Red Nacional de Investigadores en Comunicación

III Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación
"Comunicación: campos de investigación y prácticas"


Las prácticas políticas en la visión del diario "El Popular" de Olavarría (1913-1930)

LIC. MARIA EL CARMEN ANGUEIRA

Investigadores alumnos: Marcela Güerci, Magdalena Iriberry y Mario Rodriguez

Alcances de la reforma nacional de Sáenz Peña en el ámbito de la provincia de Buenos Aires

El impacto de la reforma electoral de 1912, que apuntaba básicamente a crear mecanismos que limitaban las posibilidades de hacer fraude se hizo sentir en las provincias. Estas comenzaron a ajustar, en mayor o menor medida, sus propias leyes electorales o las nuevas disposiciones de la ley nacional, la provincia de Buenos Aires no escapó a dicho movimiento, pero como vemos a continuación, su reforma dejó en pie los principales mecanismos que posibilitaban el fraude: el empadronamiento.

El Gobierno de la provincia de Buenos Aires promulgó una nueva Ley Electoral del 12 de julio de 1913. En ella se estipulaba que fueran los concejos deliberantes los encargados del empadronamiento electoral, en cada partido o distrito. El municipio, mediante sorteo público, designaba a los empadronadores, los cuales debían registrar a cada elector en su domicilio , según los inscriptos en el Registro Militar de Enrolamiento y daba lugar a la incorporación de otros electores, que no figuraban en el padrón nacional, pero que reunían las condiciones para serlo. Vemos entonces, que a diferencia de lo que sucedía con la ley nacional, la provincial continuaba dejando en manos del municipio la confección del registro electoral.

En función a lo referido con anterioridad y al carácter de la participación política en la provincia de Buenos Aires cabe preguntarse cómo se implementó la Ley Electoral de 1913 en los municipios, la manipulación del registro electoral y de las prácticas políticas que dieron lugar en torno a la gesta electoral y al protagonismo desplegado por los partidos políticos. En nuestro caso el interés está centrado en Olavarría y en la lectura e interpretación que hiciera el diario local "El Popular" de los acontecimientos políticos ocurridos allí y ligados al ámbito político provincial y nacional.

La visión del diario "El Popular" de la participación política en Olavarría

En términos políticos El Popular fue un ardiente defensor de la democracia y respaldó toda actividad desplegada tanto por socialistas y radicales para acabar con el fraude que mantenían los conservadores en la provincia de Buenos Aires. En este sentido denunció la manipulación del padrón electoral provincial en la Ley que así lo reglamentaba y su implementación en los municipios que era donde se confeccionaba. Y dio a conocer los procedimietos tramposos de que se valía Gobernador y el jefe de turno en cada municipio para conseguir el número de votos necesarios. Tampoco dejó de mostrar todo acontecimiento que ejemplificara los métodos referidos con anterioridad. Este fue un atributo del diario que contribuyó a construir consenso, en torno a la ampliación política, a que había dado lugar la implantación del sufragio universal, secreto y obligatorio.

Entre los años 1913 y 1916 en el gobierno de Olavarría se habían impuesto los conservadores frente a la abstención de los radicales y a la reducida representación del partido socialista. En este municipio la gesta electoral para la designación de autoridades se puede caracterizar a través de algunos testimonios. Estos muestran de qué manera el caudillo incidía en las vidas de una proporción de la población, que dependía de los "favores" de aquél, ya sea en términos de trabajo o algún otro beneficio. A cambio "la gente del pueblo " expresaba su reconocimiento por medio del sufragio.

El editorial del "El Popular" el 28 de marzo de 1915 denunció mecanismos fraudulentos implementados por los conservadores, para la obtención de votos, por la renovación de un tercio de los diputados provinciales. En este caso advertía que el Gobernador Ugarte había apelado al "Director de Situación" el Señor Muñoz, (Intendente de Olavarría), para que se encargara de obtener 1.000 votos "para hacer viable su candidatura y al Dr. Pintos, de Azul, 1.500 votos para crear allí los tribunales de Primera Instancia. (Lo que se cumplió, al convertirse el proyecto en ley en agosto de 1915). Como ese número de votos no está en condiciones de obtenerlos legalmente, es más que seguro que apelarán a toda clase de medios ilegales para alcanzar las cifras exigidas.

