Red Nacional de Investigadores en Comunicación

III Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación
"Comunicación: campos de investigación y prácticas"


 CIUDADANOS, VECINOS, AMIGOS, MEDIADORES Y PARIENTES; ESPACIO PUBLICO Y CULTURA POLITICA EN CIUDADES INTERMEDIAS

SONIA SANAHUJA-DAMIAN CORRAL

Facultad de Ciencias Sociales, Olavarría-UNCPBA

Trabajo presentado en las III Jornadas Nacionales de Investigación en Comunicación, organizadas por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de Cuyo y la Red de Investigadores en Comunicación en Cuyo, del 12 al 14 de noviembre de 1997.

Esta ponencia se inscribe en el marco del proyecto de investigación "Comunidades locales, identidades y discursos de reconocimiento en relación con los actores del orden público e institucional de Olavarría", dirigido por el licenciado Rodolfo Ramos/PROESCOM/FCS-UNCPBA.

La configuración de un espacio público global, a partir de las actuales transformaciones tecnológicas redefine el estatuto de las prácticas sociales. Jean–Marc Ferry propone una noción que da cuenta de estas transformaciones mencionadas: el espacio público sería "el marco mediático gracias al cual el dispositivo institucional y tecnológico propio de las sociedades postindustriales es capaz de presentar a un 'público' los múltiples aspectos de la vida social". Entonces, determinadas prácticas o discursos son públicos en la medida en que adquieren un estatuto de visibilidad, estatuto que "convoca" a la mirada del público. Así, a partir de los medios las sociedades se comunican 'mediáticamente' no sólo "consigo mismas, sino también entre sí".

De este modo, la redefinición de lo público se da en términos de -al menos- dos efectos de borramiento: a) el desdibujamiento de las fronteras políticas de los estados-nación permite la penetración de unas sociedades en otras, constituyéndose así nuevos lugares para las comunicaciones; b) el desdibujamiento de las fronteras entre lo público y lo privado, en la medida en que no pocas prácticas o discursos, asuntos o temas que se correspondían con los ámbitos privados, hoy adquieren visibilidad pública, tal como sucede con las cuestiones de género, sexo o religión. Así, tal como lo afirma Lechner: "la agenda pública comienza a estar teñida de experiencias privadas".

En la transformación del espacio público nuevas formas de representar lo social "conjugan lo político con lo expresivo y lo simbólico, y por lo tanto ponen en escena a nuevos actores, temas, modalidades de acción y demandas de comunicación". (Bonilla Velez/ García Raya, 1992, pág. 5). Sin embargo, no se estaría en presencia de una fragmentación espacial que conduciría a la disolución de lo público o la sustitución de lo político, sino frente a redefiniciones que tendrían su correlato en la emergencia de "redes de significación" novedosas. En este sentido, el espacio público tradicional representado por los partidos políticos, el parlamento y la opinión pública es desbordado por la irrupción de nuevos actores que exhiben una "ciudadanía aggiornada" mediante una diversidad creciente de demandas, vehiculizadas a partir de estrategias innovadoras que desafían a las democracias en su naturaleza articuladora de diferencias.

Ahora bien, ¿cómo operan las nuevas modalidades que asumen las lógicas de representación en espacios públicos acotados, caracterizados por un mayor grado de visibilidad de actores políticos y sociales y un entramado institucional que se resuelve en tanto modo concreto de articulación entre lo público y lo privado? Este trabajo se propone problematizar algunas dimensiones de la constitución del espacio público en ciudades intermedias en donde la inscripción mediática de redes de significación tradicionalmente eclipsadas por la lógica racional burocrática posibilitan una rearticulación entre la esfera formal y la esfera informal de la ciudad (Lomnitz-Díaz, 1988).

Mediante la referencia empírica a dos casos concretos, el del funcionamiento de una institución escolar -que da cuenta de una singular articulación entre lo formal y lo informal y el de la "presentación pública"de un actor social -cuyas acciones permiten ser leídas como modos clientelares de hacer política, pero también como modalidades de construcción de poder local, articulando las redes sociales con inscripción institucional y estrategias de visibilidad en espacios públicos, mediáticoas y no mediáticos, intentaremos reflexionar acerca de la "dimensión política" de la vida cotidiana y, en este sentido, explorar algunos aspectos de las características que asume la representación en ámbitos acotados a partir del estatuto novedoso de los actores sociales así como también dar cuenta de los movimientos de descentramiento producidos por las transformaciones en el espacio público mediante la emergencia de nuevos modos de hacer y pensar las prácticas políticas y comunicativas. Consecuentemente, uno de nuestros principales objetivos reflexionar sobre el tema en cuestión desde una perspectiva que haga hincapié en la relación comunicación-cultura-política.

