Red Nacional de Investigadores en Comunicación

III Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación
"Comunicación: campos de investigación y prácticas"


 

Pobreza y Mujer: un análisis crítico de los planes de ayuda social.

Patricia Andrea Perez

Licenciatura en Comunicación Social

UNCPBA

Introducción

 

La situación de la argentina adquirió matices diferenciales a partir de la última dictadura militar en vastos espacios sociales. Así es que, de la incursión que efectuaron en política económica en el país, se puede aseverar que el último régimen militar, alteró incuestionablemente las características de las gestiones económicas futuras. Así es, que la administración militar tendió de modo continuo a liberalizar los mercados, haciendo hincapié específicamente en el financiero, como así a también, tendió a efectuar la apertura económica hacia el exterior. Se especuló en ese entonces con "modernizar y expandir el aparato productivo del país", que trajo como consecuencia - entre otras - un congelamiento salarial que significó para la clase obrera un deterioro del 30% real del ingreso, estableciendo un nuevo nivel de remuneraciones para el grueso del país, obviamente más bajo.-

Los ejecutores de este programa económico depositaron sus expectativas en "la apertura de la economía y (en ) la confianza en las empresas privadas como sostén y motor de la economía" (Azpiazu, Basualdo y Khavisse. El nuevo poder económico de la Argentina en las años ’80. pág. 94).  Como consecuencia de estas decisiones político - económicas tomadas por el gobierno de facto, se inicia en el país, por un lado, una etapa de receso en cuánto al crecimiento y por otro, una situación de crisis profunda, sin precedentes que "comprende al conjunto de las actividades industriales" ( Idem. pág. 106). Asimismo, se puede decir que estas decisiones afectaron el futuro de la sociedad argentina en su conjunto, en lo que respecta a los funcionamientos de esas estructuras fundamentales (libertad de acción, salud, educación, políticas de bienestar, etc.) que son las que hacen que un Estado se configure como tal. Así, esta recesión de la actividad industrial, trae como resultado una permanente expulsión de mano de obra en el sector industrial ( debido a una mayor racionalización del proceso productivo), que sólo mejoraría levemente con la apertura democrática del año´83 . Paulatinamente, el Estado, deja de ocuparse de las tareas que le competen, _ en lo que se ha dado ha llamar caída del Estado de Bienestar - para deslindarlas a las esferas privadas, previo descalabro e irresolución de conflictos antiguos que aún en la actualidad se mantienen latentes. ( Baste como ejemplo para nuestra argentina la desregulación de los fondos de jubilaciones y los de las obras sociales)

De todos modos, la llegada de la democracia no implicó que la pobreza se estancara en su crecimiento desmesurado. Por el contrario, la misma no solo creció, sino que a su vez adquirió nuevas formas, si pensamos en términos de que - al menos - adquirió una mayor `visibilidad social´ (Borón, en Doxa, 1995). Los pobres se urbanizaron y a partir de este hecho, fue imposible eludir la mirada de estas problemáticas.

Como consecuencia de la crisis antes mencionada nos encontramos ante una situación de pobreza. Lo cierto es que el tema de la pobreza en nuestro país, a tomado un cariz ciertamente dramático a partir de la conjunción de una crisis económica permanente, más la falta de respuesta estatal hacia los sectores más desprotegidos o vulnerables, y sumado a esto, la falta de certezas y expectativas viables de resolución de conflictos. Es así, que esta situación ha arrojado un fenómeno novedoso en cuanto a pobreza y a la Argentina se refiere: estamos ante la presencia avasallante de los nuevos pobres, que son asimismo, la resultante de los programas de ajuste y estabilización que corresponden a las políticas neoliberales.

