1. El defecto fundamental
de todo el materialismo anterior -incluido el de Feuerbach- es que sólo
concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto
o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no
como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado
activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo,
pero sólo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente,
no conoce la actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos
sensoriales, realmente distintos de los objetos conceptuales; pero tampoco
él concibe la propia actividad humana como una actividad objetiva.
Por eso, en La esencia del cristianismo sólo considera la actitud
teórica como la auténticamente humana, mientras que concibe
y fija la práctica sólo en su forma suciamente judaica de
manifestarse. Por tanto, no comprende la importancia de la actuación
"revolucionaria", "práctico-crítica".
2. El problema de
si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es
un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la
práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir,
la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El
litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla
de la práctica, es un problema puramente escolástico.
3. La teoría
materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de
la educación, y de que por tanto, los hombres modificados son producto
de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida
que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias
y que el propio educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente,
a la sociedad en dos partes, una de las cuales está por encima de
la sociedad (así, por ej.,, en Roberto Owen).
La coincidencia de
la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo
puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria.
4. Feuerbach arranca
de la autoenajenación religiosa, del desdoblamiento del mundo en
un mundo religioso, imaginario, y otro real. Su cometido consiste en disolver
el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal. No advierte
que, después de realizada esta labor, queda por hacer lo principal.
En efecto, el que la base terrenal se separe de sí misma y se plasme
en las nubes como reino independiente, sólo puede explicarse por
el propio desgarramiento y la contradicción de esta base terrenal
consigo misma. Por tanto, lo primero que hay que hacer es comprender ésta
en su contradicción y luego revolucionarla prácticamente
eliminando la contradicción. Por consiguiente, después de
descubrir, v. gr., en la familia terrenal el secreto de la sagrada familia,
hay que criticar teóricamente y revolucionar prácticamente
aquélla.
5. Feuerbach, no contento
con el pensamiento abstracto, apela a la contemplación sensorial;
pero no concibe la sensoriedad como una actividad sensorial humana práctica.
6. Feuerbach diluye
la esencia religiosa en la esencia humana. Pero la esencia humana no es
algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto
de las relaciones sociales.
Feuerbach, que no
se ocupa de la crítica de esta esencia real, se ve, por tanto, obligado:
1.) A hacer abstracción de la trayectoria histórica, enfocando
para sí el sentimiento religioso (Gemüt) y presuponiendo un
individuo humano abstracto, aislado
2.) En él, la esencia humana sólo puede concebirse como "género",
como una generalidad interna, muda, que se limita a unir naturalmente los
muchos individuos.
7. Feuerbach no ve,
por tanto, que el "sentimiento religioso" es también un producto
social y que el individuo abstracto que él analiza pertenece, en
realidad, a una determinada forma de sociedad.
8. La vida social
es, en esencia, práctica. Todos los misterios que descarrían
la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución racional
en la práctica humana y en la comprensión de esa práctica.
9. A lo que mas llega
el materialismo contemplativo, es decir, el materialismo que no concibe
la sensoriedad como actividad práctica, es a contemplar a los distintos
individuos dentro de la "sociedad civil".
10. El punto de vista
del antiguo materialismo es la sociedad "civil; el del nuevo materialismo,
la sociedad humana o la humanidad socializada.
11. Los filósofos
no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero
de lo que se trata es de transformarlo.
Notas.-
* Escrito en alemán
por Karl Marx en la primavera de 1845. Fue publicado por primera vez por
Friedrich Engels en 1888 como apéndice a la edición aparte
de su "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana". |
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