LA OTRA OTRA VISIBILIDAD DEL ESPACIO PUBLICO

En ciudades intermedias el marco mediático del que habla Ferry convive con un espacio público acotado caracterizado por una interacción distinta de la que propone el espacio público mediático. La lógica de esta interacción que desborda a lo mediático emerge de la constitución de un espacio público con un particular "perfil social", caracterizado por la presencia de redes informales que operan desde un estrecho contacto con los actores de la escena pública. Asimismo, los procesos de mediatización no han llegado a un desarrollo tal que impliquen la hegemonización mediática del espacio público. Por lo tanto, las lógicas que operan en la red de relaciones cobra características particulares.

¿Pero dónde se inscriben estas lógicas que organizan las redes de relaciones? En referencia a las ciudades latinoamericanas, Larissa Lomnitz y Rodrigo Díaz problematizan la relación entre lo que ellos denominan la "esfera formal" de la ciudad -es decir el conjunto de actuaciones sociales derivadas de reglas racionales que hacen al ordenamiento político y económico de la sociedad-, y aquellas acciones y relaciones que, "codificadas culturalmente" y derivadas de contenidos tradicionales, conforman la "esfera informal". El interrogante central que construyen los autores propone una lectura en "clave cultural" de la compleja articulación de ambas esferas.

Esta articulación tiene lugar cada vez que "la gramática normativa, social y lógicamente estructurada, que impone a los individuos formas de actuación, representaciones del mundo y modos de organizar la red de relaciones" opera a partir de la mediación de "las gramáticas del lenguaje de la vida social que modifica imperceptiblemente sus reglas y normas". Explorar el espacio público en ciudades intermedias supone atender a ciertas características particulares de estos centros urbanos: a) la natural visibilidad de los actores públicos; b) el conjunto de redes informales, próximas, que articulan a los diversos actores; c) el entramado institucional que vincula instituciones civiles y estatales; d) la permanencia de rasgos de una cutura político-institucional particular, en la que ciertso aspectos formales que hacen al desenvolvimiento burocrático normal de los procesos institucionales no están constituidos, lo que contribuye a la capilaridad de las relaciones políticas con otro tipo de relaciones, al entrecruzamiento entre esfera "formal" e "informal"; d) la preponderancia de las temáticas locales en los medios de comunicación y, dentro de ellas, de la cotidianeidad de la vida comunitaria; e) las características de los nuclemientos asociativos de diversa índole (comúnmente denominados instituciones intermedias), en y por lo cuales los sujetos construyen, proyectan y delimitan los que reconocen como sus intereses y valores.

Así, concretamente, en una institución escolar determinada de Olavarría la convivencia compleja de las lógicas formales e informales se resuelve, de modo conflictivo y desde la cotidianeidad, como la manera en que los actores se apropian de los espacios formales no sólo sobre la base del cumplimiento de las reglamentaciones burocráticas sino también a partir de acuerdos implícitos, de los que emergen actuaciones apoyadas en lealtades, confianzas y responsabilidades respecto de sus redes de parentesco y amistad.

Entonces, en ese marco, los directivos de la institución despliegan estrategias políticas que, aunque emergen desde lo formal, legitiman el modo de funcionamiento de la esfera informal (las lógicas de relación al interior de la Cooperadora escolar suponen acuerdos implícitos, lealtades o grados variables de confianza), con lo que no sólo se intenta anular el conflicto de modo general, sino que particularmente se garantiza el acceso y la permanencia en los cargos a determinadas personas. Las relaciones entre la institución escolar y el resto de instituciones que conviven en un mismo espacio barrial, se apoya en el despliegue de gramáticas culturales articuladas con las que se corresponden con los ámbitos formales.

Estas gramáticas culturales que se "entretejen capilarmente con la esfera formal", cobran relativa visibilidad en espacios que, tal como lo afirman Bonilla Vélez y García Raya, antes estuvieron excluidos de la "reflexión política". El espacio barrial puede ser pensado, entonces, como un espacio público transitable cotidianamente: la topografía urbana exhibe un enclave particular que se resuelve como un escenario donde los actores políticos y sociales ponen en juego nuevas estrategias que redefinen el espacio público y las lógicas de representación.

