Red Nacional de Investigadores en Comunicación

III Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación
"Comunicación: campos de investigación y prácticas"


 

Los riesgos del periodismo en el mundo de los "mercados integrados".

Lic.María Rosa Gómez (UNCPBA/UNLZ/UTPBA)

Función riesgosa.

Los riesgos a los que se ven expuestos los profesionales de prensa, van más allá de la ocasional cobertura en zonas de conflicto bélico, para extenderse a todas y cada una de las rutinas profesionales cotidianas. Los periodistas, se ven amenazados por :

-riesgos físicos (incluyen desde la agresión hasta el asesinato).

-riesgos éticos (las exigencias por parte de sus empleadores, comprometen en ocasiones el accionar de los periodistas, que pueden avanzar en contra del derecho a la intimidad, el resguardo de sus fuentes o informar con veracidad).

-riesgos intelectuales (la precarización laboral y el incumplimiento por parte de las empresas de convenios colectivos y estatutos profesionales, ponen en riesgo la propiedad intelectual de periodistas y reporteros gráficos).

-riesgos judiciales (incluye las querellas por delitos de calumnias e injurias, daño moral, delitos contra el honor o la privacidad).

-riesgos laborales: (incluye la autocensura por temor a perder la fuente de trabajo, el "stress informativo", enfermedad profesional producto de las malas condiciones en que se desenvuelven los periodistas precarizados, pérdida de derechos laborales adquiridos).

-riesgos psicológicos (relacionado con el "stress informativo" y el agotamiento intelectual, provoca la incapacidad para ejercer criterios de selección de información y puede llegar a influir sobre la emergencia de enfermedades sociales como el alcoholismo, el tabaquismo u otras adcciones).

Muchas de estas presiones profesionales se hacen concretas desde vectores tan diversos como: ocasionales fuentes, empleadores, anunciantes, funcionarios públicos, fuerzas de seguridad, sectores económicos, poder judicial o la iglesia y se relaciona con el carácter social de la tarea de informar, como así también con la progresiva complejidad del contexto en que estos profesionales desarrollan sus compromisos laborales.

Siempre el manejo de información implicó riesgos, basta remitirnos a la tradición espartana de "matar al mensajero"que traía malas noticias, pero, el valor estratégico de la información como dinamizadora de capitales la coloca hoy más que nunca en el centro de las disputas del poder.

"El trabajo no se realiza sin los objetos sobre los cuales actúa"afirma Marx en "EL trabajo enajenado": la condición de la tarea periodística, de naturaleza social,trata de dar cuenta de la realidad, ésta es el "objeto"sobre el cual actúa.

"La información como una ventana al mundo", "los medios como el espejo de la realidad" o los "medios como Gran Muralla China" son algunas de las metáforas que definen la forma en que los medios nos acercan la realidad. En el mundo de "mercados integrados" ésta ofrece un panorama de creciente dualidad, con sectores "incluídos"-desde la producción y del consumo- y sectores "no incluídos", que inclusive pierden gran oparte de sus derechos civiles y sociales.La realización del trabajo periodístico consiste en poner en circulación estos contenidos simbólicos bidimensionales, determina muchas veces denunciar actos de corrupción, abusos de autoridad o negociados que comprometen el manejo de fondos públicos y constituye -por lo tanto- una tarea de riesgo.

Latinoamérica como "caso testigo".

La situación en Latinoamérica ofrece un panorama desalentador con respecto a las garantías profesionales. La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), manifestó en la última reunión de su Comité Ejecutivo realizado en Colombia, que "más de 554 crímenes y desapariciones de periodistas se han registrado en los últimos veinte años, de los cuales Colombia encabeza la triste y dramática lista, apreciendo en destacado lugar Guatemala, El Salvador, México, Argentina y Chile".

En la Conferencia hemisférica Crímenes sin Castigo contra Periodistas, realizada en Guatemala se denunció que "en diez años han sido ultimados de 456 casos documentados, en sólo 5 por ciento sus asesinos han ido a juicio, mientras que el resto sigue en la impunidad".

 

En países como Colombia, el accionar de las bandas de narcotraficantes es la principal vertiente de la violencia que se ejerce sobre los periodistas.