Entre tanto, el Estado se mantiene en un continuo movimiento de repliegue de las obligaciones que le competen en tanto tal. Pero paradójicamente y para "emparchar" situaciones de extrema carencia a nivel nacional, provincial y municipal, el Estado lanza planes de ayuda" que Tenti Fanfani (Estado y pobreza: estrategias típicas de intervención / 1 .CEAL 1989) no escatima en llamarlos "asistenciales y promocionales". A esto deberíamos agregarle, que los planes que implementa el gobierno, algunas veces son de carácter proselitista. Como lo es claramente el Plan Vida, que se implementó en la Provincia de Buenos Aires en 1992 y cuya cabeza visible, hoy, se postula como candidata a primera diputada por el P.J. El objetivo de este trabajo, es demostrar cómo la pobreza, si bien afecta al todo social, en determinadas oportunidades es utilizada por el poder para lograr réditos a futuro (en el ámbito de lo político) - haciendo uso en el caso de este programa específico - del voluntariado "ad honorem" de las mujeres de la provincia. Y además (en el marco de la tesis de grado) se pretende visualizar, cómo este tipo de programas impacta más negativamente en las mujeres de clases sociales poco acomodadas y revierte las prácticas cotidianas y el concepto de participación, en un nuevo contexto de aprendizaje que no siempre deja como saldo buenas experiencias.

 

Desarrollo

Para justificar esta afirmación, y específicamente para la Provincia de Buenos Aires, trataré de ejemplificar este tipo de situaciones desfavorables para la mujer, describiendo las políticas de ayuda social que lleva a cabo el Consejo Provincial de la Familia y Desarrollo Humano.

De entre estos planes de ayuda, sólo tomaremos como referente el llamado "Plan vida" que es de cobertura provincial y que afecta y contempla para su implementación a mujeres. A su vez tiene como población destinataria a mujeres embarazadas y a niños y niñas que no hayan ingresado al sistema escolar ,o sea, menores de 6 años.

Entonces, la idea es investigar la participación de la mujer a través de las redes creadas desde el Estado, para asegurar la distribución de alimentos, en un plan de grandes proporciones como es el Programa Materno Infantil de la Provincia de Buenos Aires tanto por el presupuesto que demanda, como por la cantidad de mujeres movilizadas ( se extiende a lo largo de 27 municipios del conurbano y en 17 del interior. Hay 691.479 beneficiarios y 21.714 mujeres abocadas a este tipo de tareas ). En la ciudad de Olavarría, junto al equipo de investigación del cual formo parte se pudo efectuar todo el seguimiento de la implementación de este plan.

A continuación aparecen los lineamientos del programa que moviliza a miles de mujeres en la provincia, tal cual es anunciado por los documentos oficiales. Luego se describirá su implementación en la ciudad para, por último, plantear los interrogantes pertinentes del tema.

Los objetivos del programa.-

Para poder explicar en que consiste debemos referirnos ,en realidad a dos programas emanados del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, que están íntimamente relacionados y existen en función uno del otro : el Programa de Capacitación de Trabajadoras Vecinales y el Programa Materno Infantil Vida.

El Programa de Capacitación para Trabajadoras Vecinales nace en 1992 como "una de las estrategias de acción del Consejo Provincial de la Mujer (en ese momento llamado así. A partir de diciembre de 1995, se crea el Consejo de la Familia y Desarrollo Humano, que sintetiza la integración de las áreas anteriormente ocupadas por el Consejo de la Mujer, el Ministerio de la Familia y el de Acción Social) orientado a las mujeres que en sus respectivos ámbitos barriales vienen desarrollando acciones de promoción vecinal", según las palabras del Documento de Presentación.

El propósito esencial del programa es transferir, mediante capacitación participativa, herramientas técnicas e institucionales para optimizar el trabajo de promoción y organización que llevan adelante las mujeres en sus respectivos ámbitos barriales: "contribuir a un proceso autogestionario en favor de la propia mujer, su familia y su comunidad".