Es en este marco, precisamente, donde la emergencia de estas redes de relaciones exhibe un descentramiento de aquellos ámbitos que tradicionalmente se posicionaron como propios de lo político y en un lugar central en la vida social: la tendencia hoy es el desplazamiento de "los sujetos abstractos (el partido, el pueblo, la masa, la clase) que buscaban acceder al poder para gobernar" por una multiplicidad de "conflictos que articulan dimensiones con rostro humano".

Si las redes de relaciones tales como las de parentesco o las de amistad se dan en un plano de igualdad (amigos, vecinos, parientes), las redes clientelares funcionan mediante una relación de subordinación -pero también de reconocimiento de esa subordinación- entre patrones y clientes. Gran parte de la literatura referida al clientelismo político le asigna un lugar cada vez más destacado en la relación patrón-cliente a los brokers o mediadores entendidos estos no como meros intermediarios sino como "figuras cardinales en la producción y reproducción de la creencia en el valor del juego clientelar". El rasgo distintivo del broker es la cantidad acumulada de capital social, lo cual le permite a través de un "balance de poder", moverse estratégicamente en el marco de condiciones concretas.

Desde esta perspectiva, es posible analizar la figura de un actor social que, en tanto presidente de un club barrial, se posiciona como un mediador o broker que a partir de un complejo intercambio relacionado con el uso de influencias y recursos es correspondido en términos de "apoyo, asistencia o servicios personales".

José, al igual que otros referentes barriales, ha tejido una red de relaciones que vinculan a parientes, amigos y vecinos, acumulando así capital social, el cual se incrementa en virtud de su vasta trayectoria por diversas instituciones barriales. Esta red de relaciones organiza discursivamente un conjunto de prácticas que, desde lo cotidiano, permiten ser leídas como "modos concretos de hacer política en un marco de posibilidades objetivas".

Desde su lugar en la actividad privada, -José es cobrador en su barrio de un canal de cable local- establece una cercanía con la gente que le posibilita conocer las demandas que surgen como problemas de la cotidianeidad barrial. Conocer la problemática barrial, "hacerse conocer", interactuar supone una modalidad de acumulación de capital social en la medida en que define un campo de posibilidades de acción: canalizar estas demandas, "mediar" en la gestión de distintos servicios y recursos materiales; esto lo ubica en un lugar diferencial respecto de sus vecinos.

Pero ¿qué factores confluyen en su posicionamiento como mediador? La modalidad de acumulación de capital social referida anteriormente se articula con otra inherente a la trayectoria institucional: el carácter de presidente de un club que ocupa un lugar central en la vida social del barrio y el grado de presencia mediática adquirido mediante los logros deportivos de la institución. De este modo, José es interpelado por los medios como presidente de una institución deportiva, pero él hace uso de esa visibilidad como un factor que se agrega a su reconocimiento en tanto "referente barrial".

Parte de este reconocimiento está vinculado con su performance, definida por Goffman como "la presentación de la persona en la vida cotidiana". José es visto por sus vecinos todas las mañanas durante los días de semana en su motito amarilla cobrando boletas por el barrio. Los domingos se lo puede encontrar por la tarde en los tradicionales bingos que el club organiza, acomodando cartones en la mesa de los sorteos. El presidente de la institución más importante del sector es un trabajador más en un barrio típicamente obrero.

Si bien no ha hecho uso de su trayectoria institucional para obtener un trabajo mejor, sí la ha utilizado para tejer una red de "contactos": se lo ve a José a través de los medios negociando con los jugadores del club la continuidad de ellos en el plantel a cambio -en algunos casos- de un trabajo estable que él se ocupará de buscarles. Su "actuación" como presidente del mismo deja entrever un perfil paternalista. El mismo que se puede leer en el apodo con que se lo identificó históricamente en el barrio: el caudillo.

José logra así un doble reconocimiento: para los habitantes del barrio es quien, a través del club, distribuye bienes y recursos a los que no tienen acceso mediante canales institucionales. Se posiciona entonces como un resolvedor de problemas (Auyero, 1997): "Yo me acerco a la escuela, hablo con la directora y me dice: 'vamos a cambiar las zapatillas por fideos'. Y entonces le dimos cien kilos de fideos... y así con todo".