Si bien este país es el que concentra la mayor cantidad de crímenes contra periodistas producto del accionar del narcotráfico, este peligro comienza a hacerse extensivo a otros países de la región que se abren como nuevos mercados de tránsito, consumo y lavado de capitales provenientes de la droga.

El periodismo de investigación -que aparece como práctica extendida entre los profesionales de Europa y América- se ha ganado también sus acérrimos enemigos, toda vez que desnuda la relación existente entre grupos ilegales de variada índole con oficinas de gobierno y funcionarios públicos.

En México, a partir de la interrupción del diálogo entre el EZLN y el gobierno, cuando se militarizó el conflicto, comenzaron a aparecer obstáculos para los corresponsales de prensa. El primer freno que se impuso fue la denegación de visas a los periodistas ; una vez en México, aquellos afortunados que la obtenían eran sometidos a extensos interrogatorios y chequeos por parte de los organismos de inteligencia mexicanos que trabajan "en común"con otros de América Latina -por ejemplo la SIDE, de Argentina-. Tanto periodistas, como observadores internacionales, son presionados por el ejército mexicano para abandonar el país, bajo amenaza de ser deportados.

En Haití, durante el período posterior al derrocamiento de Jean Bertrand Aristide, los medios de comunicación y los periodistas fueron el blanco predilecto de grupos armados paramilitares, que se ocupaban de amenazarlos telefónicamente, "visitarlos"en sus domicilios particulares para intimidarlos e inclusive asesinar a quienes trataron de informar acerca de la brutal represión ejercida contra el pueblo haitiano.

En El Salvador, más de 36 periodistas perdieron la vida en los últimos diez años, muchas veces a manos de "escuadrones de la muerte"que trataban de silenciar las denuncias de violaciones a los derechos humanos.

En Argentina se contabilizan más de 800 casos de agresiones contra periodistas, que abarcan desde querellas judiciales, presiones laborales, levantamientos de programas, agresiones físicas, dos asesinatos ( Mario Bonino y José Luis Cabezas) y una desaparición ( el estudiante de periodismo Miguel Bru).

En los últimos años, el máximo riesgo para los periodistas de la región, lo constituye la precarización laboral y el desempleo, que actúan de manera indirecta como traba a la libertad de expresión, puesto que muchos periodistas por temor a perder sus fuentes laborales, optan por dejar de lado el ejercicio crítico de la profesión, la búsqueda pluralista de fuentes y la investigación.

Las modificaciones profesionales que impone la técnica.

El avance tecnológico, por su parte, ha traído modificaciones a las prácticas profesionales, en especial en el área de periodismo televisivo.La posibilidad técnica de transmisión en "registro directo"sin edición previa del material obliga al periodista a contextualizar la información, opinar e involucrarse de manera más directa, mientras el material -nítido- se emite en directo, quedando en diversas ocasiones expuesto por esta misma razón a represalias y agresiones por parte de actores en conflicto.

Asimismo, la fuerza probatoria de las imágenes, la "ilusión de verdad"de la cual habla Beatriz Sarlo, lleva a que el material registrado se convierta en "botín de guerra"a expropiar por parte de los "afectados"en una información. Esta "ilusión de verdad"por otra parte acerca al periodista a la sociedad, lo legitima ante ella en momentos en que otras instituciones han perdido credibilidad.

Los periodistas, si bien pueden actuar a modo de "auxiliares"o "gestores"de las instituciones, mediando entre ellas y la sociedad, son meros asalariados de empresas comerciales cuyos objetivos permanentes son la optimización de ganancias y la posibilidad de influir sobre la opinión pública. Periodistas y empresarios tienen objetivos éticos que si bien pueden avanzar juntos en algunos temas, se contraponen por la condición diferencial que los ubica como empleado y empleador.

 

La inseguridad profesional va acompañada en el plano general, por la modificación profunda del concepto de Estado y los roles que éste asumía para sí, por ejemplo el monopolio del uso de la violencia. Lejos de existir "una sola espada pública", el uso de la violencia es compartido hoy con grupos de seguridad privados, pertenecientes a corporaciones y -desde otra vertiente- con el poder de fuego de los grupos mafiosos, que junto a la globalidad, disputan también el apotegma de Estado como controlador territorial.