Este amplio plan de capacitación de las Trabajadoras Vecinales se implementa a partir de los municipios. Desde las municipalidades y a través de instituciones intermedias se convoca a las posibles ejecutoras del programa. Estas serían según el propio Consejo "mujeres que tengan definida identidad como agentes o promotoras de desarrollo barrial". Mujeres que ya tienen actividad comunitaria desde distintos espacios: cooperadoras escolares y de centros de salud, sociedades de fomento y juntas vecinales, centros recreativos, instituciones religiosas, partidos políticos, comedores e inclusive "aquellas que no tienen encuadramiento institucional formado, pero que constituyen elementos activos de experiencias organizativas puestas al servicio de una tarea autogestionaria" Por otro lado se incorporan agentes municipales vinculados a funciones de promoción comunitaria. Así es que en la ciudad, las responsables son funcionarias de la secretaría de Desarrollo Económico y Social.

El programa se concreta operativamente en dos etapas : en la primera, con dos jornadas dedicadas específicamente a la capacitación y en la segunda, se evalúan en una jornada, las experiencias de trabajo que las Trabajadoras Vecinales han desarrollado en su ámbito de pertenencia.

La capacitación es concebida como un proceso reflexivo - participativo, por el cual las propias participantes trabajan dos grandes ejes temáticos : el desarrollo del concepto "participación comunitaria" y la planificación participativa para el desarrollo barrial. Dicho abordaje se realiza mediante diversas dinámicas grupales y otras técnicas de trabajo que avanzan sobre el tratamiento de la problemática barrial, identificando los problemas más sentidos por las participantes. Se discuten las probables causas y se buscan respuestas superadoras, respuestas que se traduzcan en acciones concretas.

Vida, en Programa Materno Infantil de la Provincia de Buenos Aires, tiene varios objetivos explícitos :

 

Para llevar a cabo el programa comprometen sus esfuerzos los intendentes de la provincia. Cada municipio deberá definir los plazos para alcanzar las metas, que están contempladas en el plan provincial de acción.

Según podemos leer en la cartilla de presentación, las beneficiarias son las embarazadas, las mujeres que amamantan y los niños hasta los 5 años.

La ración alimentaria por beneficiaria es la siguiente :

Medio litro de leche diaria

tres huevos de gallina semanal

un kilo de cereal avena, arroz, harina de trigo y de maíz y fideos secos) semanal

un kilo de azúcar mensual

un litro de leche diario más la ración básica de huevos y cereales

 

 

El programa VIDA no sólo es un Plan alimentario sino que se propone acciones respecto a la salud de los destinatarios : detección de mujeres embarazadas, seguimiento de ellas para su control en los centros de salud y detección de niños menores de cinco años sin cobertura médica.

El Programa Vida se implementa con las Trabajadoras Vecinales. De esta manera, las mujeres representativas del barrio una vez seleccionadas y debidamente coordinadas a través de los municipios deberán, respecto del plan alimentario: recepcionar los alimentos en su domicilio, entregarlos a sus destinatarios, controlar el stock y realizar la rendición de las entregas.

Respecto de la cobertura sanitaria, deberán detectar a las mujeres presuntamente embarazadas para que se acerquen a la Sala Sanitaria más cercana. La Trabajadora Vecinal deberá sugerir amablemente sobre la necesidad del control médico para el bienestar de la mujer.

A través de la entrega de alimentos y mediante las recorridas habituales por el barrio las T.R. podrán saber si las embarazadas se controlan periódicamente en el centro de salud. Se informará al trabajador social sobre la existencia de niños / as que carecen de asistencia médica, así como sobre los casos en los que haya evidencia de enfermedad o signos de abandono o maltrato.

La implemetación del programa en la ciudad.

 

La tarea de investigación previa a la redacción de este informe, cubrió las reuniones de capacitación de la primera parte de la implementación concreta del plan (septiembre de 1996). Asimismo, se presenció la ceremonia de inauguración del mismo, que contó con la presencia de la máxima responsable, la Sra. de Duhalde, esposa del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. También acompañamos los primeros repartos de alimentos desde el depósito que proveyó la Municipalidad hasta las casa de las manzaneras encargadas de la distribución a los vecinos. De la misma manera se entrevistó a los responsables municipales responsables de la implementación del plan Vida que pertenecen a las áreas de Promoción Social, Atención Primaria y Minoridad, dentro de la Secretaría de Desarrollo Económico y Social.