La resolución de problemas aparece así estrechamente ligada a la personalización del favor. Puede conseguir y distribuir; pero su permanencia en el cargo de presidente en el club es fundamental para que esto suceda. De este modo, es como opera la correspondencia entre el uso de influencias y el apoyo a la gestión institucional, que se traduce en este caso, en apoyo a su persona. José se ubica en el punto donde se entrecruzan una rede de relaciones -integrada por vecinos, amigos y parientes- y una red clientelar -las instituciones del barrio beneficiadas por el club.

Por su parte, los gobernantes de turno ven en José un referente capaz de arrastrar voluntades a las urnas: "yo a la política podría haber ido de concejal. Me lo ofrecieron varias veces, y hubiera ganado, hubiese estado adentro, pero no, nunca quise (...) Porque es lindo trabajar pero sin ganar, porque cuando vos tenés un precio, listo, tenés que adaptarte a muchas cosas que a lo mejor a uno no le gustan".

El testimonio anterior da cuenta de una de las formas en que José se presenta. Su performance consiste en hacer de la negación de la política institucional una práctica política. Presentarse por fuera de ella le otorga credibilidad en tanto que su trabajo a favor del club -y del barrio- responde a una "vocación de servicio".

Esta visibilidad de lo informal -de sus gramáticas, estilos, expresividades- es una de las características del espacio público de ciudades intermedias, en la medida en que permite sostener una distinción respecto del espacio público de las grandes ciudades. Esto se refuerza en la "construcción mediática" de la cotidianeidad, que se constituye en una condición de posibilidad de la agenda de los medios locales.

Las transformaciones del espacio público han producido, consecuentemente, cambios en las formas de representar lo político y nuevos escenarios de poder. La tradicional representación política-institucional concentrada en el Estado, los partidos y la ciudadanía se ha visto sacudida por la irrupción de nuevos actores colectivos que "reconfiguran la representación social" al proponer una agenda diferente a la de los políticos. Estas "nuevas formas de actuar" en donde lo que se pone en juego es una presentación pública convierten a la comunicación en una práctica política y en una ampliación del espacio público simbólico.

Si bien no es novedosa la idea de que la política se construye mediante redes de relaciones y redes clientelares, lo que es innovador es la visibilidad que alcanzan estas redes en ciudades intermedias en la medida en que se inscriben mediáticamente, esto es, que forman parte del entramado institucional incluido en la agenda del periodismo local. Las redes se transforman entonces en las arterias por donde se desplaza esa política cotidiana, próxima, vecinal, que permite nuevos "modos" de relacionarse con lo público y posibilita "otros"sentidos de pertenencia e identidad. En estos ámbitos, la lejanía de legisladores y funcionarios contrasta con la cercanía de amigos y vecinos, de mediadores y clientes.

Esto nos conduce a reflexionar -en la línea en que se orientará el trabajo de investigación- respecto de las complejas relaciones entre discursos públicos mediatizados (incluidos los enunciados por los actores que se presentan como políticos y los de aquellos que lo hacen como "representes sociales") y las prácticas sociales y políticas cotidianas, no mediáticas. La relación entre ambas no debe pensarse en términos de subordinación de éstas a áquellas, sino como variables articulaciones a través de las cuales se construyen las hegemonías políticas.

BIBLIOGRAFIA

-Auyero, Javier: "La doble vida del clientelismo político" en Revista Sociedad N º 8, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, abril de 1996.

------------------- "Evita como performance" en ¿Favores por votos? Estudios sobre clientelismo político contemporáneo, Losada, Buenos Aires, 1997.

-Bonilla Vélez, Jorge, García Raya, Eugenia: "Nuevas dinámicas de representación política: movimientos sociales, espacio público y redes de comunicación" en Revista DIA-LOGOS de la comunicación Nº 42, México, junio de 1995.

-Ferry, Jean Marc: "Las transformaciones de la publicidad política" en El nuevo espacio público, Gedisa, Barcelona, 1992.

-Lomnitz, Larissa, Díaz Rodrigo: "Gramática cultural y racionalidad burocrática en las ciudades latinoamericanas" , en Repensando la ciudad en América Latina, Jorge Hardoy y Richard Morse (comps.), Grupo Editor Latinoamericano/ IIEDAL, Buenos Aires, 1988.

-Ramos, Rodolfo: "Comunidades locales, identidades y discursos de reconocimiento en relación con los actores del orden público e institucional de Olavarría", Facultad de Ciencias Sociales, Olavarría-UNC, 1995.

- Lechner, Norbert: "Por qué la política ya no es lo que fue" en Nexos Nº 216, diciembre de 1995,

pp. 63-68.


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