Periodistas y ciudadanos, quedan en este cruce de "desterritorialización" y extensión de los grupos con poder de fuego, como "blancos móviles" expropiados de derechos legales y sociales.

Desde el Estado, aún bajo regímenes democráticos, los gobiernos se ocupan de avanzar de manera sostenida sobre el periodismo, tratando de imponer el "secreto de estado", el sigilo informativo, aumento a las penas de los delitos de calumnias e injurias, prohibición de publicación de las declaraciones juradas de funcionarios públicos o mediante "exabruptos informales"que claman por la instalación de "la ley del palo"sobre la función informativa. Muchas de las agresiones a periodistas han tenido origen en sectores vinculados al gobierno.

Quienes controlan los recursos económicos, la fuerza y la posibilidad de creación de consenso mediante el manejo de los medios de comunicación, se han hecho dueños de saberes técnicos, científicos, simbólicos y producciones culturales. La concentración progresiva de la propiedad de los medios, es otro elemento que actúa como amenaza a la libertad de expresión y el derecho a la información desde dos planos:

-Achicamiento de fuentes laborales.

-Restricción del pluralismo de voces.

La industria de la comunicación y de las telecomunicaciones, gracias a los profundos adelantos y apertura de nuevas áreas en la industria de los medios aparece -desde una mirada ingenua- como la posibilidad de concreción del ideal democrático participativo.

Pero a su vez, este mismo avance científico técnico posibilita las prevenciones pesimistas de autores como Max Weber acerca del fortalecimiento de las "sociedades de control" que gracias a la racionalización aumentan sus ingerencias burocráticas sobre la libertad de los ciudadanos . La digitalización de datos, permite conocer -y por lo tanto vigilar- desde oficinas públicas y corporaciones privadas, información sobre hábitos de consumo, nivel de educación, salud, movimientos finacieros, pertenencia a partidos, gremios, asociaciones profesionales, estado civil, patrimonio, morosidad, causas judiciales y otros aspectos de la vida de cualquier ciudadano, supervisión que emerge desde la esfera política, aquello que Anthony Giddens caracteriza como "tercera dimensión, asociada como el capitalismo y el industrialismo al nacimiento de la modernidad". En este marco de disputa por el manejo de la información y el control de los mecanismos creadores de consenso, la práctica profesional del periodismo, queda expuesta al fuego cruzado de presiones de toda índole, que comprometen por extensión derechos inalienables de la sociedad, como el derecho a la libertad de expresión, derecho a la información y derecho a la comunicación. Parafraseando a Weber, la posibilidad de ejercer estos derechos plenamente se ven limitados por "la jaula de hierro"que determina la existencia de un mundo dual.

 

 

BIBLIOGRAFIA:

-Berman, M. "El Fausto de Goethe: La tragedia del desarrollo", en "Todo lo sólido se desvanece en el aire: La experiencia de la modernidad", Siglo XXI, 1988.

- Canclini, N. "Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización", Grijalbo 1995.

-Dantas, M. "Desreglamentación en las telecomunicaciones. Una nueva etapa en la apropiación de la información por El Capital", Dia-Logos 36, 1993.

-Giddens, A. "Consecuencias de la modernidad", Alianza, 1993.

-Habermas, J. "Desencantamiento de las imágenes religioso-metafísicas del mundo y nacimiento de las estructuras de conciencia modernas", "La modernización como racionalización social: el papel de la ética protestante", en "Teoría de la acción comunicativa", Taurus, 1987.

-Hoshbawm, E. "El fin del milenio", en "Historia del siglo XX", Crítica, 1995.

-Marx, C. "El trabajo enajenado", en "Manuscritos: Economía y filosofía, Alianza, 1985.

-Weber, M. "La ciencia como vocación", en "Ciencia y política", CEAL, 1980.

-Weber, M. "Introducción", en "La ética protestante y el espíritu del capitalismo", Península, 1979.


Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNCuyo. Centro Universitario - Parque General San Martín. CP (5500) - Mendoza. Fax: 061-381347. Tels: (061) 234393 / (061) 257701 [int. 2024]


Volver a Mesa 12

Volver a Cursos y Congresos.

Volver al Home Page.