Este diario el 2 de mayo de 1915 reveló la implementación de la política "del garrote", por el Intendente electo Rafael Muñoz, para imponerse al pueblo quien dijo "Voy a gobernar Olavarría con espuelas porque las necesita". "Esto significa lisa, y llanamente y aunque duela decirlo, así es, que el caudillo local cree factible exhumar y poner en práctica en Olavarría, para mayor decoro del régimen que representa la política de antaño llamada del garrote. Según parece, cree también porque él acaudille una veintena de gauchos de chiripá, espuelas y largos facones, en su comité-garito de la calle Vicente López, ha de serle fácil gobernar al pueblo en esa forma brutal y represiva".

El 6 de agosto de 1915 el periódico acusó a los "ases" de la oligarquía local por los "atropellos, abusos y persecuciones" a que fueron sometidos ciudadanos radicales e independientes a los efectos de intimidarlos... y el 8 de agosto del mismo año destacó "No se puede, comprender fácilmente hasta qué extremo llegará el círculo oligárquico, adueñado del gobierno municipal, en su ciego afán de cometer abusos, y errores, por la peligrosísima pendiente en que día a día , se precipita al abismo de la nada". Los diarios de Buenos Aires "La Razón" y la "Nación" se hacen eco de las denuncias del diario local.

Asimismo el mismo diario el día 24 de setiembre de 1915 ejemplificó el accionar del caudillismo conservador "Es un caudillo que basa su acción, absolutamente perjudicial, en la mentira, en el engaño y en el ausentismo de toda probidad. Su existencia depende de los policías, de la justicia de paz, de los empleados municipales, de los juegos prohibidos y de tantas otras artimañas. Valiéndose de esos medios vedados, defiende y ayuda al criminal y a toda clase de delincuentes, que los ampara y excarcela 1 y 10 veces, así hayan cometido los delitos más bajos y degradantes".

El 4 de julio de 1915 el diario sacó a relucir un conflicto de poderes entre el Intendente Muñoz y el Comisario Collinet donde hacía explícito el mecanismo del que se valían los conservadores para controlar el desenvolvimiento de los comicios poniendo comisarios afines a ellos. Así éste funcionario, muy apreciado por el pueblo, por su honestidad y eficacia era intencionalmente desplazado de su puesto. El editorial lo hizo conocer en los siguientes términos: "Confirmándose lo que "El Popular" había venido adelantando durante varias elecciones, el intendente Muñoz logró mediante un trabajo de zapa hacer trasladar al comisario Collinet, de Olavarría a Gral. Guido, a pesar de que la población en general estaba muy conforme con el accionar correcto del funcionario policial. Esa actitud según el periódico "causó viva agitación y un sentimiento de pesar y de desagrado en el vecindario que pudo comprobar, con los hechos, que no basta que los empleados sean cumplidores del deber y respetuosos de todos los derechos, cuando los mismos están supeditados a gobiernos politiqueros y arbitrarios como el del señor gobernador Ugarte. (...) El Gobernador, que ve venir la campaña presidencial, empieza a apretar los torniquetes de la máquina electoral y procura que los caciques de la situación encuentren sus aliados en los comisarios, creyendo que los tiempos son los mismos de antes en que todos se sometían al imperio del machete y a la voluntad de los empresarios políticos. Ya verá el Sr. Ugarte que no es así, y que el pueblo contra todos los abusos y contra todos los excesos, gritará sus agravios, sin temores ni pusilanimidades, que no las siente, y ocupará su puesto de acción en la próxima contienda, para combatir un régimen de atraso y vergüenza que conspira contra la democracia y la vida republicana ".

Después de marzo de 1916 el radicalismo había llegado al gobierno nacional mediante elecciones libres. El cambio era evidente en la nación donde el Partido de la Unión Cívica Radical consiguió el triunfo. Pero en las provincias los conservadores continuaban en el poder respaldados en las Constituciones provinciales y en la designación de los senadores por sus legislaturas. Para modificar esas condiciones provinciales Yrigoyen se valió de la intervención. El caso de la provincia de Buenos Aires fue en el mes de abril de 1917 y le permitió intervenir 105 municipios y la designación de 154 comisionados allegados al radicalismo. A su vez esta medida produjo modificaciones en la participación de los partidos políticos en las elecciones provinciales. En Olavarría triunfó el radicalismo.

