si Clinton y Blair se salen con la suya estarán
más fuertes para imponer nuevas condiciones de opresión a
los países empobrecidos del llamado 'tercer mundo' y hacer pagar
a los trabajadores los costos de la crisis capitalista mundial.
Ninguna confianza puede depositarse en la ONU, el Papa, o en los distintos
gobiernos que se manifiestan parcialmente opuestos a los bombardeos actuales,
ya que, en realidad, defienden sus propios intereses reaccionarios y son
tan enemigos de los pueblos semicoloniales y de la clase obrera como Clinton
y Blair.
No hay tiempo que perder. El destino de Irak se juega tanto en el Golfo
como en las calles de Washington y Londres y otras ciudades del mundo.
Sólo una poderosa movilización antiimperialista podrá
detener la agresión. IZQUIERDA REVOLUCIONARIA y JRE llamamos a todas
las organizaciones políticas y sindicales de la clase trabajadora
y de la juventud a movilizarnos de forma inmediata y conjunta bajo las
siguientes consignas:
¡ALTO A LA AGRESION IMPERIALISTA DE EE.UU. Y GRAN BRETAÑA
CONTRA IRAK!
¡FUERA TODAS LAS TROPAS IMPERIALISTAS DEL GOLFO!
¡POR EL LEVANTAMIENTO INCONDICIONAL DE LAS SANCIONES DE
LA ONU Y EL BLOQUEO!
¡ABAJO EL GOBIERNO COLABORACIONISTA DE AZNAR!
¡FUERA YANQUIS DE ROTA Y MORÓN!
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