El programa arribó a la ciudad de Olavarría, porque Cáritas lo solicitó al gobierno Provincial y éste lo comienza a implementar a través de la Municipalidad, que por su carácter de institución local y en tanto "conocedora" de las problemáticas olavarrienses, decide que barrios son los beneficiarios

A principio de junio del año ´96 comenzaron las reuniones del equipo técnico venido desde La Plata, funcionarias municipales y las mujeres convocadas a través de las siguientes instituciones: Sociedades de Fomento, Cáritas, Federación de Iglesias Evangélicas, Unidades Sanitarias, comedores, jardines maternales y escuelas primarias.

Estas últimas, las trabajadoras vecinales, llamadas desde la implementación del plan en la Pcia. de Buenos Aires, en 1992, las manzaneras, fueron propuestas por las instituciones barriales respondiendo al pedido de que sean mujeres con "vocación solidaria", personas "aceptadas", "no conflictivas", además deben asegurarse de que no posean negocios ni comedores, ni locales partidarios en sus casas. Se insiste en que " les guste ayudar, que sean solidarias". Es conveniente que las manzaneras no trabajen fuera de sus casas, para poder coordinar con quienes efectúan la distribución de los alimentos y con los beneficiarios directos.

Se requieren dos manzaneras cada diez manzanas ( una titular y una suplente). Para el caso de Olavarría tenemos que pensar que se trata de barrios alejados con descampados y baldíos. Los barrios afectados en la primera parte del plan están agrupados en tres áreas, lo que facilita tanto la distribución, como las reuniones organizativas, que serán por áreas.

El reparto de las raciones alimentarias lo efectúan cinco mujeres contratadas por las autoridades municipales, pero que reciben un sueldo de provincia. Ponen a servicio del plan un transporte para efectuar el reparto.

Tanto en las reuniones de capacitación como en los discursos de la Presentación Oficial del Programa se apela constantemente a la solidaridad de las manzaneras:" realmente Uds. han puesto el esfuerzo, han puesto tiempo, han puesto dedicación...han sumado al rol que tenemos que tenemos todas las mujeres, de mamá, de esposa, de abuela y de trabajadora, una noble tarea más, una tarea solidaria, voluntaria, ad honorem. Realmente guiadas por el amor a los demás, por el bien común y por mejorar la calidad de vida de los vecinos". (Funcionaria del programa, a nivel provincial, acto de inauguración).

En el discurso de la Sra. de Duhalde, durante la inauguración oficial se relata la historia del programa Vida de manera muy emotiva haciendo hincapié en la nutrición de los niños, necesaria para asegurar su supervivencia. La presencia de las mujeres, expresa, es indispensable para la continuidad del programa. "La mujer está más cerca de las cosas que tiene que ver con las necesidades básicas de nuestro hijos, está más preocupada por su salud, con todo lo que tiene que ver con la vida..." " Esta tarea es de las mamás, de las mujeres, de las trabajadoras vecinales que la van a llevar adelante". "Hasta ahora, en estos dos años de llevarlo adelante, el programa no me ha dado más que satisfacciones. Yo espero que aquí suceda lo mismo que realmente comprendan el sentido del programa y qué nos ha movido a realizarlo, y que ha sido nada más y nada menos que luchar por lo que más queremos, que son nuestros hijos".

Bajo el lema " la participación es fundamental para sostener cualquier programa social", las capacitadoras recuerdan a las manzaneras la magnitud de su trabajo desinteresado, que no se reduce a la simple distribución de alimentos. "Es un programa social, se trata de acompañar a las mamás, interesarse por su salud, tener una relación con ellas", " deben llevar un registro del beneficiario y establecer lazos de confianza con los vecinos, ya que si se "divide a los vecinos, no es saludable para nadie, menos para los chicos a quienes va dirigido el plan, lo importante es que haya acuerdo". Se aclara que las tareas de las trabajadoras vecinales "no son las de una asistente social, ustedes son vecinas y van a seguir siendo vecinas del barrio, interesadas por los chicos, la salud y la alimentación".