El Popular apoyó la política intervencionista del presidente Yrigoyen señalando: "En el orden institucional el brazo federal ha desarmado a las oligarquías provinciales realizando el pensamiento de la Constitución, para presidir elecciones libres, a fin de reconstruir las instituciones de acuerdo con las exigencias del sistema republicano y con el acatamiento de los designios populares" (4 de enero de 1918)

El Popular, el 18 de setiembre de 1918, tomó decidido partido por el radicalismo, aunque se convirtió a la vez, en uno de los más severos críticos de la primera gestión radical en el municipio al señalar: "Las autoridades municipales de Olavarría no han tenido oposición de ningún género. Tanto la prensa como el vecindario las han visto iniciarse con simpatía, dispuestos a prestarles todo su apoyo en el manejo y fomento de los intereses comunes. Aunque de por medio hayan existido razones doctrinarias de gran mérito, nadie hizo obstruccionismo en momento alguno, y a los que a toda costa quisieron ser los primeros en el gobierno, lo fueron sin trabas de ninguna especie, y no solamente sin trabas, sino con la colaboración fecunda y decidida de los que, sin duda, tenían razones elevadas para haberse descartado. Quiere decir esto que a nuestras autoridades pueden trabajar con eficacia y con garantías de aprobación si lo desean. ¿Por qué no lo hacen? ¿En nombre de cuál necesidad el Concejo Deliberante se ha dado una vacación de un mes, precisamnte cuando comenzaba sus tareas? ¿A que esta deserción continua de los señores ediles? ¿Es así como se prueba en la práctica la sinceridad de las palabras a todos los vientos repetidas?".

Apenas hemos dado comienzo al análisis del discurso de un medio como El Popular con la intención de interpretar de qué manera se produjeron los cambios y en qué consistieron y cuánto contribuyeron a consolidar o no el sistema democrático. También sostenemos la importancia de completar este enfoque con un abordaje que provenga de las Ciencias de la Comunicación como a continuación se formula:

Los medios de comunicación como escenario donde se dirime lo social.

El Popular de Olavarría entre una revolución y una crisis (1917-1929).

 

Lic. María Rosa Gómez.

Estudiante investigadora: Florencia Bustingorry

 

Los medios de comunicación, caracterizados como empresas comerciales, a través del proceso de selección, inclusión y exclusión, intervienen como actores políticos en el proceso de legitimación de conflictos sociales y de sus actores emergentes. Por medio del tratamiento diferenciado de estos conflictos, asumen un rol protagónico directo, ya sea como observadores, mediadores o partícipes directos del acontecimiento en cuestión, haciendo uso de rutinas profesionales y estrategias de producción de la información. Entendemos el concepto del término "información" como un bien estratégico y de acceso restringido. En ese marco de análisis y desde la teoría del conflicto, este trabajo apuntará a delimitar las estrategias de creación de opinión del diario El Popular de Olavarría durante el período 1917-1929, evaluando objetivos manifiestos o implícitos de este medio a partir del análisis del tratamiento de los conflictos sociales que ocuparon su agenda temática en esa etapa, como así también su repercusión en el espacio público.

Partimos del hecho de que siempre la información es poder, manejarla ha servido para el sostenimiento y reproducción de superestructuras hegemónicas, ya sea que hablemos del mundo antiguo, feudal, moderno o de la etapa actual, cuando la comunicación y las telecomunicaciones se muestran como las áreas más dinámicas de la economía, por lo tanto uno de los pilares fundamentales del sistema.

El retroceso de los modelos públicos de comunicación y la reconversión tecnológica cuyo soporte es la digitalización y la electrónica, provocaron que las corporaciones transnacionales diversificaran sus inversiones hacia la industria de los medios, que agregan a su posibilidad de difusión y reproducción de ideas, la generación y acumulación de capitales como ninguna otra área de producción humana. La información no sólo optimiza la capacidad de operatoria eficaz que requiere el sistema mundializado, también ha demostrado su eficacia como creadora y reproductora de riqueza. El poder de los magnates que manejan este sector se eleva en muchos casos, por encima del poder de gobiernos o bloques de países integrados.

