Diario «La Nueva 5ta. »Marzo de 1993

¡Sálvese quién pueda!

 

 

Duhalde y Cavallo son partidarios de adelantar las elecciones legislativas de este año, según informaron los diarios de los últimos días. El primero porque está demorando el ajuste en la provincia y no quiere realizarlo antes de los comicios. Y los argentinos sabemos a qué se refieren los funcionarios cuando hablan de "ajuste": más despidos, disminución de condiciones laborales, suspensión de convenios y estatutos, empeoramiento de servicios y aumento de impuestos.

El gobernador Duhalde obró como un hábil financista: durante 1992 no hizo nada, para luego volcar todos los recursos en 1993, que es un año electoral. Pero después del comicio habrá que gritar "Sálvese quien pueda", a menos que los bonaerenses coloquen con su voto un dique de contención en las cámaras legislativas para paliar la atropellada oficialista.

Mientras tanto, el plan social bonaerense no es una panacea, sino el mínimo cumplimiento de una responsabilidad administrativa: comprar patrulleros para las comisarías o asfaltar accesos a las escuelas, no debería ser motivo de propaganda proselitista, sino de trámite rutinario.

El caso Cavallo es más agudo. Su urgencia es mayor que la de quien sufre colitis para llegar al baño. Según entiendo, el cien por ciento es el doble de algo. Por ejemplo: el cien por ciento de 1 es 2 y el de 100 es 200. Pero Cavallo parece haber estudiado matemáticas en un libro distinto al mío porque desde el inicio de su plan de convertibilidad los alquileres han aumentado el 112%, las frutas el 79%, las verduras el 74% y las carnes el 64%, y él sigue diciendo que hay estabilidad.

En realidad lo único estable es el dólar. Por eso, los argentinos que este verano llevan gastados 300 millones de dólares en Brasil, habrán advertido que allá todo les resulta más barato. Pero como la mayoría de los argentinos no residen todo el año en Brasil sino en la Argentina, todo les resulta caro.

Por otra parte, al haber aumentado todo menos el dólar, vender productos argentinos en el exterior deja poca ganancia a los exportadores, y mucha a los importadores que compran artículos en el extranjero. Esta situación se refleja nítidamente en el déficit de nuestra balanza comercial que alcanzó los 2600 millones de dólares durante 1992.

Cavallo admite ahora que en 1993 el déficit puede alcanzar los 3000 millones de dólares, pero esa cifra puede trepar hasta los 5000 millones, si el nivel de demanda aumenta un 5 por ciento, y esto es todavía menos de lo que supone el Ministerio de Economía. Como gran parte de lo que se importa son productos de consumo como electrónicos, alimentos y automóviles, el comercio venderá menos artículos argentinos y consecuentemente se reducirá más la producción nacional y aumentará la desocupación.

Frente a la crisis que padecemos, Cavallo no encuentra otra solución que acentuar la apertura y la recesión interna. Exactamente lo contrario de lo que propone el MODIN: impulsar la producción nacional hasta satisfacer la demanda interna -lo que generaría mayor empleo- y exportar el remanente a precios marginales, para poder competir en el exterior. En síntesis: producir más riqueza y distribuirla mejor.

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Modin. Una patria con Justicia, Dignidad y Libertad