En las reuniones de capacitación se pone énfasis en la relación de las manzaneras con los vecinos, en que deben aclarar que su trabajo es voluntario, en que deben reunirse para intercambiar y para informar, "cuanta más información mayor es el poder, pero no hay que acumular, hay que compartir información".

 

Discusión

 

Nos encontramos nuevamente ante una paradoja, la primera residía en el repliegue del Estado y en la necesidad de "emparchar" las situaciones de extrema carencia de alguna manera. A ese fin, se implementan programas de ayuda social para evitar potenciales conflictos. La otra, reside en la necesidad de que estos planes sean implementados de manera eficaz, para lo cual necesitan de la participación comunitaria, como estrategia para solventar los diferentes problemas de la población. Estos programas denominados de varias maneras desde el Estado , (capacitación, autoayuda, etc.) no son más que trabajos que la población efectúa de manera gratuita, y por los cuáles no recibe una remuneración en efectivo acorde a cambio, que les permitiría acceder al mundo de la economía formal.

En el programa de nuestra incumbencia, las mujeres son la parte más afectada, ya que con estas tareas que deben efectuar ( las manzaneras) se afecta y se recarga su quehacer cotidiano. Asimismo, la tan mentada participación (entendida como un proceso mediante el cual la comunidad interviene en la identificación de sus problemas y toma una fuerte papel en la resolución de los mismos) queda reducida al hecho de la colaboración - ejecución.

Mediante el uso de mujeres en la implementación de estos planes que tienen que ver con la esfera reproductiva (a la cual se liga absoluta e indiscutidamente a la mujer), el Estado abarata los costos de los programas, se asegura su eficacia y, además, un cierto control social y político mientras dure el mismo.

Hay diversas interpretaciones acerca de la significación y el alcance de la participación de las mujeres en las organizaciones populares de sobrevivencia, que evidencian la complejidad del proceso. Sin embargo, los análisis coinciden en los beneficios a nivel de aprendizajes personales y sociales que suponen para las mujeres que se acercan por primera vez a estos grupos , ya que para muchas de ellas la organización constituyó un espacio de sociabilidad nuevo, con algún grado de independencia de las redes familiares.

En el caso que nos ocupa el programa aprovecha la experiencia que las mujeres tenían en distintas instancias participativas como sociedades de fomento, iglesias, escuelas, etc.; participación a la que se vieron impulsadas por la crisis económica.

El trabajo desplegado por las manzaneras asegura una distribución eficiente de los recursos del estado abaratando costos gracias al trabajo voluntario de éstas. Se observa como tendencia general en América Latina que las mujeres responden positivamente a las propuestas que se encuentran en su campo de competencia social: la reproducción familiar y el bienestar comunal. Tal es el caso programas de alimentación, de salud, o proyectos productivos destinados a elevar el ingreso familiar y/ o mejorar la calidad de vida ( Guzmán, 1991, 307). Numerosos estudios señalan, por otra parte, que el trabajo comunal por alimentos se dirige a las mujeres y no a los hombres, ya que éstos lo hubieran rechazado por considerarla una actividad humillante (Barrig, 1992,342).-

La pregunta fundamental gira en torno a los cambios operados en la vida cotidiana de las mujeres involucradas. En ese sentido nos preguntamos si, en ausencia de una planificación que tenga en cuenta la condición subordinada de las mujeres en la sociedad, lo que se logra no es sólo recargar con una tarea más a las ya agotadoras que efectúan las mujeres pobres para poder sobrevivir.

Un tema que no debemos dejar de lado, es de la relación entre política partidaria y el Programa, el que es visualizado por sus detractores como parte de la campaña del gobernador de la Provincia de Buenos Aires y por su esposa, para llegar a la presidencia de la nación, y a las manzaneras como un verdadero ejército de "punteras" barriales o al menos de ser manipuladas por el clientelismo peronista.


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