El marco político neoliberal, ha apartado al Estado de su rol de garante de las relaciones entre los dueños de los medios de producción y los "vendedores de fuerza de trabajo", con lo cual el poder de las corporaciones transnacionales se agiganta.

La sociedad civil, cuya participación en la toma de decisiones de la vida pública queda acotada al plano electoral no encuentra espacios donde canalizar inquietudes más allá del escenario mediático. La pérdida de representatividad de instituciones que contuvieron sus necesidades en otras etapas históricas (Estado, partidos políticos, poder legislativo y judicial, sindicatos) y actuaron como espacios de participación ciudadana, ha provocado el retraimiento de esta sociedad civil al recóndito lugar de lo privado. El nuevo escenario donde la mundialización es soberana, es entonces un orden mundial donde el Estado replegado sobre el tejido de alianzas que debe mantener para garantizar su permanencia, ha entregado el manejo económico, cultural y político de lo público a las corporaciones dueñas del control de las telecomunicaciones y la industria cultural.

Pero qué ocurría con el rol de los medios en 1917, año en que el escenario mundial se vio convulsionado por la Revolución Rusa y estaba atravesado por un conflicto bélico total ?

Cuál fue el tratamiento de esta información por parte de los medios gráficos ( los medios radiales tardarán aún tres años en masificarse) en nuestro país, donde los gremios comenzaban a organizarse, donde la inmigración aportó con su influencia aspectos culturales, sociales, políticos y económicos que caracterizarán al movimiento obrero argentino como uno de los más fuertes y combativos de América Latina ?

Por otra parte, cuál fue la prédica del diario El Popular en la etapa de la "gran recesión", cuando se produjo la quiebra de Wall Street ?

Cuál fue la caracterización que hizo el medio más importante de Olavarría de los actores sociales afectados por la crisis ?

De qué manera El Popular se involucró como protagonista directo de los conflictos por medio del tratamiento de la información sobre la oposición política y el sector obrero ?

En atención a estos interrogantes y otros que irán surgiendo de la propia dinámica de la investigación, nos hemos propuesto relevar la información aparecida en El Popular de Olavarría de ese período, analizar el contexto histórico internacional, nacional y regional, comparar el comportamiento de otros medios gráficos del momento con respecto a estos ejes y aproximarnos a la forma en que la sociedad incorporó la prédica de los medios.

 

Marco Teórico

El marco teórico que vamos a utilizar es el de "construcción del temario periodístico" o "agenda setting", que analiza el efecto de los medios sobre la sociedad a largo plazo, en el terreno de lo cognoscitivo, sobre el plano de la conciencia, al actuar sobre la forma en que el público organiza su percepción de la realidad.

Este mecanismo determinaría que si bien los medios no pueden definir cómo tiene que pensar la sociedad, a largo plazo, al actuar sobre su forma de aprehensión de la realidad y contribuyen a establecer el orden de prioridades sobre las cuáles va a centrar su atención el público. El periódico, en ese caso, aparece como "constructor de acontecimientos" y organizador de la agenda de la sociedad civil: la gente incluye o excluye de sus intereses aquello que los medios incorporan o descartan de su temario

Por su parte, los medios pueden actuar como actores políticos directos en los conflictos (Borrat, Héctor: El periódico actor político) operando a tres niveles: inter; intra y extra. A nivel inter, actuarán como mediadores del conflicto entre dos o más partes, contribuyendo a la conciliación o bien acicateando la contradicción de intereses. A nivel intra, el periódico se involucra tomando partido en el conflicto, respaldando o descalificando a las partes o bien iniciando el conflicto. A nivel extra, el periódico actúa como observador "neutral", externo o simple narrador de acontecimientos.

Al relevar el tratamiento de El Popular sobre los conflictos sindicales, los actores que intervienen, su caracterización, como así también la postura que el diario asume frente al socialismo y el anarquismo, trataremos de determinar en qué cuál de estos tres niveles se ubica al ofrecer la información.

 

Como actúan los medios.

El "ágora" mediática pone en funcionamiento la operación de mostrar la realidad que sabemos que no es "toda" la realidad, puesto que sería imposible materialmente informar sobre todo lo que en el mundo pasa aquí, ahora y todo el tiempo- y muestra la "realidad informativa", con sus lógicas de inclusión, selección y exclusión. Aquello que queda fuera no ha ganado entidad existencial si no la ha tenido para los medios, lo cual abre otro interrogante: Los medios son el único escenario donde se dirime lo social o son el escenario hegemónico, masivo y legitimador ?.

Asimismo, los medios para informar, si no han obtenido la información de primera mano (el testigo es directamente el periodista) precisan de otro tipo de fuentes, que pueden ser fijas u ocasionales. Las fuentes fijas son por ejemplo oficinas públicas ( embajadas, cancillería, cámara de diputados, senadores, tribunales), reparticiones públicas como Defensa Civil, comisarías, bomberos, morgue judicial, hospitales y otras. En cambio las fuentes ocasionales son aquellas que sólo se consultarán ante un hecho coyuntural.

No todas las fuentes tienen la misma capacidad de llegada a la exposición pública ni todas las informaciones se sostendrán en el temario de los medios por períodos considerables. Tampoco el abanico de fuentes consultadas alcanzan para cubrir la gama deseable para cumplir con la equidad del pluralismo informativo, el derecho a la información y otros derechos humanos inalienables.

En este terreno de reflexiones también podemos afirmar que los medios al seleccionar determinadas fuentes, en desmedro de otras, coadyuvan a construir el acontecimiento en un sentido orientado por sus propios intereses .También de esta manera, los medios actúan como participantes directos, "newsmakings", "constructores" de realidad que acercan a la sociedad.

El Popular de Olavarría, de acuerdo a las fuentes utilizadas para cubrir los conflictos obreros, las manifestaciones políticas y la información nacional e internacional, no actuó de manera ingenua o neutral, sino que lo hizo adoptando una postura que se correspondía con su política empresarial, sus intereses económicos y políticos y una estrategia comunicativa.

 

El medio construye, destruye, muestra para luego ocultar y luego volver a mostrar la oposición disonante al lado del "integrado" u "oposición funcional".

Los medios saben que la política y lo social discurre en múltiples escenarios, no sólo en el "ágora mediática". Por otra parte, al hablar de los medios no nos referimos a una entelequia sino que estamos nombrando grupos constituidos por hombres, de nombre y apellido, personas físicas y jurídicas, que actúan bajo una doble estrategia mostrar y crear opinión- y además vender su público a los anunciantes.

 

A partir del inicio de la sociedad de masas, la política abandonó los tradicionales "locus" desde los cuales operó y ayudó a construir conceptos tales como "democracia", "consenso" o "ciudadano". En ese sentido, el periodismo, los medios como actores políticos se instalaron con comodidad y rapidez de movimientos en el ámbito donde pasó a dirimirse lo público, instalando y legitimando las "ideas fuerza" de la época y a la vez controlando el poder de respuesta social ante los cambios de un mundo cada vez más complejo

Desde ese lugar privilegiado ante la sociedad, los medios en este caso El Popular de Olavarría- ayudaron a construir la imagen de estos actores sociales emergentes de la convulsionada Argentina de inicios del siglo XX. De qué otra manera podían mostrarse estos actores sociales casi privados de entidad civil o derechos laborales, si no era a través de la representación que de él hacían los medios ?

Decimos los medios, nombrando a los grupos constituidos por hombres, de nombre y apellido, personas físicas y jurídicas, que actúan bajo la doble estrategia de mostrar, para ganar la entrada en cada reducto privado el hogar de cada contribuyente votante- y que además necesita vender su audiencia a los anunciantes.

 

Metodología

Hasta el momento se han comenzado a relevar los ejemplares de archivo de El Popular de Olavarría correspondientes a los años 1917-1918, analizando el tratamiento de la información correspondiente a partidos políticos de izquierda ( sólo el Partido Socialista en ese período y grupos anarquistas; oposición legitimada el primero, grupo de "riesgo" el segundo) como así también las noticias que dan cuenta del naciente movimiento obrero, sus medidas de fuerza, tiempo en que se mantuvo la información en el temario del medio e información acerca del contexto internacional relacionado con la Revolución Rusa y sus consecuencias sobre la política global.

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